“Si queremos una Colombia en paz, debemos superar la barreras de la estigmatización a la población en proceso de reintegración”. Esto afirmó el Alto Comisionado para la Paz y la Reintegración, al referirse a una información emitida en distintos medios de comunicación donde se inculpa a un desmovilizado de un secuestro y un crimen, que fue cometido por una persona que nunca ha pertenecido a grupos armados ilegales.

Bogotá, 13 mar (SP). Luego de entregarse, se pudo constatar que Carlos Arturo Caicedo, la persona que desde anoche tenía en vilo a las autoridades en Cali, por el secuestro y asesinato de su esposa Sandra Milena Ramírez y por dejar heridas a otras dos personas, y quien portaba una granada y un revólver, no era desmovilizado de ningún grupo armado ilegal, como se informó erróneamente en distintos medios de comunicación.

Así pudo comprobar la Alta Consejería Presidencial para la Reintegración (ACR), tras una búsqueda en el Sistema de Información (SIR), una base de datos que permite el control y seguimiento de los participantes, sus familias y la comunidad que hace parte del proceso de reintegración. Además se verificó la información con los profesionales psicosociales que atienden a los 1.417 desmovilizados en proceso de reintegración en el Valle del Cauca.

Durante el 2009, en toda Colombia 34.005 desmovilizados recibieron una atención integral de parte del Gobierno Nacional, la cual, a través del acompañamiento psicosocial, la atención en salud y educación, la formación para el trabajo y la asesoría para la generación de ingresos en el mercado laboral actual, les da herramientas para asumir un nuevo papel en la sociedad y en la economía.

El desarrollo y fortalecimiento de competencias es guiado por profesionales sicosociales, quienes de manera permanente realizan talleres familiares y comunitarios, visitas domiciliarias y asesorías individuales; y por los educadores que desde las instituciones públicas los acompañan en su proceso de educación y capacitación laboral.

Como resultado del acompañamiento sicosocial, el año pasado 25.778 desmovilizados volvieron a estudiar. Algunos cursaron ciclos de primaria y otros de bachillerato, incluso 920 personas hicieron semestres universitarios. Además, 10.935 adelantaron formaciones laborales, en los niveles semi-calificado, técnico y tecnológico.

Estas cifras demuestran que las personas que adelantan su proceso de reintegración a la vida civil en Colombia, están comprometidas con la paz y con el desarrollo de proyectos de vida en la legalidad.