Bogotá, 13 jul (SP). “Próximos a concluir este Gobierno, podemos decir que se ha hecho un gran esfuerzo para dejar trazados unos caminos en la Patria, a fin de recuperar la seguridad, que nos ha sido tan esquiva en 200 años de vida independiente, como quiera que apenas sumamos escasos 47 años de paz. Por llevarla de la mano de la promoción de la inversión con fraternidad y de la política social.
Cuando mi generación estaba joven, en el discurso político no se podía avanzar en la proposición de la seguridad, porque se le rechazaba como una posición que sugería el fachismo, el camino a la dictadura.
Hoy las grandes mayorías de compatriotas reconocen en la seguridad un valor democrático, una fuente de recursos.
Cuando mi generación estaba joven, el discurso político era dominado por la política social, pero el discurso político no se detenía a reflexionar sobre las fuentes de la política social. Esto es, la promoción de la inversión.
Hoy grandes mayorías de compatriotas reconocen en la promoción de la inversión la fuente sin la cual es imposible avanzar en la política social.
Seguridad e inversión son los medios para una gran cohesión social del país, que a su vez se convierte en el gran factor de validación democrática en el conglomerado de una política de seguridad y de una política de inversión.
Responsabilidad social, la Fundación Mario Santo Domingo
Pero la política de inversión tiene validadores particulares, muy peculiares; esos validadores que se agrupan en aquello tan de moda hoy: hablar de responsabilidad social.
Esos elementos constitutivos de la responsabilidad social son muchos. Uno, la relación totalmente transparente entre la inversión y el Estado; transparencia en la tributación, en la contratación, en la solución de disputas, etcétera.
Otro, unas relaciones laborales signadas por la fraternidad, por oposición al odio de clases, al capitalismo salvaje.
Otro elemento: ir más allá de los mínimos legales en muchas áreas. Por ejemplo, en el medio ambiente; por ejemplo, en la promoción de la fraternidad.
Y aquí es donde encontramos una gran responsabilidad social de un sector empresarial de Colombia que ha ido más allá de los mínimos legales: la Fundación Mario Santo Domingo.
Los colombianos tenemos inmensa gratitud con esa gran empresa de fraternidad, de responsabilidad social. Una fundación que tiene logros excelentes en muchos sitios del territorio.
Aquí, por ejemplo, tengo en estos papeles un listado de las instituciones que han recibido un apoyo directo de la Fundación Mario Santo Domingo: la Sociedad de Comercialización Internacional para Microempresarios de Colombia, la Precooperativa de Recicladores de Barranquilla ‘Rescatar’; Corporación Luis Eduardo Nieto, Fundación Zoológico de Barranquilla, Colegio Jesús Maestro, Fundación Universidad del Norte, Fundación Ciénaga Grande, Fundación Caribe de Restauración, donde hay un trabajo bellísimo para el Caribe y para toda la Patria, en alguna forma acompañado también por el Ministerio de Cultura.
Escuela de Artes y Oficios. La verdad esa escuela es sobresaliente. En estos años de Gobierno, a muchos de los distinguidos visitantes internacionales que han acudido a esta casa, se les ha entregado como un obsequio de la Nación algo elaborado en la Escuela de Artes y Oficios, y es motivo de admiración.
En estos años en que nos hemos dado a la tarea, por ejemplo, de multiplicar por ocho el tamaño del Sena, y lo hemos logrado; mejorando la calidad, como lo expresa la empleabilidad, encontrar pares como el Taller de Artes y Oficios, es muy importante. Nosotros queremos destacarlo.
El Centro de Gestión Hospitalaria. Fundamental en un país que todavía tiene serios problemas de financiación de la salud, pero que ha logrado dar el salto de 23 millones de asegurados a 43 millones de asegurados, que está en las puertas de la plena cobertura.
Que en este Gobierno no ha dejado cerrar hospitales, pero ha reestructurado 220. Se reestructuraron todas las clínicas del Seguro Social y se eliminó de ellas el clientelismo y la politiquería. Hoy son autosuficientes y van bien.
La salud en Colombia, sector líder
Se eliminó la vieja EPS del Seguro, se acabó la politiquería. Gastaba el 28 por ciento de sus ingresos en gastos de funcionamiento; hoy el ocho. Y entre los sectores líderes para que Colombia sea un jugador de talla mundial, está el sector salud, por la localización geográfica del país.
Porque la salud colombiana tiene mucho prestigio en la comunidad internacional, porque sus costos son unos costos relativamente menores que los que ofrece —o muy, muy inferiores— a los que se ofrecen en el entorno y en los países desarrollados.
Colombia está hoy construyendo siete zonas francas hospitalarias para competir en lo que es la captación del turismo de salud. Y este esfuerzo en apoyar la gestión hospitalaria ayuda enormemente.
La Cooperativa de Pescadores de Santa Ana, en Barú. Ojalá esa semillita que se deja con el primer (hotel) Decamerón, instalado y operando; esa semillita que se deja con el saneamiento de unos terrenos, que se ha logrado en estos años, a pesar de tantas dificultades, permitan gestar definitivamente un gran desarrollo de Barú.
Por lo menos cuando uno ve ese Decamerón instalado allí, con 230 habitaciones, siente la tranquilidad, porque ya se ve algo que marca la tendencia.
¿Qué país tiene hoy una isla de ese tamaño en el Caribe, virgen, inexplorada? Como lo decíamos el pasado sábado en la Guajira: ¿Qué país tiene 400 kilómetros de borde de mar en el Caribe al frente de Aruba y Curazao? Y Colombia lo tiene en la Guajira. 400 kilómetros de borde de mar todavía vírgenes.
