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Junio 03     Versión imprimible

Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en la Ceremonia de Ascenso a generales de la Policía Nacional

Bogotá, 3 jun (SP). “Acudimos hoy a la última ceremonia que le corresponde presidir a este Gobierno, en este histórico campo de parada de la Escuela de Cadetes ‘General Francisco de Paula Santander’.

Empiezo por rendir un homenaje a los policías y soldados de Colombia caídos en esta lucha contra el terrorismo. Hace pocos días una valerosa patrullera de la Policía, Leidy Ospina, con apenas pocos meses de servicio, fue asesinada por terroristas francotiradores en el departamento del Cauca. Al rendir hoy un homenaje a su memoria, rendimos un homenaje a las Fuerzas Armadas de Colombia, a las Fuerzas Militares, a la Policía por su heroísmo.

Colombia ha recuperado las libertades políticas gracias a las Fuerzas Armadas

El pasado domingo la Patria asistió a un certamen electoral caracterizado por un decrecimiento sustancial de actos de violencia. Gracias a las Fuerzas Armadas, Colombia ha venido recuperando las libertades políticas, estaban secuestradas por el terrorismo, nunca se diezmaron por los gobiernos todos respetuosos de la Constitución y de la democracia, pero sí se afectaron tremendamente esas libertades por el avance del terrorismo.

En unas partes de Colombia, las narcoguerrillas y, en otras partes, los narcoparamilitares; en muchas partes de Colombia esa conjunción de todas las fuerzas del narcoterrorismo habían limitado sustancialmente el ejercicio de las libertades políticas.

Muchos candidatos en el pasado aspirantes a corporaciones públicas, muchos activistas de la política tenían que pedirle permiso al terrorismo para poder adelantar sus actividades. Los alcaldes que no se sometían a los designios del terrorismo eran asesinados, no tenían sino dos caminos: o someterse al terrorismo para terminar en la cárcel o revelarse ante el terrorismo para terminar en el cementerio.

Hoy la situación del país es distinta. Hoy ya se vive un ambiente de libertades, ese ambiente de libertades ha venido mejorando desde que asumió el Gobierno de la Seguridad Democrática.

Las elecciones de 2003 fueron el primer paso, aquel sábado los colombianos votaron con toda la protección por el referendo y el domingo por las autoridades regionales; en 2006 se dio otro formidable paso en elecciones de Congreso y presidenciales; en 2007 en las elecciones regionales, y ahora en este 2010, en las elecciones del Congreso y de la Presidencia.

Todos los aspirantes, ubicados en los más diversos puntos del espectro político, desde los más radicales en oposición al actual Gobierno hasta aquellos que declaran sus identificaciones con estas tesis, han recibido la protección de nuestras Fuerzas Armadas.

Todavía hay peligros. En el Sur del país, por ejemplo, las guerrillas todavía amenazan a los ciudadanos y les imponen determinadas orientaciones electorales, como quisieron hacerlo contra los electores que han defendido esta causa que yo he representado en estos años, por allá en 2006. Pero el avance es formidable y ese avance se lo debemos a las Fuerzas Armadas de Colombia.

Pido a esta reunión ciudadana, que se congrega hoy aquí en el patio de parada de la ‘Escuela General Santander’, darles un aplauso a los guardianes de la democracia que son las Fuerzas Militares y la Policía de Colombia.

Falsas acusaciones contra a los generales de la República

Pero mientras hay un corazón colectivo de Colombia henchido de gratitud por sus Fuerzas Militares y de Policía, esperanzado en la tarea de sus Fuerzas Militares y de Policía; mientras hay una esperanza que crece en el alma de los colombianos porque se sabe que la Policía, el Ejército, las Fuerzas van a rescatar a los secuestrados, porque se sabe que las Fuerzas van a depararle la derrota final al terrorismo; mientras los colombianos hoy sienten más libertades, acuden tranquilos a las urnas, asisten al bello espectáculo de una democracia que protege a todos sus actores, también aparece el dedo de la ignominia a señalar con falsas acusaciones a las Fuerzas Armadas de Colombia.

