Julio 30

   

Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez durante su visita a Planeación Nacional y Fonade

Bogotá, 30 jul (SP). “Vengo a darles los agradecimientos por todos estos años, de todo corazón. Ocho años de dedicación, de mística, de esfuerzo, de patriotismo, de sacrificio de ustedes.

Quiero agradecerles a todos: a Luis Fernando Sánz (Director del Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo, Fonade), a Alberto Cardona (Gerente General de Fonade), a Elvira Forero (Directora del Icbf), quienes dirigieron Fonade. A todo su equipo.

Cuando estábamos al inicio de Gobierno, en la reforma del Estado se convino que había que dejar una entidad ejecutora, que el Estado tiene que llenar esos vacíos de mercado, que el Estado no puede simplemente decir: no, yo aporto unos recursos, unas ideas y unos proyectos, y todo lo contrato. Porque hay veces hay dificultades.

Entonces la decisión nuestra, que era eliminar tantas entidades superfluas, costosas, innecesarias, nos llevó también a mirar que el Estado necesitaba instrumentos operativos importantes. Y se dejó Fonade. Y ha dado un resultado que quiero agradecer muchísimo. Por sus obras los conoceréis. Tantas obras y tan diversas en todo el país. Y con honradez.

Quiero agradecer muchísimo a Planeación (Departamento Nacional de Planeación Nacional). Al doctor Santiago Montenegro (ex director de Planeación Nacional). Él, con Claudia Jiménez Jaramillo, la actual Ministra Consejera de la Presidencia, empezaron ese programa de reforma de la administración pública, que ha llegado a 464 entidades, y al cual se refería el doctor Esteban Piedrahíta (Director Nacional de Planeación).

Santiago Montenegro hizo ese bellísimo trabajo de la ‘Visión Colombia 2019’, que creo que amerita estarle haciendo a eso una evaluación permanente, y también una extensión en el tiempo; que sea un proceso de planeación de largo plazo, dinámico. Que no se quede en una fecha, que vaya siendo muy exigente en las metas parciales y también extendiendo la meta final siempre.

Porque la meta final en ningún proyecto puede ser estática. La meta final tiene que ser siempre un ideal al cual nosotros, los seres humanos, hagamos los mayores esfuerzos para aproximarnos a ese ideal lo más cercanamente posible. Quisiéramos ver ese trabajo que iniciara Santiago Montenegro hacia futuro, proyectando el país.

Quiero agradecer muchísimo a la doctora Carolina Rentería (ex directora de Planeación Nacional). En un momento tan difícil de las finanzas públicas, nuestro primer Ministro de Hacienda, el doctor Roberto Junguito, la trajo como Directora de Presupuesto.

Le tocó muy difícil, entre otras cosas por el afán nuestro, porque nosotros teníamos que crecer las Fuerzas Armadas. Y entonces decían ellos: que el déficit, que el endeudamiento no lo permite. Y teníamos que empezar esas obras de infraestructura: que no hay plata, que no podemos. Bien difícil. Esa presión, un país pidiendo respuestas, ellos manejando esas finanzas con esas dificultades.

Reforma de transferencias

Y después su trabajo en Planeación. Carolina fue muy valerosa. Trabajó en una serie de reformas de mucho valor. Esa reforma de pensiones, la reforma constitucional de pensiones, la reforma de las transferencias. No era fácil encontrarle quien le pusiera ese cascabel al gato.

Pero, Carolina, díganle hoy al país que esta crisis demostró que esa reforma fue buena para las finanzas públicas y buena para las regiones.

Nosotros el año pasado vivimos una caída en nuestras proyecciones de ingresos de 10 millones. Sin embargo, gracias a las normas que le aseguraron una participación a las regiones, con eso que podríamos llamar el crecimiento fijo, el crecimiento prefijado en unas normas constitucionales, la Nación no pudo trasladarles a las regiones esa disminución del recaudo de ingresos ordinarios que se dio en la Nación. Las regiones siguieron beneficiarias de los incrementos reglados en la Constitución. Muchas gracias a Carolina, que hizo ese enorme esfuerzo.

Regalías regionales

Creo que otros esfuerzos muy importantes, se le quedan a uno tantos, pero ustedes saben las dificultades con esas regalías regionales.

