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Julio 23     Versión imprimible

Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en el Simposio Nacional de Concejales ‘Por el Bicentenario de Nuestra Independencia’

Cartagena, 23 jul (SP). “Le voy a pedir al señor Ministro (del Interior y la Justicia) Fabio Valencia que me acompañe un momento aquí, lo mismo al señor general (Orlando) Páez (Director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional), al coronel Guillermo Romero Mendoza (Coordinador de Seguridad de Concejales de la Policía Nacional). ¿Dónde está mi Coronel? A Darío Montoya Director del Sena (Servicio Nacional de Aprendizaje), a Viviana Manrique, Viceministra del Interior; a Miguel, el Alto Consejero para las Regiones, Miguel Peñaloza.

Quiero compartir con mis compañeros de Gobierno y con las Fuerzas Armadas esta generosa distinción de ustedes.

El Ministro Fabio, la doctora Viviana, la doctora Sandra Devia (Directora de Gobernabilidad Territorial del Ministerio del Interior y de Justicia), ese equipo se ha preocupado por algunas de sus reivindicaciones. No todas las pudimos sacar pero ellos han hecho un gran esfuerzo.

Miguel Peñaloza ha estado con su equipo desde la Presidencia de la República, presente para todos los reclamos de los concejales de la Patria.

El Sena es una gran revolución. Yo confiaría que el Sena todos los días incremente su participación en la formación, en la capacitación, en el apoyo a los concejales de la Patria.

A usted, muy apreciado general Páez; a usted, muy apreciado coronel Romero Mendoza, les quiero agradecer por su preocupación por la seguridad de los concejales. Nos falta mucho.

La democracia necesita que en Colombia pueda decir que no asesinan un solo concejal. Mientras el asesinato de un solo concejal es una señal de que la democracia esta enferma, una democracia vigorosa y sana necesita del respeto total de los concejales.

Honorio (Henríquez, Director de la Escuela Superior de Administración Pública, Esap), le ruego pasar aquí. Omar Figueroa (Director Nacional de Estupefacientes), Sandra Devia.

Honorio ha sido un gran apóstol de los alcaldes y concejales de Colombia. Yo creo que es una de las revelaciones de las juventudes colombianas. Honorio está llamado a prestarle grandes servicios a esta Patria.

Extinción de dominio

Omar, me acaban de dar una buena noticia, que entregaron una tierra que le habían quitado al narcotráfico en Montería al Sena. Así tiene que ser.

Usted le entregó al Ministro Fabio Valencia para entregarles a los concejales esa Casa Republicana de Bogotá. Toda esa riqueza que se le quite al narcotráfico; eso no puede quedar en testaferros ni en politiqueros ni en tramposos, tiene que quedar en campesinos, en desplazados, en el Sena, en Corpoica (Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria), en las instituciones de la democracia como los concejos. Esa riqueza tiene que estar al servicio del tejido social de la Patria.

Por eso para agilizar la extinción del dominio y frenar la apropiación del narcotráfico sobre la Colombia rural, este Gobierno en dos ocasiones reformó la Ley de Extinción del Dominio; la última ocasión fue dentro de la Ley de Agilización de la Justicia, que dispone que en los proceso de extinción de dominio no se exigirá en adelante la notificación personal.

Porque los criminales venían utilizando la notificación personal, que es una garantía, como un factor para dilatar el ejercicio de la justicia. En adelante bastará la notificación por edicto.

Agradecimiento a los concejales del país

Muy apreciada doctora Saira (Vergara, Presidenta de la Federación Nacional de Concejales, Fenacon), muy apreciado doctor Edgar Polo (Director Ejecutivo), muy apreciado doctor (Carlos) Urresty (Representante de la Confederación de Concejos y Concejales de Colombia, Confenacol), muy apreciado doctor Fabio Estrada Chica (ex director de Fenacon).

Muy apreciados integrantes de la Junta de Fenacón, muy apreciada doctora Jenifer (Presidente de Confenacol), muy apreciados concejales de mi Patria: muchas gracias.