Por eso, al acudir por última vez como Presidente de la República a este campo de parada, tengo que alzar mi voz ante los confines de la democracia para rechazar las acusaciones contra los Generales de la República que hoy quieren hacer víctima al General Freddy Padilla de León (Comandante de las Fuerzas Militares).

Tinterillos e idiotas útiles e inútiles del terrorismo quieren maltratar la Seguridad Democrática

El terrorismo que está perdiendo en su osadía de destruir a Colombia, ahora quiere ganar a través de los tinterillos que no tienen limitaciones, que no tienen limitaciones en la ley ni en la moral ni en la ética y que, entonces, quieren maltratar el avance de la Seguridad Democrática con acusaciones falsas contra los Generales de la República.

General Freddy Padilla de León, los tinterillos de todas las horas, los idiotas útiles e inútiles del terrorismo están contra esta política, ellos no saben más que idear falsas acusaciones y atemorizan a sectores de la justicia que en algunas ocasiones les dan recibo. Pero tenga usted la certeza que el pueblo colombiano, el gran pueblo colombiano que lo ha visto a usted sirviéndole a la Nación en la tarea heroica de derrotar al terrorismo, está con usted General Freddy Padilla de León.

La voluntad democrática de un pueblo, rodeando una figura transparente de nuestras Fuerzas, hará que finalmente impere la sensatez en todas las instancias.

General, pero que esto no nos aterre, que esto no nos caiga por sorpresa. Sabíamos cuando empezamos que en la medida en que nosotros, con el heroísmo de las Fuerzas Armadas, fuéramos ganando esta tarea para devolverle la seguridad a los colombianos, los idiotas útiles del terrorismo no se resignarían a perder la batalla.

Por eso, todos los días atentan contra la Seguridad Democrática, denostando la Seguridad Democrática, calumniando, haciendo acusaciones falsas contra quienes han sido los héroes de la Seguridad Democrática, como son los integrantes de las Fuerzas Armadas de Colombia.

Nuestra fortaleza tiene que ser superior a la mezquina intención de aquellos que quieren afectarnos

Por eso, cuando yo digo que hay que cuidar el huevito de la Seguridad Democrática, pido que lo cuidemos compatriotas, si no cuidamos la gallinita que protege el huevito de la Seguridad Democrática, ese huevito corre peligro por el gavilán del vecindario. Hay que poner mucho cuidado apreciados compatriotas.

Y todos los días, todos los días encuentran maneras de atacar esta semilla de Seguridad Democrática que se ha plantado en estos años en Colombia. Un día maltratan a un general o al otro, a un oficial o al otro; un día acuden a los medios de comunicación; otro día acuden a la justicia.

No cesarán en su empeño, pero nosotros los colombianos tenemos que convertir esta pequeña tendencia, este huevito lo tenemos que convertir en una planta que germine de prosperidad y de tranquilidad para las nuevas generaciones.

Señores Generales, la frente es dura. Yo pensaba anoche y esta mañana con estas miserables acusaciones que intentan afectar la moral, el espíritu de nuestros comandantes, pero nuestro espíritu y nuestra fortaleza tiene que ser superior a la proclive, a la mezquina intención de aquellos que quieren afectarnos.

Nosotros tenemos un compromiso superior. Esta Patria, en 200 años de vida independiente, escasamente ha tenido 47 años de paz. Hoy se habla de reparación a las víctimas y en eso estamos avanzando, pero ¿qué será de las nuevas generaciones si no se garantiza la mejor reparación a las víctimas que es el derecho a la no repetición?

Por eso, tenemos que avanzar. Que con la ayuda de Dios nada nos detenga a nosotros hasta el 7 de agosto y nada detenga al pueblo colombiano, al nuevo Gobierno y a las Fuerzas Armadas para garantizarle a las nuevas generaciones la seguridad que ha sido tan esquiva en 200 años de vida independiente.

