Agosto 05

   

Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en la ceremonia de condecoración a ex ministros, ex secretarios y ex consejeros

Bogotá, 6 ago (SP). “Estamos ya a pocas horas de que asuma la Presidencia de la República el doctor Juan Manuel Santos Calderón. Han sido ocho años intensos. En ustedes he tenido inmejorables compañeros.

Esta tarea se ha adelantado con todo el afecto a Colombia. Como lo digo esta noche en una alocución de gratitud al país, las semillas buenas que se dejan son de ustedes mis compañeros de Gobierno, son de las Fuerzas Armadas y del pueblo colombiano.

Dificultades, lo que no se pudo lograr, errores en la responsabilidad de mi ser, de mi humana contingencia. Imaginarán ustedes el impacto en mi vida de ocho años de esta tarea y cómo tengo que tener un espacio inmenso en el corazón para recordar a cada uno de ustedes su patriotismo, su dedicación, su abnegación durante este tiempo de Gobierno.

Los ex ministros de Agricultura

Andrés Felipe Arias (ex ministro de Agricultura) nos apoyaba desde la Gobernación de Antioquia. Cuando yo estaba en la Universidad de Oxford (Gran Bretaña) nos cruzábamos correos –estrenando el correo electrónico–, sobre los temas de la economía. Llegó como Director de Macroeconomía del doctor Roberto Junguito (ex ministro de Hacienda); se lo llevó Carlos Gustavo Cano (ex ministro de Agricultura) de Viceministro de Agricultura. Y es una promesa.

Tiene que cuidarse, porque uno no puede ser egoísta de marchitarle liderazgos al país. En el mundo hay problemas de agua, hay problemas de energéticos, hay problemas de contaminación; pero el principal problema es la falta de liderazgo y cuando hay buenos perfiles no se pueden despilfarrar.

Tengo una amistad muy vieja con Carlos Gustavo Cano. Diría yo que es un patriota ejemplar. Una caballerosidad, un amor por el agro colombiano. Él llegó al Ministerio de Agricultura no por aspiración, sino por amor a ese oficio.

Interior y Justicia

Quiero expresar mi gratitud infinita al doctor Carlos Holguín Sardi (ex ministro del Interior y de Justicia), el Ministro y el compañero en la construcción de una coalición muy importante, de una gobernabilidad muy importante.

Yo diría que nos toca hacer un estudio de cómo surgió la gobernabilidad en este Gobierno. Fue una coalición que resistió todas las presiones; una coalición que no produjo una sola ley de la cual nos tengamos que arrepentir; una coalición que trabajó no en un cruce de prebendas y votos, sino en un respeto a una opinión pública, que se mantuvo gracias a un Gobierno entregado a la opinión pública.

El doctor Carlos Holguín Sardi ha comprendido como el que más que para que los países logren metas de largo plazo es muy importante que tengan coaliciones fusionadas, articuladas por esas metas de largo plazo.

Comercio, Industria y Turismo

Con el doctor Jorge Humberto Botero Ángulo (ex ministro de Comercio, Industria y Turismo) trabajamos nuestro programa de Gobierno en la campaña de 2002. Le tocó un proceso muy importante de la fusión del Ministerio. Creo que fue muy útil. Y además, le tocó empezar ese tránsito con tantos obstáculos, con tantas controversias internas de lo que era la apertura unilateral al acceso a mercados.

Cuando se propuso el acuerdo Comunidad Andina-Mercosur, el primero de los nuestros, aquí decíamos que Brasil nos derrotaba y en Brasil decían que para qué Colombia, que era muy chiquito. Eso era oposición por una razón o por otra.

Yo creo que esa cartera dejó un avance muy grande en acceso a mercados y en transformación productiva.

Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial

Juan Lozano (ex ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial), compañero de un largo recorrido en la vida pública. Desde hace muchos años, cuando la consulta del liberalismo, vio la oportunidad de que el Directorio Liberal de Antioquia, sector democrático, que yo presidía, abriera el abanico para que se expresaran los liberales de Antioquia en la forma que quisieran, por los diferentes precandidatos.

He tenido una gran amistad con él, un gran afecto por Juan Lozano. Me siento muy orgulloso que esté en el Parlamento. Y quiero destacarle como Ministro de Vivienda un gran logro, los macroproyectos.

Por fortuna ayer la Corte Constitucional, al entregar la sentencia la moduló bien. Y quedan 20 macroproyectos vivos, que le permiten al nuevo Gobierno –mientras sale una nueva reglamentación que supere el obstáculo constitucional– le permiten al nuevo Gobierno tener un gran avance.

Una de las personas más talentosas que he conocido es Sandra Suárez Pérez (ex ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial). Cuando era yo candidato a la Gobernación de Antioquia ella fue una de las personas que participó en la campaña para esa Gobernación, en la concepción publicitaria. E hizo, no podré olvidar, ella, Alicia Arango, Any Vásquez, definiendo la estrategia de la campaña, los recorridos de la campaña, los mensajes de la campaña.

