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Marzo 18     Versión imprimible

Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en el conversatorio de la Universidad de Córdoba

Montería, 18 mar (SP). “Siento un alto honor al poder llegar esta tarde a la Universidad. Me parece que hay una evolución democrática en toda la Patria muy importante: que los estudiantes discutan con el Presidente de la República temas tan sensibles para la Patria entera.

Muchas gracias Rector (Emiro de Jesús Madera), muchas gracias querida comunidad académica por permitir este encuentro.

Quiero destacar lo siguiente: en los años de nuestro Gobierno esta Universidad ha hecho un enorme esfuerzo; en algo hemos podido contribuir. Ha pasado de más de 3 mil estudiantes, hoy tiene alrededor de 11 mil. Lo celebro muchísimo. Lo veremos en el segmento de educación.

Hace 10 años le preguntaba yo a los muchachos de las universidades si habían pensado en alguna ocasión abandonar el país por siempre, sin tiquete de regreso. Y me golpeaba mucho, porque la inmensa mayoría levantaba la mano y decía: ‘me quiero ir y no quiero volver’.

Confianza, seguridad, promoción de inversión y lo social

Esto nos motivo a escoger una palabra para liderar este proceso: la palabra ‘confianza’. Y hemos buscado trabajar confianza sobre tres pilares.

Seguridad Democrática. Bien importante el calificativo de democrático al concepto de seguridad. Una cosa es seguridad contra la democracia y otra cosa es seguridad democrática.

El significado democrático tiene una acepción muy amplia: respeto a las libertades, respeto a las garantías ciudadanas, a las garantías civiles, a los derechos políticos; procura de seguridad para todos los ciudadanos, independientemente de su credo, su orientación filosófica, su afiliación política.
Es lo que hemos procurado practicar en todos estos años.

El segundo camino, promoción de la inversión. Cuando yo estaba como ustedes están hoy, apreciados jóvenes, sentado en las bancas de la universidad, se despreciaba la inversión. Era una época en que se pensaba que el mundo no necesitaba inversión, que todo se iba a socializar, que íbamos a llegar a la sociedad comunista, al comunitarismo en la propiedad de los medios de producción, y se despreciaba la inversión. Como también se despreciaba la seguridad.

Se hablaba de lo social, que es el tercer camino nuestro. Y que una de las expresiones es el crecimiento, estos años, en las posibilidades de educación.

Tres caminos: la seguridad, la seguridad de la inversión y lo social.

Se hablaba en mi época de lo social, pero no se aceptaba que eso tenía que ir de la mano de la seguridad e ir de la mano de la promoción de inversión. Porque más o menos –simplificando, por el tiempo–, permítanme, apreciados estudiantes, decir lo siguiente: si no hay seguridad no fluyen los recursos para que haya inversión y si no hay inversión no fluyen los recursos para poder atender la inversión social.

Doctor Emiro ¿cuánto le contribuye la Nación colombiana a esta Universidad del presupuesto anual?

76 mil millones. ¿De dónde salen? De impuestos. Y esos impuestos ¿de dónde se tienen que originar? De que haya inversiones en el país. Y esas inversiones no se dan si no hay seguridad.

Entonces, algo que ya una persona de 57 años como yo ha tenido que entender en su vida y que no lo explicaron cuando estaba en la edad de ustedes en las bancas de la universidad, apreciados jóvenes, es que el tema de la seguridad, el tema de la inversión y el tema de la política social van de la mano.

Así como se necesita seguridad y una política de inversión para poder financiar lo social, lo social también legitima la seguridad y legitima la inversión.

Por ejemplo, el caso de Córdoba. A pesar de que todavía tenemos Farc en la parte alta de Paramillo y las bandas criminales -a las que estamos persiguiendo inclementemente, inclementemente- yo diría, doctor Miguel (Gómez Méndez, ex gobernador de Córdoba), yo diría, apreciada comunidad académica, que Córdoba, como todo el país, ha venido en un proceso de mejoramiento de la seguridad.

Y miren cómo eso también coincide con una gran expansión en la universidad en estos años. Entonces uno va viendo ahí en la práctica cómo este postulado se va reflejando en las cifras de todos los días: más seguridad, más inversión, más política social.

¿Y por qué este Gobierno ha derramado el Impuesto al Patrimonio? Para que los sectores más pudientes lleven sobre sus hombros, pagando ese impuesto, el costo de la seguridad.

Y algo importante: este proyecto de seguridad ha sido financiado a expensas de lo social. Observen cómo ha medida que hemos hecho todo el énfasis en la seguridad, también hemos venido expandiendo lo social. Lo grave habría sido en estos años abandonar lo social y simplemente dedicarnos a la seguridad. Habría sido más difícil, porque entonces habría un creciente reclamo.

Porque al principio el Gobierno decía: ‘no, es que Uribe es guerra, no hay nada social’. Ignoraban que el propósito nuestro era llevar de la mano la seguridad, la promoción de la inversión y lo social.

Cifras de progreso de Córdoba

Yo repasaba ahora algunas cifras, al conmemorar los 15 años del periódico El Meridiano, que me voy a permitir revisarlas con ustedes.

La primera, es la que ya les dije, el crecimiento de esta universidad. Y podemos ver los crecimientos educativos en todo el país.

Por ejemplo, en Córdoba, fuera del crecimiento de sus universidades en Montería, hemos avanzado mucho en estos años con las sedes universitarias regionales, los Ceres (Centros Regionales de Educación Superior): en Montelíbano, en Tuchín, en Chinú, en Tierralta, en Valencia.