Ha sido muy grato trabajar con ustedes. Y déjenme decir unas pocas palabras.

Ustedes han permitido que sus reivindicaciones se vayan atendiendo poco a poco, dentro del concepto de los honorarios. Haberlo hecho de otra manera sería crearle al país una gran antipatía por los concejales y nosotros tenemos que hacer que el país les tenga cariño a sus concejales.

Nunca, nunca vayan a buscar reivindicaciones que les causen antipatía de la opinión por ustedes. Sus justas reivindicaciones encáucenlas siempre de manera tal que cuiden el aprecio de los ciudadanos por los concejales. Se los digo con afecto, con total desinterés.

En ese sentido hay que mirar el tema de las pensiones. Yo diría lo siguiente: a mí me parece que ustedes tienen razón en el ejercicio que hacen comparando el Conpes (documento del Consejo Nacional de Política Económica y Social) con la ley; prima la ley. Yo creo que eso hay que aclararlo; a ver cómo me ayudan en estos días, en estos diítas que quedan.

Y sobre las pensiones. Claro que antes estaban exigiendo 500 semanas, se bajó a 250. Les voy a hacer una recomendación. Una de las preocupaciones más grandes que a mí me quedan es que en Colombia van a llegar a la edad de retiro nueve millones de trabajadores sin haber cotizado para pensión. Ese es un problema social grande.

En estos días de balance, yo he querido hablarle con sinceridad a mis compatriotas y al Presidente (electo, Juan Manuel) Santos.

¿Qué hicimos nosotros? Hemos promovido el ingreso de los colombianos al sistema pensional. Creamos una norma constitucional y un desarrollo legal que dice que cuando un trabajador pobre cumpla la edad de retiro y no tenga pensión, el Estado le pueda ayudar con un beneficio de retiro.

Beneficio de retiro

Me parece, y le propongo al Ministerio que en el empalme al nuevo Gobierno, y que nos ayuden todos, se le sugiera respetuosamente eso.

Primero, revisar el acceso de ustedes al Fondo de Solidaridad haber si pueden ser más rápido. Y segundo, que los concejales de los estratos pobres —pero hay que decirlo, hay que decirlo así sea la regla—, que los concejales de los estratos pobres tengan el mismo derecho que los trabajadores pobres. Esto es, que al cumplir edad y tiempo de retiro, puedan ser apoyados por el nuevo mecanismo de un beneficio de retiro.

Yo creo que eso puede dar una solución. ¿Cómo es el beneficio de retiro? No es una pensión, es una platica. ¿Cómo se obtiene? La persona ahorra un poquito y el Estado ahorra por él.

¿Esta toda la plata garantizada? No, nosotros tramitamos la reforma constitucional y tramitamos la reforma legal; quedaron ambas aprobadas. Dejamos una platica del Fondo de Seguridad Pensional; no es suficiente.

Los nuevos gobiernos tendrán que inyectarle más dinero a eso.

O sea que eso no es milagroso, no va producir. Es un problema muy grande el del envejecimiento de una población, a pesar de que en este Gobierno pasamos de 5 millones de afiliados al sistema pensional a más de 10 millones.

Pero el hecho de tener todavía 9 millones de trabajadores sin pertenecer al sistema pensional es muy grave, yo no lo puedo ocultar. El país ha mejorado, pero no esta en un paraíso.

Problemas hay muchos y por eso hay que estar trabajando de buena fe todos los días para abrir caminitos. Yo creo que ese puede ser un camino, asimilar los concejales de Colombia a los trabajadores que van a tener derecho al beneficio de retiro permanente, en las mismas condiciones. Ahí les dejo esa inquietud.

Yo creo que se puede hablar con el nuevo Gobierno y con el nuevo Congreso. De pronto, Ministro Fabio, hacer una reunión con algunos congresistas de las comisiones primeras, en estos 15 días, con Fenacón para plantear eso.

Yo creo Viviana (Manrique), Honorio (Henríquez), Ministro Fabio, doctor Miguel (Peñaloza), Sandra (Devia), doctor Darío (Montoya), Omar (Figueroa), que nosotros tenemos que estar disponibles, en cualquier momento, ya de regreso a la bella condición de simples ciudadanos, para el diálogo con los concejales, para ayudar a mirar estas cositas con todo cariño.

