Bogotá, 22 jul (SP). “No tengo palabras para expresar mi gratitud por tantas cosas; esta generosidad de ustedes, esta condecoración.

Se excedieron en sus palabras el doctor Darío Saldarriaga (Presidente del Congreso Extraordinario de Cafeteros), el doctor Luis Genaro Muñoz (Gerente de la Federación de Cafeteros). Qué dificultad me crearon, porque ahora encartaron esta carnita y estos huesitos míos. No sé cómo les van a responder a tanta generosidad.

Yo he tenido la suerte de contar con ustedes, con sus dos magníficos gerentes y con un gran equipo de gobierno.

Sé que mis compañeros de Gobierno, con quienes quiero compartir esta condecoración que lleva el nombre de ese gran dirigente, de don Manuel Mejía, sé que mis compañeros de Gobierno se sienten bien representados al compartir yo con uno de ellos, que los represente a todos, esta condecoración, con alguien que ha sido un gran decano en el trabajo por Colombia, nuestro primer Ministro de Hacienda, Roberto Junguito Bonnet.

La institucionalidad cafetera

Lo único que yo hice fue animar a mis compañeros a decirles lo que se dijo ahí, de manera muy elemental: este es un tema de paz, de soluciones sociales; todo lo que se pone en manos de los cafeteros resulta bien, hay que apoyarlos.

Cuando el Presidente (Abraham) Lincoln fue a Gettysburg, allí se había ganado una gran batalla, quedaron muchos muertos. En ese discurso, considerado una de las más formidables piezas oratorias de la humanidad, en un renglón dice: “El mundo poco notará lo que nosotros digamos aquí, y no lo recordará durante mucho tiempo, pero nunca olvidará lo que ellos hicieron aquí”.

El (ex) Presidente Alberto Lleras no escribió sino el primer tomo de sus memorias, lo llamo ‘Mi Gente’, nos quedó debiendo los otros. Y en una frase bellísima, propia de ese lenguaje castizo y bello del ex presidente Alberto Lleras, dijo: “Todo lo bueno lo han construido nuestros antecesores, nada que nosotros hagamos agregará a lo que ellos hicieron”.

En este Bicentenario, las palabras de Lincoln frente a los héroes de Gettysburg, y las de Alberto Lleras frente a los fundadores de esta Nación, son plenamente aplicables a los cafeteros de Colombia.

Lo poco que nosotros hayamos hecho en este Gobierno, es nada frente a todo lo que ustedes han hecho en la historia del país.

Cuenta el (ex) Presidente Alfonso López Pumarejo que el país se encontraba en una tremenda crisis derivada de las crisis de la economía internacional, y mientras muchos compatriotas hacían fila para tratar de reclamar unos saldos en los bancos quebrados, los otros hacían fila para fundar la Federación Nacional de Cafeteros y salvar la caficultura.

Allá en ese 1927, en el gobierno del Presidente (Miguel) Abadía, se dio un gran paso en la formación de esa gran institucionalidad que es motivo de orgullo de Colombia, para todos los colombianos, allí asistieron jóvenes figuras como Mariano Ospina Pérez, Presidente caficultor; Alfonso López Pumarejo, de las dos vertientes políticas de la Patria.

Reconocen los historiadores que mientras la caficultura desaparecía en el vecindario, en otros países –y allí donde se fortalecía se fortalecía como una gran empresa- en Colombia se fortalecía como una pequeña empresa, una gran solución social de propiedad democrática.

Los estudiosos del tema asignan esa diferencia a que aquí se tuvo el gran acierto de crear la Federación (Nacional de Cafeteros), y posteriormente, en el gobierno del Presidente Eduardo Santos, crear el Fondo (Nacional del Café) y adscribir su manejo a la Federación.

Cosa distinta habría sido si no se tiene esa gran visión de adscribir su manejo a la Federación

¿Qué tal que hubiera tenido un manejo burocrático y politiquero?

Yo creo que allí hay unas decisiones históricas muy importantes para Colombia.

