Bogotá, 5 jul (SP). “He asistido hoy por última vez como Presidente de la República a la Conferencia Episcopal.

Durante todos estos años hemos tenido con la Conferencia Episcopal un diálogo patriótico. Diálogo dinámico al que le hemos hecho seguimiento.

La Iglesia nos ha ayudado muchísimo. Hemos podido tener unos programas muy importantes con la Iglesia y el Sena, la Iglesia y el Icetex, con la Iglesia y Acción Social. Lo que se pone en manos de la Iglesia resulta bien.

Los excelentísimos arzobispos y obispos nos han acompañado en casi todos los 301 consejos comunitarios que hemos tenido hasta ahora. Han sido parte muy importante del diálogo con los compatriotas y por eso esta noche he querido hacer del agradecimiento a la Iglesia el motivo principal de esta última presencia en la Conferencia Episcopal Colombiana.

A todos los sacerdotes de Colombia hago llegar, a través de la Conferencia y los medios de comunicación, la gratitud de nuestros compañeros de Gobierno, la mía, la de mi familia.

A todos los obispos, arzobispos, a nuestros cardenales, al Nuncio (del Vaticano, Aldo Cavalli), la gratitud a través del Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Rubén Salazar.

En esta Patria que ha vivido 200 años de tantas dificultades, la Iglesia ha sido un factor aglutinante que nos ha ayudado a consolidarnos como Nación a pesar de tantos obstáculos.

Muchas gracias, apreciados comunicadores. Muchas gracias, excelentísimo Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Rubén Salazar. Muchas gracias”.

Presidente de la Conferencia Episcopal, Rubén Salazar, Arzobispo de Barranquilla

“Muchas gracias, señor Presidente.

Nosotros también, en nombre de toda la Iglesia que peregrina en Colombia, queríamos darle las gracias. Que en estos ocho años lo hemos sentido cercano, lo hemos sentido siempre atento a todas nuestras solicitudes, a todas nuestras preguntas.

Por lo tanto, queremos agradecerle inmensamente todo el trabajo que usted ha desarrollado en bien de Colombia, que hoy día está inmensamente agradecida con usted. Y nosotros, como Iglesia, le agradecemos también inmensamente todo el bien que ha hecho por el país.