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Julio 29     Versión imprimible

Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en el Tercer Encuentro de Responsabilidad Social Empresarial de Confecámaras

Bogotá, 29 jul (SP). “Ha sido muy importante para el Gobierno estar en estos eventos todos estos años y oír permanentemente las inquietudes sociales de las cámaras de comercio.

Yo quiero expresar mi inmensa gratitud a Confecámaras (Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio), al doctor Eugenio (Marulanda Gómez, Presidente), a la señora Presidenta de la Cámara de Comercio de Bogotá (María Fernanda Campo), hoy Ministra designada de Educación, y a todas las cámaras de comercio.

Esta gratitud la expreso en nombre de todos mis compañeros de Gobierno y en el propio. Hubo por allá, muy al principio del Gobierno, una discusión sobre el dinero del registro en las cámaras de comercio. Por fortuna, no vacilamos en dar la batalla jurídica para salvar ese ingreso.

Estos ocho años me permiten a mí decir con la menor subjetividad que el país tiene en sus cámaras de comercio una gran institución de gremialismo social y democrático. Tiene un gran medio de participación ciudadana para enfrentar los grandes desafíos. ¡Qué bueno!

Nosotros hemos tenido ocho años de trabajo intenso con las cámaras, no de reuniones de protocolo. Hoy muy amablemente han hecho una excepción con esas palabras tan generosas del doctor Eugenio y ese caballo. Voy a quitarle unos minuticos hoy a la Presidencia a ver si consigo un camión y lo embarco; me lo llevaré en el único equipaje que me llevo, en el de gratitud y afecto por mis compatriotas. Muchas gracias, doctor Eugenio.

La ayuda de las cámaras de comercio

Miren, ha sido un trabajo intenso, a nosotros nos ha dejado muchas lecciones. Permanentemente las cámaras— y ha dado un ejemplo Bogotá—, nos han ayudado en los foros de microcrédito. Es que entregarle un crédito a una persona de alto nivel de ingresos con una gran trayectoria financiera no es problema; ya no tiene ni que hacer la llamada telefónica, lo pide por Internet.

Entregarle un crédito a una compatriota que tiene una ventica callejera allí en la séptima, que necesita 400 mil pesitos, 100 mil para liberarse del gota a gota y 300 mil para capitalizar su pequeña venta, es muy difícil, muy difícil. Por eso con afecto, con enorme afecto, todos estos años, persistentemente, sin pausa, sin tregua trabajamos por el crédito de los más pobres.

Doctora María Fernanda, algún día lo escribiré; cómo ustedes nos pusieron la Cámara de Comercio de Bogotá, sus instalaciones, su equipo humano, sus directivos, todos sus funcionarios, al servicio de esa tarea. Y tantas cámaras de comercio de Colombia. Yo lo agradezco de verdad, con el mismo afecto con que semanalmente trabajábamos el tema de Banca de Oportunidades, yo les quiero agradecer a las cámaras de comercio.

Si yo recorro mentalmente mi Patria y veo que se resolvió un problema de aduana en Cúcuta, se están construyendo unas obras de infraestructura en Bucaramanga, se está construyendo la vía de Mocoa al Puente Internacional de San Miguel (Putumayo) o el aeropuerto de Florencia (Caquetá), en todos encuentro el sello de las cámaras. ¿Por qué? Porque esos ejercicios de ‘Colombia Crece’ que se hicieron no furtivamente; en todo hay que tener persistencia, apreciados compatriotas.

En esta hora final déjenme decirles que nada es fácil, pero se vuelve menos difícil si hay persistencia. Esos ejercicios ayudaron mucho por la persistencia, porque no fueron ejercicios de un día de coctel y de discurso, sino ejercicios repetitivos.

Entonces con la Cámara de Comercio de Bucaramanga, para citar un ejemplo, dos días de reunión. La mesa de los asuntos financieros, la mesa de los asuntos de infraestructura, la mesa de los asuntos impositivos, la mesa del turismo, la mesa de la pequeña industria, las conclusiones, el acta, el seguimiento.

Y después, al regresar al nuevo evento, cuáles fueron las conclusiones de la reunión anterior, cuál fue el acta, qué resultados arroja el seguimiento. Eso ayudó mucho, ayudó mucho.