Es de lo bueno de esta Patria que tenemos que destacar en este Bicentenario.

Quienes estamos en deuda con los cafeteros somos todos los colombianos. Son los gobiernos, los presidentes, los colombianos todos, quienes tenemos que condecorar a los cafeteros de la Patria.

Yo les agradezco inmensamente tanta generosidad y el privilegio de haber podido trabajar con ustedes estos ocho años.

Muchas gracias a cada uno de ustedes, a sus comités, al Comité Nacional (de Cafeteros).

Muchas gracias a todo el equipo directivo de la Federación, al doctor Genaro (Muñoz), al Ministro (de Defensa) Gabriel Silva, al doctor Guillermo (Trujillo, Secretario General de la Federación Nacional de Cafeteros) por habernos permitido trabajar con ustedes estos años.

Quiero agradecer inmensamente la comprensión, el tino que tuvieron mis compañeros de Gobierno para entender la necesidad de trabajar con la Federación.

Agradecer a los (ex) ministros de Hacienda: al doctor Roberto Junguito, a Alberto Carrasquilla, al doctor Óscar Iván Zuluaga Escobar (actual Ministro de Hacienda); a los (ex) ministros de Agricultura: Carlos Gustavo Cano, a Andrés Felipe Arias; a Andrés Fernández (actual Ministro de Agricultura) está hoy en Canadá en el proceso de implementación del acuerdo (comercial con ese país) aquí representado por su Viceministro Juan Camilo Salazar, que como Juan Lucas (Restrepo, Gerente Comercial de la Federación Nacional de Cafeteros), entendieron la necesidad de este trabajo con la Federación.

Quiero agradecer inmensamente a los directivos de Planeación (Nacional), al doctor Santiago Montenegro (ex Director), a Carolina Rentería (ex Directora), a Esteban Piedrahita (actual Director General).

A los (ex) ministros de Comercio: a Jorge Humberto Botero Angulo, aquí presente, a Luis Guillermo Plata (actual Ministro de Comercio, Industria y Turismo) está en una reunión de Colombia es Pasión, que tenía que presidirla él.

Agradecer a los equipos de negociación de los tratados internacionales.

Ese último tenía unas dificultades con Europa. Yo creo que la solución es buena y tengo fe que en estos años los europeos se van a dar cuenta que aquí tenemos una institucionalidad social.

Y yo tengo fe que el trabajo de la Federación, del nuevo Gobierno, permita que en la hora de revisión de esa cláusula que se firmó con los europeos, mediante la cual se acepta que se mantenga la contribución, Europa tiene que entender que la contribución es para sostener una institucionalidad que es pilar de la democracia.

Eso es muy importante.

Por encima de cualquier análisis económico, la contribución es una fuente de recursos para alimentar la democracia, apreciados cafeteros.

Yo tengo fe que eso se supere, ya se superó en una primera etapa.

Quiero agradecerles el trabajo en todas las áreas.

Renovación cafetera

La verdad es que ese programa de ayudar a que el cafetero tenga ingresos en los zoqueos, en la renovación, con ese crecimiento de las cosechas de maíz y de fríjol, que además por su rendimiento han demostrado que el cafetero es el agricultor más eficiente del mundo.

Puede uno ver en Marsella (Risaralda) y en tantos municipios cafeteros de Colombia, que en una hectárea de zoqueo de café, de renovación, producen siete toneladas de maíz en una cosecha de 115, 125 días, y también una gran producción de fríjol. Eso demuestra la laboriosidad, la eficiencia de ese gran agricultor que es el cafetero colombiano.

Yo tengo mucha ilusión en lo que se va a producir en Colombia en los próximos años en materia de crecimiento de las cosechas, por lo que se ha hecho con ustedes.

Ese programa de renovación es muy importante, está muy bien estudiado, como es un gran factor de retención del campesinado, para que no emigre a engordar los cinturones de miseria.

¿Qué gana un campesino por vender dos hectáreas de café por 40 millones? Para que crezcan una finca del lado o pongan una parcela de recreación o se vuelve eso un restrojo. Él irse a un corredor de miseria con 40 millones ¿Cuánto le dura eso? ¿Qué hace con eso?