Creo que Santiago Montenegro empezó una gran reforma, que fue eliminar la Comisión de Regalías. Esa era una especie de comisión para dar auxilios parlamentarios.

Se empezaron a manejar directamente las regalías aquí. Carolina le puso todo el énfasis a eso. Se vino Amparito, que trabajaba allá en Presupuesto, a hacer una tarea muy loable. Empezaron otra cosa muy importante, que es el cuestionamiento a las interventorías de regalías que teníamos.

Esas interventorías, bien o mal, a mí me da pena decirlo pero hay que decirlo, no detectaron la corrupción, nos hicieron quedar mal. Por importantes que fueran las firmas, no detectaron la corrupción.

Y nosotros no habíamos montado ese sistema de interventorías; lo heredamos y lo respetamos. Me parece que la gran virtud fue haber montado las Auditorias Visibles. Carolina empezó y Esteban continuó. Y hoy las tienen para todas las zonas de regalías.

El Gobierno nuestro que sale ha empezado a trabajar con el Gobierno del Presidente Santos las otras reformas a regalías, porque en aquello que nosotros no pudimos tener éxito fue en la fórmula de ahorro. El Congreso no la aprobó, pero hoy hay condiciones que le dicen al Congreso que ya no tiene excusas.

¿Por qué? Porque si bien en estos años dimos un salto en pesos constantes de 1,9 billones en regalías a 6 billones, el salto que se espera es a 12 billones. Y si este país tiene que hacer un gran desarrollo minero de hidrocarburos, energético, en general, no puede afectar el conjunto general de su economía.

Un país que ha definido tantos sectores en los cuales puede ser un jugador de talla mundial, no los puede maltratar, por una inundación de regalías. Entonces creo que tenemos que apoyar al nuevo Gobierno para que saque adelante la fórmula de regalías.

Seguramente va a haber mucha discusión allá. En el Congreso va a haber mucha discusión. Yo he creído en una fórmula de ahorro. Con Carolina trabajamos mucho esos proyectos de ahorro, que no los aprobó el Congreso.

Una fórmula además que le permita más margen al Gobierno Nacional, una mayor participación al Fondo Nacional de Regalías. No creo que las regiones vayan a permitir que el ciento por ciento de lo que son las regalías directas, pase al Fondo Nacional.

Lo que he pensado estos años es lo siguiente: que se les garantice a las regiones hasta cierto año, por ejemplo, hasta 2009 – 2010, que mantengan hacia delante, como regalías directas, eso en pesos constantes. Se le congele en pesos constantes.

Y que el excedente se discuta en el Congreso y se acuerde, entre el nuevo Gobierno del Presidente Santos y el Congreso, qué porcentaje se ahorra, y qué porcentaje se lleva al Fondo Nacional, para poder hacer equilibrio con las regiones no productoras.

Y para cumplir una propuesta el Presidente Santos que es bien importante, que es llevar un 10 por ciento de esos recursos a proyectos de investigación, de ciencia, de tecnología.

Auditorías Visibles

Quiero agradecerle infinitamente a Esteban Piedrahíta Uribe que se haya venido de una posición interesante, tranquila, una vitrina para mirar el mundo, para darse cuenta de la economía mundial, para hacer un gran ejercicio académico, se haya venido y nos haya acompañado este periodo tan importante en la Dirección de Planeación.

Esteban, un hombre con una gran solidez académica, con una gran prudencia, con un gran carácter sin estridencias. Es hombre muy firme, pero tranquilo, totalmente reposado, de muy pocas palabras, habla en monosílabos, pero con gran carácter. Es una buena mezcla. Algunos creemos que el carácter hay que expresarlo en ríos de palabras; Esteban lo expresa en su personalidad, en sus decisiones, en sus monosílabos.

Dejan hoy todas las regalías vigiladas por auditorías visibles. Todas, todas: las tres regiones en que está dividido el país. Y no se han vuelto a presentar quejas de corrupción.

Creo que la propuesta de auditorías visibles que nosotros hicimos hace cuatro años y medio, en la campaña de reelección, se ha cumplido gracias a Planeación Nacional.

