Junio 17

   

Palabras del Presidente Uribe en la celebración de los 25 años de la Asociación de Damas Protectoras del Soldado

Bogotá, 17 jun (SP). “Quiero felicitarlos ¡Qué tarea tan bella! Veinticinco años en esta labor, de manera ininterrumpida dándonos ejemplo a los colombianos de querer a los soldados de la Patria, ustedes en ese perseverante ejemplo.

Agradezco inmensamente a usted, doña Margarita Lizcano de Zamudio, por haber tenido esa feliz idea

¡Qué legado le dejó a la Patria!

Prueba de ello es que en sus 25 años, en sus 25 años, esta Asociación tiene toda la mística y todo el sentido del cumplimiento del deber y un gran respaldo de los colombianos.

Muchísimas gracias doña Adda Myriam (Hodges, Presidente de la Asociación de Damas Protectoras del Soldado) por su permanente apoyo en esta tarea en la cual ustedes complementan la infatigable y noble labor de sus esposos, cuidando con espíritu maternal, con afecto y con calidez a los soldados de la Patria.

Muchísimas gracias apreciadas señoras que han dirigido la Asociación:

Doña Miryam Jiménez de Chacón, doña María Mireya Prieto de Duarte, doña Mercedes González de García, doña Esmeralda María Correa de Zúñiga, doña María Cristina Mejía de Bedoya, doña María Elena Valenzuela de Bonnet, doña Lucía Díaz de Tapias.

Muchísimas gracias por haber mantenido esa llama tan bella, tan necesaria, esa llama que nos indica a los colombianos, que nos dice a los colombianos: ‘Allí hay que apoyar’.

Muchísimas gracias a la empresa privada por este esfuerzo, por su solidaridad permanente.

Muchísimas gracias doctores Carlos Sánchez Jiménez, Néstor Medina González, Andrés Guillermo Castro, Hanoj Pérez Terabuls (Gerente General de Permoda Ltda.), Nubia Patricia Pinilla de Morillo (Gerente de Jabones el Tigre y Roca S.A.), Olga Baños Cardoso (Gerente Fábrica de Especies y Productos El Rey S.A.), doña Nancy Mireya Laiton Laiton (Gerente General de Rasgo y Color Ltda).

Muchísimas gracias. Ustedes representan esa responsabilidad social del pueblo colombiano, apoyando una campaña tan noble como esta.

Tengo que dar especial agradecimiento de esa campaña sostenida en los años, de Julio Sánchez, para no faltarle a los soldados heridos en el combate, en el cumplimiento de sus deberes, con un apoyo año tras año, sin importar que la economía esté mal o esté bien.

Y el apoyo de todo este sector privado y de asociaciones tan nobles como los rotarios, que siempre se han vinculado con generosidad.

Muchísimas gracias maestras Patti Ann Bonomo de Peña (cantante mezzo soprano de Estados Unidos) y Marjorie Elizabeth Tanaka Nava (pianista y compositora colombiana).

Muchísimas gracias apreciadas maestras, por venir esta tarde a la Casa de Nariño a acompañarnos con esas interpretaciones tan bellas.

Si a mí me pidieran dar unos argumentos prácticos de por qué apoyar a los soldados, yo diría lo siguiente:

Si este país quiere superar la pobreza y construir empleo, tiene que apoyar a los soldados

¿Por qué? Porque definitivamente hay una labor principal entre todas: la labor de la Fuerza Pública, que es la que permite que haya prosperidad económica, que haya inversión, que haya fuentes de empleo, que haya recursos para el Sena, para Bienestar Familiar, para Familias en Acción, para las carreteras.

La verdad es que la falta de seguridad ha sido un factor determinante para que en 200 años de vida independiente, cuando solo hemos tenido 47 años de paz, no hayamos gozado la suficiente prosperidad.

Si nosotros queremos que la Patria en los tiempos que vienen a partir de este segundo centenario tenga un gran avance en materia de prosperidad, hay un caminito: entender que la seguridad es un valor democrático, una fuente de recursos, y que esa seguridad reposa en los soldados como sus héroes, en la Constitución como su marco de reglas para el bien de la sociedad, y en el pueblo por su apoyo que le dé a los soldados.

Una Patria tan flagelada como la nuestra no tiene sino un camino: apegarse a sus Fuerzas Armadas, quererlas, valorarlas, evitar que con ellas se cometan injusticias.