Y después su gran lucha para avanzar con Familias Guardabosques, acompañando a las Fuerzas Armadas con programas sociales para poder tener éxito en tantas zonas de Colombia. No se me podrá olvidar su incursión en la Sierra Nevada. Y ella empieza un tema muy difícil, pero muy interesante, que en algún momento se valorará; en lugar de que el país tuviera aportes desarticulados a los acueductos, por razones de azar o de rosca política, concibieron los Planes Departamentales de Agua.

Agradecí de corazón el apoyo de Cecilia Rodríguez (ex ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial), quien venía de una organización política contestataria, iconoclasta, y se constituyó en una gran legitimadora de nuestra campaña al darnos su apoyo. Empezó una tarea muy difícil, en una situación económica muy difícil, y en un país que por toda parte demandaba vivienda, acueductos. E hizo una cosa muy importante, que fue la movilización popular de colombianos para que se constituyeran en guardianes ecológicos.

La cartera de Comunicaciones

Una de las pocas personas que me ha ganado a mí recorriendo el país, con afecto por los compatriotas, con voluntad de servir, es María del Rosario Guerra de la Espriella (ex ministra de Comunicaciones).

Logró sacar un proyecto muy difícil, la Ley de Telecomunicaciones. Y quedan las bases para que el país siga el proceso reformista en el sector de las comunicaciones.

Esta mañana me reunía yo con el gremio y el gremio afirma que si bien éramos uno de los países más atrasados en el continente, hoy es uno de los que más rápidamente está avanzando en el desastraso. Por ejemplo los crecimientos de Internet, de computadores, en la relación computadores niños, de banda ancha etcétera.

Hay una colombiana muy valerosa, que le puso el cascabel al gato en unas reformas que de no haberlas hecho el país, nos habrían arruinado, Martha Pinto de De Hart; con una gran capacidad ejecutiva, con una gran prudencia, pero con una gran firmeza, sin reversa.

Sacó adelante reformas tan importantes como la de Telecom, la de la televisión. Aquí había la idea de que por razones políticas Telecom era intocable; había una falsa interpretación de la Constitución sobre la televisión estatal, sobre Adpostal (Administración Postal Nacional).

En una reunión mañana a las 7:00 de la mañana con el Presidente Santos le diré que queda pendiente lo que llamaríamos la última reforma de Telecom, para que Colombia Telecomunicaciones pueda ser socia de las empresas de telefonía móvil y también la selección del socio operador para la nueva Adpostal.

Las Relaciones Exteriores

¡Qué bueno haber contado con la doctora Carolina Barco como Canciller y como Embajadora en Washington! Su decoro, su tacto; fue una especie de salvaguardia de mis debilidades.

Le agradezco siempre y anoche cuando asistíamos a los 20 años de Findeter, recordaba la visión de su padre, la guapura de su padre, la firmeza de su padre (el ex presidente Virgilio Barco Vargas).

Ella es una mezcla, es una princesa nortesantandereana porque tiene todo el carácter y toda la temperancia.

Un prospecto muy importante de las nuevas generaciones de colombianos por su velocidad mental, su capacidad de resolver problemas, su capacidad de resumir, su manera tan rápida de asimilar todas las circunstancias que atraviesa la vida pública, es de María Consuelo Araujo Castro.

Ustedes saben que ese Pacto Andino lo fundaron los presidentes (Carlos) Lleras Restrepo, de Colombia; Raúl Leoni, de Venezuela; el Presidente Fernando Belaúnde, del Perú, y el Presidente Eduardo Frei de Chile ¿Quién era el de Bolivia, (René) Barrientos?

¿Quién? En Ecuador era José María Velasco Ibarra ¿El de Bolivia quién era?

Y cuando esa Comunidad Andina, ese Pacto Andino mostró que quería ser un enclave y que no quería abrirse al mundo, Chile tomó la decisión de separarse.

Yo creo que fue trascendental el paso de haber hecho ese acuerdo con Chile. Ya los aspectos técnicos los negociaron los equipos técnicos, pero yo no conocía a la Presidente (de Chile, Michelle) Bachelet y ya María Consuelo era gran amiga de ella.

Y nos encontramos en Lima (Perú) a los diítas de haber llegado la Presidente Bachelet y ese acuerdo se firmó en días. Una vez me dijo el doctor Carlos Holguín, que él estaba asombrado de que un tema tan abstracto como el de la Cancillería se resumiera en una planeación estratégica, tan concreta.

Además, en el TLC con los Estados Unidos Jorge Humberto Botero recuerda teníamos una inmensa dificultad con el sector de la cultura, con la reserva de pantalla. Y el talento de María Consuelo Araujo nos permitió superar eso.

Yo los tendría aquí hasta el amanecer en un largo monólogo contrario a la participación activa de los Consejos Comunitarios, si expresara todo lo que tengo que decir de mis compañeros de Gobierno en esta hora de agradecimiento.

Uno de nuestros afanes ha sido poder rescatar a los secuestrados. Yo sufrí mucho cuando después de haber seguido la pista y estar cerca del rescate del doctor Fernando Araujo, perdimos la inteligencia durante año y medio. Y gocé mucho cuando la recuperamos. Inmediatamente llamé a su padre (Alberto Araújo Merlano), a sus hermanos y les dije: estamos nuevamente en la pista.