En Córdoba hemos inducido en los últimos tres años, año tras año, los recursos de gratuidad de la educación para todo el país.

Cuando yo llegué a la Presidencia, Córdoba tenía 424 mil personas afiliadas al Régimen Subsidiado de Salud; hoy tiene millón 105 mil. De 439 a millón 105 mil.

El Sena. Cuando yo llegué a la Presidencia, el Sena capacitaba en Córdoba 17 mil personas al año; el año pasado 115 mil. Creo que es un salto bien importante de 17 mil a 115 mil.

Y se hizo una revolución bien interesante, que es la educación por ciclos. Por ejemplo ¿cómo funcionan? Cuando yo llegué a la Presidencia, en Córdoba el Sena apenas tenía 830 jóvenes matriculados en técnicas y en tecnologías; el año pasado tuvo 4 mil 644.

Esos muchachos al terminar una técnica, una tecnología, hoy tienen una oportunidad que no tenían antes, que es entrar a una universidad, completar los créditos y poder acceder al grado de educación superior. Pienso que esa reforma es bien importante.

Pero también hemos hecho otra. Ya tenemos 350 mil bachilleres que antes de graduarse están recibiendo una formación del Sena. ¿Para qué? Para que esos muchachos, al momento de graduarse como bachilleres, tengan una posibilidad de entrar a la universidad, pero ya con un fomento de su vocación laboral y de emprendimiento

¿Es suficiente? No, no es suficiente. Apenas son 350 mil y el país va a producir este año, va a graduar, más de 700 mil bachilleres. Cuando nosotros empezamos eran 424 mil bachilleres.

Y sigamos viendo algunos indicadores sociales de Córdoba. En el país nuestro Gobierno en Bienestar Familiar ha pasado de atender 5 millones de colombianos; hoy atiende 12 millones.

En Córdoba, sumando todos los hogares de las Madres Comunitarias, sumando los restaurantes escolares, el programa para alimentación de niños menores de cinco años, sumando todo, en Córdoba tenemos lo siguiente: cuando el Gobierno nuestro empezó se atendían 185 mil cordobeses por parte del Bienestar Familiar; ahora se atienden 474 mil.

Familias en Acción era un programa incipiente en todo el país, era un programa de 220 mil familias, experimental. Hoy es un programa que pagó en la última oportunidad 2 millones 600 mil familias y tiene inscritas 2 millones 900 mil.

En Córdoba, en la última oportunidad, Familias en Acción le pagó a 181 mil 534. ¿Hacia dónde se orienta ese programa? A darles una ayuda a las mamás, especialmente, porque el pago se hace a las mamás para que puedan garantizar la asistencia escolar de sus hijos.

Yo creo que ese es un programa inmensamente benéfico para mejorar la estructura de distribución del ingreso en Colombia. Porque finalmente lo que la va a cambiar es darles oportunidades de estudio a todas las nuevas generaciones.

Si los hijos de las familias pobres no pueden estudiar, el país no cambia la estructura inequitativa de distribución del ingreso. La posibilidad de que los sectores más pobres del país puedan estudiar y completar todo su ciclo educativo, es lo que ayuda a transformar la estructura de distribución del ingreso en nuestra Patria.

He ahí la razón de programas como Familias en Acción. Y así podríamos seguir sucesivamente.

Reflexión ante el Bicentenario

En el tema de seguridad yo los invito a pensar en el proceso histórico en logros de este Gobierno y en lo que falta.

El proceso histórico. Colombia ha tenido muy buenos gobernantes: Bolívar, Santander, Núñez, General Rafael Reyes, para citar algunos. General Pedro Nel Ospina, Alfonso López Pumarejo, los señores Lleras, López, etcétera. Y buenas políticas públicas y buenos liderazgos.

Yo diría que en este Bicentenario hay una reflexión: ¿por qué Colombia no ha progresado lo suficiente?

Seguramente sociólogos, politólogos, economistas darán respuesta. Yo he venido aportando una en mi interpretación, no de historiador, pero sí de mis preocupaciones por la suerte de mis compatriotas. El país ha tenido mucha violencia; en 200 años de vida independiente, escasamente 47 años de paz. Eso es un recorrido de violencia demoledor.

En el siglo XIX apenas tuvimos siete años de paz alrededor del Gobierno de Núñez, que fueron de prosperidad. Y en el siglo XX, cuando uno repasa y repasa a los historiadores, dice, bueno, solamente entre 1902, cuando se dio punto final a la Guerra de los Mil Días –que fue de mil 128 días–, y principios de los años 1940, cuando renació, resurgió la violencia entre los partidos. Se acabó esa violencia a finales de los años 50, cuando los pactos del Frente Nacional, de los ex presidentes Alberto Lleras y Laureano Gómez.

No habían terminado de perfeccionarse esos pactos y aparecieron las guerrillas marxistas, de odio de clases, que pretendían destruir el estado democrático y sustituirlo por la dictadura del proletariado.

Después vino la reacción cruel del paramilitarismo. Este departamento (Córdoba) no fue epicentro de la lucha entre los partidos; lo había sido si de la Guerra civil de los Mil Días, pero de la lucha entre los partidos entre los años 40 y 1957, este departamento no fue epicentro. Sin embargo, después sí fue epicentro de lo que siguió, de las guerrillas marxistas y de las reacción igualmente cruel del paramilitarismo.

Y todos, unos y otros, cooptados por el narcotráfico. Y es lo que realmente le ha tocado vivir a las generaciones colombianas desde 1940. Esa es una especie de génesis de esta violencia.