Y yo creo que también esas actas dejan muchas experiencias, porque no todo se pudo atender; quedan muchos aspectos sin atender. Ayer cuando condecoraba a las centrales obreras yo les decía: mire, el tema no es el consenso o el disenso. El tema no es aplaudir el consenso o reclamar por el disenso; el tema es un diálogo creativo permanente, que si no lo hacemos nosotros, los seres humanos y los que hemos tenido estas responsabilidades ¿quién lo hace?

Yo les agradezco mucho a las cámaras de comercio. Ocho años, ocho años de ese ejercicio con tanta persistencia; no hay palabras con qué agradecerlo, y muy útil para el país. Y, además, le enseña mucho al Gobierno.

El diálogo con la comunidad

Yo creo mucho en el diálogo con la comunidad, hace que el Gobierno sea menos promesero pero más responsable, más comprometido. Y forma mejor a la comunidad y entera al Gobierno de muchas cosas de las cuales el Gobierno no se entera.

La doctora María Fernanda recuerda una vez, todavía con el Ministro (de Comercio, Industria y Turismo, Jorge Humberto) Botero un foro de microcrédito en la Cámara, y había mucho reclamo. Y el Ministro Botero al lado mío me decía: ‘pero, Presidente, ¿por qué los que vinieron están reclamando tanto si vamos bien en microcrédito? Le dije: Jorge Humberto, vamos bien con algunos, pero todavía falta la mayoría.

Los que ya han recibido el microcrédito, han resuelto el problema, se quedaron en la casa hoy o en la empresa. Aquí vinieron todos los que no han recibido el microcrédito. Por eso es la importancia de este diálogo comunitario, porque si usted me lleva un power point a la Presidencia, me dice: ‘Presidente, 7 millones de microcréditos. Presidente, la cartera de los microcréditos valía 732 mil millones, hoy vale ocho billones’. Me dice todo eso, pero ese power point no me dice quiénes faltan por microcrédito, que son las mayorías. Y esas mayorías sí se reflejan aquí en esta reunión, que es el power people .

El contacto con los ciudadanos de carne y hueso que están sintiendo los problemas es muy importante para los gobiernos, para que los gobiernos cumplan sus responsabilidades sociales.

Muchas gracias a las cámaras.

La Ministra de Educación designada

Doctora María Fernanda ¡qué buena designación! Yo no tenía el privilegio de conocerla a usted; la conocí en este ejercicio suyo en la Cámara de Comercio, yo en el Gobierno. Tenemos mucha gratitud.

En su trabajo, en su dignidad, su laboriosidad, la conocimos y la aprendimos a apreciar. Para eso que queremos tanto, que es la educación de nuestros compatriotas, es una bendición que usted llegue al Ministerio a reemplazar a esa gran Ministra, que es Cecilia María (Vélez).

Nosotros le deseamos de corazón todos los éxitos —que usted los va a tener— por lo que es su contextura intelectual y de principios. Muchas felicitaciones y muchos éxitos.

Al Banco Interamericano (de Desarrollo, BID), doctor Rodrigo (Parot, representante en Colombia), muchas gracias por el compromiso todos estos años, sus antecesores, su equipo. Muchas gracias.

Reducción de la pobreza y desempleo

Permítanme unas reflexiones finales. Entre los años 2003 y 2007 hubo en Colombia un gran avance en crecimiento de la economía, y tuvo una reducción proporcional de pobreza y de desempleo.

Yo creo que esa fue una prueba adicional de que el tema de la superación de la pobreza, la reducción del desempleo, la responsabilidad social, necesitan, necesitan un ambiente de crecimiento económico. De lo contrario es muy difícil.

Mi primera conclusión, en esta hora final del Gobierno, es que esas son variables inseparables. Y se demostró con lo que ocurrió después. Vino esta crisis de la economía. El país no destruyó empleo, siguió creando empleo, pero en menor velocidad al que se necesitaba para reducir el desempleo. Y se nos desaceleró la reducción de la pobreza.

Cuando nosotros llegamos, el desempleo oscilaba en ese momento entre el 16 y el 18 (por ciento); había tocado el 20. Y nosotros aspirábamos dejarlo en el 8. ¿Qué nos pasó? En el 2008 el desempleo llegó a tocar el 9, promedios del 10,7; y se veía que íbamos a llegar al 2010 con el 8.

Pero vinieron dos crisis de la economía: la crisis internacional y la crisis específica con Venezuela y no pudimos lograr esa meta del 8.

Qué quiero anotar ahí. Nosotros tuvimos pánico de que se nos volviera a subir al 15, 16 (por ciento); logramos que se detuviera alrededor del 12.