Habíamos sufrido mucho porque uno de los problemas que encontramos es que cuando se ordenaban los operativos militares –y a él le consta–, había una penetración de esos bandidos en las Fuerzas (Militares) y les avisaban a esos bandidos que iba un operativo militar.

Teníamos previsto el rescate del doctor Fernando Araujo el 1° de enero y nos reunimos en el aeropuerto de Rionegro (Antioquia). Salíamos para Bojayá (Chiocó), a las 9:00 de la mañana del 31 de diciembre y el general (Freddy) Padilla (de León) nos dijo al entonces Ministro (de Defensa) Juan Manuel Santos, el Presidente de los colombianos, y a mí que la fuente que habíamos recuperado había dicho que ese 31 lo iban a mover.

Yo tomé, en contra de la opinión de muchos compañeros en ese momento, la decisión de que teníamos que ir por él. Aplazamos por un momento el viaje a Bojayá; cuando ya me dijo el general los helicópteros están en vuelo y me dijo llevan más o menos 15 minutos, le dije vámonos, atendemos lo de Bojayá. Era un 31 de diciembre, procuramos estar los 31, los 24 siempre con las Fuerzas Armadas, con comunidades pobres.

Yo aspiro, mientras viva y pueda, llevarles unos buñuelos y una natilla a los soldados y policías de la Patria, el 24 y el 31 en alguna región difícil.

Llamé a don Alberto Araujo y le dije: don Alberto, los helicópteros están en vuelo hace 20 minutos. Sufrimos mucho, porque el apareció apenas como a los cinco días, cuatro cinco días de ese operativo, con un gran valor e hizo una gran gestión de relaciones humanas en la comunidad internacional que lo vio, no como un ex secuestrado con la mente afectada o con el corazón resentido, sino como un patriota con la mayor altivez y con la mejor actitud.

Cultura

Doña Elvira Cuervo de Jaramillo, formada en la escuela del doctor Álvaro Gómez, como el doctor Carlos Holguín; con un gran sentido de autoridad y de orden. Toda la vida sirviendo a su partido y a su Patria y a la cultura. Le agradecí enormemente, que viniera al Ministerio (de Cultura).

Se nos queda una tarea, por culpa mía; no pudimos encontrar los recursos para poder concretar totalmente la ampliación del Museo Nacional, que fue su gran aspiración.

Tenemos que pegarnos ahora del Presidente (Electo) Juan Manuel Santos y de la Ministra (de Cultura, Mariana Garcés Córdoba), a ver cómo una situación presupuestal menos difícil permite resolver ese problema.

Ex ministros de Defensa, la Seguridad Democrática

No era normal que un país que había votado por la Seguridad Democrática, que había logrado dar ese giro doctrinario, un país que siempre rechazaba el discurso de seguridad y que lo había aprobado en la elección presidencial de 2002, recibiera la noticia del nombramiento de una mujer como Ministra de la Defensa para esa tarea.

No sabíamos a quién estábamos nombrando. La doctora Martha Lucia Ramírez de Rincón, fue quien concibió el plan estratégico de la Seguridad Democrática, con gran orden y con gran precisión. Y emprendió tareas muy difíciles y decisiones muy difíciles.

Yo recuerdo cuando discutíamos, dos discusiones: primero, sacar el Ejército a las carreteras y después el Plan Patriotas. ¡Qué oposición a aquello de sacar el Ejército a las carreteras! Y ella con gran valor se impuso. Defendió la tesis de que no podíamos permitir que las carreteras colombianas siguieran siendo el sitio de secuestro, una fuente de financiación de la criminalidad, y que necesitábamos recuperar la confianza de los colombianos. Sin confianza de los colombianos era imposible avanzar en un proyecto de seguridad. Por eso esa decisión fue muy afortunada.

Y después cuando concebimos el Plan Patriotas, que hoy se llama Operación Omega, nuestro diagnóstico era que Bogotá estaba perdida, y la ladera cundinamarquesa. Entonces el primer círculo del Plan Patriotas fue aquí y funcionó relativamente rápido.

Y después, una enorme dificultad, porque hubo mucha oposición a que el segundo círculo fuera en el oriente colombiano o en la selva. Muchos científicos de los operativos militares alegaban que íbamos a enterrar en la manigua a 17 mil soldados.

Bogotá se salvó. No por lo que hicimos en la ladera cundinamarquesa, sino porque también arrinconamos la retaguardia estratégica que está en el Caguán y de Caquetá. Y Marta Lucía Ramírez de Rincón, con su gran valor, con su gran capacidad ejecutiva, fue fundamental.

El doctor Jorge Alberto Uribe Echavarría abandonó una cómoda posición del sector privado para venir a ayudarnos como Ministro de la Defensa.

Gran sentido de orden, de austeridad; las medidas de compras oficiales, de compra de los servicios públicos en bloque, de organización de las Fuerzas que tomó, fueron de excelencia. El país siempre le tendrá que agradecer.

Alberto Velásquez (ex secretario General de la Presidencia de la República) me dijo que había un joven abogado de excelentes condiciones, que había participado en el grupo de jóvenes que impulsaron la Séptima Papeleta y que era el indicado para la Jurídica de la Presidencia.