Las Fuerzas Armadas merecen todo nuestro apoyo, todo nuestro afecto, todo nuestro compromiso, por muchas razones, doy dos:

Por su heroísmo. Esta Asociación de Damas Protectoras tienen un destinatario de su acción: los soldados y los infantes mutilados, maltratados en sus condiciones físicas por estar allá persiguiendo a los delincuentes para darnos bienestar a los colombianos. Y una segunda razón: la gran responsabilidad de las Fuerzas Armadas.

He venido repitiendo en estos días finales de Gobierno a mis compatriotas, que las Fuerzas Armadas no son solamente heroicas, además tienen una inmensa responsabilidad, un gran sentido del cumplimiento del deber.

En estos años no se ha pasado por alto la sanción a una sola conducta que viole los Derechos Humanos, pero –y he aquí lo que tiene que saber el país- eso nunca se ha hecho contra el consentimiento de las Fuerzas Armadas.

Al contrario, las Fuerzas Armadas son las que han tomado la iniciativa, las Fuerzas Armadas son las que han manifestado su consentimiento de que para su honra, para su respetabilidad, para su prestigio, para honrar la Constitución y ganar el afecto del pueblo, tienen que ser tan eficaces como transparentes.

Hay que honrar a las Fuerzas Armadas de Colombia.

Hace poco recibí a un analista inglés. Me había reunido con él cuando era yo candidato a la Presidente de la República por allá en el año 2000. Él y un grupo de parlamentario ingleses dijeron en esa época que era imposible adelantar en Colombia un proyecto de seguridad como el que yo proponía, porque siempre caería en el camino de la dictadura.

Hace poco vinieron a decirme que yo había cumplido mi palabra, que se había ejecutado un proyecto de seguridad con valores democráticos. Y les dije: ‘No les voy a responder con discurso, simplemente con una oración gramatical. Es que en Colombia tenemos unas Fuerzas Armadas que entienden que la regla de todos es la Constitución, que su prestigio reposa en el respeto a las libertades, que su lucha es por el bienestar de todos los ciudadanos’.

Es imposible encontrar un país del mundo que haya tenido que enfrentar un terrorismo tan rico, con tanta capacidad criminal, sin suspender las libertades.

En otras partes le ganaron al terrorismo aplicando terrorismo. En otras partes le ganaron al terrorismo suprimiendo libertades. En Colombia se le ha ganado al terrorismo con legislación ordinaria, con las garantías civiles, con los derechos políticos, con el total respeto a las libertades.

¿Eso por qué? Porque nuestras Fuerzas Armadas son muy, muy especiales.

En la noche del lunes, cuando celebrábamos ese gran éxito de nuestras Fuerzas Armadas, alguien dijo que teníamos el mejor Ejército del mundo. Que de eso no se dude. Por eso hay que apoyarlo y quererlo.

Ahora, las Fuerzas Armadas claro que necesitan presupuesto, claro que necesitan logística, claro que necesitan equipos, claro que necesitan entrenamiento, pero necesitan afecto, protección, confianza, apoyo de todos los colombianos.

Nosotros no podemos pretender maltratarlas y que ellas puedan proceder bien.

En las Fuerzas Armadas, lo he aprendido en todos estos años, hay una relación entre el cariño que reciben, la confianza que ese cariño genera y el éxito de sus operaciones.

Unas Fuerzas Armadas pueden tener todos los helicópteros, todos los aviones, todas las armas, todo el conocimiento teórico, pero si no reciben de su pueblo cariño, si no reciben de sus comandantes afecto, voluntad de apoyarlas, esas Fuerzas Armadas no van a tener motivaciones para aplicar toda su capacidad en la derrota de los criminales.

Insistiré en estos 50 días de Gobierno a mis compatriotas, a mañana, tarde y noche, que tenemos una gran responsabilidad: garantizar el derecho de no repetición de la violencia a las nuevas generaciones.

Nada nos ganamos con reparar víctimas, con hacer ese enorme esfuerzo presupuestal, si no garantizamos la principal reparación, que es el derecho a la no repetición.

Y ese derecho solo lo garantizamos queriendo, apoyando y confiando en nuestras Fuerzas Armadas.

Muy apreciadas señoras, no hay palabras para expresarles la gratitud a ustedes por esta gran iniciativa y por haber mantenido esta llama, en esta Asociación de Mujeres Protectoras del Soldado.

Infinitas gracias. Los colombianos estamos en deuda con ustedes.

Muchas, muchas gracias”.
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