La Fundación Financiera de la Mujer, ‘Corfimujer’; la Fundación para el Desarrollo de San Andrés y Providencia, la Fundación Cinemateca del Caribe, el apoyo a la Fundación Carnaval de Barranquilla, a Fundaempresa Santo Domingo, a la Federación del Caribe Colombiano para la Microempresa, la Fundación Cerrejón, a la Corporación Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, Programas Merquemos Juntos, a las Granjas Infantiles del Padre Luna, entre otros.
Microcrédito ayudó a superar crisis
Yo quiero expresar varios agradecimientos específicos a la Fundación: uno por su tarea del microcrédito, y otra por su tarea de macroproyectos de vivienda.
Para nosotros ha sido muy importante el crecimiento de la Fundación allí donde tradicionalmente ha tenido microcrédito y la colonización en la que nos ha ayudado para llegar a unas ciudades, Montería, Sincelejo, pobres, ausentes de institucionalidad de microcrédito. Ojalá eso crezca mucho.
El balance en microcrédito es bueno. En este Gobierno se entregaron 7 millones y medio de microcréditos en el esquema Banca de Oportunidades, donde están todas las fundaciones, los bancos de primera, de segundo piso, el Fondo de Garantías, un gran aporte del Gobierno con la reglamentación y el subsidio a los corresponsales no bancarios y también creciendo esa cartera que hemos multiplicado mucho, que estaba antes en el IFI (Instituto de Fomento Industrial), y ahora en Bancóldex, para servir como banco de segundo piso al microcrédito.
El resumen es éste. Cuando empezó el Gobierno, la cartera en poder de los microempresarios colombianos valía 732 mil millones; hoy vale más de ocho billones. Cuando uno pone eso en dólares dice, bueno, se pasó de 350, 370 millones de dólares a cuatro mil millones de dólares. Ese es un salto no fácil, no fácil. Y esa cartera representaba, cuando uno suma la cartera de microcrédito de las instituciones vigiladas por la Superintendencia con la cartera de microcrédito de las instituciones no vigiladas, como las fundaciones, esa cartera representaba el uno y medio de la totalidad de la cartera financiera del país; hoy representa el 6 y medio. En eso la Fundación Santo domingo ha sido clave.
Yo quiero agradecer inmensamente, pero invitarlos a que sigan esa tarea.
Les voy a hacer una confesión. En el Caribe colombiano es dramática todavía la dependencia ciudadana de la usura. Allí hay un dramatismo y eso no se rompe sino creciendo actividades como la de la Fundación Mario Santo Domingo.
Y este país es bastante grato con el crédito. El año pasado si algo ayudó a evitar un colapso de la economía con esas dos crisis que se nos juntaron —la internacional y la de Venezuela—, es el hecho de que entre todos, en ese esquema que nos ha juntado, que se llama Banca de Oportunidades, colocamos en un solo año, millón 650 mil microcréditos; eso ayudó a contener la caída de la economía.
Macroproyectos de vivienda
Y quiero agradecer enormemente la participación de la Fundación en el tema de macroproyectos de vivienda. La vida de los macroproyectos fue muy buena; la incorporamos en una ley, operó muy bien. Buscaba que el Gobierno Nacional, con promotores de proyectos, tuvieran las facultades legales para poder definir utilización de suelos, allí donde había silencio, negligencia de las autoridades locales.
Operó muy bien. Vemos los macroproyectos de Barranquilla y Cartagena. La Corte Constitucional declaró inexequible la ley, dijo que esa es una competencia exclusiva de alcaldes y concejos. Estamos preparando un decreto para firmarlo en estos escasos quince días de Gobierno, a fin de construir la figura de los macroproyectos con consentimiento de las autoridades locales.
Pero que llegue el promotor, en este caso la Fundación Mario Santo Domingo le diga: ‘mire, señor alcalde, aquí tenemos este proyecto, camine con este decreto. Incorpórese que necesitamos su consentimiento’. Y tener algunos mecanismos para animar esos alcaldes.
La Fundación Mario Santo Domingo se convirtió en un gran apoyo, hizo unas donaciones muy grandes de terrenos en Barranquilla y en Cartagena para esos macroproyectos. El Gobierno Nacional entregó, de acuerdo con la reglamentación que estuvo vigente, unas sumas de dinero importantes para después legalizarlas mediante subsidios individuales.
La Corte Constitucional nos ayudó, porque el efecto de la sentencia no tuvo retroactividad. Entonces esos proyectos que se alcanzaron a aprobar deben llegar a su feliz culminación.
Yo les expreso los agradecimientos por la participación en los macroproyectos de vivienda y el deseo de que se completen. Mostrarle a Barranquilla 20 mil viviendas dignas en ese macroproyecto. A Cartagena en ese macroproyecto del Bicentenario; 25 mil viviendas dignas, para ayudar a resolver toda esa zona tugurial de la Ciénaga de la Virgen, es un paso fundamental.
Al terminar este gobierno, ya en las vísperas de regresar al bello oficio de simple ciudadano de Colombia, quiero expresar a la Fundación Mario Santo Domingo toda la gratitud. Los he visto en muchos sábados, en muchas reuniones comunitarias, que ayudando un día en microcrédito, al otro día en macroproyectos de vivienda, etcétera, etcétera.
Sigan ayudándole al país, porque en una Patria con tantas dificultades, lo normal es lo que ocurre.
Que más que darle las gracias al que se acredita, hay que pedirle más esfuerzos.
Muchas gracias”. |