Bogotá, 18 jun (SP). “Bienvenidos a Colombia. Muchas gracias, señor Contralor (Julio César Turbay Quintero), por promover en nuestra Patria estos seminarios de tanta trascendencia, sobre unos temas urgentes en la sociedad y que reclaman permanentemente la comunidad.

Qué bueno poderle expresar, ya en los días finales de este Gobierno, nuestra gratitud a usted, Contralor, por el prestigio que el control fiscal de Colombia ha ganado internacionalmente en estos años de su Contraloría.

Jamás en mi larga carrera pública, había visto esta capacidad de convocatoria internacional de la Contraloría colombiana. Lo debemos a usted, señor Contralor. Nuestros agradecimientos.

Usted es un líder tan importante en lo doméstico como en lo internacional. Un líder afecto a la lucha por la transparencia, con una devoción permanente para sacar adelante la transparencia. Eso crea un gran ambiente doméstico y le da a Colombia un muy buen nombre en lo internacional.

Muchas gracias porque usted, más que estar en una tarea punitiva, amenazante, ha estado en una actitud persuasiva, en una actitud pedagógica frente a los colombianos, indicando la necesidad del camino de la transparencia.

En estos años hemos respetado totalmente la independencia y autonomía de la Contraloría, pero hemos querido trabajar con la Contraloría para derrotar la corrupción y para derrotar las malas prácticas que afectan los resultados de los gobiernos.

En estos años hemos reformado 464 entidades de la rama ejecutiva. Eso le ha traído al país un ahorro de 5 puntos del PIB (Producto Interno Bruto). Nosotros no participamos de la vieja confrontación, no participamos del concepto neoliberal que busca destruir al Estado, ni del concepto socialburócrata, que también destruye al Estado por la vía de consumirlo.

Esos extremos se juntan. El uno elimina al Estado por decreto y el otro elimina al Estado porque lo quiebra. Nosotros participamos de la idea de un Estado moderno, garante de la cláusula social, con instituciones transparentes que merezcan la confianza de la ciudadanía.

Nosotros creemos que lo público, lo estatal, es la empresa privada más importante; por ende, la que merece el mejor manejo. ¿Por qué lo público es la empresa privada más importante? Porque la empresa pública es de propiedad, no de uno, ni de unos pocos, ni de unos muchos; la empresa pública es de propiedad de todos, de todos los ciudadanos. Y es por eso que merece la mejor administración, toda la devoción de sus administradores, de sus gerentes, de sus líderes.

Estos años hemos tenido mucha exigencia de la Contraloría y hemos buscado responder. En estos años de nuestro Gobierno, hemos pasado de entidades del orden nacional que tenían fenecimiento de sus cuentas en un 49 por ciento, a un 87 por ciento que en el año 2009 lograron el fenecimiento de sus cuentas.

Veintinueve entidades han mejorado su calificación; 20 entidades han recibido la máxima calificación de ser entidades ejemplares. Nos hemos propuesto que todos los ministerios tengan los certificados de calidad. Si los busca el sector privado, con más razón el sector público tiene que buscar las certificaciones de calidad, como quiera que, ya lo dijimos, la empresa pública es de propiedad de todos los ciudadanos.

Señor Contralor y muy distinguidos asistentes: hemos buscado también que haya una alta participación ciudadana para derrotar la corrupción. En el proceso de formación del Estado de Derecho, cuyos orígenes -señala la historia- corresponden a la carta de Juan Sin Tierra en Inglaterra, se han venido introduciendo gradualmente los controles.

Primero, aquel movimiento inglés dijo, como también dijo nuestro movimiento de finales de los años 1700, nuestro movimiento Comunero, hoy de necesaria recordación en los 200 años del Grito de Independencia, el uno a principios del segundo milenio, el otro a finales de los años 1700: el monarca no puede imponer los tributos, hay que limitarlo, hay que controlarlo; solamente una delegación popular puede imponer los tributos.

Pero también en ese proceso apareció otro control; se dijo: esos tributos tienen que ser bien aplicados. Y entonces nace el control fiscal, las contralorías. Y aparece otro control: los funcionarios que manejen mal el Estado tienen que ser sancionados. Aparecen la procuradurías.

Y se van tipificando en el desarrollo del derecho penal las conductas que afectan a la administración pública. Pero en la evolución de ese Estado de Derecho, el elemento más importante es el alto nivel de participación de la ciudadanía.

Nosotros creemos en ese control: una ciudadanía más participativa, un Estado más transparente; una ciudadanía participativa, un Estado con menos impunidad; una ciudadanía participativa, un Estado más comprometido.

Gracias, señor Contralor, por haberle ayudado a Colombia en estos años a promover una alta participación de la ciudadanía.

Hoy en Colombia todo contrato tiene que tener una etapa de prepliego, antes de sacar los pliegos de condiciones, para que la ciudadanía se pronuncie, ampliamente difundida.

Hoy la valoración de las propuestas en una licitación se examina en licitación pública, en audiencia pública; hoy la adjudicación de los contratos se hace en audiencia pública.

En regalías, en lo cual en Colombia ha habido un gran temor por la corrupción, eliminamos la Comisión de Regalías. Planeación Nacional asumió la vigilancia de las regalías; se eliminaron unos viejos contratos que fueron inútiles, que no fueron eficaces contra la corrupción, y se establecieron las nuevas Auditorías Visibles con participación comunitaria de Planeación Nacional.

Contralor, muchas felicitaciones. Distinguidos visitantes, honran ustedes a Colombia al tener este gran seminario sobre control fiscal y transparencia, sobre buenas prácticas de Gobierno en nuestro país.

En todos estos años hemos avanzado nosotros para que Colombia derrote el terrorismo; el terrorismo desquició el respeto a las normas; ustedes ayudan a restablecer totalmente el respeto a las normas, porque la transparencia es aquel ajuste del servidor público a las normas, porque le nace, por espontaneidad, por respeto a la comunidad.

Ustedes lo están logrando. Muchas gracias, muchas felicitaciones, bienvenidos a Colombia. Nos sentimos muy orgullosos.

Quiero, antes de terminar, expresar que nuestro país está hoy de luto por la muerte de un grupo de mineros en Amagá (Antioquia). Acabo de recibir una llamada de su Majestad, el Rey de España, para hacerles llegar a todas estas familias un saludo solidario.