Pongamos dos consideraciones sobre la balanza, una a cada lado. De un lado el ataque miserable a esta política, la acusación infamante a los actores de esta política, como son los integrantes de las Fuerzas Armadas. Y, de otro lado, nuestro deber de ponernos por encima de todas las dificultades, de todas las angustias y de todos los dolores para garantizar a las nuevas generaciones el derecho a la no repetición, el derecho a la prosperidad, que tiene un pilar fundamental en una Colombia segura.

Nosotros tenemos que preferir este segundo lado de la balanza. Que el dolor, que la angustia en ningún momento mine nuestro compromiso; que la respuesta nuestra frente a aquellos que nos maltratan, sea la de salir con más firmeza, más erguidos, con más temple en el alma a derrotar lo que queda de terrorismo en nuestra Patria.

Apreciado General Fredy Padilla, Unamuno decía que el fuego que derrite la manteca templa el acero. Ustedes, señores Generales de la República, se han templado en el fuego de derrotar un terrorismo que se sintió victorioso, un terrorismo que se sentía protegido en sectores de la comunidad internacional, en territorios de otros países, un terrorismo que se sentía inatajable en su avance de sangre en Colombia.

Ustedes han sido templados en ese fuego, ese fuego no los va a derretir, ese fuego se devuelve hoy para ayudarnos a acabar de derretir el terrorismo, para que las nuevas generaciones puedan vivir tranquilas en el suelo de Colombia.

Firmeza compatriotas, firmeza. Este Gobierno termina el 7 de agosto, pero ahí sigue el pueblo colombiano y siguen las Fuerzas Armadas. El pueblo colombiano y las Fuerzas Armadas templados en el camino de la capacidad de superar las dificultades y, con la ayuda de Dios, el pueblo colombiano y las Fuerzas Armadas van a garantizar aquello en lo que tenemos fe las grandes mayorías de Colombia, la derrota final de la criminalidad.

Ascensos a brigadieres generales de la República

Acudimos a este campo de batalla a asistir al ascenso a brigadieres generales de la República, de unos eficaces y probos servidores de la Patria, a través de su incorporación a la Policía.

Hemos puesto la primera estrella al Brigadier General Nicolás Rances Muñoz Martínez, Director de Antisecuestro y Antiextorsión.

General, yo sé que con esa primera estrella hoy hay una esperanza adicional para el rescate de los secuestrados.

Felicitamos a doña Norma Lucía, su señora; a sus hijitas, Laura Lucía y Sara Gabriela; a sus padres, Prudencio Muñoz Arias y Alicia Martínez de Muñoz.

Felicitamos su carrera, General Muñoz Martínez, administrador policial, representante de Colombia ante de la Dirección de los Servicios Antidrogas en Roma, Comandante de la Policía Aeroportuaria, Jefe del Área de la Dirección de Inteligencia, Comandante Operativo y Subcomandante de la Policía de Santander, Subdirector de Investigación Criminal.

Usted, mi General, ha sido artífice de la captura de capos del narcotráfico, de cabecillas de las ‘narco-Farc’ y del ‘narco Eln’, de la incautación de toneladas de cocaína, de insumos, de la judicialización y captura de integrantes del desaparecido paramilitarismo, de la desarticulación de organizaciones de secuestradores y de extorsionistas.

Usted ha estado en el estudio y en el campo de batalla. La Patria espera de usted, general Nicolás Rances Muñoz Martínez, que siga sirviéndola, que siga ayudando al propósito de acabar con estos delitos. Lo aplaudimos desde el fondo del alma mi general.

Hemos puesto la primera estrella en los hombros del brigadier general Carlos Ramiro Mena Bravo, Gerente del Plan Democracia.

Felicitaciones a doña María del Pilar, su señora; a sus hijitos Carlos Andrés y Juan David; a sus padres, Julio Bolívar Mena y doña Helena Bravo de Mena.

El general Mena Bravo ha sido administrador policial de la Escuela General Santander, administrador de empresas y abogado titulado, 29 años de servicio.