La importancia del diálogo con los compatriotas

Déjenme decir por qué ha sido importante el diálogo estos años con todos los compatriotas.

Primero, esta Patria nuestra le rogaba diálogo a los que respondían con bombas y le negaba diálogo al resto. Ustedes saben que yo no dialogo con los que están tirando bombas.

Pero mañana ajustaré 305 consejos comunitarios de los sábados, de dialogar con aquellos que trabajan honradamente.

Creo que ese ha sido un buen cambio para el país. ¡Ay! Es que aquí viven unos llorando, nostálgicos; llorando porque no se dialoga con los que tiran bombas.
Hay que dialogar es con ustedes, los colombianos de bien que trabajan todos los días.

Ese es un cambio, ese es un cambio que Colombia necesita cuidar, apreciados concejales.

¿Por qué el diálogo? Ha hecho el Gobierno más serio, menos promesero, más comprometido y menos perezoso.

El Gobierno no puede ser promesero. ¿Qué que tal que hubiera llegado yo a una de esas largas sesiones con ustedes con los ministros, a hacerles promesas vanas?

Ustedes recuerdan que muchas veces tuve que decir no, por aquí no se puede, etcétera; pero fue un diálogo creíble. ¿Qué tal una promesa vana? Y llegar al otro día y que no se les cumplió. No hubiéramos podido tener el segundo ni el tercer diálogo; el diálogo hubiera perdido la credibilidad.

Pero el Gobierno también, el Gobierno no puede ser promesero y tampoco puede ser perezoso, tiene que ser comprometido, buscador de opciones.|

Esto no se puede, pero el Gobierno no pude simplemente lavarse las manos y decir no se puede y salir a irse; el Gobierno tiene que buscar opciones. Y hay que seguirlas buscando.

Yo creo que ese diálogo ayuda a otra cosa. Cuando uno se encierra en la Presidencia, a ver informes allá, que proyectan en una pantalla, a uno se lo muestran todo color de rosa. Uno se entera de problemas, carencias, errores, en el diálogo con los compatriotas.

Una vez asistía yo con el Ministro (Jorge Humberto) Botero (ex ministro de Comercio, Industria y Comercio) a una sesión de Banca de Oportunidades en Bogotá. Y él se puso muy bravo porque la ciudadanía que estaba ahí, estaba brava, reclamando. Me decía: ¿Pero por qué reclaman tanto si hemos entregado mucho crédito?’

Y le dije: Por que nosotros creemos que hemos entregado mucho crédito por lo que vemos en la Presidencia en la pantalla del Power Point , del computador, del proyector; pero eso es poquito frente a lo que necesitan los colombianos.

Le dije: los que ya recibieron el crédito no vinieron a esta reunión, están tranquilos trabajando. A esta reunión vinieron los que no han recibido el crédito y por eso tienen el derecho de estar bravos.

Estamos muy familiarizados con una palabrita en inglés que dice Power Point , que es esa herramienta del computador en que se preparan presentaciones y se proyectan a la pantalla.

El Power Point en una oficina de Gobierno, en la Casa de Nariño, lo muestra todo bueno. Para uno enterarse de los problemas tiene es que conectarse es con el Power People , con la gente, de carne y hueso.

Miren la importancia del diálogo, la importancia del diálogo, cómo lo entera uno. Uno es muy dado a no aceptar problemas, a creer que todo va muy bien en un país con tanta pobreza y dificultad, y ese diálogo lo hace recapacitar a uno.

Uno no lo puede decir a los concejales, no, es que ustedes antes de la Constitución del 91 nada ganaban. Confórmense con lo que hay, hay que buscar opciones. Y esas opciones van saliendo de dónde. Del diálogo

Anécdota de la Sierra Nevada de Santa Marta

¿Qué me ha pasado a mí con las Fuerzas Armadas? Yo vengo de una inauguración. Hoy ha sido un día muy bonito. Si me permiten ustedes, yo llego aquí con mucho cariño por ustedes, sin afectaciones partidistas, yo nunca le he preguntado a uno de ustedes de qué partido es.