Estamos ahora, mañana debemos saber, pasado mañana, qué pasó en el mes de junio de este año. Pero ya en mayo, de acuerdo con el Dane (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), se mostró un medio punto en las tres áreas metropolitanas. Ese es un buen indicativo de que se paró esa tendencia de crecimiento del desempleo y que empezó a revertir.

Yo recuerdo cuando empezó el Gobierno, de pronto el colombiano más docto en estas materias, Juan Luis Londoño, nuestro Ministro de Protección Social —yo no sé porque mi Dios nos lo arrebató, cuando tanta falta nos hacía— nos decía en el Consejo de Ministros: ‘miren, no nos preocupemos ahora por bajar el desempleo y la pobreza, sino por frenar para que no sigan subiendo el desempleo y la pobreza’.

Y nos explicaba como cuando el desempleo y la pobreza cogen esas velocidades, es casi imposible frenarlos. El país en unos años se subió al 60 por ciento en pobreza y al 20 por ciento de desempleo. Frenar eso ha sido muy, muy difícil.

Un Gobierno con énfasis en la inversión

Yo confío en algunas cosas que están sucediendo. Las empresas encuestadas dicen hoy que están, un 60 por ciento de las empresas encuestadas dicen estar haciendo inversiones. Eso sucedió en el año 2005. ¿Y cuál fue el resultado? En el 2006 la economía creció por encima del 6 (por ciento) y hubo una gran reducción de la pobreza y del desempleo.

¿Y cuál fue el resultado? Las empresas colombianas vinculadas a la Andi (Asociación Nacional de Empresarios) por ejemplo, ya muestran que de sus ventas brutas, además de cumplir con todas las obligaciones legales y extralegales, convenciones, pactos colectivos, etcétera; están dedicando un 2 por ciento a tareas adicionales ultras, ultras de responsabilidad social, lo que es bueno.

Y eso ocurrió en ese período 2005-2006, cuando se dio esa gran inversión.

Yo no esperaba, les confieso, que la economía colombiana se pudiera recuperar tan rápido después de esta crisis, por ese particular problema que nosotros tenemos con Venezuela. Porque nosotros tenemos todavía problemas estructurales muy grandes en nuestra economía.

¿Por qué uno confía más en la rápida recuperación de Chile, del Perú de Brasil? Por su canasta exportadora, porque tiene muchos mercados. Nosotros apenas estamos en los pactos de acceso a mercados. Apenas estamos resolviendo los problemas de agregarle valor a nuestra producción y a nuestros servicios para tener más éxito en los mercados internacionales.

Nosotros apenas estamos en esas tareas de transformación y de innovación productiva, para lo cual es fundamental lo que le toca hacer a esta señora (María Fernanda Campo), la revolución educativa. Eso no se sustenta sino en una revolución educativa permanente.

Entonces, por esos problemas estructurales que todavía tenemos, yo miraba con mucho pesimismo que nos pudiéramos recuperar rápidamente. Sin embargo nos asombra que el Banco de la República haya dicho que este año la economía crecerá mínimo un 4.5 (por ciento).

Yo tengo fe, tengo fe que si el país persiste en la seguridad, sin la cual lo único que queda para repartir es pobreza, si el país persiste en la promoción de la inversión. Voy a decir esto, no por comparaciones odiosas; lo voy a decir por crear una reflexión, ninguno de los gobiernos de Colombia fue enemigo de la inversión; ninguno. Yo haría mal en decir lo contrario. Como ninguno fue desleal con las reglas democráticas. Todos lo fueron, leales. ¿Qué pasó? Un avance del terrorismo que era el que estaba acabando con la democracia.

¿Y en inversión? Ninguno fue enemigo de la inversión ¿Qué caracteriza este Gobierno? Un gran énfasis en la inversión, en la promoción de la inversión, tanto con las normas de seguridad, como los estímulos tributarios, como con las normas de estabilidad.

El acceso a mercados es necesario, pero con innovación

Yo creo que ese es el segundo presupuesto, seguridad, inversión; el tercero acceso a mercados.

No nos podemos olvidar que esta Patria entre el año 89 y 2003 tuvo una apertura unilateral. Pero no tuvimos acceso a mercados; en ese período no teníamos sino la Comunidad Andina y un acuerdo que finalmente resultó muy superficial con México, que apenas estamos profundizando.