En cambio ese programa de retención, ese programa de renovación lo retiene, le mejora sustancialmente los ingresos, es una gran contribución al tejido social de la Nación.

Ese es un programa muy, muy importante.

Es muy importante el programa Resa (Red de Seguridad Alimentaria). Casualmente lo implementó Luis Alfonso Hoyos, quien a esta hora representa a Colombia en el Comité Permanente de la Organización de Estados Americanos.

Y cómo ha sido de trascendente trabajar el programa Resa con la Federación, porque el programa Resa es un programa muy elemental.

Podemos garantizar la seguridad alimentaria con un gran soporte en la autosuficiencia.

Quién mejor para dar ese ejemplo que el cafetero.

Ha sido muy importante trabajar con ustedes en los otros programas sociales.

El tema de la salud, de la educación, el tema promisorio de Internet.

Nuevas leyes

El Congreso de la República, a tres días de elegir al Presidente (Juan Manuel) Santos, aprobó varias leyes: la ley que le introduce agilidad a la justicia, con un aspecto muy importante, esa ley dice que los procesos de extinción de dominio, para recuperar la riqueza ilícita, la riqueza apropiada por el narcotráfico, por la corrupción, ya no se necesita notificación personal –porque la notificación personal la han utilizado los criminales para dilatar los procesos judiciales- que basta la notificación por edicto.

Nosotros nos hemos preocupado mucho para que cese, cese, la apropiación del narcotráfico sobre la ruralidad colombiana. Hemos perseguido ese fenómeno todos estos años, y yo creo que hoy se percibe –y en muchas regiones los compatriotas me lo dicen- que ha cesado ese volcamiento del narcotráfico a apropiarse de la ruralidad colombiana.

Se aprobó otra ley, que es la Ley del Arancel Judicial, que da unos dineros muy importantes a la justicia.

Y se aprobó una reforma tributaria para la salud: un impuesto a la cerveza, a los juegos, un impuesto al cigarrillo, un impuesto a los licores.

Y la ciudadanía preguntaba y preguntan los analistas internacionales: ‘¿Pero cómo aprueban eso a tres días de elecciones?’.

Es el único país. Eso demuestra una democracia con mucha firmeza, convencida de que hay que hacer las cosas que el país necesita, independientemente de los cálculos electorales. Porque cualquier calculador dice: ‘¿Cómo van a derramar unos impuestos a tres días de elecciones?’. Y aquí lo que se hizo fue preferir el bien público sobre cualquier cálculo político.

Ese es un paso importante pero no suficiente.

Retos pendientes e infraestructura

El Gobierno del Presidente Santos tendrá que completar recursos para poder darle sostenibilidad a una cobertura total que se está logrando en seguro de salud, para pagar el extra pos.

También queda un contexto mejor, porque de no haber reformado las clínicas del Seguro Social –que se les quitó la politiquería, que hacen parte de 464 entidades del Estado reformadas- de no haber reformado esas clínicas, el subsidio estaría costando un billón de pesos al año.

Yo creo que es mejor inyectarle ese billón a sostener la plena cobertura en salud, que tener que dedicar ese dinero a sostener el clientelismo y la politiquería en las clínicas del Seguro Social, para hablar solamente de ese tema.

O sea que se necesitan más recursos, pero hay un contexto mejor.

Ha sido muy importante trabajar todos esos temas con ustedes.

Yo tengo una preocupación: es la vivienda rural. Ahí hay un faltante muy grande.

Le he pedido a mis compañeros de Gobierno que en estos días de balance les digamos a los colombianos en qué hemos avanzado, y con toda buena fe reconozcamos donde hay atrasos.

Todavía hay un gran atraso en vivienda rural. Hay que buscar más recursos y más agilidad.

Creo que convenios con la Federación son fundamentales, y con sus comités en los departamentos, para que el país se desatarse en vivienda rural y para todo ese mantenimiento de las vías terciarias.