Hemos trabajado con cariño. Mire, llegué muy temprano a la Sierra Nevada de Santa Marta. Se los voy a abreviar. ¿Saben que era la Sierra Nevada hace ocho años? Guerrilla, paramilitares y coca.

Hoy fuimos a inaugurar el octavo pueblo indígena. Hemos construido ocho pueblos indígenas bellísimos. La primera vez que yo fui a la Sierra Nevada o la segunda, me recibieron los ‘mamos’ en un pueblo del Cesar que se llama Nabusímake, bastante alto.

Y estaban llenos de desconfianza y me dijeron: ‘es que hace 15 días vinieron aquí unos hombres de uniforme y me dijeron ser guerrilla. Hace ocho días vinieron otros con el mismo uniforme y dijeron ser paramilitares. Y ayer vinieron los de Uribe con el mismo uniforme’. Así me dijeron.

Y entonces le dije a esos ‘mamos’: ¿Y cuáles son los de Uribe? Pues lo que vinieron ayer. Claro, habían llegado los soldados el día antes porque nosotros íbamos a un Consejo Comunitario. Ese día creamos un enlace de confianza, de la Fuerza Pública con esas comunidades, que lo hemos replicado en varios sitios de Colombia.

Esta mañana yo sentí felicidad en el alma ver esa integración entre la Fuerza Pública, los indígenas y campesinos de la Sierra Nevada.

La Sierra Nevada era llena de parches de la selva, selva destruida, no la habían socolado; la habían derribado para sembrar coca, y quemada.

Esta mañana de Santa Marta, de la parte alta del río Palomino, vi una selva ya bastante recuperada y con unos espaciecitos de cultivos de pan coger. Y nosotros hemos hecho ocho pueblos indígenas, hermosos, para que ellos vivan allí, recuperen la selva, tengan turismo ecológico. Hasta me bañé esta mañana un rato en el río Palomino. Yo no les voy a meter mentiras, por eso también llegué tarde aquí, porque me bañé un rato en el río Palomino.

Yo estaba en una sesión muy bonita esta mañana allá. ¡Qué distinta la Sierra Nevada! ¡Qué distinta!

Industria naval y riqueza fluvial

Y después vengo de la fábrica de los astilleros de la Armada (Cotecmar, Corporación de Ciencia y Tecnología para el desarrollo de la industria Naval, Marítima y Fluvial), aquí en la Bahía.

Ese astillero se iba a cerrar. Hoy lanzó al mar una fragata construida en Colombia, que vale 47 millones de euros, construida en Colombia, que nos da gran información tecnológica. Que si la hubiéramos comprado en el exterior nos hubiera costado 100 millones de euros.

Colombia tiene 16 mil kilómetros de ríos navegables. Nosotros escasamente cuidábamos 3 mil; ya cuidamos 15 mil. Y lo más importante, uno piensa en el futuro de las Fuerzas Armadas. La Armada tiene que ayudar en la navegación civil, comercial, no solamente en la militar.

Lo de Cartagena lo debería replicar también en el Pacífico. La ampliación del Canal de Panamá hoy es tan importante como fue hace un siglo su construcción. El nuevo canal está gastándose una inversión de 5 mil 500 millones de dólares y eso tiene que producir un gran beneficio sobre Colombia, y por eso hay que preparar la Armada.

Ustedes saben que con el Ejército construimos una carretera en Arauca. Estamos haciendo la de los Montes de María y estamos construyendo la Carretera de la Soberanía entre La Uribe y Colombia. Perdón, esa es la del Llano-Huila, y la Carretera de La Soberanía para subiir de Saravena (Arauca), Cubará (Boyacá) a Norte de Santander. Falta la del Vichada.

Nosotros avanzamos en esa carretera de Gaitán a Puerto López (Meta), se hizo; ahora hay que seguir esa carretera hasta Puerto Carreño. Ojalá. Hicimos la carretera Granada (Meta) a San José del Guaviare, yo creo que el último contrato va muy bien, está avanzando.

