Bogotá, 27 jul (SP). “Quiero Saludarlos con mucho afecto. Es mi última presencia como Presidente de la República en un foro de la educación, a los cuales hemos puesto todo el cariño, el interés la devoción en estos años.
Ha sido muy grato trabajar en el sector educativo de la Patria. Allí vemos una gran esperanza para Colombia.
Nosotros no pensamos que pudiéramos obtener los certificados de calidad de los ministerios. Nos faltan dos ministerios por certificación de calidad, que están en el trámite.
No pensamos que fuera fácil obtener el certificado de calidad del Ministerio de Educación; se obtuvo. Veíamos difícil encontrar el fenecimiento de las cuentas del Ministerio; se obtuvo. Veíamos difícil mejorar en el escalafón de la Contraloría General; se obtuvo.
Cuando empezamos a trabajar con las secretarías de educación me dijo la Ministra (Cecilia María Vélez): ‘me voy a proponer sacar los certificados de calidad en las secretarias de educación de los departamentos y de las entidades descentralizadas certificadas’.
Y dije: vamos a ver hasta dónde llegas llegás. Hay 40.
¿Quiénes son secretarios de educación aquí? Los aplaudimos.
La educación estatal con certificado de calidad
Una de las experiencias gratas, gratas para mí, profundamente, que me ha hecho vibrar el sentimiento de Patria, fue ayer en Cartagena. Y les voy a decir por qué.
Colegios oficiales recibiendo los certificados de calidad, los colegios del Estado. Se ha venido quitando esa idea de los colegios del Estado con desgreño, con pereza y eso se ha venido transformando en mística.
Yo me sentí muy emocionado –y hablo en primera persona– de ver colegios del Estado obteniendo certificaciones de calidad. Hay que darles un aplauso; eso es una maravilla, eso es un gran precedente para esta Patria.
Tengo inmensa gratitud con el sector educativo de mi Patria por estos ocho años, por la Ministra, por todo el equipo que la ha acompañado, por todas las instituciones del Ministerio, por las universidades, los colegios, los institutos técnicos, el Sena, las secretarías de educación, las entidades territoriales.
Cariño por los ‘profes’
Tengo inmensa gratitud por los directivos de los establecimientos educativos, por los profesores.
No es extraño que alguien que aspire a que lo elijan, le lance piropos al profesorado. Pero sí hay una cosa extraña: que alguien a una semana de salir de la Presidencia, deliberante –de pronto más que deliberante, combativo, como éste que les habla–, les venga a decir a los profesores de Colombia con el alma: ‘profes’ los quiero mucho, me siento muy orgulloso de los profesores de mi Patria; los veo todos los días haciendo un gran esfuerzo de mejoramiento’.
A mí no se me borra de la mente ver 700 establecimientos educativos de Colombia, con una gran mística de los profesores, con 700 programas infantiles de ciencia y de tecnología. Ese es el principio del cambio fundamental de nuestra Patria, eso es muy, muy importante.
He asistido a la deliberación de los profesores estos años con la Ministra. Muchas veces contradicciones, pero todo constructivo, todo patriótico.
No ha habido huelgas nacionales en años
Y qué bueno poder decir que en una bella discusión patriótica de todos estos años no ha habido una sola huelga nacional, que haya todos los días discusión, deliberación, debate democrático, creativo, fraterno y todos los días intenso trabajo en los establecimientos educativos.
Eso es muy bello. Yo lo aplaudo de todo, de todo corazón y tengo que registrar eso y darles los agradecimientos. Inmensamente agradecidos estamos y eso le ayuda mucho a la Patria.
Todos estos años nos propusimos construir más confianza en Colombia con la seguridad, con valores democráticos, con libertades. Una seguridad que no afectara las libertades; al contrario, las profundizara frente a las restricciones que imponía el terrosismo.
Nos propusimos avanzar en la confianza de inversión, en la cohesión social; son tres elementos que van de la mano. La seguridad es un presupuesto necesario de la inversión y si no se da la inversión con ese calificativo que es la fraternidad, no hay manera de financiar lo social.
Cuando yo era joven no se podía hablar en Colombia, en el discurso político, de la seguridad, porque ahí mismo se le respondía peyorativamente, señalando a la seguridad como un camino a la dictadura.
Hoy la inmensa mayoría de mis compatriotas entienden que la seguridad es un valor democrático, una fuente de recursos.