El acceso a mercados es necesario. De lo contrario ¿cómo conseguimos bienestar para 46 millones de colombianos?

Pero uno no puede llegar hoy a los mercados a ofrecer confección básica o café verde; con eso no es competitivo. Hay que agregar valor, desarrollar nuevos sectores de la economía en los cuales Colombia pueda ser un jugador de talla mundial.

Y eso permite formalizar la economía, estimula el emprendimiento, la responsabilidad social, la creación de empleo con afiliación a la seguridad social; empleo de buena calidad.

Por eso yo he defendido los parafiscales. Yo he dicho: miren, la gracia no es mostrar una reducción del desempleo con los colombianos más empobrecidos; hay que hacer el esfuerzo para que el empleo que se cree sea de buena calidad, es lo que nos va sacando adelante.

Revolución educativa permanente y sectores de talla mundial

Todo eso necesita un gran sentido de innovación productiva que se tiene que apoyar en una revolución educativa permanente.

Antes de ayer me decían en Medellín, que una empresa de call center les pidió 500 personas que manejaran bien el inglés, para servicios internacionales de call center , y que apenas llevaban 35, que habían podido recaudar, reclutar.

La ciudad de Manizales, por ejemplo, está haciendo una perfecta combinación, porque es una ciudad universitaria y termina este año con 8.500 empleos de call center , de alta tecnología.

Un sector como ese demuestra que necesitamos sustentar el mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos en una gran revolución educativa que aliste a los colombianos para el emprendimiento en todas esas actividades.

Nosotros tenemos hoy en construcción siete zonas francas de salud. Y es un país que puede ser muy competitivo en la atracción de turismo de salud.

Es que a la gente le gusta venir a Colombia: la localización geográfica, la calidad de nuestra medicina, el costo de nuestra medicina comparativamente con los países desarrollados es bastante competitivo, cuatro millones de colombianos que viven afuera y les gusta mucho; cuando tienen un dolor de muela ahí mismo piensan en el odontólogo en Colombia, lo abran visto ustedes por familiares y amigos, cómo esa tendencia de aquellos parientes nuestros que viven el extranjero es buscar servicio médico pero en Colombia.

Aquí tenemos grandes posibilidades en el software, tenemos grandes posibilidades en la producción de medicamentos y de cosmética a partir de productos naturales. Pero todo eso necesita una gran preparación. Por eso la importancia de la revolución educativa y por supuesto, el tema de infraestructura.

Este Gobierno deja una serie de obras de gran importancia en pleno desarrollo. Por ejemplo, Bogotá queda en la construcción del nuevo aeropuerto que va a ser nuevamente el mejor de América Latina, queda con unas vías de doble calzada construyéndose para comunicar a Bogotá con todos los destinos económicos. Queda con ese sistema de transporte masivo financiado.

En este Gobierno nuestro pasamos de 34 kilómetros de Transmilenio a Bogotá a 84; se están construyendo 20, les dejamos la cofinanciación de la séptima. Y además le dejamos a Bogotá y a Cundinamarca 17 años con aportes anuales de 340 mil millones, en pesos constantes, para seguir creciendo su sistema de transporte masivo e incorporar también el tren de cercanías.

Responsabilidad social

Creo que el país necesita todo eso. Ahora, así como la seguridad tiene que ser con valores democráticos, la inversión tiene que ser con fraternidad, tiene que ser con responsabilidad social. Y quiero referirme ahí a algunos elementos de la responsabilidad social.

El primero la transparencia. Transparencia en la tributación, transparencia en los contratos, transparencia en la solución de disputas.

Yo recuerdo cuando nosotros llegamos al Gobierno todas las disputas de Telecom con los asociados. A mí mi me dijeron que resolverlas podía tener un costo de 2 mil millones de dólares. Eso se resolvió con un costo de 450 millones de dólares.

¿Qué hicimos? Nos sentamos a conciliar con todos los asociados pero les dijimos: antes de firmar estas conciliaciones hay que publicar los textos acordados, para que el país los conozca y los organismos de control los conozcan.

Y me dijeron: ¿Cómo así? Y les dije sí. Aquí hay mucho temor en hacer estas conciliaciones. Al funcionario le da temor porque ahí mismo lo denuncian a la Fiscalía y hay suspicacia en la opinión.

