Barranquilla, 25 mar (SP). “Yo me siento muy honrado, para la democracia colombiana, de haber podido mantener este diálogo de trabajo estos años con ustedes, apreciados pequeños comerciantes. Esto es muy útil para la Patria.
Y hay que insistir en el diálogo permanente con los colombianos laboriosos. Yo creo que ha habido un cambio en el país en esta materia. En el pasado, poco se dialogaba con los colombianos laboriosos, pero había dialoguitis con el terrorismo.
Este Gobierno ha aplicado al terrorismo mano dura, y en la relación con los colombianos trabajadores, con los colombianos de labor, con los colombianos laboriosos, ha aplicado diálogo constructivo. Creo que ha sido una inversión del viejo camino, bastante importante.
Quiero destacar hoy que la economía el año pasado creció 0,4 por ciento. Es la primera vez que hemos tenido una crisis tan dura de la economía y que no se nos ha presentado un crecimiento negativo. Lo estábamos esperando.
En muchos países de Europa, Estados Unidos, México, países suramericanos, con crecimientos negativos. México con un crecimiento negativo de más del 6 por ciento. Brasil con un crecimiento negativo del 1,7. Y Colombia, con el problema de la crisis internacional, más el problema del comercio con Venezuela, tuvo crecimiento positivo del 0,4.
Eso quiere decir que nuestra economía ha estado manejada con prudencia, con acierto. Si no hubiéramos tenido el problema con Venezuela, habríamos tenido un punto más de crecimiento de la economía.
Es la primera vez, en una crisis de esta magnitud, que en lugar de crecimiento negativo hay crecimiento positivo.
Al entrar a este salón de la Caja de Compensación, pregunté a sus directivos si a raíz de la crisis habían sentido desafiliación de trabajadores, y me contestaron: ‘No, a pesar de la crisis, siguió creciendo la afiliación de trabajadores’.
A pesar de la crisis, crecimiento positivo. A pesar de la crisis, no ha habido disminución en las afiliaciones a la seguridad social. Todo lo contrario, ha seguido aumentando.
A pesar de la crisis, apreciada doctora Lucía (Ruiz Martínez, Alcaldesa encargada y Secretaria de Educación), a pesar de la crisis, no ha habido aumento de la deserción escolar ni universitaria. Al contrario, mayor población escolar y mayor población universitaria.
Confío que con estos resultados, en pocos días, la Misión de Pobreza pueda mostrarle al país que el año pasado, a pesar de la crisis, continuamos reduciendo la pobreza. Estamos a la expectativa de conocer ese resultado.
Desde Barranquilla, quiero decir a mis compatriotas que hemos mostrado capacidad los colombianos de enfrentar acertadamente este gran desafío de la crisis de la economía. Mis compatriotas han demostrado su capacidad de defenderse frente a esta profunda crisis de la economía.
Por eso hoy debemos pensar que, con laboriosidad de todos los colombianos, el acierto del Gobierno que habrá de llegar, el país se prepare para volver a tener en dos años crecimientos de la economía del 6 por ciento, que son la gran solución al desempleo y a la pobreza. Es mi invitación.
Para eso se requiere, apreciados compatriotas, trabajar en la Seguridad Democrática, en la promoción de la inversión y en la política social.
Cuando uno ve que estos bandidos todavía tienen capacidad de hacer daño, como el daño que nos han hecho en Buenaventura, donde mañana tendremos un Consejo de Seguridad, tiene que reiterar una tesis: cuidado con el apaciguamiento, compatriotas. No nos vamos a dejar engañar. Estos bandidos no van a desistir cuando nosotros tratemos de convencerlos con espejitos. Los espejitos son para que se peinen las muchachas bonitas. ¡A estos bandidos, firmeza, apreciados compatriotas!
No nos equivoquemos. Finalmente la única solución para resolver el problema del empleo, es un gran crecimiento de la economía. Si logramos crecer en medio de esta crisis internacional, en medio de esta dificultad con Venezuela, no nos va a quedar pesado ni imposible marcar una tendencia que se reinicia en dos años, para que el país vuelva a crecer por encima del 6 por ciento.