Ha trabajado con dedicación y corriendo todos los riesgos en la policía de Bogotá, en el Cauca, en La Guajira, en la Dirección de Investigación Criminal, en la Policía Metropolitana de Cartagena, donde fuimos testigos en este Gobierno de su tarea para recuperar todas las posibilidades de turismo receptivo en nuestra capital heroica.

Participó en el desmantelamiento de los carteles de droga de Medellín, Cali, la Costa y norte del Valle. Lideró la creación de la Policía Metropolitana de Cartagena, que ha servido de modelo para las policías metropolitanas de Barranquilla, Bucaramanga, Cúcuta y Pereira.

Ha liderado diversos procesos de investigación, logrando la captura y desmantelamiento de diversas bandas criminales que han afectado gravemente la seguridad ciudadana.

Ha adelantado diversos recursos en el país y en el exterior.

Señor general Mena Bravo, lo aplaudimos desde el alma, fe en usted como General de la República.

Hemos puesto la primera estrella al general Jorge Enrique Rodríguez Peralta, Director de Sanidad.

Saludamos a su señora, Carmen Claudia Naranjo; a sus hijitos, Santiago y María Paula; a sus padres, Jorge Manuel Rodríguez y doña Maura Socorro Peralta.

Ha sido Comandante de la sección de contraguerrilla en el Huila, Comandante de sub-estación en el mismo departamento, Jefe de la sección de Inteligencia de Antinarcóticos, Jefe del Grupo de Inteligencia de Barranquilla, del Grupo de Reconocimientos Aéreos, Subcomandante de Policía Portuaria del Magdalena, Jefe de Grupo de Traslados de la Dirección de Recursos Humanos, Jefe de la Sección de Oficiales y Coordinador de formación de las escuelas de cadetes, Subdirector de Inteligencia en la coordinación de Policía Fiscal y Aduanera, Jefe de Área en la Central de Inteligencia y Coordinación, Comandante de la Policía Risaralda, Comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá. Ha recibido múltiples condecoraciones y ha sido un gran estudioso.

General Rodríguez Peralta, la imposición de la primera estrella sobre sus hombros es una esperanza para Colombia. Lo aplaudimos desde el corazón.

Hemos puesto la primera estrella al brigadier general Humberto de Jesús Guatibonza Carreño, Gerente de Fortalecimiento de Distritos.

A doña Margarita María Merino Rentería, su señora; a sus hijitos Laura, Juan José y Angélica, nuestra gratitud y felicitación.

Las hacemos extensivas a su madre, doña Ana Blanca Carreño, y recordamos a su padre, Belarmino Guatibonza, quien hoy nos acompaña desde el cielo.

Director de Antinarcóticos en el departamento del Cauca, Comandante del Escuadrón Motorizado de la Policía de Bogotá, Jefe de Contrainteligencia durante tres años, Director de la Clínica de la Policía Metropolitana de Cali, Director Seccional de la Escuela de Policía ‘Gabriel González’, Comandante de la Policía del Putumayo, Director de Antisecuestro y Antiextorsión, Comandante del Distrito Operativo del Bajo Cauca Antioqueño.

Ha intervenido eficazmente en la captura de cabecillas de las Farc, diseñó estrategias para contrarrestar el fenómeno del narcotráfico en la destrucción de laboratorios y cultivos ilícitos e incautación de base de coca, rescate a los secuestrados, captura de delincuentes.

General Guatibonza, lo aplaudimos desde el corazón. Mucha fe en su tarea.

Voy a pedir a las esposas, a los hijos, a los papás y mamás que acompañan a estos generales de la República que nos hagan el favor de ponerse de pie.

Apreciados compatriotas, estas familias expresan lo mejor de las virtudes colombianas: abnegación, laboriosidad, unidad de familia, patriotismo para ver diariamente y sufrir la exposición al riesgo de sus hijos, esposo, de su padre.