Si la ciudadanía y los órganos de control conocen estas soluciones, estas conciliaciones, antes de perfeccionarlas con la firma, se despeja la suspicacia y se despeja y se evita el riesgo de que al funcionario lo lleven a la Fiscalía. Yo creo que eso nos dio un ejemplo muy importante.

Segundo, en eso de la transparencia como responsabilidad social en las relaciones con el Estado: la tributación. Nosotros incorporamos el Programa Muisca (Módulo Único de Ingreso, Seguimiento y Control Automatizado). Ya el 90 por ciento del recaudo de la Dian (Dirección de Impuestos Nacionales) se hace a través de contribuyentes que están vinculados electrónicamente. Pero allí tenemos que seguir; todavía hay problemas graves en materia de evasión.

Tercero, los contratos. Yo he tenido esta idea, apreciados compatriotas. Es muy importante el control administrativo, disciplinario, penal, político; que la Contraloría, que la Fiscalía, que el Congreso, que la Procuraduría. Creo que el más importante de todos es el de opinión.

La participación de la opinión y la transparencia

Por eso nosotros lo que hicimos fue abrir espacios de participación de opinión para garantizar transparencia. Cuántos espacios abrimos los ministros de Defensa, los Altos Mandos, mi persona, en la televisión para que la ciudadanía pudiera quejarse sobre derechos humanos.

Primero en un decreto, después en una ley; en la práctica de este Gobierno, todos los contratos en audiencia pública. Y se han dado allí grandes discusiones pero con toda la transparencia. Hemos adjudicado las obras más grandes de infraestructura en la historia del país en unas grandes discusiones en audiencia pública y finalmente todo el mundo ha quedado tranquilo.

La participación ciudadana para vigilar los contratos, las conciliaciones, la tributación, los derechos humanos, es fundamental para que haya transparencia.

Otro elemento ha sido el concepto del capital. Lo refirió ahora el doctor Eugenio (Marulanda) en sus palabras.

Todavía los historiadores no han sido contundentes. El fallo de la historia dirá que esta crisis internacional la desató el concepto especulativo del capital. Yo creo que la responsabilidad social exige un concepto del capital; el que nosotros hemos propuesto es el capital no exige nada puede ser nada distinto a un factor de construcción de riqueza social. El capital especulativo va en contra totalmente de la responsabilidad social.

Otro elemento de responsabilidad social es el bienestar de las comunidades. Nosotros hemos tenido experiencias; quiero referir dos, la Jagua de Ibirico y La Loma (Cesar).

Un país que empiece a tener un gran auge minero, petrolero, pero eso no se puede hacer estrechando, arrinconando, creándole dificultades al nivel de vida de la comunidad.

Entonces esas zonas que tuvieron una muy perniciosas presencia de guerrillas y paramilitares, y que dejaron todo ese legado de violencia, han sido zonas que le han causado mucha dificultad a sus residentes, a nuestros compatriotas que allí viven.

Y ha crecido mucho la producción minera, pero enormemente. Pero también viene la protesta de la comunidad ‘mire, me están pasando en frente de este caserío, por una carretera destapada, 600 tractomulas al día y tienen los niños respirando polvillo, respirando residuos de carbón, respirando tierra’. O ‘no están vinculando las personas de acá porque no ha llegado el Sena (Servicio Nacional de Aprendizaje) a capacitarlos’, etcétera.

O radicalismo de unos sectores del sindicalismo y también oídos sordos de unos sectores empresariales.

¿Qué ha hecho América Latina generalmente frente a esos casos? Lo común ha sido esto: unos gobiernos van con piquetes militares y reprimen a la comunidad; eso ha sido muy común en la historia de América Latina. Otros gobiernos simplemente expropian a las empresas y las expulsan del país. Nosotros en nombre de dos temas, la necesidad del desarrollo para poder atender lo social, y la necesidad de la responsabilidad social, hicimos todo lo contrario.

Reunimos durante días en esas plazas públicas de allá a la comunidad, a los sindicatos, a las empresas, el Gobierno local, el Gobierno departamental, el Gobierno Nacional. No fue fácil, no fue fácil lograr acuerdos y después hacerles seguimiento. Y eso está hoy por buen camino. No está en un paraíso pero está por buen camino.

Construir relaciones laborales fraternas

Yo creo que hoy hay más confianza, que ese diálogo ha ayudado; diálogo serio, diálogo serio con conclusiones y haciendo seguimiento a los acuerdos. Yo creo que eso también se puede invocar como un buen caso de construcción de responsabilidad social.