Esa fue una propuesta de nuestra segunda campaña, y eso va bien. Y creo que sería muy bueno que dejara, doctor Esteban, en el empalme con el nuevo Gobierno, una proyección de cómo esas auditorías nuestras, todos los días, visibilizan más el tema, le dan más participación a la ciudadanía; muestran más en las regiones. La auditoría en tiempo real. Y con una gran participación ciudadana.

Esa participación ciudadana obedece a un concepto profundo nuestro, tan sencillo, tan elemental como profundo. ¿Obedece a qué? Esa participación obedece a nuestra creencia de que solamente la participación ciudadana garantiza las mejores decisiones públicas, la mejor ejecución y la mejor vigilancia.

En el proceso de formación del Estado de Derecho, se integró un día en ese proceso histórico a las contralorías, otro día a las procuradurías, que la vigilancia fiscal, que la vigilancia disciplinaria, a la Fiscalía, a la vigilancia penal, al Congreso. Desde el nacimiento del Congreso se le dice: usted es el control político. Pero creo que por encima de todo eso está el control de opinión.

Por eso para nuestro Gobierno ha sido importante la contratación en audiencia pública. Ha sido muy importante la publicación de todos los beneficiarios de los programas sociales. Ha sido muy importante aquel programa que se llama Contratistas Visibles.

En los Consejos Comunales: por qué está atrasada esta carretera, dónde está el contratista, dónde está el interventor. Porque antes solamente daba la cara el funcionario del Estado. En este Gobierno hemos procurado que den la cara todos. Y que los contratistas no vengan solamente a dar explicaciones a una oficina, sino que tengan que estar dándole la cara a la ciudadanía. Y este programa de Auditorías Visibles, de interventorías.

Reducción de la pobreza

Quiero agradecer muchísimo al doctor Esteban todo su trabajo en el tema de pobreza y de infraestructura. Santiago Montenegro empezó a estudiar cómo integrábamos los programas sociales en un grupo de colombianos: los más pobres.

Carolina se comprometió cuando llegó a la Dirección de Planeación y dijo: ‘Esto se va a llamar la Red Juntos, a sacarlo adelante’. Y hoy dejan, con Acción Social de la Presidencia, millón y medio de familias, las más pobres, en la Red Juntos. Creo que esto ha sido un gran avance.

Y creo que Esteban le ha dado al país unas luces muy importantes sobre cómo se mide la pobreza. Es que él nos ha dicho: primero, aquí hay una comisión de expertos independientes, es una comisión de gente su autonomía intelectual, su respetabilidad intelectual, ninguno de ellos de bolsillo del Gobierno.

Y Esteban ha alimentado eso muy bien. Les ha dicho: nosotros no podemos medir la pobreza simplemente preguntándoles a las personas por el ingreso. Y decir: como su ingreso diario es menor de seis dólares, entonces lo consideramos pobre.

Esteban ha dicho con toda franqueza: esa es una de las maneras de medir, pero no nos dice toda la verdad. Y además ha dicho: esa línea en Colombia, en la comparación internacional, es muy alta.

Creo que se ha empezado a reivindicar lo que estábamos en mora de reivindicar. Hay que decirle a una persona: usted no recibe sino tanto al día, pero una pregunta: ¿sus hijos son atendidos por Bienestar Familiar en los colegios? ¿A sus hijos los favorece la gratuidad educativa? ¿Han entrado al Sena? ¿Ustedes ya están en régimen subsidiado de salud? ¿Cuánto se han ahorrado en compra de medicamentos? ¿El abuelito de la casa está en el programa de atención a los ancianos? ¿Están en Familias en Acción?

Creo que una política social tan rica no se puede omitir, no se puede prescindir de su consideración para medir la pobreza.

Y entonces Esteban nos ha dicho: los estudios dan que cuando a la pobreza se le analiza teniendo en cuenta las políticas sociales y su focalización, esa pobreza se reduce en 15 puntos. Creo que ahí hay un logro en la pedagogía de este Gobierno.

El país no puede seguir midiendo la pobreza, prescindiendo, ignorando el análisis del impacto de la política social.

Una cosa es un país donde hay muchos ciudadanos con ingreso de menos de seis dólares, sin política social, y otra cosa es un país, con el mismo número de ciudadanos, con ingreso de menos de seis dólares, pero con una política social rica, creciente, bien focalizada.

