Bogotá, 24 jul (SP). “Muy apreciados colombianos: no tengo palabras para agradecerles. Lina María (Moreno de Uribe), Tomas (Uribe), Jerónimo (Uribe), Sofía (Cabrales de Uribe), toda esta familia, les decimos muchas, muchas gracias.

Que oportunidad tan maravillosa haber estado estos años en este trabajo con mis compatriotas.

Vicepresidente, muchas gracias por tanta generosidad, por su espontaneidad, por esa química suya tan pura. Muchas gracias.

Qué bueno haber trabajado con usted estos ocho años.

Cuando veo sus hijitos me pongo entre nostálgico y feliz. Nostálgico de recordarlos pequeñitos y feliz de ver su patriotismo.

Muchas gracias María Victoria (García de Santos) querida por el apoyo al Vicepresidente, a todos nosotros, por la amistad con Lina, por la comprensión de lo que significa esta tarea de trabajar por la Patria.

Apreciados compañeros de Gobierno, muchas gracias.

Tantas horas de exigencia, tantas horas de tratar de obviar dificultades, tanta consagración de ustedes. Mi gratitud infinita.

Estamos ya próximos a terminar una tarea de compañeros de Gobierno; yo solamente les pido que a esta familia y a mí nos permitan emprender una tarea de afecto y de amistad con ustedes hasta el fin de la existencia.

Muchas gracias a mis compatriotas que nos han permitido todos estos años de diálogo, un diálogo bien importante.

Miguel (Peñaloza, Consejero Presidencial para las Regiones) muchas gracias por su comprensión de este diálogo, por su apoyo, a usted y a todo su equipo en la dirección de Regiones; un diálogo menos promesero pero más comprometido.

La credibilidad del diálogo público no puede ponerse a riesgo con promesas que no se vayan a cumplir.

Un Gobierno que está permanentemente expuesto a la ciudadanía, es un Gobierno que tiene que ser muy cuidadoso para no incurrir en promesas, porque entonces al otro día la ciudadanía las va a reclamar.

Pero también es un Gobierno que no puede dejar de comprometerse, es un Gobierno que no puede utilizar el ‘no se puede’ para escudarse detrás de la pereza, es un Gobierno que tiene que estar buscando opciones para resolver problemas de los ciudadanos.

Este diálogo a la ciudadanía le ha dado más información, más sentido de las prioridades.

Yo percibo que hoy hay un país igualmente reclamante, pero un diálogo más cálido.

Creo que se entendió el mensaje.

Durante muchos años le rogamos el diálogo a quienes nos respondían con fusiles y le negamos el diálogo a quienes querían dialogar.

En estos años hemos dialogado con los compatriotas que viven al amparo de la Constitución y de la Ley

¡Qué grato!

Quisiera referirme a cada una de las regiones de la Patria para expresar todos mis agradecimientos, a todas las instituciones, a todos los compatriotas.

Señores Comandantes, muchas, muchas gracias.

Los colombianos no tenemos con qué agradecer el heroísmo de la Fuerza Pública.

Aquí, en esta hora final de estos consejos comunitarios, hay afecto a Colombia, hay nostalgia, hay gratitud a todos, a los compañeros de Gobierno, a las esposas, a los hijos, a los hermanos, a toda la familia, a los amigos que entrañablemente nos han cuidado.

Yo quiero significar un agradecimiento a ustedes.

Esta noche desfilaron por aquí unos representantes de las Fuerzas Armadas, invitándonos a honrar la memoria de aquellos que han caído en esta lucha, o a acompañar en el consuelo a aquellos que han sufrido mutilaciones por servir a Colombia.

Muchas gracias a todos ellos.

Mis compañeros de Gobierno han hecho una tarea esforzada y patriótica. Cualquier cosita buena que se haya logrado es de ellos, de las Fuerzas Armadas.

Yo debo asumir toda la responsabilidad de aquello que nos quedó faltando –el país nos dio suficiente tiempo, ocho años- por aquello que no logramos, aquello que salió equivocado.

La única manera que tengo, el único capital que tengo para pedir perdón, es el capital de haber querido muchísimo a Colombia, de haber trabajado siempre dirigidos por un gran amor a Colombia.

Tomás, Jerónimo, Sofía, Shadia, Benjamín, Carmen, Gabriel, Pedro, cuando se tiene amor a la Patria, uno nunca se cansa de pensar en la Patria ni de procurar trabajar por ella.

Cuando se tiene amor a la Patria, ese amor se convierte en una llama que lo lleva a uno a trabajar por la Patria con el corazón. Cuando se trabaja por la Patria con el corazón, se trabaja honestamente.

La base de todo es querer a la Patria, de ahí se deriva todo lo demás, aquello que se necesita.

Muchas gracias a Lina. Su recorrido por el país, su peregrinación con los más pobres; silenciosa y efectivamente. Muchas gracias.