El valor y futuro de nuestras Fuerzas Armadas

Pero eso es poquito frente a lo que el país necesita. Aquí lo que quiero significar es el valor de nuestras Fuerzas Armadas, su futuro.

Miren. El 20 de Julio yo me puse a ver ese desfile, esos aviones en formación; todos manejados por pilotos de nuestra Fuerza Aérea. Esa pericia. Hay unos países muy ricos con una chequera muy grande, pero la destreza de nuestros pilotos es muy importante. Yo admiré mucho eso el 20 de Julio. Hasta miedo me dio.

Yo vi dos helicópteros que al final hicieron ‘esto’ y creí que iba a salir este para acá y este para acá. Hicieron ‘esto’ y salió uno para acá y otro para allá. Una destreza enorme.

Uno ve esta aviación nuestra en condiciones de hacerle un gran aporte a la aviación civil y comercial del mundo. Uno ve todas las posibilidades. Fue muy, muy bella esta tarde en Cotecmar, que es la Corporación de la Industria Naval aquí en Cartagena.

Y yo quedo muy agradecido, me pega muy duro en el corazón esta reunión con ustedes.

Yo le decía a las Fuerzas Armadas en estos años: los consejos de seguridad en los cuales pueda hablar la ciudadanía, nos dicen las cosas que nosotros no queremos oír.

Uno va a un Consejo de Seguridad, solamente el Presidente, las Fuerzas Armadas y todo aparece muy bien. Otra cosa es cuando uno lo abre a la ciudadanía. Al principio la ciudadanía no se atrevía a decir; ahora cogieron tanta confianza —está bien— que uno hace un Consejo de Seguridad con la ciudadanía y ponen todas las quejas. Y eso sí que es bueno, porque nos entera a nosotros de los problemas de los cuales nosotros no nos hemos enterado.

Otra importancia del diálogo.

El diálogo ha dado gobernabilidad

¿Hay concejales de La Guajira? Hoy estuve allá en el Alto Palomino. Una belleza.

Les voy a contar esto: el segundo Consejo Comunitario, en agosto de 2002, fue en La Guajira y yo recuerdo la rabia que había de la ciudadanía. Las empresas esas de Electrocaribe me dijeron: ‘no, nosotros vamos a perder la plata que invertimos en Colombia; nos vamos’. Y la ciudadanía decía: ‘si no se van, los incendiamos’.

Eso fue lo que viví. Por eso lo estoy diciendo públicamente, que es la verdad, está en las grabaciones. Yo creo, doctor Darío (Montoya) que usted me alcanzó a acompañar. Parece que fue ayer.

Hoy yo qué veo en el diálogo: el diálogo es igualmente reclamante, pero es con menos rabia, es con más calidez. Ustedes no se quedan callados, ustedes reclaman: que por su pensión, por su salario, pero es un diálogo cálido, amable.

Para eso ha servido el diálogo estos años, para que el país vaya pasando de la rabia a aprender a dialogar entre nosotros. Un país hoy que tiene un poquito más de tranquilidad, en medio de tantas dificultades. Creo que el diálogo ha dado gobernabilidad.

Público: Pero ahora dialogamos por teléfono, Presidente .

Presidente Álvaro Uribe Vélez: No me haga decir que estamos de acuerdo.

Estudiemos un poquito un tema que se llama ‘a gobernabilidad.

En el pasado hubo oportunidades donde el Congreso y el Ejecutivo se ponían de acuerdo, porque el Ejecutivo le daba al Congreso todos los auxilios y todos los contratos, y el Congreso le votaba todos los proyectos. Y vivían en luna de miel entre ellos, pero desacreditados con el pueblo.

Esa es una gobernabilidad ilegítima, que deja de ser gobernabilidad. Porque la gobernabilidad no solamente debe permitir que se tomen las decisiones que se requieren para gobernar, sino que esas decisiones tengan legitimidad popular.