Creo que Esteban ha hecho mucha claridad en eso. Creo que le vamos a deber los colombianos a él, que nos ha dicho: hay que medirla de manera multidimensional y entrar una serie de indicadores.

Y enseguida nos ha dicho: y hay que traer el Índice de Oportunidades del Banco Mundial y preguntarnos: hace 10 años cuál era el porcentaje de posibilidades de un niño para estudiar, terminar bachillerato o para tener accesos a los servicios públicos, que era del 60 por ciento y cuánto es hoy, del 81 por ciento.

Y cómo ha evolucionado el Índice de Oportunidades con otros países. Ver la evolución es muy importante. Un trabajo que ustedes nos pueden estar ayudando desde el Banco Mundial.

Y la otra cosa decir: pero aquí no podemos tomar solamente la foto del día, sino ver de dónde venimos.

Por ejemplo, Esteban me dice: cuando se aplica el índice multidimensional, entre el año 97 y 2003 no se redujo la pobreza. Pero entre 2003 y 2010 se reduce en más de seis millones de colombianos, 2003 - 2008, en más de seis millones de colombianos.

Sabemos todo lo que falta, pero eso no es despreciable, porque a mí sí me preocupa. Ese esfuerzo nuestro por tener dos millones 800 mil Familias en Acción, ese esfuerzo nuestro por haber pasado de 23 millones de colombianos asegurados en salud a 43 millones, ese esfuerzo nuestro por haber pasado de cinco millones 900 mil usuarios de Bienestar Familiar a 13 millones, ese esfuerzo nuestro por la gratuidad de la educación, ese esfuerzo nuestro para que el Sena hubiera pasado de millón cien mil colombianos atendidos al año, este año serán nueve millones.

Que tenía 41 mil colombianos matriculados en programas técnicos y tecnológicos, todos gratuitamente y este año 500 mil, cómo iba a pasar desapercibido, cómo se podía ignorar.

O sea que el tenemos que agradecer a Esteban que se puso en la tarea de que se considerara, como tiene que ser en justicia, esa política social. Que si no la hubiéramos tenido, también nos hubieran dicho; si no hubiéremos tenido esa política social, también nos tendrían que haber dicho: como no hicieron política social, no hay manera de que la pobreza medida en función del ingreso autónomo tenga una reducción, porque no hicieron política social.

Pero como la hicimos, por eso es que hemos reclamado que nos digan cuánto influye esa política social en la reducción de la pobreza.

Y tampoco podemos ignorar lo que dijo Naciones Unidas el año pasado. Es que fue Naciones Unidas: que después de China, Perú y Colombia son los dos países que más saltos han dado en el Índice de Desarrollo Humano.

Y eso está de acuerdo con otros puntos. Esta semana he estado en el Seminario de la Calidad de la Educación del Ministerio, con profesores de todo el país. Ayer me hicieron un reclamo unas profesoras del nuevo escalafón por un decreto que se había demorado para salir, pero salió.

Una educación, en el país, toda animada, deliberante, saliendo adelante, indica que el país va mejor.

Ustedes saben en este Gobierno, que en el Gobierno, todo lo que decían y han dicho de mí, era para esperar que en estos años hubiéramos vivido a toda hora en huelga de maestros. Algo ha pasado en Colombia: no ha habido una sola huelga nacional de maestros.

La semana pasada terminó una huelga que teníamos de la Glencor, por allá en el César. No hay una sola huelga en Colombia hoy de trabajadores. Algo ha pasado. Algo ha pasado en Colombia en materia social, a pesar de todo lo que falta.

Esta semana condecoraba a los líderes gremiales y a los presidentes de las centrales obreras, en algo inédito. Les dije: los estoy condecorando no por agradecerles consensos, ni dejaría de condecorarlos por reclamarles disensos; los estoy condecorando para reconocer su disposición a cambiar este país a través del diálogo.

Yo veo un país con mucha crítica, más reclamante, más consciente en sus necesidades, pero un país con menos conflicto social.