Y quiero hablar también del tema laboral. Para nosotros es muy importante el concepto de las relaciones laborales en la responsabilidad social. La responsabilidad social excluye relaciones laborales de odio de clase o de capitalismo salvaje. Lo que necesitamos son relaciones laborales fraternas; hay que construirlas.

Yo quiero decir lo siguiente: estos años han sido años de mucha deliberación. Pero algo ha pasado, no ha habido un solo paro nacional de maestros. Esta mañana aquí en el lobby del hotel me detuvieron unas maestras bravas conmigo. Y les resolví el problema y fui a buscarlas y ya se habían ido. Están en Compensar.

Y con razón. ‘No, Presidente, es que no se ha decretado todavía, las que estamos en el nuevo escalafón, el aumento del 8 por ciento’. La Ministra (de Educación) dice que le va a dejar eso resuelto a la Ministra (designada) y que hoy lo hacen. Lo que me da tristeza es no haberles podido decir esto no es fácil.

Y entonces uno llega y (el Ministerio de) Hacienda dice que no hay plata y (el Departamento Nacional de) Planeación, que hay que hacer tal trámite. Pero tiene que haber ayudado esa deliberación porque no se les ha reprimido, no se les ha maltratado, ha habido permanentes reclamos, no se les ha dicho a todo que sí.

Muchas veces han salido bravos porque este diálogo no es un diálogo de ‘si, si’. A mí me ha tocado decir mil veces ‘no’, miles de veces. Pero les digo yo a mis compañeros exíjanme que yo diga el ‘no’ con razones y que uno busque opciones.

Es tan irresponsable el Gobierno que dice si, si y después no cumple, como el Gobierno que por pereza dice no se puede, se lava las manos, se voltea para el otro lado y se va.

Cuando uno no puede tiene que decir ‘hombre, no puedo por esto, esto y esto’. Pero enseguida tiene que buscar opciones, sentarse a deliberar, a buscar opciones. Si la mente humana no busca opciones ¿quién las busca?

Hoy en este país no hay una sola huelga. A mí siempre me preocupa y me pregunto ¿será que hemos sido represivos? No. Miren lo que hicimos, todo lo contrario. En nuestro Gobierno se tramitó la ley que dice ‘la ilegalidad de las huelgas no las declara el Gobierno en adelante sino la justicia’. Y eso se invocó ante la OIT (organización Internacional del Trabajo). Y es una de las razones por las cuales la OIT excluyó a Colombia, por primera vez, de la lista de países sancionados, en la cual estuvimos durante más de 20 años.

Contrato sindical y tercerización con trabajadores

Yo creo que ha habido un estímulo a esa concertación. Yo creo mucho en esquemas como el contrato sindical, la participación de los trabajadores en la tercerización de las actividades de las empresas.

Nosotros procuramos también no escondernos el 1° de Mayo. Yo les dije a los ministros el 1° de Mayo del 2003, la Semana Santa, les dije: ‘nosotros no podemos ser el Gobierno que el 1° de Mayo se esconda y esté por allá llamando a la Policía preguntándole ‘general ¿cuántas personas hay en las protestas? ¿En cuántas ciudades hay protestas, cuántos vidrios han quebrado? No. Este tiene que ser el Gobierno volcado los primeros de mayo a buscar soluciones.

Entonces un 1° de Mayo que en la reforma de los hospitales, buscando soluciones para los hospitales y los trabajadores, otro 1° de Mayo en el rescate Paz del Río, que eso estaba perdido. Y se pasó de un sindicalismo radical a un sindicalismo participativo, contractivo; otro 1° de Mayo firmando la nueva legislación para el contrato sindical. Yo creo que todo eso ayuda.

Yo quiero invitarlos a que en nombre de la responsabilidad social, se piense muchísimo en contratar las actividades de tercerización con organizaciones de los propios trabajadores.

En estos días dejamos varios ejemplos, uno en Cedelca (Centrales Eléctricas del Cauca) en el Cauca. Un operador privado entra allí a manejar esa electrificadota, que estaba quebrada, pero en asocio con los trabajadores. Lo mismo en Amazonas, en Leticia.

Eso ayuda mucho, esa integración. Y eso va plasmando en la realidad aquello de que no podemos tener unas relaciones laborales de capitalismo salvaje y de odio de clases, sino fraternas.