Durante tres años Camilo Ospina llegó a la oficina todos los días a las 7:00 de la mañana y mientras despachábamos los asuntos jurídicos del día, me escuchaba con los comandantes militares y de Policía, en ese diario ejercicio de la monitoría de la Seguridad Democrática. Fue un gran compañero.

Y se lanzó como Ministro con gran valor, con gran firmeza; compañero de los soldados y policías en toda parte. Parece que hubiera leído el ejemplo de (Abraham) Lincoln. Lincoln se iba a dormir a las carpas de los soldados. Quien mejor interpretó a Sun Tzu fue Lincoln, la compañía que hay que darle a las Fuerzas Armadas.

Pero Camilo dio pasos muy importantes en materia de derechos humanos, como el que se dio a raíz de los episodios de Jamundí (Valle del Cauca), a pocos días de la elección presidencial de 2006, para exigir que ese crimen no lo conociera la Justicia Penal Militar, sino que lo conociera la justicia ordinaria.

Yo creo que ahí se sentó un precedente, discutido. Voy a tener ahora mi penúltima reunión con las Fuerzas Armadas, mañana es la última, y volver a explicarles el tema.

Si esas medidas no se hubieran tomado, habría sido muy difícil recuperar la legitimidad de las Fuerzas Armadas.

El despacho de Hacienda y la confianza

Roberto Steiner y Alberto Carrasquilla y María del Rosario Guerra fueron los primeros economistas que apoyaron esta campaña. Yo diría que Alberto Carrasquilla (ex ministro de Hacienda) es un talento de ideas heterodoxas y de logros ortodoxos.

Yo creo que su maestro, el doctor Junguito (Roberto Junguito, ex ministro de Hacienda) no me desautorizará en esa definición de Alberto Carrasquilla.

Tengo también que hacer un reconocimiento. Íbamos en un avión, plena campaña a hablar con los mercados en Nueva York y en el avión él me empezaba a pintar el tema de la confianza, que después desarrollé yo. Esa casita tan simple de los tres pilares de la confianza: la seguridad, la promoción de la inversión y el tema de la política social.

A Alberto le debemos que, interpretando lo que ocurría en Colombia en esa campaña, nuestra palabra clave fuera ‘confianza’.

Esta mañana le decía yo a Carolina Soto, hoy la asesora del doctor Roberto Junguito en Fasecolda, todos los motivos que tengo para apreciar al doctor Roberto Junguito.

Estábamos muy al inicio de la campaña en un foro en la Universidad del Rosario y allí se convirtió en un gran apoyo a nuestras tesis. Pero quiero destacar dos hechos relevantes para la Patria, de lo que significa Roberto Junguito. En cada momento que ha habido una dificultad fiscal lo han llamado, ha estado a discreción del bien superior de la Nación. Y ha sido un gran promotor de las nuevas generaciones. Basta ver el equipo que trajo al Ministerio a que lo acompañara.

¡Qué bueno! Alguien de su reconocimiento, de sus calidades, tener ese compromiso para promover a las nuevas generaciones.

Minas y Energía

José Roberto Arango (ex consejero Presidencial) me expresó que había un vallecaucano lleno de talento y de prestigio para ser Ministro de Minas y Energía. Yo bendigo a la providencia por haber tenido a Luis Ernesto (Mejía).

A nosotros nos dijeron que el país en 2008 perdería la autosuficiencia petrolera. El país para ser autosuficiente necesita 234 mil barriles al día. Pero no nos lo dijo alguien criticón o necio; nos lo dijo la administración del Presidente (Andrés) Pastrana en el empalme.

Y yo creo que hubo un dúo superior: Luis Ernesto Mejía e Isaac Yanovich (ex presidente de Ecopetrol) para hacer esa gran transformación de Ecopetrol, para crear la Agencia nacional de Hidrocarburos, sobre la cual –porque yo tengo que darles ejemplo a ustedes teniendo total franqueza– yo inicialmente tuve mis reservas.

Porque yo siempre llegué con la idea de que sobraban muchas entidades y que no había que crear más. A ellos les debemos ese gran éxito.

Esta mañana no tuve la oportunidad –porque se tuvo que ir a Cali– de condecorar a Isaac Yanovich, pero él lo sabe. Al mandarle la condecoración, él sabe de nuestra admiración a su valor civil, en compañía de Luis Ernesto, para enfrentar ese problema laboral y pensional de Ecopetrol.

En la historia de Ecopetrol solamente se había denunciado una convención, la denunció el doctor Juan Francisco Villarreal, que era el Presidente de Ecopetrol; el Gobierno de entonces (1974) retiró la denuncia y le pidió la denuncia al doctor Villarreal.

Aquí se denunció la convención, se hizo la reforma, se sostuvo ese problema durante tres largos años, hasta que la Sala Laboral de la Corte Suprema homologó el laudo del tribunal de arbitramento, y se crearon las condiciones para lo que vino posteriormente, que fue la capitalización y el éxito que ha tenido Ecopetrol.

Además, quién no sabe la preocupación mía: un país con estos problemas, esta pobreza, estas dificultades, y ellos venían cada mes a pedirme alza de combustibles.