Este es un país que ha tenido en los últimos años más conflicto político y menos conflicto social. Si no, díganme las huelgas. Si no, díganme los antagonismos de empresarios y trabajadores. Si no, díganme la relación del Gobierno con todos los funcionarios del Estado.

Entonces creo que eso se debe a esa política social, en lo cual ustedes han ayudado tanto.

Muchas gracias, Carolina, Esteban, y muchas gracias toda la comunidad de Planeación.

Infraestructura

Y tengo que revindicar sus esfuerzos en infraestructura. El que más acosa soy yo. Y cómo vivirían de mortificados Carolina, el Doctor Esteban, yo llamando a toda hora.

Pero es que el país acosa mucho. Y tienen razón. Las carreteritas de Colombia han sido muy humilditas. Yo me pongo a ver desde un helicóptero esta ciudad de Bogotá y sus salidas, que quedan todas contratadas en dobles calzadas.

Pero yo digo: muchas gracias. Esta prosperidad de esta ciudad, a 1.100 kilómetros del Caribe y a 580 kilómetros del Pacífico, incomunicada por esos océanos, con unas carreteritas que son unos hilitos delgaditicos, unas culebritas delgaditas, largas, delgaditas y curviadas. Antes, mucha gracia.

Entonces las necesidades del país lo acosan a uno, pero ustedes pueden tener la tranquilidad: esos proyectos se han adjudicado transparentemente, todo en procesos de audiencia pública, con toda la honradez.

Yo le tengo que agradecer mucho a Planeación. Nosotros creo que somos hoy el país de América que más está trabajando en proyectos de transporte masivo en las ciudades: que Bogotá, que Cali, que Medellín, que Pereira, que Barranquilla, que Cartagena, que Bucaramanga. Y ahora queda Soacha, y en los nuevos queda Santa Marta. En la Costa Caribe la única ciudad que nos queda sin haber sido incluida es Riohacha, porque quedan Santa Marta, Montería, Sincelejo y Valledupar. Y nos queda Pasto, y nos queda Armenia. Popayán también queda. En el Eje Cafetero nos falta Manizales y también nos falta Ibagué, y no pudimos atender a Villavicencio, que ahí se está haciendo esa doble calzada al Llano.

Un país que tenía 52 kilómetros de dobles calzadas, a la fecha tenemos 1.030 kilómetros y la posibilidad de realizar 300 al año.

Entre hoy y mañana están examinando las propuestas para la gran obra que nos faltaría por adjudicar, que es Transversal de Las Américas. Y confío que eso salga bien, como han salido todas estas adjudicaciones. Todo lo de los aeropuertos, lo de los puertos. Un solo puerto para no hablar sino de uno: movilizaba 300 mil contenedores al año cuando llegamos, este año millón 600 mil. Buenaventura invirtiendo mil millones de dólares en ampliaciones portuarias.

Y ustedes han intervenido en todo eso. Hay un discurso por ahí en el Ejecutivo: es que los técnicos de Planeación, es que los técnicos de Planeación.

Pero yo sí tengo que agradecerles, porque ustedes cuidan la plata del Estado, cuidan el rigor, como reivindicaba el doctor Esteban. Y la verdad es que en medio de tantas dificultades, le han ayudado mucho al sector operativo para poder sacar todas estas obras. Por sus obras los conoceréis.

Ahí está toda, toda contratada Bogotá – Santa Marta, la Ruta del Sol. Carolina intervino mucho para que asumiera el estudio del Banco Mundial, siguió Esteban con todo rigor. Ahí están adjudicados los tres tramos: dos entregados, el último próximo a ser entregado. Ahí están todas esas obras.

Todas las carreteras que van a los principales destinos económicos de Bogotá, quedan en ejecución en doble calzada. Que lo de Sogamoso – Tunja, con un gran complemento, que es la carretera en construcción de una sola calzada, pero de muy buenas especificaciones desde Sogamoso para bajar allá a Cusiana. E hicimos todo eso hasta Arauca. Hecho.

Falta ahí terminar el puente San Salvador por el río Casanare, para quitar una desviación que quita 45 minutos, hasta hora y media.

En plena construcción la doble calzada a Villavicencio. Plena construcción la doble calzada Bogotá – Girardot – Ibagué – La Línea, que se debería llamar Túnel del Segundo Centenario, a Buga – Buenaventura. En plena construcción la de Santa Marta, la Ruta de Sol, motivos de muchos agradecimientos.