Muchas gracias a todos mis hermanos por la compañía discreta de estos años.

Muchas gracias Tomás y Jerónimo. Veo que sí, no han estado muchas horas al lado de esta batalla, pero creo que tampoco les afectó el uso de razón, porque la recuerdan toda.

Vicepresidente, usted bellamente recordaba ahora a don Hernando Santos, quien fuera nuestro amigo. Tuve el privilegio de ser amigo de él y de su tío, el padre del Presidente Juan Manuel Santos, de don Enrique.

Que desde el cielo los ayuden.

Invocamos a los nuestros, aquellos que nos dejaron una herencia de energía, de valor civil, de carácter y de firmeza, herencia que no nos permite ser inferiores; aquellos que vimos morir en el valor y que no tuvieron jamás dobleces.

Que por lo menos ellos, para que estén tranquilos en el cielo, sepan que jamás quisimos traicionar el valor, jamás tuvimos dobleces frente a los intereses superiores de la Patria.

Quisiera referirme a cada uno de los aquí presentes: Elsa Lucía, Oswaldo, doctor Guillermo, Hernando Echavarría –a quien conozco desde niño- Juan Mena, Beatriz, María Doris querida, Padre Julio, la Embajadora, Francisco; doctor Uribe, representante de las instituciones; a Zulema (Vélez), el recuerdo siempre emocionado de Juan Luis (Londoño), para expresarles todos, todos los agradecimientos.

El diálogo con los colombianos ha ayudado a construir legitimidad, ha ayudado a que se sienta que frente a las dificultades hay caminos.

Muchas gracias al Congreso, a los alcaldes, a los gobernadores, a los concejales y a los diputados.

Muchas gracias a los gremios, la posibilidad de haber tenido este diálogo. Nos han enseñado tanto. Los gremios nos ayudaron a tener menos equivocaciones.

Muchas gracias a los trabajadores de mi Patria. Tuvimos ese diálogo tan franco, tan constructivo todos estos años, cada mes, cada dos meses.

Rosemberg (Pabón) muchas gracias. Le dije coloquialmente todos estos años mi comandante, pero también sabe por qué se lo dije. Usted ha sido un auténtico comandante de la paz. Muchas gracias. Yo sé que no era fácil para usted acompañar un gobierno presidido por mí. Usted lo ha hecho con tanta generosidad, que se lo agradecemos en el alma.

Muchas gracias Ángela y Julieta por haber acompañado tan generosamente a Lina. Muchas gracias.

Claudia (Jiménez) muchas gracias, porque con tu orden, con tu método, con tu preparación, organizaste esta rendición de cuentas que hoy culmina.

Uno cuando rinde cuentas generalmente es muy dado a presentar todo lo bueno, pero siempre hicimos saltos para reconocer todo lo que falta. Una Patria que no es un paraíso, en la cual no corren ríos de leche y miel, pero ya corren pequeños riachuelos de esperanza.

Y coloquialmente hemos hablado de los huevitos para significar que todavía no hay prosperidad pero sí hay unas basecitas que pueden servir.

Ahora me decía el Ministro (de Hacienda y Crédito Público) Óscar Iván (Zuluaga), el Ministro (de Interior y Justicia) Fabio (Valencia Cossio): ‘¿Y qué va a hacer usted el otro sábado?’.

Pues el otro sábado, que ya no hay Consejo Comunitario, vamos a ir a tres regiones de la Patria a despedirnos; y el otro, a almorzar con ustedes, compañeros de Gobierno, a esperar la llegada del Presidente (electo) Juan Manuel Santos; y el otro, a seguir trabajando.

Hay que regresar al trabajo.

Lina, ¿cuál es el cuento del equipaje? Que le presten un micrófono y dígales a los compatriotas cuál es su cuento del equipaje, que es bien interesante. Préstenle un micrófono.

Ella tiene un cuento bien interesante. Lina dice que hay la posibilidad de empacar dos maletas: una maleta con las cosas bonitas, buenas, etcétera, y otra maleta con las cosas difíciles, con las tensiones, etcétera, que ella esta segunda no la empaca, que el único equipaje que autoriza llevarse es el equipaje del grato recuerdo con los compatriotas, adherimos a ese equipaje.

Me han acompañado tanto, me han ayudado tanto, que no tengo palabras para agradecerles a todos ustedes.

Hoy es el día de la Armada, hoy es el día del natalicio del Libertador, a nuestras instituciones rendimos un homenaje.

Alberto Lleras decía, bellamente, que la Patria es mucho más que de nosotros, es de todos aquellos que la construyeron con su sacrificio, por el cual nada reclamaron.

A todos los héroes que han construido la Patria, nuestra gratitud.

Colombia, te queremos mucho, cualquier cosa desacertada que hayamos dicho en estos años, le pedimos a Colombia que nos la perdone, con una sola causa para hacerle ese pedido a Colombia: Colombia, te queremos mucho.

Muchas gracias”.