En este Gobierno pienso que hemos avanzado bastante. Uno lo ve en reducción de asesinatos, en reducción de secuestros, en reducción de masacres y lo ve también en intangibles.

Recuperación de monopolios del Estado

Algunos intangibles. Este país ha recuperado un monopolio que nunca debió perder, el del Estado para combatir a los criminales.

La palabra paramilitar surgió en Colombia para denominar bandas privadas criminales, cuyo objetivo era combatir a la guerrilla. Se había perdido el monopolio del Estado, yo creo que se ha recuperado.

Hoy tenemos guerrillas y las bandas criminales del narcotráfico, y bastante asociados.

Los integrantes de esa banda criminal que capturamos este domingo hizo una semana, vamos para dos semanas, allá cerca de San Francisco del Rayo en Córdoba ¿qué hacían? Negociar la droga que produce en el Alto Paramillo la Farc.

Entonces son agrupaciones que están unidas hoy alrededor del negocio del narcotráfico, pero lo importante es que el Estado ha recuperado el monopolio para combatirlos.

La justicia. No obstante que la justicia es independiente en Colombia y es autónoma, muchos jueces y muchos fiscales habían sido desplazados por la acción de las guerrillas y de los paramilitares. La justicia ha recuperado hoy la posibilidad de su ejercicio en Colombia.

La descentralización. Cuatrocientos alcaldes no podían desempeñarse en sus municipios por amenazas del terrorismo. Hoy todos. Y el Gobierno ha rodeado a todos de garantías independiente, esto es bien importante, sin que al Gobierno le importe su origen político de su elección, a todos los hemos rodeado de garantías.

Creo que otra cosa bien importante: nosotros no hemos avanzado en la Seguridad Democrática con legislación de Estado de Sitio, sino con legislación ordinaria, con respeto a las garantías políticas, a las garantías civiles. No hemos suprimido libertades en nombre de la seguridad. Al contrario, yo creo que los colombianos están hoy más libres, porque sienten menos presiones de la violencia.

Antes las víctimas no reclamaban, hoy reclaman. Tenemos 280 mil víctimas inscritas. El país empieza a hacer un gran esfuerzo de reparación, que va a tomar años. Yo creo en la reparación, no porque la persona quede reparada, sino porque todo intento de reparación anula venganza, elimina gérmenes de odio.

Sin embargo creo que la mejor reparación es garantizarles a las nuevas generaciones que puedan vivir un país en prosperidad, un país sin violencia. Lo que los estudiosos llaman el derecho a la no repetición.

Nada ganaríamos con reparar víctimas, las 280 mil que tenemos inscritas, si la violencia siguiera en nuestro país. Por eso hay que hacer ese enorme esfuerzo.

La Seguridad Democrática es un polluelito

¿Qué pasa a futuro? Yo pienso que esto todavía no está a salvo. Yo pienso que la Seguridad Democrática es un polluelito que apenas está mostrando las primeras plumas y que uno no puede dejar que le caiga ni un sereno, porque se apesta.

Entonces es un avance. Diría yo que es la proyección de una tendencia, pero que hay que cuidarla y que no podemos permitir que eche para atrás.

Porque además la seguridad, una vez acudí yo a España a hablar con Felipe González, acababa de terminar su Gobierno. Dije yo, bueno, ¿qué le habrán dicho de mi? ¿Qué le habrán dicho de mÍ con toda esa crítica que hay contra mÍ por mi idea de seguridad?

Y yo llegué allá muy acomplejado, esperando a que el me regañara. El plan era conversar con él un cuarto de hora, lo escuché dos horas y cincuenta; y le hablé diez minutos. Y cuando terminamos la reunión me dijo: ‘Uribe, no abandone la idea de la seguridad, porque la seguridad es –óigase bien–, un valor democrático y una fuente de recursos’.

Hay que cuidar esto a futuro. Por eso yo le he dicho al país mejoremos el rumbo, pero mantengamos el rumbo. Mantengamos el rumbo, mejorándolo. No lo abandonemos.

En la dialéctica es tan grave aquietar un rumbo, detenerlo, estancarlo, como abandonarlo. Yo creo que aquí hay que tener un proceso de mejoramiento continuo. Lo mismo con las políticas de promoción de inversiones y la política social.

Avances en seguridad social

Salud. Ya les dije Córdoba. Cuando empezó nuestro Gobierno el país tenía 23 millones de asegurados en salud; vamos a dejar el país con 43 millones. Es un crecimiento en 8 años de 20 millones en aseguramiento; es un gran logro.

En este Gobierno no se ha cerrado un solo hospital. En este Gobierno no se ha cerrado un solo hospital, se han reestructurado sí muchos.

¿Qué ha pasado con muchos hospitales públicos? No los cerraban, pero los quebraban y como los quebraban finalmente los tenían que cerrar. ¿Y por qué los quebraban? Por exceso de gastos, por mala administración, por robo, dilapidaban recursos.

Este Gobierno ha reestructurado 220 hospitales públicos. Creemos que es tan grave cerrar los hospitales públicos, como dejarlos quebrar. Es tan grave el Gobierno que llega con la idea de acabar lo público, como el Gobierno que por hacer demagogia deja que quiebren lo público. Se llega al mismo lugar, que acaban lo público.

Nosotros hemos –en nombre de la tesis de que lo público tiene que ser eficiente, austero, sostenible–, hemos reestructurado 220 hospitales públicos. Y hemos dicho un gran cambio en las clínicas del Seguro Social, que antes estaba, eran víctimas de excesos sindicales y de politiquería. Hoy están bien manejadas. Por ejemplo la Henrique de la Vega, de Cartagena; está manejada por la Fundación de Hermanos de San Juan de Dios.