Batalla contra el asesinato de profesores
Algo que me ha dolido mucho a mí es el asesinato de profesores de mi Patria, pero tengo un motivo de tranquilidad de conciencia. Desde la hora cero hemos luchado por la protección efectiva de los profesores de la Patria.
Y tramitamos la Ley que agrava la pena al criminal que asesine un líder de los trabajadores, un profesor sindicalizado.
Yo creo que por lo menos hemos dado esa batalla y si bien no hemos logrado la meta de cero asesinatos, si hemos reducido sustancialmente. A mí no me gusta hablar de la reducción. Asesinaban en un año 256; eso se ha reducido a 28 líderes sindicalizados.
¿Por qué no me gusta hablar de la reducción? Porque duele; uno, 28, 256, lo que necesitamos es llegar a cero. Pero hay 10 mil colombianos con protección individual directa; de ellos dos mil líderes sindicales, muchos de ellos del profesorado.
Había dos sentencias condenatorias de criminales de líderes de los trabajadores; hay 200. Cuando llegamos había una, en el segundo semestre del 2002 se dio la segunda; hoy tenemos más de 200 y hay más de 200 en la cárcel.
Que los colombianos quieran a los profesores
Hemos procurado crear una gran conciencia nacional de protección de los profesores, de los líderes de los trabajadores, un movimiento con la Fiscalía para superar la impunidad para llevar a la cárcel a los criminales y un proceso de protección individual eficaz.
Creemos que hay que seguir construyendo esa conciencia de que los colombianos queramos a nuestros profesores, los protejamos.
En el avance de la seguridad hemos quitado enemigos de la democracia que tenían entre sus objetivos de crimen sistemático a profesores, a líderes sindicales. Pero quedan otros, quedan otros todavía con inmensa capacidad de hacer daño, que el país tiene que seguir hasta derrotarlos totalmente, para que en Colombia viva la ciencia, la deliberación, el pluralismo, tranquilamente dentro de la fraternidad y totalmente ajeno a la amenaza.
Hemos procurado estos años que la seguridad y la inversión sean unos medios para llegar a un fin que es la cohesión social, que a su vez es el gran validador de la seguridad y de la inversión.
Necesitamos educación para la seguridad. Un país que en 200 años de vida independiente escasamente ha vivido 47 años de paz, es un país que necesita una gran conciencia en la educación del ser humano; desde que abra los ojitos al mundo, hasta la última edad, sobre la necesidad de vivir en la deliberación fraterna ajena a la violencia, sobre la necesidad de proteger la vida de todos los ciudadanos, sobre la necesidad de garantizar la paz como el jardín en el cual florece la democracia.
Muy importante la educación para la seguridad con valores democráticos. Por eso ese esfuerzo que han hecho con el liderazgo de la Ministra, de promoción de competencias cívicas, es de gran trascendencia.
La inversión necesita seguridad, revolución educativa y mercados
Queda una semillita. Es muy, muy interesante que eso se convierta en una fuerza, en un dinamo, en una gran energía en toda la educación de la Patria. Promoción de los valores cívicos, del comportamiento cívico, promoción de los valores democráticos.
Si no hay una revolución educativa permanente, la inversión se estanca. La inversión necesita seguridad, una gran señal permanente de que no se puede aflojar en seguridad.
La inversión necesita condiciones del manejo económico, estímulos tributarios, estabilidad en las reglas de juego, etcétera. Este Gobierno ha procurado hacer la tarea.
Pero la inversión se pregunta ¿Y mercados? La inversión necesita acceso a mercados. Por eso hemos estado buscando. Que Mercosur (Mercado Común del Sur), que Chile, que Perú, que Centroamérica, que Europa, que Asia, que los Estados Unidos, Canadá.
Pero enseguida se preguntan ¿qué vamos a vender en esos mercados? ¿Cómo vamos a tener éxito para poder levantar el nivel de vida de los colombianos?
Llegar a un mercado no es para satisfacer una idea, un valor ideológico; es para resolverles problemas de empleo y de calidad de vida a los compatriotas. Y para eso hay que ser competitivos. No podemos llegar con café verde, con confección básica, hay que llegar con valor agregado. ¿Y eso que necesita? Una gran revolución educativa permanente.
Vemos en Manizales hoy, terminan este año, 8 mil 500 jóvenes trabajando en un alto nivel de call center para la comunidad internacional; necesitan una gran preparación.