Transformación cultural de Colombia

Siempre los tuve que acosar mucho estos años. Me perdonan eso, porque a toda hora: que doctor Esteban, que Carolina, que Amparito. Amparo, ¿de cuántos municipios de Colombia la llamé por las regalías? De todas partes. Ave María. Si revisan ese celular mío, ese celular lo deberían llamar el mortificador. Cómo mortifica. A Piraquive, que no lo veo aquí, debe estar haciendo cuentas de crecimiento. Que va el crecimiento para el 5, claro, claro, la economía colombiana se está recuperando.

Miren, defiendan esta bobadita: esa combinación de Seguridad Democrática, promoción de inversión y política social, esa es una combinación creo importante para este país. Ustedes ayudaron a concebirla todos estos años.

En Colombia se dio un cambio conceptual. Ustedes, el sector de más alto nivel técnico, tienen que ayudarlo a teorizar y a proyectar. Cuando yo era joven no se aceptaba en el discurso político el discurso de seguridad, porque se le consideraba un camino al fascismo.

¿En qué consiste esa gran transformación cultural de Colombia? La mayoría de mis compatriotas reconocen hoy la seguridad como un valor democrático y una fuente de recursos.

Cuando yo era joven se hablaba de lo social, pero no se hacía una indagación en el discurso político de cómo vamos a financiar lo social. Hoy en el país hay una gran consciencia sobre la necesidad de la inversión.

Ningún Gobierno de Colombia fue hostil a la inversión. Lo que caracteriza a este Gobierno es haber sido un Gobierno que la ha promovido con todo el entusiasmo, y no fácil, porque mis compañeros del Ministerio de Hacienda eran incrédulos de los estímulos a la inversión. Y han ayudado.

Yo no veía posibilidades, al hablar con los economistas, de que nuestra economía después de esta crisis se recuperara tan rápido. ¿Por qué? Porque a nosotros se nos han sumado dos crisis. Primero, nosotros hemos tenido una crisis histórica de violencia, acabábamos de salir de la crisis particular del año 99, nos vino esta crisis de la economía internacional cuando apenas nos estábamos recuperando, y se nos sumó la crisis con el Gobierno de la hermana República Bolivariana de Venezuela. Esto es un poconón de dificultades, un poconón de obstáculos.

Entonces preguntaba a los economistas: ¿cómo se va a recuperar el mundo de esta crisis? Y me decían: vean esta respuesta, sintetizo: jalonado por dos motores, que son India y China.

Segunda pregunta: ¿cuáles son los países de América Latina que más rápido se van a recuperar? Los que más tengan manera de exportarles a esos motores. ¿Cuáles son? Que Chile, que Perú, que Brasil. ¿Colombia? Me decían: No, muy lenta la recuperación, porque Colombia todavía no tiene canasta exportadora que sea absorbida por los motores de la economía mundial.

Y nosotros tenemos todavía unos problemas estructurales en nuestra economía. Si bien hay seguridad, en mejoramiento, falta mucho, hay un país hoy que reclama más seguridad.

El país no se quejaba por el robo de un celular hace ocho años. Qué se iba a quejar, un país derramado en sangre por las masacres, los carros bombas. Pero hoy el país reclama por el robo de un celular. El país hoy es mucho más exigente en materia de seguridad.

El país empieza a exigir en materia de seguridad como, de acuerdo con la descripción de Maslow, el sociólogo, la humanidad exige en materia de necesidades básicas insatisfechas: se satisface una, y la ciudadanía no va a regresar, quiere es echar para adelante.

El país recordará con gratitud aquellos ‘puentes’ de finales de 2002, cuando volcamos el Ejército a la carretera y los ciudadanos salieron de las ciudades y parecía la liberación de un secuestro colectivo.

Pero el país no quiere quedarse allá, el país quiere es seguridad absoluta y en todas partes.

Que hay inversión, sí, pero no llevamos sino cuatro años con una alta tasa de inversión. Eso se demora para producir resultados, para producir unos derrames importantes en el empleo, en la calidad de vida, en la reducción de la pobreza.