Gracias a Dios me derrotaron, porque hoy me permiten decir que el nuevo Gobierno encuentra un déficit, pero encuentra una economía en recuperación, una gran confianza de inversión; 464 entidades del Estado reformadas y desmontado el subsidio al combustible. ¿Qué tal que no hubiéramos desmontado el subsidio al combustible?

Y otra cosa muy importante: aquí tuvimos durante muchas horas y muchos días al sindicato de Ecopetrol. Bravos por esas reformas, y durábamos bravos porque nosotros independizamos la Refinería de Cartagena de la empresa matriz.

¡Oh discurso!

Y las tomas de la Refinería. Eso sí, cada que me llamaba Luis Ernesto (Mejía) o Isaac (Yanovich): ‘Se están tomando la Refinería’. A los 5 minutos estaba la Policía. Porque yo asumo esa responsabilidad.

Les dije: ‘Tomitas de carreteras, mientras yo sea Presidente, olvídense; tomas de edificios públicos, olvídense: tomas de universidades, olvídense’.

A todos esos sitios, mientras yo sea Presidente, entra la Fuerza Pública y de inmediato.

Y logramos enfrentar eso. La Refinería es hoy un éxito. Esa va a ser una gran respuesta al país, y hay que ver el entusiasmo que se siente en Cartagena con el avance de ese proyecto.

Mauricio González Cuervo

Yo quiero, agradecer inmensamente a Mauricio González, hoy Presidente de la Corte Constitucional, quien sucedió a Camilo (Ospina) una vez Camilo abandonó la (Secretaría) Jurídica y se nos fue al Ministerio de la Defensa.

Mauricio, con su decencia, su señorío, su sentido de la responsabilidad, fue un gran apoyo.

Luis Alfonso Hoyos

Me siento muy orgulloso de que mi Patria tenga personas como Luis Alfonso Hoyos, de su integridad, de su amor a las políticas sociales, de su transparencia y de su valor civil.

Uno se siente gratificado de ser colombiano, al saber que Luis Alfonso Hoyos tiene todo el sentido humano para entenderse con Altos de Cazucá, en el sur de Bogotá, y llevarles con afecto el programa de Familias en Acción; y todo el valor para denunciar lo que tuvo que denunciar hace tres semanas en la OEA (Organización de Naciones Unidas).

¡Qué buena mezcla para el país!

Carolina Rentería

Carolina Rentería, como Directora de Presupuesto tuvo que recibir una presión permanente para sacar obras en un país que nos decían: ‘No lleguen solamente con soldados, tienen que llegar con política social, con vías’.

Nosotros al principio decíamos: ‘¿Pero con qué vamos a empezar vías? Si el doctor Junguito nos había dicho ‘no hay plata ni para pagar los soldados’. Entonces empezaron a trabajar él y José Roberto (Arango) y se concibió ese impuesto al patrimonio, que lo introdujimos mediante emergencia.

Nosotros nos demoramos mucho con el programa vial, entre otras cosas, por nuestra propia inseguridad en materia de recursos.

Recuerden que el Plan 2.500 navegó dos años, sin arrancar, esperando unas titulaciones. Finalmente dije yo: ‘¿Y qué vamos a titular, si esas carreteras hoy tienen muy poco tráfico?’.

Carolina le tocó una presión muy grande, muy grande, y tiene unos logros muy importantes en Planeación.

No era fácil ponerle el cascabel al gato con la reforma de las transferencias. El Congreso votó ese proyecto con una Plaza de Bolívar abarrotada de oposición, señalándonos de que esa reforma a las trasferencias acababa la salud pública, la educación pública, etcétera.

Y hoy vemos que tuvimos la razón.

El año pasado la Nación dejó de recaudar diez millones de lo presupuestado, que era mucho, frente a un presupuesto inicial de 72 billones de recaudo. Sin embargo, no le faltamos a las regiones. Cómo ganaron, cómo ganaron.

Y se nos acusó de que íbamos a recentralizar al país, porque esa reforma incluyó un artículo que permite la intervención en las entidades territoriales cuando haya mal manejo de las transferencias.

Yo apelé a un argumento histórico: cuando uno lee la historia de la descentralización en Colombia, encuentra que la descentralización antes de los años 68, 88, 91, cuando las leyes 11 y 12 del 86, cuando tuvo los últimos desarrollos, la descentralización había fracasado tres veces por desorden, anarquía y desgreño a los recursos.

Dije: La mejor manera de defender la descentralización es proteger los recursos.

Hoy, gracias a esa reforma constitucional, está intervenida la salud, la educación en el Chocó, en el departamento de Putumayo, y hay unas intervenciones.

Y la ciudadanía feliz.

En el Chocó están muy bravos unos politiqueros, la ciudadanía muy contenta con estas intervenciones.

Es mejor intervenir para salvar la descentralización, que tener que dejar que el desgreño la eche para atrás.

Carolina se propuso sacarnos adelante la tesis de la campaña de 2006, de las auditorias visibles, y eso está funcionando bien.

En todas las regiones de regalías uno encuentra que hay gratitud por eso que se hizo.