Finalmente quiero hablarles de la pobreza. Nuestro Director de Planeación (Esteban Piedrahita) es un hombre serio, de gran solvencia académica. Y ha venido examinando con una comisión independiente lo siguiente. Primero, cómo reducir la pobreza. En ausencia del crecimiento económico es imposible.
Cómo reducir el desempleo. Presupuesto para reducir la pobreza, en ausencia del crecimiento económico es imposible.

Segundo. Cuando la pobreza se mide en Colombia preguntándole a la gente usted cuánto gana, hay dos problemas: la línea de ingreso que se define en Colombia, que es como de 6 dólares persona-día, hoy es muy alta en la comparación internacional, muy alta, 6, 7 dólares.

Yo creo que eso lo van a tener que revisar, como también van a tener que revisar algo en lo cual ha insistido la doctora María Fernanda (Campo). Es aquello de llamar informales a las empresas porque son pequeñas; eso hay que revisarlo.

Entonces, una empresa pequeña de alto nivel de ingresos, con todo el mundo en la seguridad social, pagando impuestos, y sin embargo la califican como informal. Yo creo que eso hay que revisarlo.

Política social

El otro problema que tiene la medición de la pobreza, exclusivamente preguntado por el ingreso, es que ignora el impacto de la política social. Yo me pregunto, si indagan solamente por el ingreso ¿entonces qué pasa con los ahorros? ¿Cuánto ahorra una familia colombiana con la gratuidad de la educación, con Familias en Acción?

Es que eran 320 mil familias en un programa experimental, hoy hay 2 millones 600, 2 millones 800. Varía, porque no se le paga sino a las que cumplan con el requisito de acreditar que los hijitos están estudiando.

Bienestar Familiar (Instituto Colombiano de Bienestar familiar, Icbf) atendía 5 millones 900 mil personas; hoy 13 millones. El Sena (Servicio Nacional de Aprendizaje) le llegaba a millón 100 mil colombianos; este año a 9 millones.

La Banca de Oportunidades. Los microempresarios en Colombia debían cuando llegó el Gobierno 732 mil millones; hoy más de 8 billones. Decirle a la comunidad internacional que Colombia pasó en cartera de microcrédito de 360 millones de dólares a 4 mil, eso es una cifra muy difícil de escribir. Ese saltico a 4 mil millones de dólares, que es la cartera hoy en cabeza de los microempresarios, que bastante han ayudado ustedes, doctor Eugenio y doctora María Fernanda.

La cartera de los microempresarios representaba el uno y medio de la cartera total, hoy representa el seis y medio; eso tiene que haber ayudado. Yo creo que eso ayudó a que esta crisis no fuera más devastadora.

Entonces yo me pregunto ¿miden la política social, miden la pobreza solamente preguntando por el ingreso y desconocen la política social? No puede ser.

Oigan esto, que me lo ha dicho esa comisión que es independiente, donde hay muchas personas que no comparten las tesis de este Gobierno. Me han dicho: ‘mire, nosotros decimos que la pobreza estuvo casi en el 60, bajo a 53, está en el 45; pero cuando tenemos en cuenta la política social se reduce en 15 puntos’.

Una cosa es preguntarle a una persona cuánto gana usted. Tanto. Y otra cosa es preguntarle ¿sus hijos gozan la gratuidad educativa? ¿Sus hijos tienen el apoyo de Bienestar Familiar? ¿Ustedes están en la Red Juntos? ¿Ustedes tienen Familias en Acción? ¿Ustedes tienen régimen subsidiado de salud?

Cuánto han ahorrado los colombianos en compra de medicamentos, cuando hemos pasado de 23 millones de afiliados a 43 millones.

Eso está medido nacional e internacionalmente, el ahorro del bolsillo de los colombianos en compra en medicamentos, a pesar de todo lo que falta, de que falta más plata, no obstante la última reforma para sostener la plena cobertura; de que todavía hay quejas de calidad, no hay duda. Pero yo sí creo que ese gran salto en cobertura les ha traído un enorme ahorro a los colombianos en compra de medicamentos. Todo eso hay que tenerlo en cuenta.

Yo por eso sugiero, muy respetuosamente, que la medición de pobreza no vaya solamente a preguntar por el ingreso, con esa línea tan alta que tiene Colombia en la comparación internacional, sino por el impacto de la política social.

Ahora, esa política social tiene que redundar mañana o pasado mañana en el ingreso. Si una Familia en Acción logra graduar sus hijitos, esos hijitos ya van a estar en una situación diferente frente al ingreso; no hay duda.