Que estamos buscando acceso a mercados, sí, pero todavía no se han perfeccionado. Falta que nos ratifiquen en Estados Unidos; se acaba de ratificar el de Canadá; falta la ratificación en el Parlamento Europeo del de Europa; faltan otros, etcétera. Un gran avance, pero todavía en proceso.

¿Enseguida qué le vendemos a esos mercados? Apenas pusimos las bases de la transformación productiva. Cómo le agregamos valor a lo tradicional y cómo estimulamos aquellos sectores en los cuales Colombia puede ser un jugador de talla mundial: que los biocombustibles, que los medicamentos, que la cosmética a partir de productos naturales, que el turismo de salud, que el software, que el Business Process Outsourcing, etcétera.

Apenas está el país despegando en eso, y eso necesita un gran proceso educativo.

Hace pocos días fui a una ciudad colombiana a ver una empresa de Business Process Outsourcing. Dijeron: ‘La semana pasada nos pidieron 500 puestos, pero tenían que saber inglés, y encontramos 35’. Todavía tenemos unas barreras estructurales.

Una, esa. Por eso ese esfuerzo nuestro en conectar ese cable submarino que ya llegó a San Andrés, para que desde San Andrés se les enseñe inglés a millones de colombianos.

Ya pusimos la primera basecita, que es ese millón de colombianos que están aprendiendo inglés a través de Internet en el Sena. Pero miren cómo hay una serie de problemas estructurales todavía qué resolver, y este de infraestructura. Sin embargo, se ha recuperado más rápido la economía de lo que esperábamos.

Como son de pesimistas aquí en Planeación. Preguntaba yo: ‘¿Cuándo nos recuperamos?’. Me dijeron: ‘Más tarde’. ‘¿Cuánto va a ser el crecimiento de este año?’. ‘Uno y medio (por ciento)’. Ya me dicen algunas voces de Planeación: ‘Vamos para el cinco (por ciento) este año’.

Y miren, les voy a decir esto: ¿saben qué da en las encuestas empresariales como porcentaje de empresas en proyectos de expansión? Sesenta por ciento de las empresas encuestadas por la Andi (Asociación Nacional de Empresarios de Colombia) dicen estar en proyectos de expansión. Eso puede ser el anticipo de que el año entrante las empresas crezcan por encima del seis (por ciento).

Porque eso nos pasó en 2005. En 2005 la misma encuesta nos mostró que el 60 por ciento de las empresas estaban en proyectos de expansión, y se dio ese resultado del 2006.

Procesen ustedes todo esto. Ese caminito, el de los huevitos, estúdienlo ustedes, mejórenlo, pero defiéndanlo. Agréguenle a eso complementos, mejoras; manténganlo en esa senda de mejoramiento continuo.

Pero creo que es una buena combinación para el país la seguridad con libertades, la inversión con fraternidad y la política social como validadota de las dos primeras.

Yo les agradezco mucho todos estos años. Es difícil encontrar un país con unos equipos técnicos sólidos académicamente, y con una gran dimensión cuantitativa y cualitativa. No es fácil, no es fácil en América Latina encontrar estos equipos.

O sea que el equipo de ustedes es un equipo de cantidad y de calidad, una gran solvencia académica y patriótica, y con una gran transparencia, una gran transparencia.

A sus familias, que los han apoyado para esta tarea, nuestra gratitud. Yo me llevo un recuerdo. Generalmente las relaciones con Planeación son las relaciones frías, de cifras, una cosa, la otra, que la cifra salió mala o buena. Uno va a inaugurar una carretera o a entregar un hospital en Tumaco la semana pasada, y hay una relación de calidez con que las hicieron.

Generalmente las relaciones con Planeación son muy frías, porque son las relaciones de las cifras. Y cuando Planeación va a dar una cifra, ¡uy, yo me pongo la mano aquí! Digo: ‘¡Cómo irá a salir, por Dios!

Pero yo sí vengo a decirles todo lo contrario, a expresarles afecto, gratitud por todos estos años. Ustedes han hecho un esfuerzo muy grande. Imagínense, aguantarme ocho años. Yo se los agradezco de corazón. Y a las familias de ustedes, que los han apoyado, mil veces gracias.

Muchas gracias”.

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