Compatriotas
Hoy, sólo puedo expresar la gratitud que nace de lo más profundo del alma por todas las manifestaciones de apoyo y solidaridad.
Hace ocho años, cuando la generosidad de los colombianos me permitió el honor de ocupar el solio de Bolívar, les dije que no veníamos a quejarnos sino a trabajar. Sabemos que nos faltó mucho, sabemos que en nuestra humana condición cometimos errores, pero les puedo asegurar que cada minuto de día trabajamos con infinito amor a Colombia.
Les ruego que cuando hagan el balance, cualquier éxito que hayamos tenido en estos ocho años, lo ubiquen al lado de nuestros soldados y policías, y en los créditos a mis colaboradores; el heroísmo de los primeros y la abnegación de quienes me han acompañado, lo han hecho posible. Y todas las deficiencias suplico ponerlas en el pasivo de esta carnita y estos huesitos, que muchas veces no controlan el temperamento.
En la tarde del 7 de agosto, cuando culmine la Presidencia y regrese al bello oficio de ciudadano de Colombia, llevaré en el corazón el infinito agradecimiento a ustedes, mis compatriotas, por esa generosa disposición para trabajar por nuestra Patria.
Y les reitero que haré mía esa frase del General Francisco de Paula Santander que la historia no ha reivindicado suficientemente: El último día de mi vida será el primero en que la Nueva Granada no me verá ocupado de su independencia, de su honor y de sus libertades.
Colombia “lo que pasa conmigo es que te amo totalmente”.
Álvaro Uribe Vélez |