Yo creo que eso de las auditorías visibles se ha constituido en un gran paso para la derrota de la corrupción en el manejo de las regalías.

Y en las dos ocasiones en que presentó el proyecto de ahorro de regalías –que no pudimos que el Congreso pasara- yo creo que ella dejó un gran precedente para lo que se propone hacer el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, que es una reforma de las regalías que incluye el ahorro, una posibilidad de redistribuir.

Y hoy no hay argumentos para que se opongan a eso, porque cuando empezó nuestro Gobierno, en pesos de hoy, las regalías valían 1,9 billones. Este año van a valer 6 (billones) y rápidamente van a llegar a 12 billones (de pesos).

Carolina Rentería, con gran valor, enfrentó eso en el Congreso.

Santiago Montenegro

Yo quiero destacar muchísimo a Santiago Montenegro, su cultura, su preparación.

A mí me sorprendía que un intelectual de los quilates de Santiago, fuera compañero de casi todos los consejos comunitarios.

Los conocimientos de la historia, del país.

Este país tenía pocos ejercicios de largo plazo. Santiago condujo, es el líder, el autor de la Visión Colombia 2019.

Pero yo creo, Santiago, que a usted le toca desde la academia, desde el sector privado, promover la actualización de esa Visión, hacer las evaluaciones, cómo nos hemos aproximado o nos hemos alejado, y también la extensión de las proyecciones.

Santiago Montenegro, con Claudia Jiménez Jaramillo, empezó la reforma del Estado. Hoy el logro es una reforma de 464 entidades del Estado.

Ahora cuando tenía el honor de entregarle el diploma de la Orden Nacional al Mérito, le dije que había quedado uno de los contratos más importantes, más importantes del país, que es la Transversal Tumaco-Pasto-Mocoa. Se adjudicó la semana pasada.

Es de una gran importancia porque –él me lo dijo desde que empezó el Gobierno- eso se va a ahorrar cinco horas de Pasto a Bogotá. Eso, con lo que se está haciendo en el Putumayo, vamos a tener una carretera de excelentes condiciones del puente internacional, por plan, hasta el Caribe.

Eso nos demoramos ocho años, Santiago, pero quedó, y con toda la transparencia.

Además se la ganaron los señores Solarte, coterráneos suyos, para que les mantenga la puya.

Yo se los anuncié, les dije: Ya que se ganaron eso, ahí se lo diré al doctor Santiago Montenegro, para que él, que me pidió tanto eso, les mantenga la puya.

Muchas gracias.

Eso es muy bonito: tener una gran dimensión intelectual, pero también una gran preocupación por las cosas de la localidad.

No es fácil encontrar un intelectual como Santiago, que se preocupe al mismo tiempo por el estadio de Pasto o por el Túnel de Daza.

Y él siempre, en medio de la escasez de plata, encontró los pesitos para el estadio de Pasto.

Muchas gracias, Santiago.

José Roberto Arango

Esta mañana con el Alcalde de Medellín (Alonso Salazar) nos referíamos a José Roberto Arango.

Yo creo que José Roberto inicia algo que a mí me parece que es estratégico y estructural para el manejo del Estado, que es el seguimiento al programa de Gobierno con gerencia.

Eso ayuda mucho y es novedoso.

Y yo creo que eso también se constituyó en la base que obligó a los ministerios a hacerle un atento seguimiento a sus programas, a tener toda la mística, a saber que le tenían que responder a la Presidencia, a la opinión pública, que no podían estar aislados de los reclamos de la ciudadanía, y eso tiene relación con algo que de pronto José Roberto no lo ha pensado: lo que él hizo se refleja hoy en que salvo un ministerio, todos los ministerios quedan con certificados de calidad del Icontec (Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación).

Y dejamos el 89 por ciento de las entidades del Estado con fenecimiento de la Contraloría y con una calificación muy elevada. No pudimos en otras porque tenemos que un fondo de una empresa en liquidación, que una corporación ambiental etcétera, pero las que de aquí dependían, quedaron todas con fenecimiento contable, aún las más difíciles.

José Roberto fue un gran enlace para tener un diálogo con la inversión y con el sector privado, y para resolver problemas que un sector privado cansado de hablar y que no le resolvieran problemas, y José Roberto aquí creó el precedente de resolvérsele esos problemas con sentido práctico.

Fue una gran ayuda, José Roberto, para resolver pleitos internacionales.

Por ejemplo, los españoles habían dicho que no querían volver a Colombia por todos los pleitos. Ahí se puso José Roberto en esa tarea.

Yo me haría interminable de contar todo lo que hizo José Roberto.

Lo de (Acerías) Paz del Río: Paz del Río estaba para liquidarla y José Roberto les preguntó: ¿Y quién va a pagar esas pensiones? Eso va a quebrar el Estado. ¿Y cómo se va a recuperar la fuente de empleo para Boyacá?’.

Y él se sentó con el sindicato y produjo ese milagro de un sindicato que hizo el tránsito de la vieja actitud politiquera y radical, a la participación, y Paz del Río hoy es un ejemplo.

