Con la entrega de Makugueka y Seywiaka, ya son ocho los pueblos indígenas construidos por Acción Social en esta importante región colombiana. Arhuacos, Wiwas, Kankuamos y Koguis, cuatro comunidades comprometidas con la conservación y preservación de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Bogotá, 13 mar (SP). Al finalizar el Gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez, la construcción del Cordón Ambiental y Tradicional de la Sierra Nevada de Santa Marta será una realidad. Ocho pueblos indígenas construidos en tiempo récord garantizarán la conservación y preservación del Corazón del Mundo.

La entrega de los pueblos Makugueka y Seywiaka pondrá punto final a una promesa del Jefe de Estado, quien se comprometió con los Arhuacos, Koguis, Wiwas y Kankuamos, las comunidades indígenas que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta, a apoyar la construcción de los pueblos indígenas.

“Usted (Presidente Uribe) se comprometió a hacer siete pueblos, el 7 de agosto de este año entregaremos ocho pueblos, un pueblo adicional, ya seis están listos. El último pueblo que es Seywiaka que va en el 45 por ciento, y Makungueka va en el 100 por ciento que es al pié de Valledupar, lo vamos a entregar”, sostuvo el director de Acción Social, Diego Molano durante su participación en el Consejo de Ministros.

Cordón Ambiental

Gunmaku y Dumingueka, se convirtieron en los dos primeros pueblos indígenas inaugurados por el Gobierno Nacional. Dos nuevos espacios de entendimiento intercultural, que concentran los servicios sociales del Estado y los tradicionales de los pueblos indígenas.

Umuriwa y Seykun, ubicados en jurisdicción del Municipio de Valledupar, capital del Departamento de Cesar, donde habitan 36 familias Arhuacas, le dieron continuidad a la conformación del Cordón Ambiental y Tradicional en la Sierra Nevada.

Los dos pueblos indígenas restantes son Kankawarwa y Kantinurwa, donde habitan familias de la comunidad Arhuaca. Kankawarwa está ubicado en la cara occidental de la Sierra Nevada, por la vía que conduce de Santa Marta a Fundación, a la altura de la entrada al corregimiento Santa Rosa de Lima, a 16 kilómetros por carretera destapada.

Kantinurwa, por su parte, es el lugar sagrado donde se hacen los pagamentos tradicionales a toda clase de árboles y maderas que le prestan utilidad al hombre, así como a todos los ecosistemas de la Sierra. El asentamiento indígena está localizado en la cara sur occidental de la Sierra Nevada y su acceso es por la vía que comunica a Santa Marta con Valledupar, por la entrada al corregimiento Loma del Bálsamo.

Cada uno de estos ocho pueblos cuenta con la zona tradicional, en la que se han construido las viviendas guardando la cultura de cada una de las comunidades indígenas; y la zona occidental, en la que funcionan el puesto de salud, la escuela, el restaurante escolar, colegio y hogares de paso, entre otros.