La Campo Serrano de Santa Marta por la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga. Las de Medellín por una sociedad de la Universidad de Antioquia, las de Bogotá por una sociedad con la Caja de Compensación, Compensar, la Universidad del Rosario y la Fundación de Hermanos de San Juan de Dios.

Dijeron ‘es que el Presidente acabó con el Seguro Social’. De ninguna manera. Simplemente era insostenible la EPS del Seguro Social, hubo que cerrarla. Además, la Superintendencia le dijo ‘usted con esos pagos no es capaz de atender la gente. Entonces le prohibieron afiliar.

¿Qué hicimos? La cerramos sí, pero creamos una de las cajas de compensación y del Gobierno, se llama la Nueva EPS. Que apenas está empezando y que hay que irla corrigiendo y moldeando y mejorando.

¿Saben ustedes cuánto de sus ingresos se gastaba en administración la vieja EPS del Seguro Social? 26 por ciento. En cambio la Nueva se gasta el 9 por ciento.
Entidades del Estado tienen que ser eficientes

La universidad pública, el hospital público, la entidad pública, tiene que ser austera. Porque hay que escoger en una entidad de salud a quién se le sirve, Si a los costos de funcionamiento o a la comunidad.

¿Qué es mejor? ¿Dilapidar recursos o llegarle con un buen servicio a la comunidad? Nuestra filosofía es: el Estado tiene que ser austero, transparente, reducir costos y llegarle con mejores servicios a la comunidad.

Nosotros yo creo que con estas reformas hemos aumentado el patrimonio del Estado. Una de las críticas que me hacen a mí es la reforma de Ecopetrol, la de Telecom. Qué tal que no las hubiéramos hecho.

Sí, les permitimos a los particulares capitalizar un diez y medio por ciento de Ecopetrol, pero cuando empezó nuestro Gobierno Ecopetrol invertía 500 millones de dólares al año, el año pasado 7 mil millones de dólares y este año 7 mil.

El país estaba en una gran declinación de producción. Hoy, de acuerdo con lo programado en 2000, en el año 2002, Colombia estaría produciendo 230 mil barriles de petróleo al día. Estamos produciendo 785 mil y el país se apresta a llegar, en no mucho tiempo, a millón y medio. O sea que nosotros hemos buscado mejorar el Estado sin que obstaculice a los particulares.

América Latina en esto ha tenido las décadas del neoliberalismo y las décadas de lo yo llamaría el burocratismo.

En las épocas del neoliberalismo, ha destruido el estado. Yo no estoy de acuerdo con eso. Y en las épocas del burocratismo, ha destruido la iniciativa privada; muy grave.

Nosotros creemos que debe haber un Estado eficiente, transparente que gaste en la comunidad pero que no gaste en gastos de funcionamiento. Y que ese Estado debe permitir que haya una gran iniciativa particular. La iniciativa particular como expresión de la libertad es lo que finalmente aviva la critica, aviva el emprendimiento, aviva la ciencia.

Sin iniciativa privada los pueblos se aderezan, lo ha demostrado la historia de la humanidad. La calidad de vida en calidad de mejorar hecha para atrás y al mismo tiempo no hay posibilidades de investigación.

Reforma en salud

Nosotros ¿por qué esta emergencia? Esta emergencia porque la Corte Constitucional dijo ‘bueno, ahora hay que pagar el no POS (Plan Obligatorio de Salud). Cuando una persona este afiliada y tenga una enfermedad que no se la cubre el POS y esa enfermedad le vaya a crear un grave riesgo, a esa persona hay que pagarle el no POS’. Y necesitábamos los recursos para eso.

Por eso derramamos estos impuestos. ¿A qué se los derramamos? No se los derramamos a la canasta básica de los colombianos; se los derramamos a los juegos, a los licores, a los cigarrillos y a la cerveza.

¿Qué no tocamos? No le impusimos IVA (Impuesto del Valor Agregado) ni a los alimentos básicos ni a los servicios públicos que no han tenido IVA; tampoco le impusimos IVA a la educación, tampoco a la salud ni tampoco al arrendamiento de vivienda.

E hicimos otras cosas. Por ejemplo ¿Qué hicimos? Ordenamos que cuando el Gobierno vaya a pagar evite la cadena de intermediarios, que la plata del hospital se la gire directamente al hospital, a la EPS se la gire directamente a la EPS. Evitar esos intermediarios nos ayuda a evitar gastos financieros.

Entonces el tema no es solamente de más ingresos si no de poder hacer que los ingresos rindan más. Si uno tiene unos altos costos financieros porque los pagos demoran mucho, porque van por una cadena de intermediarios, nada gana con los nuevos recursos.

También en la misma dirección y por la misma razón, introdujimos lo que se llama la posibilidad de anticipar cuentas. Que hoy presentan una cuenta de recobro para cobrar la atención de algo que no esta en el POS, que el Estado pueda anticipar una cuenta, un dinero mientras esa cuenta se legaliza, a fin de evitar de reducir costos financieros.

Introdujimos la posibilidad de intervenir cuando haya abusos en los precios de los medicamentos. Y lo que hace que se creó la reforma a hoy ya hay un ahorro de aproximadamente 30 mil millones al año, porque se han reducido unos precios de medicamentos.

El objetivo es que podamos reducir precios de medicamentos que le permitan al Estado un ahorro de no menos de medio billón al año. Por que es muy difícil, en un país todavía con pobreza e inequidad como Colombia, lograr financiar lo que hemos venido logrando, que es la afiliación de todos los colombianos al seguro de salud.