Acaba de llegar la Hewlett Packard a Medellín. Van a crear ya los mil primeros empleos de alto nivel tecnológico; se necesita una gran preparación.
Hace seis días llegó el cable que va por el lecho del mar a San Andrés, para hacer de San Andrés un gran centro de revolución de informática. Desde allá hay muchos profesores dictando ingles a través de Internet a los colombianos. Pero se necesita ahora capacitar muchos más. Una gran revolución para aprovechar ese cable.
San Andrés que era antes turismo de electrodomésticos, después refugio de la coca, tiene que ser un centro de turismo de aprendizaje, un centro de revolución de informática. Y eso necesita un gran apoyo en una revolución educativa permanente.
Sectores de innovación
Con el Ministerio de Comercio (Industria y Turismo) estos años, con la ayuda de la señora Ministra (de Educación) designada (María Fernanda Campo), a quien le debemos tanta gratitud por habernos ayudado como nos ayudo en la Cámara de Comercio de Bogotá, en todos los consejos de desarrollo empresarial, de acceso al crédito, se definió en estos años que Colombia tiene que agregarle valor a la economía tradicional y desarrollar los nuevos sectores en los cuales puede ser un jugador de talla mundial.
Los servicios de call center , de Business Process Outsourcing ; que uno pueda dar un servicio de ingeniería desde cualquier ciudad de Colombia a través de un call center , de un cliente que lo reclame en la ‘conchinchina’.
Se definió el tema del turismo de salud. Este país tiene una gran posibilidad en el turismo de salud por su localización geográfica, porque la salud de Colombia está muy bien acreditada, porque sus costos son comparativamente bajos, porque hay 4 millones de compatriotas en el extranjero que cuando les duele una muela quieren venir a buscar al odontólogo en Colombia.
Ya hay siete zonas francas de salud en construcción, este país tiene una gran posibilidad en energías alternativas.
Energías alternativas
Ahora veía yo a mis compañeros de La Guajira, a mis compatriotas presentes en este foro. Allá hay la posibilidad de 4 millones de kilovatios de energía eólica; apenas hemos instalado 20 mil.
Este país tiene toda la posibilidad de la energía biológica, de la energía de los biocombustibles, sin tumbar la selva y sin afectar la seguridad alimentaria. Apenas hemos instalado capacidad para un millón 100 mil litros de etanol y un millón 800 mil de biodiesel.
Este país tiene todas las posibilidades energéticas. Pero todo eso necesita un gran sustento educativo. Esta Patria nuestra puede hacer un gran desarrollo que la convierta en un país, en un jugador de talla mundial en producción de medicamentos y de cosmética a partir de productos naturales, pero eso necesita, eso necesita una revolución educativa permanente.
Y a mí me dicen, me preguntan: ‘¿bueno, qué es lo fundamental para la calidad de la educación?’ Ustedes lo conocen, lo han hecho, hoy van a hablar de eso; lo que se ha hecho y lo que falta.
Y entonces era las pruebas Icfes (Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior), hoy tenemos las pruebas Saber. Ya no se nombran los maestros por recomendación política si no por concurso. Tenemos los Ecaes (Examen de Calidad de la Educación Superior) para los egresados universitarios. El país ha avanzado mucho en ese observatorio de la suerte laboral de los egresados para medir la pertinencia.
Educación por ciclos
Creo que se ha fomentado muchísimo aquel principio de trabajar y estudiar toda la vida a través de lo que introdujo la Ministra: la educación por ciclos.
Esa integración que ya tiene casi 700 mil niños, de la media con la técnica y tecnológica; de la técnica y tecnológica con la superior, que está avanzando.
Yo le veo un gran avance en universidades como el Minuto de Dios, que al interior tienen todos los niveles. Todavía lo veo muy atrasado cuando uno hace la técnica en un establecimiento y después quiere culminar la superior en otro. Allí tenemos nosotros que ser bastante objetivos en esto.
Pudiéramos hablar de todo lo que se ha hecho y todo lo que se debe hacer por la calidad de la educación. Podríamos hablar de qué se ha hecho en el tema de la informática banda ancha. Yo creo que queda el 80 por ciento de la matricula pública de Colombia con banda ancha, pero con desequilibrios regionales; quedan unas partes del país muy bien cubiertas y otras partes del país muy rezagadas, muy rezagadas, para ser objetivos,
Entonces ahí el promedio engaña, porque el promedio no le refleja a uno esas partes del país donde todavía se sienten unos atrasos regionales.