Sin el apoyo de ustedes, papás y mamás; sin la compresión de ustedes, distinguidas esposas; sin el afecto y la solidaridad de ustedes, niños, estos generales de la República no habrían podido tener el desempeño que han logrado a favor de Colombia.

Las familias de nosotros les expresamos a ustedes toda la gratitud, porque el sacrificio de las familias de ustedes ha permitido que se recupere tranquilidad para las familias de nosotros.

¡Queridas familias, les damos un aplauso infinito de gratitud!

¡Muchas gracias queridas familias!

La semana pasada con el señor Ministro (de Defensa Gabriel Silva Luján) los viceministros, los Altos Comandantes, el Ministro de Hacienda (Óscar Iván Zuluaga), el Director de Planeación (Esteban Piedrahita), revisamos qué hemos podido avanzar en el bienestar de la Fuerza Pública y también reconocimos lo que falta.

Avances y retos en la búsqueda de mayor bienestar para la Fuerza Pública

Quiero hacer un resumen.

Voy a empezar con lo bueno, pero a reconocer todo lo que falta en un país que ha hecho un enorme esfuerzo presupuestal para mejorar las condiciones de su fuerza, en una Patria todavía con déficit y alto endeudamiento, en una Patria que además de la crisis tradicional de violencia ha sufrido la crisis de la economía nacional y la crisis de Venezuela.

En 2004 dimos acceso a la asignación de retiro a los soldados profesionales. Antes no la disfrutaban.

Para los miembros de la Fuerza Pública se redujo el requisito de incapacidad para acceder a la pensión de invalidez. Antes, la pensión de invalidez requería de un 75 por ciento de incapacidad, se redujo al 50 por ciento.

En relación con la pensión de sobrevivientes, ya no se exige un tiempo mínimo de servicio para otorgarla a los familiares de alguien muerto en combate o en misión de servicio.

En cualquier momento, después de la vinculación a la entidad, sin el requisito de un tiempo mínimo, que alguien de las Fuerzas muere en servicio, se le concede a su familia la pensión de sobreviviente. Y si muere fuera de servicio, se exige solo un año.

En cuanto a los descuentos para la asignación de retiro, antes era el ocho por ciento del salario, ahora el cinco por ciento. Se redujo el descuento.

En relación con la bonificación de orden público para soldados profesionales, a partir de 2006 se empezó a reconocer la bonificación de orden público para los soldados profesionales. No la devengaban anteriormente.

Inicialmente se dispuso un cinco por ciento sobre el salario básico. Se aumentará, se viene aumentando gradualmente en un cinco por ciento, para llegar este año al 25 por ciento.

El aumento de la prima de actividad. A partir de 2007 se otorgó a los oficiales, suboficiales y personal de las Fuerzas Militares y de Policía. Pasó esa prima del 33 al 50 por ciento del salario básico.

A finales de 2006 se estableció el subsidio de vivienda para los soldados profesionales con 15 o más años de servicio, otorgándoles derecho a recibir 23 salarios mínimos legales mensuales vigentes, y desde 2009 este monto puede ascender a 41 salarios mínimos legales.

Entre 2007 y 2009 se han reconocido subsidios de vivienda a 2 mil 500 soldados e infantes profesionales, por un monto de 28 mil millones.

Se están invirtiendo recursos significativos para fortalecer la sanidad de los miembros de la Fuerza Pública y sus familias, a través de proyectos en Tolemaida, Bucaramanga, Medellín, Cali y Bogotá, así como la modernización del Hospital Militar.

Con la Ley 1305 se lograron avances a través de la Caja Promotora de Vivienda Militar y de Policía, tales como la posibilidad de retirar ahorros a los ocho años de servicios, la extensión del Fondo de Solidaridad a afiliados retirados por discapacidad y familiares de uniformados fallecidos, la afiliación de soldados e infantes pensionados por invalidez, la oportunidad de vincularse nuevamente a la Caja después de retirarse; el otorgamiento de subsidios para soldados regulares o auxiliares de policía fallecidos y discapacitados, y la acumulación de los aportes de afiliación que sean pareja.