Otras cosas que se han hecho allí bien importantes. Exigir que desde el primero de abril los colombianos de Régimen Subsidiado sean atendidos no solamente en su municipio si no que sean atendidos en cualquier municipio de Colombia.

Desde el primero de abril, si esta reforma no se cae –yo estoy haciendo fuerza, enorme fuerza– por ejemplo los ciudadanos de Canalete, hasta hoy solamente son atendidos solamente en Canalete. A partir del primero de abril tendrían que ser tendidos en cualquier municipio de Colombia.

Y además, en un proceso gradual que ya tiene un gran ejemplo que es la ciudad de Barranquilla, que los colombianos del Régimen Subsidiado tengan los mismos beneficios que los colombianos de Régimen Contributivo.

Errores del Gobierno. Yo los tengo que asumir. Se puso ahí en un artículo marginal que se autorizaba a los colombianos a gastar cesantías en salud. A mí me parece que cometimos un error.

Entonces yo dije en algún momento: miren, eso solamente para los estratos ricos. Y algún trabajador me dijo: ‘hombre, Presidente, si abren la puerta hoy con los estratos ricos mañana le extienden eso a los pobres’. Y dije: reversemos. Es de la democracia proponer y rectificar. Y yo me dí el lapo y dije: echamos eso para atrás, rectificamos.

Yo mantengo muy presente al profesor de (Jorge Eliécer) Gaitán que era Enrico Ferri, profesor de la Universidad de Roma que decía: ‘la autoridad reposa en el principio de reconocer que no se tiene la razón cuando los argumentos del otro son más lógicos, y de reclamar la razón solamente basado en argumentos’.

Y también cometimos otro error que creo una gran indisposición en el cuerpo médico. Por recomendaciones de algunos médicos se dispuso que los mismos médicos pudieran imponerles sanciones económicas a los médicos.

Entonces eso creo una gran indisposición. Y yo dije: echen eso también para atrás. ¿Para qué vamos ahora a amenazar a los médicos en una hora donde se necesita es unir al país con sanciones económicas. Esos dos puntos que crearon tanta fricción se corrigieron.

Doctor Emiro, hasta aquí lo que yo podría decir, inicialmente este tema de salud.

Educación, generación de empleo e inversión

En el tema de educación ¿Nosotros dónde henos insertado la educación? En la política social que acompaña la política de seguridad y a la política de promoción de inversiones.

Y es fundamental, a mí juicio, para el crecimiento económico, para la generación de empleo y para el emprendimiento.

Yo no creo que el empleo se resuelva echando para atrás la reforma laboral del 2002, que lo propone un sector político.

Ni tampoco lo que proponen otros, que quitemos los dineros que les pagan los empleadores al Sena, a las cajas de compensación y a Bienestar (Familiar). ¿Con que financiaríamos esas entidades que son fundamentales para la política social?.

Yo creo que el empleo es un tema que depende de algo mucho más profundo, que depende del crecimiento y que ambos dependen de seis elementos, que los quiero anunciar.

Seguridad, promoción de la inversión, y me dicen: ‘bueno, Presidente, pero si Colombia en los últimos años ha tenido una alta tasa de inversión’.

El año pasado tuvo la tasa de inversión más alta de América Latina, por cada peso del producto de invirtieron 25.3 centavos.

Si antes Colombia tenía una Inversión Extranjera de 400 millones de dólares, 2 mil y ahora de 8.500, 9.500, 10.500, esto ¿por qué no resuelve el problema de pobreza? Porque es que eso toma tiempo, porque China empezó con unas altas tasas de inversión hace más de 20 años, cuando llego Deng Xiao Ping y dijo lo de Mao Tse Tung está fracasado.

La economía socialista no es para empobrecer a los ciudadanos, hay que combinarla con la economía social de mercado. Son mil 300 millones de chinos, llevan 20 años con una altísima tasa de inversión y apenas han reivindicado de la pobreza a 400 millones de chinos. Colombia apenas lleva cuatro años empezando a tener tasas de inversión.

Por eso a mí también me preocupa las propuestas de alguno que dice ‘no, eso que ha hecho Uribe de darles incentivos a la inversión, eso es darle regalos a los ricos, acaben con eso.

¡Por Dios! Los incentivos a la inversión, los países que querían tener éxito en promoción de inversiones tienen que darlos. Uno no puede darle el mismo tratamiento en pago de impuestos al que no invierte que aquel que invierte. Y el país apenas empieza a ser un país generador de confianza de inversión.

Hace pocos días me encontré un empresario norteamericano que tiene en China, no en Estados Unidos sino en China, la fábrica de confites más grande del mundo. Y me dijo ‘necesito poner en América una sucursal de esa fábrica’.

Y empecé una conversación con él y me dijo ‘mire, yo nunca había pensado en Colombia para una inversión. Por primera vez lo hago. Por que hasta hace años lo único que oíamos de Colombia son noticias de violencia. Ahora he visto que han creado un ambiente muy favorable de inversión. Estoy pensando poner esa fábrica’.

El mundo apenas está empezando a ver a Colombia en la pantalla de los destinos de inversión, apenas está empezando, ese polluelito apenas está empezando a echar plumitas; por eso no lo podemos matar.

Cuando apenas está empezando a conseguir confianza, cambiar esas reglas es muy dañino. Uno quisiera que no cambiaran esas reglas, sino ver en Córdoba grandes inversiones sin piscicultura.