Esta mañana en este salón nos decía el doctor Luis Guillermo Parra, su Presidente, que ahora tienen un programa de inversiones de mil millones de dólares.

La obra de José Roberto es una obra que tiene un sello: hizo entender que el Estado es la empresa privada más importante, porque es de propiedad de todos los ciudadanos, y que si en la empresa privada individual hay que tener eficiencia y trabajar con dinamismo, en el Estado mucho más, que es de todos los ciudadanos.

Lo estuvo trabajando con Cecilia Álvarez-Correa Glen, quien lo sucedió.

Cecilia venía de todas las disciplinas del sector privado, por eso su entendimiento con José Roberto, y aquí continuó esa tarea Él la formó, para tener aquí esa vinculación con el sector privado, y a fe que lo hizo como lo había aprendido de José Roberto.

Alberto Velásquez

A mí me complace mucho tener compañeros de Gobierno de los quilates humanos de Alberto Velázquez Echeverri. Un caballero, un patriota, un hombre puro; además con un gran talento y con una gran audacia del bien al frente de la Secretaría General. Y con una honestidad insuperable.

Cuando se fue a ir no tuve manera de retenerlo porque me dijo: ‘No, es que ya me di cuenta que a mí no me gusta este manejo con el Congreso’. Así de claro. Me dijo dos o tres cosas, porque yo lo quería retener. ¿Quién no lo quiere tener de compañero? Y llegó un momento en que le dije: ‘Qué te voy a retener Alberto querido, si tenés toda la razón’. Un lujo.

Yo creo que un gran hallazgo. Imagínense ustedes: yo había conocido a Luis Carlos Restrepo Ramírez como autor de aquel ensayo de la Ternura. La mamá de Lina (Moreno de Uribe), que era un ser excepcional, murió leyendo ese libro de Luis Carlos Restrepo.

Entonces una candidatura presentada como la candidatura de la mano dura, bastante criticada por tantos colombianos, tiene un gran validador en la llegada de Luis Carlos Restrepo.

Y qué ejercicio de carácter, de firmeza, de proceder sin ningún prejuicio. Cuando se tiene toda la honestidad no se tienen prejuicios.

Le debemos toda la gratitud y toda la admiración a Luis Carlos Restrepo.

Pocos países pueden decir que desmovilizaron 54 mil bandidos con un Gobierno de seguridad. Aquí en las épocas del apaciguamiento, en una década se desmovilizaron 4 mil, pero pasaron de 12 mil a 60 mil.

En los ocho años de la Seguridad Democrática se desmovilizaron 54 mil y pasaron de 60 mil a 8 mil. Un peligro 8 mil, pero siempre es más manejable eso que enfrentar a 60 mil.

Ricardo Galán

Galán es recio, bravo y honorable, y leal. Yo le agradezco mucho su compañía en esas dos campañas, con tanta firmeza, tanto dinamismo, tanta lealtad, tanta amistad, y sus años aquí en la Presidencia.

Fue a la Comisión de Televisión a hacer gala de lo que es él: honorable.

Galán es inmaculado. Yo vivo muy reconocido y muy admirado de Ricardo Galán.

Anny Vásquez

No era fácil mi elección a la Gobernación de Antioquia. Yo acudí aquí, a la Dirección del Liberalismo, a presentar mi nombre para una consulta. Cuando se iba a hacer la consulta algunos dijeron ‘no la hagan porque nos la gana Álvaro’. Y suprimieron la consulta, no la dejaron hacer, no la dejaron hacer. Y dije yo: ‘Bueno, vamos para adelante a la Gobernación’.

Entonces Anny Vásquez era –estaba jovencita, acababa de salir de la universidad- exitosísima en el periodismo allá en la comarca, y yo le había dicho a ella que me acompañara como directora de prensa, pero cuando ocurrió eso le dije: ‘Yo no lo veo fácil, Anny, porque esto quedó muy dividido, yo no se si pueda ganar, me parece muy difícil’.

Y con gran valor corrió el riesgo; renunció a ser la periodista de televisión más importante de la comarca, jovencita, acababa de salir de la universidad, y a venirse a correr ese riesgo. Una Gobernación que la ganamos por escasos cuatro mil 700 votos.

Se hizo una magnífica tarea, terminamos y se fue e hizo un posgrado, hizo su maestría en la Universidad Complutense, estudió en Canadá, y en un cubículo de un Contact Center, solita, armó una base de datos de 100 mil colombianos, que fue fundamental en la elección de 2002.

Y dijo: ‘De esta no’. Porque nos mandaban: ‘que aquí le mando una base de 10 mil’. Nada, bases comerciales nada, bases de voluntarios.

Y ella, que me acompañó en la Gobernación de Antioquia en los tres años –era un periodo muy corto- nosotros fallamos 24 fines de semana de consejos comunitarios: el fin de semana de la Semana Santa, que el 1° de enero, que los días de la Madre, etcétera.

Los consejos comunitarios eran de los sábados y los domingos en televisión, tenían la ventaja que había que llegar temprano porque teníamos que estar a las 6:00 de la tarde en Medellín –la situación de violencia era muy grave- allí estuvo siempre Anny Vásquez.