Un muchacho que se pueda graduar de tecnólogo en el Sena y después pueda entrar a la universidad de acuerdo con la educación por ciclos, su situación económica de ingreso tiene que cambiar.

Y ha habido allí otra cosa bien importante, es el Índice de Oportunidades. Uno no puede medir la pobreza con la foto de hoy; uno tiene que hacer otra pregunta: ¿este país qué está haciendo para que los pobres puedan salir de pobres?

Y entonces eso lo miden, esa respuesta la dan con una medición que es el Índice de Oportunidades, que el Banco Mundial lo tiene muy estructurado, y el Banco Mundial muestra cómo Colombia es uno de los países que más está avanzando en Índice de Oportunidades.

Porque uno dice no, es que sí hay tal porcentaje de pobreza, pero enseguida tiene que preguntar ¿cómo es el índice de oportunidades para educarse? ¿Cómo es el Índice de Oportunidades para acceder a los servicios públicos?

En este país se ha encarecido mucho la gasolina. Yo lo reconozco, mis compatriotas han sido estoicos, pacientes con este Gobierno. Nosotros tuvimos que desmontar ese subsidio.

Pero miren esto bien importante: ¿ustedes saben cuánto nos cuesta este año, cuánto le cuesta a Colombia el subsidio de servicio de energía eléctrica a los sectores más pobres? Le cuesta 1 billón 300 mil millones. Este país ya tiene más de 5 millones de hogares con gas domiciliario.

Entonces todo eso hay que medirlo en el Índice de Oportunidades. Y eso ha llevado al Banco Mundial a decir ‘a pesar de todos los problemas de pobreza que hay todavía en Colombia, el Índice de Oportunidades de Colombia es uno de los que más velozmente está mejorando’.

Falta mucho pero hay gran avance

Yo quiero también destacar ante mis compatriotas esto: falta mucho, el país no está en un paraíso, y uno llega a muchas regiones y se siente incapaz; en el mismo sur de Bogotá, en Cazucá, uno se siente allí muy impotente.

¿Pero saben también qué dijo Naciones Unidas? Que Perú y Colombia son los países que más están avanzando en el Índice de Desarrollo Humano después de China. Y China lleva más de 20 años con una alta tasa de inversión.

¿Saben por qué hay que tener paciencia? China en más de 20 años con una alta tasa de inversión, ha recuperado de la pobreza a 400 millones de chinos, pero son 1.300 millones. O sea que también hay que darle tiempo a esto.

Porque a mí me preguntan, cuando yo digo: el año pasado tuvimos la tasa de inversión más alta de America Latina. Me dicen ‘pero ¿por qué todavía un desempleo tan alto y una pobreza tan alta?’ Es que apenas llevamos cuatro años con una alta tasa de inversión. y tenemos los problemas de la economía internacional, los problemas específicos con Venezuela, y no es fácil.

Por ejemplo, nosotros antes de anoche dictamos la Emergencia Económica, la Emergencia Social, para quitarle a unos productos básicos en la zona de frontera el IVA (Impuesto al Valor Agregado), para ayudar en Cúcuta y todas las ciudades del área de frontera. Eso le cuesta el fisco.

Si yo voy a comprar una camisa allá que me costaba 116 pesos con el IVA, hoy me la deben vender en 100, y le ayudan al comprador de la camisa. Si vamos a pedir una cerámica a un tejar de Cúcuta, ya no va a facturar ese 16 por ciento y ojala se recupere, pero eso le cuesta al fisco.

O sea que lo que hicimos antenoche le cuesta al fisco, y es difícil, porque nosotros todavía tenemos un endeudamiento alto y un déficit alto.

En fin, hay mucho, mucho que hacer. Lo fundamental es vivir llenos de amor por Colombia, que no nos falte amor por Colombia a todas horas.

Muy grato haber trabajado con ustedes todos estos años. Desde la tarde del 7 de agosto, cuando yo regrese a ese bello oficio de simple ciudadano de Colombia, estaré siempre mirando con buena curiosidad y con los mejores deseos, los avances de la responsabilidad social en Colombia y todo ese esfuerzo que hacen nuestras cámaras de comercio, Confecámaras, el BID y todos ustedes por ayudar a que esta Patria sea equitativa, solidaria, prospera, con rectitud. Fundamental, con rectitud, para las nuevas generaciones de Colombia.

Muchas gracias a todos”.


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