Miren, ya tenemos un ejemplo. Esa termoeléctrica que van a hacer en Puerto Libertador se debe a las condiciones de inversión creadas por este gobierno. Le dimos el tratamiento de zona franca; no va a pagar una tasa de renta del 33 sino una tasa de renta del 15, no paga IVA ni arancel por los equipos que tiene que traer. Eso ayuda muchísimo. Y además, tiene un acuerdo de estabilidad de 20 años.

Uno quisiera que eso se replicara y que este departamento estuviera lleno de zonas francas en el terreno agrícola, en el terreno pecuario, en la industrialización pecuaria, en la industrialización agrícola, en la piscicultura, etcétera.

Pero entonces pregunta la inversión: ‘Muy bien. Entonces Colombia está avanzando en seguridad, tiene otro polluelito que es la inversión. ¿Pero a quién le vamos a vender? Hablan de mercados. Hay que pensar en el mercado interno y en el mercado externo.

En el interno, uno tiene que subir la capacidad adquisitiva de los colombianos. Con esta crisis tan grave de la economía en los últimos dos años, al país le hubiera ido mucho más mal si nosotros no hubiéramos tenido política social.

Los profesores de la Universidad y los directivos, los invito a esta reflexión: en las anteriores crisis de la economía, los muchachos salían de la universidad. Deserción universitaria y escolar. En esta crisis, en lugar de que los niños hayan abandonado los colegios, ha seguido aumentando la población educativa por los apoyos del gobierno a estos programas. Eso ha ayudado bastante, bastante en nuestra Patria colombiana.

Nosotros hemos logrado mejorar no en todas partes pero sí algo, también es otro polluelito, apenas embrionario. Reconozco todo lo que falta: capacidad adquisitiva de los colombianos.

Imagínense ustedes cuánto representa que cada dos meses en Córdoba se les pague un dinero para apoyar la educación de sus hijos a 181 mil familias. Algunos protestan y me llaman: ‘Presidente, que no me llegó sino tanto, que eso es muy poquito’. La otra señora protesta, ‘que a mi no me llegó el pago’. Yo llamó y preguntó por qué. Porque no presento el certificado que los hijitos estaban estudiando.

Y eso hay que estarlo corrigiendo todos los días. Otro día me dicen: ‘ahí salió en El Meridiano (de Córdoba) una foto. Los ciudadanos a plena luz del día haciendo una fila’. Ahí estamos bregando a que les llegue el pago a una cuentecita del Banco Agrario.

Pero 181 mil familias, eso equivale a que Córdoba debe recibir al año por ese solo concepto, 150 mil millones. ¿Cuánto representa 150 mil millones, 160 mil millones en capacidad adquisitiva del sectores pobres? Porque esa plata no se la llevan para Nueva York ni la meten bajo el colchón. Esos compatriotas en qué se la gastan. Que en unos tenis, en unos pantalones, en una camisa; que se la gastan en alimentación, en todo lo que se requiere para la asistencia escolar de los hijos.

Y eso no es un regalo. ¿A quién se le paga? Se le paga a quien demuestre que sus hijos están estudiando.

Eso ha ayudado al mercado interno. ¿Es suficiente? No, insuficiente. Todavía hay mucha pobreza y la capacidad adquisitiva del pueblo colombiano aún es muy baja, especialmente en departamentos como éste. Pero también se necesita el mercado externo y van a ver como conecta esto con educación.

Tratados y apertura de mercados

Colombia hizo entre 1989 y 2003 una apertura pero no abrió mercados. Óigase bien, apreciados estudiantes: nosotros desmontamos los aranceles y dejamos que el país se nos llenara de bienes extranjeros. Pero nosotros no abrimos mercados a los cual llegáramos con nuestros productos.

Si en Venezuela cierra el mercado de ganado y hay una crisis aquí, no nos compran más vestuario y hay una crisis aquí. Solamente teníamos nosotros el mercado andino con todas las fragilidades y un acceso muy limitado a México.

Entonces lo que yo me pregunto es ¿por qué nosotros abrimos lo nuestro y por qué nosotros no abrimos otros para los nosotros? Cómo ha venido corrigiendo esto este Gobierno, pero apenas, apenas empieza a obtener resultados.

Hicimos el acuerdo Comunidad Andina-Mercosur, con ese gigante que es Brasil; el acuerdo con Chile, un acuerdo con Perú, con tres países centroamericanos. Ahora negociar con Panamá, con Estados Unidos, todavía sin poderlo conseguir en el Congreso americano. ¡Qué dificultad!

Con Canadá. Acabo de hablar con el Primer Ministro (Stephen) Harper mientras venía del periódico El Meridiano a aquí. Y Alicia (Arango, Secretaria Privada de la Presidencia), a propósito, yo tengo que hacerle una llamada al señor (Michael) Ignatieff, del Partido de oposición de Canadá, a ver si la piden ya de la Presidencia. Ayúdame con eso y dile a Luis Guillermo Plata (Ministro de Comercio, Industria y Turismo) que esa es la sugerencia del primer Ministro Harper.

Allá lograron ya un acuerdo. Dijeron ‘bueno, vamos a hacerle una revisión anual de Derechos Humanos a Colombia’. Me preguntaron a mí si la aceptaba y le dije, claro. Entonces ese acuerdo ya anticipa que se va a aprobar en el Parlamento canadiense el acuerdo con Colombia.

Hicimos el acuerdo con la Unión Europea, con China, con India. Con Cuba también. Pero no solamente los acuerdos de comercio sino el acuerdo de desmonte de la doble tributación.