Sobre ese tema de vías terciarias quiero hacerles una anotación: El país tiene más de 160 mil kilómetros de carreteras, de ellos 136 mil corresponden a vías terciarias y secundarias. En este Gobierno pavimentamos ocho mil kilómetros de carreteras, eso no es nada frente a 160 mil.

Uno en la Presidencia de la República cuando le muestra eso en un Power Point dice ‘qué maravilla’, pero cuando compara eso frente a las necesidades del país es muy poquito.

En la madrugada de hoy se adjudicó, después de una larga audiencia pública, el último tramo de la Ruta del Sol. El tramo de San Roque en el Cesar a Santa Marta, con las dos derivaciones: una derivación a Valledupar –yo le estaba contando al comité del Cesar- doble calzada, doble calzada, y la derivación por el corredor de los contenedores a Plato, Calamar, al Carmen, también en doble calzada, a encontrarse con la que se tiene que hacer de Sincelejo a Cartagena, parte contratada.

Clasificaron cinco firmas y después, cuando abrieron el sobre económico, se lo ganó creo que un consorcio encabezado por Impregilo, tal vez Conalvías es la otra.

Un proceso totalmente transparente, de gran discusión en audiencia pública, como es nuestra modalidad de contratación, con todo el afecto a la Patria, con todas las cartas sobre la mesa y sin trampitas.

Esfuerzos muy grandes.

Yo confío que ahora en próximas horas podamos adjudicar otro contrato que viene desde hace mucho tiempo, que es la Trasversal de las Américas.

Y les decía a los distinguidos delegados de Nariño que ya prácticamente estamos a horas de adjudicar ese contrato tan importante para recuperar toda la carretera de Tumaco a Pasto, completar lo que hace falta de Pasto allá al Alto Putumayo, al Valle del Sibundoy, y construir la primera etapa de la variante Mocoa-San Francisco, que es construir la base, construir 42 viaductos, no alcanza ese presupuesto para el pavimento pero queda lo fundamental.

Y eso es una carretera que acorta mucho la distancia de Pasto al Valle del Magdalena, a Bogotá, al Caribe, es fundamental.

Y si a eso se suma lo que se está haciendo en pavimento, nosotros dejamos pavimentado todo el Putumayo y lo que falta por pavimentar contratado, para que se pueda venir por una magnífica carretera del Puente Internacional de San Miguel, o a Bogotá, o recorrer el país de sur a norte, teniendo principio en esa carretera y final en la Ruta del Sol, por Plato (Magdalena).

Son esfuerzos muy grandes, pero insuficientes.

El Plan 2.500 pavimentó más de 2.500 kilómetros.

Se están haciendo las vías de competitividad. Todas van bien, salvo un contrato que hay que declarar la caducidad en uno de los tramos del Huila, y adjudicarle al segundo de acuerdo con la nueva Ley de Contratación. Todos van bien, pero todo eso es insuficiente.

Nosotros le estamos entregando 140 millones de pesos año a los alcaldes, para darle un sostenimiento a las vías terciarias. Eso no alcanza. Es un lío para el Ministro de Hacienda, porque son 1.102 municipios.

Yo les he dicho a los alcaldes: ‘Bueno, es muy poquita plata, pero les está llegando año tras año. Lo que tienen que hacer es unas alianzas estratégicas, sumar esfuerzos, construir unas masas críticas’.

En algunos partes se han asociado, han adquirido unas maquinarias y lo están haciendo, están manejando esas maquinarías sin riesgos laborales, sin esos riesgos de corrupción.

A mí me tocó cerrar talleres departamentales en Antioquia, cerrar esa maquinaria porque eso se lo robaban todo, lo deshuesaban; eso se había convertido allá en un tema de pleitos laborales, de penetración de la guerrilla, costaba toda la plata del mundo y para nada servía.

Yo pienso que ahí hay que buscar mayores entendimientos con la Federación para esas vías. Y creo que la Federación podría, porque en la zona cafetera todas las carreteras se las debíamos a la Federación, a los comités; no había una carretera en la zona cafetera que no hubiera sido obra de la Federación, de los comités.