Los uniformados y civiles de la Fuerza Pública y sus familias pueden disfrutar de importantes descuentos en recreación y esparcimiento; comidas, hoteles, pasajes y educación; vehículos y facilidades de crédito, gracias a los convenios de la Dirección de Veteranos y Bienestar Sectorial del Ministerio de Defensa.

Hace poco tomamos unas decisiones que nos alegran el corazón: se incautaron unos hoteles sumamente bien construidos, que eran propiedad del narcotráfico en el departamento del Quindío.

Uno, con el mayor gusto, lo entregamos a la policía. Y a mí me preguntaban ¿por qué? Porque la Policía tiene derecho al mejor esparcimiento.

General Naranjo y Ministro, ayúdenme a abrir un campito en la agenda para ir a pasar una noche y hacer deporte en la mañana, antes del 7 de agosto, en ese hotel de la Policía en Armenia.

Qué bueno que todo lo que se le pueda quitar al narcotráfico lo puedan disfrutar las Fuerzas Armadas, las Fuerzas Militares y la Policía de Colombia.

Y ahora estamos entregando el otro hotel del Quindío a una sociedad de una firma honorable de hoteles con el Club Militar, para que ese hotel también contribuya al bienestar de las Fuerzas Armadas de Colombia.

Algún día de estos ocho años, varios días en Santa Marta me decían: ‘Presidente, usted que apoya el turismo, aquí la mejor playa la tienen las Fuerzas Armadas, hay que trasladarlos para otra parte. Ahí hay que hacer unos desarrollo de hoteles’.

¿Sabe cuándo se quedaron calladitos sobre ese tema mis compatriotas samarios?

Un día les dije: ‘Si hay otra playa mejor me lo dicen, porque las Fuerzas Armadas tienen que disfrutar la mejor playa del mundo y la mejor playa de Colombia. Ustedes me dicen que esas instalaciones están en la mejor playa, ahí habrá que dejarlas por siempre. Solamente las trasladaremos cuando nos digan que hay otra playa mejor para las Fuerzas Armadas de Colombia’.

Hay que hacer pedagogía

¿Qué es mejor para el país? ¿Obtener un dinero vendiendo unas instalaciones para que hagan unos desarrollos comerciales o que el país pueda garantizar bienestar a sus Fuerzas Armadas?

El más importante capital es el capital de apoyo, de afecto, de bienestar a las Fuerzas Armadas de Colombia, apreciados compatriotas.

Sé lo que queda faltando.

Sé que hay nivelaciones que no se han hecho.

Sé que también hay problemas con el tema pensional del personal civil.

En este momento estamos estudiando con todo juicio un esquema de transición pensional para el personal civil de las Fuerzas Armadas, a fin de que no se afecten expectativas para adquisición de derechos.

Una comisión que integramos la semana pasada nos tiene que ayudar a resolver esto antes del 7 de agosto, porque siempre que hay un cambio de esquemas pensionales debe haber una transición que no afecte expectativas de derecho.

La jurisprudencia ha sido tan reiterativa en el respeto a los derechos adquiridos como en el respeto a las expectativas próximas en la adquisición del derecho por eso tenemos que resolver este reclamo.

También sé que estamos atrasados en los ascensos de 46 mil 372 integrantes del nivel ejecutivo de la Policía. Sé que estamos atrasados en esos ascensos.

El Ministro de Hacienda ha dicho: ‘Presidente, si yo digo que los hacemos de inmediato todos, quedo mal’. No hay manera, pero tampoco podemos aplazar eso indefinidamente.

Confío, antes del 7 de agosto, dejar en firme una decisión para que en un plazo prudente se pueda desatrasar el ascesos de estos 46 mil 372 integrantes del nivel ejecutivo de la Policía.

Vamos a ver cómo dejamos eso en un periodo de tiempo prudente.