Si yo fuera a definir la gobernabilidad hoy en un salón de clases, como profesor de política, partiría de la base de exigir esos dos requisitos en la gobernabilidad: el conjunto de condiciones políticas que permitan que se tomen las decisiones que se necesitan para el Gobierno, y al mismo tiempo, que esas decisiones tengan legitimación popular.

Nada gana uno con que se tomen unas decisiones que el Gobierno necesita, si el pueblo las rechaza. Quedan ilegítimas. Y eso pasó muchas veces en Colombia.

Meritocracia

¿Cómo hemos sostenido gobernabilidad estos años? Nosotros introdujimos la meritocracia. Aquí está Darío Montoya, él no se ha puesto en la tarea de repartir el Sena entre los Congresistas. Al contrario, lo que hizo fue introducir la meritocracia, pero le ayudó a toda Colombia con un gran crecimiento del Sena.

Familias en Acción. Nunca le preguntamos a una persona ¿usted de qué partido es? ¿A usted le gusta Uribe o le choca? Nunca se preguntó eso. ¿Usted es desplazado, usted es estrato uno?

Entonces, eso fue construyendo legitimidad.

Los maestros. No hubo un solo paro de maestros nacional en estos años, ni uno solo. Y ellos todavía tienen desacuerdos y luchas reivindicatorias, y está bien, pero hubo un diálogo bien importante.

Yo creo que se ha avanzado en eso. Eso es lo que ha dado gobernabilidad. El diálogo con el pueblo colombiano creó unos compromisos en el Congreso y en el Ejecutivo que construyeron gobernabilidad.

Miren eso en todos los niveles. Lo que yo estoy hablando en el nivel nacional es para que lo escuche el nivel departamental y el nivel local.

Ahora, quiero decirles otra cosa de la experiencia de estos años: fijen ustedes siempre una visión; trabajen no solamente por hacer lo que permita hacer el presupuesto, sino por gestionar.

El alcalde de Manizales (Juan Manuel Llano) se ha dedicado a traer call centers a Manizales, aprovechando las condiciones de inversión en el país y está creando 8 mil 500 puestos de trabajo, no con su presupuesto sino trayendo empresa. Hay una posibilidad en todo municipio de hacer gestión por encima del presupuesto. Hay que crear una pequeña visión, siempre hay que tener una visión.

La importancia de repetir

Yo repetí mucho estos años esos tres elementos que terminaron en los tres huevitos y les voy a contar qué pasó. Estábamos aquí en el Foro Económico Mundial y salí de este Centro de Convenciones. Este Centro de Convenciones lo hizo el Presidente (Julio César) Turbay Ayala contra una oposición tremenda. Decían: ‘Turbay cómo va a botar la plata en eso’. ¿Qué tal que no lo hubiera hecho?

Yo salí de aquí a unas reuniones a un hotel de la esquina y me voy caminando y de pronto vi en un semáforo un taxi nuevo, los vidrios semipolarizados y el hombre como dormido. Se le veía escarcha por dentro. Dije tiene aire acondicionado nuevecito, vea. Esto aquí bien caliente y vea eso echando escarcha por dentro. Le toqué el vidrio al hombre, hizo así, lo bajó. Dijo: ‘Presidente, Seguridad Democrática, confianza inversionista, cohesión social’.

Y le dije yo: ‘¿y por qué decís eso? ‘Presidente, de oírselo repetir a usted todos los días’. A uno lo alcanzan a escuchar cuando uno esta cansado de repetir.

Créenle ustedes a cada municipio una visión, una visión. Pongan toda la ciudadanía a trabajar en la consecución de esa visión, una visión de bien común; elemental, pero profunda.

Competividad, innovación y valor agregado

Yo para crear empleo, yo no veo más camino que seguridad, inversión. El inversionista dice: ‘sí, yo invierto, pero si tengo mercados’. Por eso estamos abriendo mercados internacionales. Y uno no puede llegar allá a los mercados internacionales a vender café verde, no compite; tiene que vender valor agregado. No puede llegar a vender confección básica, no compite; tiene que vender moda, diseño de última generación. Uno tiene que ser competitivo y en todos los sectores. A mí me sorprende.

