El Presidente de la Republica expresa su dolor por el injusto encarcelamiento del doctor Marío Aranguren, ciudadano con una rigurosa trayectoria de transparencia, quien no ha robado pero sí ha cumplido el deber de batallar contra la corrupción del narcotráfico.
Todos los servidores públicos, empezando por el Presidente y los altos dignatarios del Estado, tienen que someterse al análisis que la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf) realiza, cuando hay de por medio un reporte de operaciones financieras sospechosas que involucran a narcotraficantes.
Es grave para el país que a la tarea honrada de perseguir al narcotráfico se le llame prevaricato, abuso de autoridad o concierto para delinquir.
Bogotá, 2 de junio de 2010. |