Entonces ella vino aquí, fue nuestra primera Directora de Regiones, y lo hizo sumamente bien. Organizó todo ese ejercicio que parecía tan difícil, tan difícil, que yo creo que ha sido un diálogo muy útil con los compatriotas.

Le debemos mucha gratitud a Anny.

General en retiro Mauricio Santoyo

Nosotros estábamos condenados al asesinato. Yo no tengo con qué agradecerle a las Fuerzas Armadas su generosidad con todo este equipo de Gobierno, con mi familia, conmigo, con mi persona.

Y me complace mucho haber entregado esta noche la Orden Nacional al Mérito al general Mauricio Santoyo, protector de todas las horas con toda su lealtad y con toda su eficacia.

Zulema Vélez

Zulema (Vélez, esposa de Juan Luis Londoño q.e.p.d), aquel día de la tragedia yo hablé con Juan Luis en la mañana. Estaba él empezando el recorrido de promoción del empleo en todo el país. Como a las dos de la tarde teníamos una reunión en el Salón Obregón, entró José Roberto y me dijo: ‘Hay esta noticia’. Empezó el drama.

Yo no quisiera agregar nada más de lo que dice el Decreto. Uno tiene que respetar los designios de la Providencia, pero nos ha hecho mucha falta Juan Luis, y le hace mucha falta a este país. Su preparación, su amor de Patria, su entusiasmo, esa energía desbordante, esa capacidad de contradecir prejuicios.

Yo recuerdo cuando empezó la devaluación –que después se nos reversó y nos ha hecho sudar petróleo- que se pavoneaba por el Consejo de Ministros diciendo: ‘Siquiera, esto es lo que nos va a generar exportaciones, empleo, etcétera’.

Y yo recuerdo todos los argumentos para defender un paso muy lógico, que fue la fusión de esos ministerios. Tenía razón. Este país termina sin huelgas. Nosotros hemos tenido una Seguridad Democrática que no es represión, ha sido democrática. Hoy no hay una huelga.

Ese concepto integral de la Protección Social ha ayudado mucho.

En estos años no hubo un paro nacional de maestros; esas dificultades en La Jagua, en La Loma (Cesar), no se resolvieron como las han resuelto en América Latina, con las empresas mineras: o los gobiernos mandan piquetes del ejército para reprimir a la comunidad o expropian a las empresas. Aquí ni lo uno ni lo otro.

Largas sesiones de diálogo en la plaza pública de uno y otro municipio, con la ciudadanía, las autoridades locales, las empresas mineras, los sindicatos. Juan Luis visionaba todo eso. Que nos ayude desde el cielo.

Mateo Restrepo

Doña Marcela Villegas: uno de los descubrimientos más importantes es el de Mateo Restrepo. Aquí estuvo con José Roberto, con Cecilia (Álvarez). Acababa de salir de la universidad, de ‘veintipico’ de años, de veinti y un poquito.

Después lo prestamos, no vendimos el pase sino que lo prestamos, e hizo una gran, una gran gerencia de la asamblea de la OEA (Organización de Estados Americanos).

Entonces antes de que terminara le dije: ‘No se me vaya para fiestas ahora a celebrar el éxito de la Asamblea de la OEA, véngase para la Presidencia a la asamblea del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), véngase para la Presidencia de Alto Consejero para la Política Anticíclica’.

Y cómo lo hizo de bien.

Una enorme rapidez mental, un gran sentido de las relaciones humanas, inteligentísimo, gran amigo.

Me hizo una consulta –de pronto le di un mal consejo- me dijo que si entraba a la política ya o tenía una oportunidad de irse a hacer el postgrado del Kennedy School en la Universidad de Harvard.

Le dije: Hombre, Mateo, qué concepto tan difícil.

Yo le reconocí todo. Yo lo aprecio mucho. Uno se emociona mucho de ver liderazgos para la Patria, liderazgos jóvenes para la Patria. Yo me lleno de alegría de eso.

Le dije ‘Mateo, de pronto usted no necesita estudiar más, que no le vaya a pasar lo que Alicia (Arango) dice, que sabe tanto, sabe más que el vinagre de doña Tula que botó el corcho; pero Mateo, usted tendrá tiempo de hacer política. Váyase a la universidad, procese esta experiencia, enriquézcala, y viene y hace política’.

Le di ese consejo, yo no sé si bien o mal, pero se lo di del corazón. Eso es un muchacho de lujo.

A ustedes, queridas familias, muchas gracias por haber acompañado a estos compañeros de Gobierno estos años.

Si llegaron tarde, les perdonan por mi culpa.

Si no estuvieron en compromisos de familia sábados y domingo, les perdonan a ellos y me echan la culpa a mí.

Yo soy, de pronto, muy aburrido, muy aburrido. Trabajar conmigo no es algo agradable, pero compartí con todos ellos un gran afecto a Colombia.

A ustedes, queridas familias y amigos que los han apoyado tanto, muchas gracias.

Pasado mañana –ya estamos a horitas- cuando yo me despida allí en la puerta del Presidente Juan Manuel Santos, me llevaré por siempre, hasta la tumba, la gratitud, el aprecio y el afecto por todos ustedes.

Muchas gracias”.

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