Yo creo que a ustedes les va a tocar –y lo sugiero muy respetuosamente- hacer una investigación. Arreglar esas carreteras con mezcla de concreto y con asfalto, con el costo, es imposible, 136 mil kilómetros de vías secundarias y terciarias, es imposible.

Era yo Gobernador de Antioquia, hicimos un ensayo de estabilización con unas mezclas especiales; parte salió bien, parte mal, pero hoy, muchos años después, la ciencia ha avanzado; están entregando unas mezclas de mucha mejor calidad.

Creo que ahí podría hacer la Federación un gran ensayo, a ver cómo el país encuentra un mecanismo más barato, más sencillo, asequible, para mejorar todas esas vías, porque ahí seguimos con un problema muy grande.

Pensiones de la Flota Mercante

Yo sé del problema con la carga pensional de la Flota Mercante.

Mientras concluyen todos los estudios, las definiciones jurídicas, queda un camino: el Gobierno Nacional compensará anualmente a la Federación Nacional de Cafeteros, a través de los diferentes programas, los recursos que la Federación tenga que desembolsar para el pago anual de las pensiones de la Flota Mercante.

Esa es la solución transitoria. La de fondo, a la que hay que llegar, digámoslo con claridad al país, es que se haga un acuerdo cuando se den todos los requisitos jurídicos, que eso quede a satisfacción de la Contraloría, de la Procuraduría, se solemnice el acuerdo para que el Presupuesto Nacional se haga cargo de ese costo.

No veo más camino. Ser muy práctico. Quiero por lo menos tener la responsabilidad de decir eso ante ustedes y públicamente al oído de todos los compatriotas.

La tarea que ustedes realizan es muy bella, inmensamente bella. Yo los invito a que sigan en ese trabajo, a que lleguen a (una producción de) 17 millones de sacos.

Nos asustaban a nosotros que porque la gente no quería tomar café en el mundo, y vea lo que está pasando; que era una locura producir tanto, y ¿quién en el mundo tiene café de estas montañas, de estos climas y con esta institucionalidad?, nadie.

Aquí están dadas todas las condiciones, empezando por la presencia de ustedes, para que este país sin temor vuelva a producir 17 millones de sacos. Hay que hacerlo.

El Presidente (Mariano) Ospina decía sabiamente que había que tener esos silos abarrotados de café, que no cupiera el café.

Creo que hay que producir sin temor. Y lo que están haciendo, de ese 52 por ciento de los ingresos de café con valor agregado, eso es muy bueno.

Esa es la clave: seguir agregándole valor. Yo los invito a eso.

Particularmente ha sido muy grato el trabajo con ustedes. Uno a este trabajo con ustedes se aproxima con afecto, con inmenso amor a Colombia, con gratitud a la zona cafetera.

Mis compañeros y yo les queremos decir muchas gracias

¡Qué privilegio haber podido trabajar con ustedes ocho años!

¡Qué privilegio!

Y para ayudar a los cafeteros de Colombia, sí, la palabrita es esa, hay que esculcar los presupuestos porque peso que se encuentra en el presupuesto para apoyar a los cafeteros, es un peso que resuelve un problema social.

Yo creo que el gran acuerdo con la Federación para asumir el pasivo de la Flota Mercante tiene que ser la contraprestación de inversión en equis número de años en todos esos programas cafeteros.

El Gobierno Nacional paga el costo pensional de la Flota Mercante, y la Federación le paga al Gobierno Nacional con programas sociales a equis número de años, en las zonas cafeteras.

Yo creo que ese acuerdo lo recibe bien el país.

Y ustedes van a tener el privilegio de trabajar con un Presidente que quiere a los cafeteros, que se formó bastante en su vida académica y profesional trabajando con los cafeteros: el doctor Juan Manuel Santos Calderón. Van a tener ese privilegio, y yo creo que eso es muy promisorio para el mundo cafetero y para el país.

Muchas gracias apreciados cafeteros. Gratitud enorme