Hay otros reclamos, no los hemos podido atender. Los unos por dificultades jurídicas y los otros por dificultades económicas, pero también estoy seguro que trabajando de buena fe, con afecto, con ese gran equilibrio que es la consideración de la situación fiscal de la Nación y la consideración de la justeza de los reclamos, el próximo Gobierno seguirá examinado estos temas juiciosamente.

Hoy el Vicepresidente de la República, doctor Francisco Santos Calderón y mi persona, nos despedimos de la Escuela ‘General Francisco de Paula Santander’.

En la tarde del 7 de agosto, cuando habremos de regresar al más bello de todos los oficios, al de simples ciudadanos de Colombia, nos llevaremos varias imágenes.

La imagen de una Policía que merece el reconocimiento y el homenaje de todos los colombianos, de una Policía tan disciplinada para los desfiles en este campo de parada, como firme y disciplinada para atacar a las más feroces expresiones del terrorismo que han maltratado a país alguno en el mundo.

Nos llevaremos la imagen de los policías mutilados en el combate al terrorismo, de su espartano heroísmo.

El orgullo de contar con la Policía Nacional

Nos llevaremos la imagen de estas familias de la Policía de Colombia, dándole a cada policía de la Patria todo el afecto, todo el apoyo, toda la gratitud.

Nos llevaremos una razón de orgullo que compartiremos con nuestros contertulios, con nuestros hijos, con nuestros nietos, con nuestros compatriotas: cómo respetan a esta Policía de Colombia.

Un día llama el Presidente de México, de ese gran imperio del sol, a decir que necesita que nuestra Policía capacite a la Policía mexicana.

Al otro día llama el Presidente de la hermana Guatemala a pedir apoyo de nuestra Policía para que los policías de Guatemala puedan ser eficaces en la lucha contra el narcotráfico.

Al otro día el Gobierno de la hermana Paraguay pide apoyo para que nuestra policía participe en el rescate de personas secuestradas, en secuestros que han conmocionado a la opinión paraguaya y que amenazan las fibras de su institucionalidad democrática.

El Vicepresidente y yo nos llevaremos esos motivos de orgullo.

Señor Ministro, señor General Oscar Naranjo, Director de la Policía de Colombia, en el regreso a nuestra vida de simples ciudadanos de Colombia siempre habar una palabra, y a toda hora un sentimiento de gratitud por la Policía, un motivo de orgullo.

Cuando recemos, cuando elevemos una plegaria a Dios, a la Virgen María, siempre pediremos por los policías de Colombia.

Compatriotas, esta Patria tan flagelada por el terrorismo no tiene sino un camino de tres pilares: la Constitución, el pueblo y las Fuerzas Armadas.

Una gran manera de cumplir la Constitución y hacer que todo el mundo la cumpla, es con un apoyo inclaudicable a las Fuerzas Armadas.

El Vicepresidente y yo solamente nos llevamos un motivo de tranquilidad: no hemos tenido un instante de vacilación, no hemos tenido un pensamiento de dobleces, nos ha animado siempre una actitud firme, radical, para defender a las Fuerzas Armadas.

Si a mí me correspondiera después del 7 de agosto desempolvar la tarjeta profesional de abogado que un día me entregó una universidad, las Fuerzas Armadas podrán contar con ese servicio, con todo afecto y con todo patriotismo, porque sé que para que mi generación pueda morir tranquila, las Fuerzas Armadas tendrán que haber recuperado totalmente la seguridad.

Yo quiero poder llegar al sepulcro, con la tranquilidad en la hora agónica de saber que las nuevas generaciones, nuestros hijos y nuestros nietos, y aquellos que habrán de venir, tendrán todas las posibilidades de vivir en una Colombia próspera, gracias al sacrificio de las Fuerzas Armadas.

Policías de mi Patria, un saludo agradecido.

Nuevos generales de mi Patria, una llama inmensa, una llama eterna de esperanza en la labor de ustedes.

Compatriotas, queramos y apoyemos a las Fuerzas Armadas en todos los momentos.

Muchas gracias”.

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