¿En dónde están los concejales del Huila? Vea, ese es un ejemplo, entre los muchos ejemplos del Huila esta el ejemplo de la piscicultura. Uno ve hoy la represa de Betania llena de jaulas de pescado, generando miles de empleos. Además, y yo le digo mucho a mis compatriotas, en cada municipio colombiano puede haber un desarrollo piscícola como el del Huila.

Sin tener aeropuerto internacional. Ahí estamos haciendo el nuevo edificio del aeropuerto de Neiva. Todos los días salen unos camiones, unos camiones refrigerados del Huila para el aeropuerto de Bogotá, para mandar filete de tilapia al mercado de Nueva York. O sea que puede haber innovación en todas partes, innovación.

Ahora la innovación necesita un gran esfuerzo educativo. Además, infraestructura. Que ahí van unas obras y yo creo que el Presidente Santos puede avanzar con otras. Hoy vale mucha plata Ecopetrol, que valía poquita; si le sale un poquito de plata de Ecopetrol, un poquito de acciones de Ecopetrol, pueden hacer una gran obra de infraestructura.

Infrastructura

Que quedan muchas obras. Hoy vi unas bien importantes allá en Santa Marta, la variante que le permite a uno ir de la quebrada El Doctor al round point de Mamatoco sin cruzar Santa Marta, avanzando bastante en la doble calzada de Ciénaga a Santa Marta. Falta mucho, hay obras en todas partes, pero sabemos todo lo que falta.

Y a propósito, eso me da la oportunidad de decirles lo siguiente, para sus visiones, sobre sus municipios, porque ustedes están aquí y son concejales porque son cívicos, porque quieren a la comunidad, porque tienen afecto por Colombia. Esta carrera pública nuestra sirve si es con amor. El amor por la Patria es lo que lo lleva a uno a enfrentar las cosas difíciles.

Es que ustedes saben lo ingrata, lo difícil que es la vida pública y lo riesgosa. No se puede adelantar si no se hace con amor.

Les voy a hacer un comentario sobre infraestructura. Un problema que ustedes tienen que enfrentar todos los días es el reclamo por infraestructura. Ustedes saben ¿cuántos kilómetros de vías tiene este país? Más de 160 mil. ¿Cuántos kilómetros de vías departamentales y municipales? 135 mil.

Este Gobierno pavimentó 8 mil kilómetros; mucho y nada. Pavimentarlos es muy difícil, pero es nada frente a 166 mil del país.

Yo creo que el Gobierno ha hecho un esfuerzo, ustedes saben. Las vías de competitividad, el Plan 2.500. Tuvo 16 contratos de los 140, en los cuales hubo dificultad. Las dobles calzadas que se están haciendo, las contratadas. Pero eso es insuficiente.

¿Y qué les sugiero yo? Es imposible, el Gobierno les ha entregado a los alcaldes 140 millones año, le ha sido cumplido en eso. Pero es muy poquito. Hay que hacer unas sinergias, construir unas masas críticas entre municipios y con departamentos, y con acciones comunales, y con los propietarios de predios para que esa platica rinda. Cuídenla, cuídenla.

Pero hay que hacer otra cosa. Hay que pensar cómo se pueden mejorar las carreteras que no sea todo basado en asfalto y en concreto. Una carretera de especificaciones humildes en concreto vale el kilómetro ¿1.000, 1.200 millones de pesos, Miguel? ¿Y en asfalto vale 900 millones de pesos? 1.000, vale 1.000 millones. Para hacerla con especificaciones humildes. Con los mismos puentes y pontones, sin ampliarlos. Es imposible.

Cuando estaba yo en la Gobernación de Antioquia y el Ministro (de Transporte, Andrés Uriel Gallego) era el Secretario de Obras, hicimos unas estabilizaciones, unas sirvieron y otras no, con unas mezclas. Pero a mí me dicen que de allá para acá la ciencia ha avanzado mucho.

