Marzo 23

   

Declaración del Presidente de Costa Rica, Óscar Arias, al finalizar su visita a Colombia

Bogotá, 23 mar (SP). “Presidente (Álvaro Uribe) usted ha sido un verdadero amigo de Costa Rica, y su apoyo en estos cuatro años ha sido invaluable. Yo de igual manera he querido corresponderle y estar siempre a disposición de lo que yo pueda servir y ayudar y ofrecerle al pueblo colombiano.

Por lo demás, las naciones no pueden vivir en guerra de manera permanente. Esta ciudad de Bogotá, debido a su altura, está más cerca de las estrellas que cualquier otra ciudad, de tal manera que así deben ser las ambiciones de los colombianos, esperar poder así ir algún día a las estrellas.

Y una de esas ambiciones tiene que ser el poder disfrutar algún día de la paz.

El siglo XXI no es el siglo XX, el siglo XX estuvo dividido en varias ideologías, en una Guerra Fría que dividió a la humanidad.

El siglo XXI no comenzó como uno hubiese esperado, comenzó con una guerra unilateral, violando el derecho internacional por parte de los Estados Unidos, y comenzó también con demostraciones de violencia que nunca nos hubiéramos imaginado, como fue lo que aconteció el 9 de septiembre en Nueva York.

Posiblemente ignorábamos que íbamos a tener un nuevo enemigo en el siglo XXI, que es el terrorismo, pero a la par del terrorismo también está el enemigo de la pobreza y la desigualdad, y el analfabetismo y la enfermedad y la degradación del medio ambiente, y tantas necesidades que no hemos podido satisfacer.

Y mientas tanto aquí en América Latina seguimos polemizando sobre cuál de las ideologías o de los ismos –socialismo, comunismo, liberalismo, capitalismo- es la respuesta, cuando lo que tenemos que hacer es lo obvio: educar a nuestros hijos, ofrecerle mejor condición de salud a nuestros pueblos, construir una infraestructura que no hemos construido, mejorar la competitividad de nuestras economías, dedicar más recursos a la innovación, cosas demasiado evidentes para todos.

Y esa es la tarea que tenemos por delante, ese es el verdadero reto, el verdadero desafío de los gobiernos de América Latina.

Y otra que quisiera agregar es que confiamos en que las democracias puedan seguir avanzando, perfeccionando sus instituciones, consolidándolas, mejorándolas.

Y eso significa que pienso que no se vale utilizar esas instituciones, como los procesos electorales, para después de ganar una elección socavar esas mismas instituciones y cercenar derechos humanos y garantías y libertades individuales, que más bien deben de fortalecerse y no debilitarse.

Lo he dicho tantas veces: un verdadero demócrata si no tiene oposición debe crearla.

Y lo he dicho muchas veces: en las verdaderas democracias no existen prisioneros políticos.

Todas estas deficiencias tenemos que hacer un esfuerzo muy grande por superarlas y pasar la página de la lucha ideológica, para, con un mayor pragmatismo, tratar de maximizar las tasas de crecimiento de nuestras economías y crear sociedades más justas, más solidarias, más inclusivas y menos desiguales, que es una de las cosas que más avergüenza en América Latina.

Por lo demás, escogí venir a este maravilloso país siendo este mi último viaje, mi última visita de estado como Presidente de Costa Rica, y sí lo escogí es porque el pueblo colombiano tiene un lugar muy especial de cariño y de afecto y de admiración en mi corazón.

Gracias”.
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