¿Qué es la doble tributación? Si yo tengo una fabrica aquí y otra en Lima, Perú, aquí me cobran por la de aquí y por la de Lima, y en Lima le cobran por la de aquí y por la de Lima. No pueden cobrar sino en uno de los dos países. Que me cobren allá por la de Lima y aquí por la de Colombia. Esos acuerdos son necesarios porque si no se cierra la inversión.

Y me preguntan ‘bueno ¿pero ustedes hacen acuerdos con China y también con los Estados Unidos?’ Con todos. Yo creo que Colombia tiene que buscar relacionarse con todo el mundo. Colombia no puede depender de uno o dos, Colombia tiene que relacionarse con todo el mundo. Creo que eso es bien importante.

Entonces va la seguridad, va la promoción de inversión, los mercados y en seguida aparece, sí y conseguimos acceso a esos mercados y qué les vamos a vender. Si nosotros decimos vamos a venderles café verde en sacos, estamos vendidos. Si vamos a conseguir un acuerdo de comercio para vender confección simple y tener que competir con mano de obra barata, es injusto y estamos perdidos.

Valor agregado y sectores de talla mundial

Los acuerdos de comercio no pueden ser para baratar mano de obra. Al contrario, tiene que ser para garantizar derechos de los trabajadores.

Yo diría que lo que distingue la vieja globalización de la nueva globalización es que en la nueva globalización los acuerdos de comercio tienen que tener lo siguiente: exigencia de respeto a los Derechos Humanos, exigencia de respeto a los derechos de los trabajadores y exigencia de respeto al medio ambiente.

Entonces ¿con qué hay que competir? Yo creo, hombre, si uno quiere competir con café, produzca café ecológico, industrialícelo, agréguele valor. Si quiere competir con camisas, esmérese en diseños, busque nichos de mercados que paguen el valor agregado en diseño. Eso es lo que se llama agregarle valor a lo que producimos.

Ojalá de aquí en el futuro pudiera salir la carne con un gran valor agregado. Los productos alimentarios también. Ojalá el sur de este departamento, donde están todas las condiciones, fuera un gran centro de producción de combustibles biológicos para venderle al mundo. Ojalá todo el departamento fuera un gran centro de producción de piscicultura –la universidad ha sido pionera en eso– para venderle al mundo. Agregarle valor a lo tradicional e introducir nuevos sectores de la economía.

Manizales tenía un desempleo del 24 por ciento .Lo ha reducido, creo que está en el 15, 16; todavía muy alto pero hay una gran reducción.

¿Qué ha hecho Manizales? Favorecerse de unas iniciativas de este gobierno y traer por ejemplo, los sectores de call center. Instalan una oficina de call center para atender llamadas de cualquier parte del mundo; 2.500, 5.000 empleos, todos con afiliación a la seguridad social.

Nuevos sectores de la economía. Yo creo mucho en que el país puede desarrollar todo lo que son los combustibles biológicos, la piscicultura, los call center; creo muchísimo en la producción de medicamentos, materias primas de medicamentos; en la producción de cosméticos, materias primas de cosméticos; software, etcétera.

Entonces ahí van la seguridad, la promoción de inversiones, el acceso a mercados y el mejoramiento de lo que se produce, lo que se llama la canasta exportadora.

Pero eso necesita innovar ¿cómo hay innovación? Con una revolución educativa permanente. Y ahí vamos viendo cómo rima la revolución educación permanente con este proceso.

Infraestructura, conectividad y universidad pública

Lo otro es infraestructura. Yo anunciaba hoy unas obras para los últimos 140 días de este Gobierno –que las vamos a contratar en Córdoba– de gran beneficio para todo el Caribe.

Confió que aquí el Lunes Santo se firme una adición de las concesiones del Caribe que valen alrededor de un billón 400 mil millones (de pesos) para ir avanzando en todo este conjunto de concesiones de la Gran Transversal de las Américas.

Volviendo a la educación ¿qué hemos logrado en este Gobierno? Educación básica estaba en una cobertura del 78 por ciento, está llegando al 100 por ciento. Ahí hay una parte buena. Mala, todavía hay mucha deficiencias de infraestructura, ha crecido mucho la cobertura pero todavía hay deficiencias de infraestructura. Estamos logrando buen nivel de conectividad pero todavía se me quejan mucho.

En algunas partes me dicen ‘mire Presidente, ya los computadores están obsoletos. Presidente todavía hay muchos niños por computador. Presidente están muy lentos, la banda ancha no es suficiente”.

Nosotros vamos a dejar de aquí a agosto uno 80 por ciento de los estudiantes de las escuelas públicas de Colombia con conectividad a una buena ancha. Pero hay un problema: en muchas zonas rurales todavía no, todavía es muy precaria la conectividad. Entonces ahí tiene que hacer el país un gran esfuerzo, porque quiero como contarles en qué hemos avanzado y donde tenemos todavía unos grandes problemas.

Graduábamos 424 mil bachilleres; este año vamos a graduar más de 700 mil bachilleres. Teníamos menos de un millón de estudiantes universitarios, era una cobertura del 21,6 ¿Cómo se mide la cobertura universitaria? Número de ciudadanos que están en la universidad como proporción al número de ciudadanos que están en edad universitaria. Era de 21,6; hoy es casi del 36.

Hemos pasado a menos de un millón de estudiantes universitarios a casi un millón 700 mil estudiantes universitarios.

Yo creo doctor Emiro (de Jesús Madera, Rector de la Universidad de Córdoba) que ha habido una cosa muy importante: se ha superado la confrontación universidad publica-universidad privada.