Lo más importante para calidad educativa es la mística
Yo simplemente quiero decirles una cosa: lo más importante para la calidad educativa es la mística del sector educativo de la Patria, el liderazgo, las ganas, las garras. Y cuando yo veo los colegios públicos buscando los certificados de calidad, me lleno de orgullo por Colombia.
Un profesor mío de liderazgo hablaba de tres valores fundamentales del liderazgo para tener éxito: la competencia, la energía y la honestidad. Hay que combinar los tres. Uno combina honestidad con energía, pero si no tiene competencia no sabe para dónde hay que ir. Uno combina honestidad con competencia, pero si le falta energía y se queda dormido y vive bostezando, le falta ese motor para poder convertir la visión en realidad. Y si uno tiene competencia y energía pero no tiene honestidad, se lo traga la tierra. Esa combinación es muy importante; el gran ejemplo, la gran posibilidad está en el sector educativo de la Patria.
Yo vengo a felicitarlos, Ministra, y a todo este equipo, que años de tanta deliberación, tan importante en todo el país. He visto una especie de alboroto constructivo por la educación en la Patria.
Y tengo mucha fe en una propuesta del Presidente (Electo, Juan Manuel) Santos, por ese crecimiento enorme de las regalías en Colombia. No solamente crear una formula de ahorro que no pudo crear nuestro Gobierno, no solamente una formula de redistribución, sino dedicar el 10 por ciento a programas de ciencia, de investigación, de tecnología.
Y tengo mucha fe en los programas de maestría y de doctorado de los profesores de mi Patria. Y cómo ayuda el Internet.
Disgustos por afecto a Colombia
Antioquia, les voy a hacer una confesión, en medio de todas mis limitaciones, y ustedes saben que yo siempre causo disgustos, a algunos aquí y a otros por fuera; yo siempre causo disgustos. Con afecto a Colombia.
A mis compatriotas les digo que me perdonen los disgustos que he causado, pero los he causado por servir a Colombia, por el interés fundamental de Colombia. He preferido causar disgustos frente a mi persona, que no defender los intereses de Colombia. Yo causo disgustos.
Voy a decirles esto. Pero yo he querido mucho al sector educativo. Cuando yo llegué a la Gobernación de Antioquia me puse a trabajar con quien nos ha acompañado en el Icetex estos años, la doctora Martha Lucia Villegas, que fue nuestra Secretaria de Educación todo ese tiempo. Y Antioquia fue el primer departamento colombiano que se certificó.
Y entonces llegaban los profesores de las regiones a decirme, cuando nos certificamos: ‘Gobernador trasládeme a Medellín’. Y yo le decía: profe ¿por qué? Porque hay violencia allá.
Pero la mayoría decía: ‘es que necesitamos venirnos a Medellín a hacer una maestría, a seguir estudiando’. Hoy gracias a esta revolución del Internet eso se puede hacer en cualquier parte. Yo invito a los profesores de mi Patria a que se mantengan enseñando y estudiando.
Qué bueno ver masivamente en los próximos años el profesorado colombiano, ya no unos pocos como lo hemos logrado nosotros –nosotros plantamos la semillita–, sino masivamente el profesorado colombiano en educación continuada, en maestría, en doctorado.
Hoy es mucho más fácil. El profesorado colombiano manejando espectacularmente el español y manejando otras lenguas.
Es que este país necesita, no abrir la economía para nos vendan todo el extranjero aquí, sino abrir los mercados para entrar nosotros allá. Y a eso hay que llegar con conocimientos, con muy buen manejo de la lengua propia, con buen manejo de otras lenguas. Y toda la esperaza nuestra está en el profesorado.
De todo eso se pide hablar. Lo más importante es la mística, la mística. Se los digo con todo afecto. Un sector educativo vibrando permanente con una mística desbordante es motivo de esperanza para que las nuevas generaciones de colombianos vivan felices en el segundo suelo de la Patria.
Queridos educadores de Colombia: muchas gracias. En lo personal para mí ha sido muy grato todos estos años de deliberación con el sector educativo. Muchos éxitos a la educación de la Patria.
Muchas gracias a quien entrega el Ministerio, a Cecilia María Vélez, a su equipo. Muchas felicitaciones y todos los éxitos a la doctora María Fernanda Campo.
Que Colombia viva en una permanente revolución educativa. Ustedes son los actores, la razón de ser y el mecanismo para lograrlo.
¡Que viva la educación de Colombia!” |