Piensen ustedes en hablar con sus alcaldes, con los ingenieros, con las universidades para buscar sistemas de mejoramiento de vías que no tengan que ser basados en el concreto y en el asfalto, porque los costos impiden que el país pueda atender eso. Visiones para resolver los problemas de esos municipios.

Ayúdenme a una cosa. Una de las grandes necesidades del país es el giro directo de los recursos de la salud. Nosotros no pudimos sacarlo por ley, lo sacamos en la Emergencia (Social), lo tumbó la Corte. Ahora para facilitarlo, estamos pidiéndoles a los alcaldes que firmen unos contratos electrónicos. Todavía nos faltan, hoy nos faltan 400 municipios, a ver si se les puede girar la plata directamente al hospital, a la EPS y evitar esa cadena de intermediarios.

Pregunten al regreso de sus municipios a ver si ya el alcalde firmó el contrato electrónico para poder hacer el giro directo. Cítenlos a los concejos. Y hablen de esos temas, que esos son los grandes temas que el país requiere; poder girarle la plata directamente a los hospitales.

Querer mucho a la Fuerza Pública

Otra, otra cosa. No peleen por puestos, peleen por educación, por salud, por vías. Esa es la gran pelea que necesita el país, se los digo con inmenso cariño, diálogo, visión. Cuando yo empecé el Gobierno, en las regiones colombianas no me pedían sino política social. Hoy todos piden política social, vías y Policía.

Cuando yo era joven, uno no podía hablar de seguridad porque le decían que era fachista. A nosotros nos tocó en la Universidad de Antioquia. Decían: ‘no, mire esos tipos están hablando de seguridad, esos tienen es la dictadura’. Hoy las grandes mayorías colombianas reclaman la seguridad como un valor democrático.

Quieran mucho la Fuerza Pública. No busquen la Fuerza Pública solamente en las emergencias. Creen ustedes una alianza permanente con la Fuerza Pública. Yo decía hoy que los colombianos tenemos que ser cooperantes con este arsenal, tres armas: primero un arma que es confianza en la Fuerza Pública, segundo un celular para informar y la tercer arma cariño a la Fuerza Pública.

Hay que ser cooperante con la Fuerza Pública y desarmar a la sociedad. Nosotros hemos insistido mucho en el desarme de ciudades como Cali y Medellín estos años. Yo creo que hay que ir paulatinamente desarmando el país.

La política de seguridad tiene como objetivo la política de convivencia y eso requiere irse quitándole las armas a toda le gente. El problema es que aquellos a los que es difícil quitárselas son los criminales. Entonces cuando yo hablaba que todos le cooperan a la Fuerza Pública, es una cooperación sin armas, es una cooperación con un celular.

Hay un estudio de la Universidad de los Andes que demuestra que a medida que ha avanzado la cobertura en la señal de celular ha mejorado la seguridad. Eso sí, la Fuerza Pública se tiene que ganar ese cariño. Si uno llama y les ayuda y no le contestan, no vienen, no reaccionan, uno se cansa.

Por eso yo les pido a ustedes, con mucho afecto por esta Patria, que promuevan un diálogo con la Fuerza Pública de su municipio o de su departamento, permanente.

No busquen la Fuerza Pública solamente en las emergencias. Ustedes saben que tenemos problemas graves. Esas bandas criminales del narcotráfico son un problema muy grave. Un problema muy grave lo que subsiste de la guerrilla narcoterrorista.

O sea que eso exige, todos, todos unidos con la Fuerza Pública. Una de las razones de la gobernabilidad de este Gobierno es que nosotros hemos procurado darles seguridad a todos los colombianos, independientemente de que sean amigos o críticos del Gobierno. Hemos procurado tener buenas relaciones con todos los alcaldes y gobernadores sin detenernos en el origen político de su elección. A mí no me puede decir un alcalde que lo hemos discriminado porque no votó por mí; con todos hemos trabajado y yo creo que eso ayuda a Colombia.

Yo siento mucha gratitud por ustedes. En la tarde del 7 de agosto, cuando regrese al más bello oficio de todos, el de simple ciudadano de Colombia, empezaré a contar la historia de que ha sido una bellísima oportunidad poder dialogar con ustedes.


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