Yo prometí, yo como candidato a la Presidencia de la Republica: ‘Uribe cierra las universidades publicas’ ¿Cómo las voy a cerrar si soy hijo de la universidad pública? Yo soy hijo de la de Antioquia. Yo creo que lo que hemos hecho en estos años es experimentado un crecimiento del 40 por ciento de la universidad pública colombiana. Y se ha venido acabando esa contradicción tan feroz que había entre la universidad pública y la universidad privada. Necesitamos de ambas.

Se ha aprobado la nueva Ley de Ciencia y Tecnología y a pesar de que el país este año tiene un record en el presupuesto de ciencia y tecnología, todavía es insuficiente.

Creo que las universidades han vendo progresando mucho en programas de investigación, en profesores con maestría y en profesores que están haciendo doctorado.

El Icetex (Instituto Colombiano de Crédito y Estudios Técnicos en el Exterior), cuando yo llegue a la Presidencia atendía 60 mil muchachos; hoy esta atendiendo 300 mil. Antes necesitaban una tarjeta y un directorio político para que les dieran un crédito educativo; ahora lo pueden conseguir por Internet.

Eso sí, como se acreditó, hoy ya no da abasto. Nosotros hicimos el esfuerzo de ese salto de 60 mil a 300 mil. Ojalá el otro Gobierno lo pueda dejar en un millón de muchachos apoyados.

Ahí estamos tramitando unos nuevos proyectos para que los próximos gobiernos puedan, no solamente hacer ese crédito, sino también darles un apoyo de sostenimiento a los estudiantes más pobres y buscar la meta de que Colombia logre en los próximos años otros 500 mil estudiantes de los estratos pobres en nuestras universidades.

Y me dicen ’bueno, calidad, y el Sena (Servicio Nacional de Aprendizaje). Yo tengo confianza en lo que se esta haciendo de calidad. Ya los profesores se nombran es en primaria y secundaria por concurso, no por recomendación política. Entonces prima el mérito.

Antes solamente teníamos las pruebas Icfes; ahora las pruebas Saber que periódicamente nos van indicando como van las tendencias de calidad de educación. Tenemos las pruebas Ecaes (Examen de Estado de Calidad de la Educación Superior) y he visto que la Universidad de Córdoba ha tenido éxito. Son las nuevas pruebas para mediar la calidad de los egresados de los programas universitarios, y óigase bien, téngase en cuenta esto: Colombia es el país latinoamericano que más expone sus estudiantes hoy a competir en ciencias y matemáticas con los países desarrollados. Y es el país latinoamericano más exigente en pruebas locales de educación.

Y algunos me dicen: ’No, que el Gobierno es guerra’. Miren este año el presupuesto militar, muchos países disfrazan el presupuesto militar, porque le muestran a uno cuanto es el presupuesto de la Policía Nacional. Pero esos países tienen policía departamental y municipal y no lo suman en ese consolidado y tampoco suman la seguridad social.

Nosotros en el presupuesto militar sumamos todo. Este año el presupuesto militar es de 3,9 del PIB, el educativo es de casi el 5 por ciento y el de salud es de más del 6.

O sea que a pesar de este esfuerzo que ha habido que hacer en seguridad, nosotros tenemos hoy un presupuesto militar total que es para la Policía, el Ejército, todas las fuerzas, que incluye pensionados, que incluye seguridad social, que es inferior al presupuesto educativo solamente considerado y al presupuesto de salud solamente considerado. Pienso que ahí el país ha dado un gran salto.

El Sena. Empezamos nosotros con una atención en el Sena de un millón 100 mil colombianos; el año pasado 7 millones 860 mil. El Sena tendía 41 mil colombianos matriculados en programas técnicos y tecnológicos; este año tiene 500 mil.

Esta enseñándole ingles por Internet a un millón de colombianos. Gratuito. La mayoría de los profesores son nuestros compatriotas del archipiélago de San Andrés que nacen con dos lenguas: con nuestra lengua castellana y con el inglés. Eso ha mejorado mucho el ingreso de San Andrés, toda esa cantidad de profesores, ganan allá, y allá dejan la platica; eso le esta dejando a la isla no menos de 12 mil millones de pesos al año.

Y como hoy la transmisión se hace por satélite, y es difícil y costosa, estamos extendiendo un cable –este Gobierno lo deja contratado, en pleno proceso de colocación– entre el Golfo de Morrosquillo y San Andrés para hacer de San Andrés un gran factor en la revolución en tecnología de las comunicaciones.

Necesidades pendientes

Yo pienso que hemos avanzado, falta mucho. Si ustedes me preguntaran: ’¿Presidente, necesidades?’ Yo les dije una: infraestructura

Una segunda. No obstante el avance en conectividad todavía quedan muchas zonas rurales y muchos municipios con mala banda. Eso hay que mejorarlo.

Otra tercera. Nosotros hemos avanzado mucho en Bienestar Familiar, Familias en Acción, pero así como estamos logrando que todos los niños pobres menores de 5 años tengan un apoyo alimentario del Estado y los restaurantes escolares han crecido mucho, nos queda un problema: todavía no hay suficiente escolaridad para niños pobres menores de 5 años.

Este Gobierno a penas va a dejar en esa escolaridad 500 mil. En los años que vienen hay que hacer un esfuerzo muy grande. Pero es que eso no se atendía en Colombia y a nosotros siempre nos ha quedado complicado tener que atenderlo todo.

Entonces quiero tener la menor subjetividad con ustedes, apreciados estudiantes, en el relato de estos temas. Es muy grato estar en la universidad y escucho sus preguntas, sus objeciones, sus preocupaciones, sus comentarios y muchas gracias por abrir esta oportunidad.

El señor Rector les da la palabra”.


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