¿Ustedes saben qué nos ha ayudado? La confianza de inversión en Colombia. El año pasado Colombia tuvo, ponderando el sector público y el privado, la tasa de inversión más alta de América Latina. A mí me sorprende, cada vez que hablo con el señor Gobernador y el señor Alcalde, el ritmo de inversión en Barranquilla. Eso es lo que nos saca a nosotros adelante. Por eso hay que seguir promoviendo la inversión.
Y la inversión no es del uno o del otro. La inversión es de todos: del pequeño tendero, del estudiante, del egresado del Sena, del finquero, del industrial, de la empresa nacional, de la empresa extranjera, de la grande, de la mediana, de la pequeña. Cuando todos nos dediquemos a hacer inversión productiva con criterio social, el país mejora.
Miren cómo nos hemos defendido de esta crisis. Y eso nos ayuda en el otro caminito: lo social. Qué bueno decir que Barranquilla va a quedar con plena cobertura en seguro de salud. Qué bueno poder decir que Barranquilla hoy es un ejemplo ante el país en salud. Que en las últimas semanas no se ha presentado aquí una sola tutela, porque los ciudadanos no han tenido necesidad, gracias a que está mejorando el servicio de salud.
Cuidemos esos tres caminitos, apreciados compatriotas: el caminito de la seguridad, el caminito de la inversión y el caminito de la política social. Van junticos. Son inseparables.
(…)
Tenemos un gran deber, apreciados pequeños comerciantes de Barranquilla: garantizarles a las nuevas generaciones de colombianos el derecho a la seguridad, que es un fundamento de prosperidad que se le negó a las anteriores generaciones de colombianos. Por eso hay que poner mucho cuidado. Mucho cuidado.
Se requiere el diálogo con los sectores laboriosos de la Nación y la mano firme con aquellos que insisten en la violencia. Invirtamos lo que ocurrió en el pasado. No dejemos que nos vuelvan a llevar al pasado, cuando se descuidó tremendamente el diálogo con los colombianos de labor y se dedicaron simplemente a la dialoguitis con el terrorismo. Que eso no vuelva a pasar. Y eso depende de cada uno de nosotros.
Alguien me decía: ‘Es que ya la Seguridad Democrática es una política de Estado’. ¿Cuál? Eso depende es de la voluntad del pueblo colombiano y del mandatario de turno, que es el comandante de las Fuerzas Armadas.
Por eso es que la única política de Estado es aquella que se define en las urnas, y cuando el ungido en las urnas cumple con lo ofrecido. Hay que poner mucho cuidado. Por eso los invito a pensar en un espejo para decir: no nos podemos dejar llevar de aquellos que piensan que aquellos terroristas los vamos a convencer con espejitos.
Los invito a pensar en el diálogo de estos ocho años en Undeco, para reflexionar sobre la necesidad de mantener un gran diálogo con los colombianos de labor.
Los invito a pensar que la prosperidad es hija directa de tres elementos: la seguridad, la promoción de la inversión y la política social. Todo eso está pequeño. Tenemos buenas tendencias, pero pequeñas. Hay que cuidarlas. Son apenas unos arbolitos que apenas están empezando a despuntar. Si no les echamos aguita, si no les echamos abonito, si no los cuidamos, esos arbolitos se atrofian.
Nariño dijo que por no haberse dedicado la Patria, después del Grito de la Independencia, a consolidar el huevito de la Independencia, entraron en la Patria Boba. Que no vayamos a pasar de este principio de la Seguridad Democrática al retroceso hacia una Patria Boba. Hay dos caminos: o avanzar de la Seguridad Democrática a consolidar una tendencia de prosperidad, o retroceder de la Seguridad Democrática a una nueva Patria Boba. Y esto depende de la voluntad democrática de los colombianos.
Espero poder hacer una evaluación final de los temas pendientes con Undeco. Siempre grato acudir a esta reunión con los pequeños comerciantes de Barranquilla.
Voy a guardar en la memoria, hasta el último día de mi vida, dos frases. Una extraída del Himno del Atlántico, bellísima. Ojalá la escuchen todos los colombianos. Dice: ‘Mi Dios puso en nuestras venas, como un vino, la esperanza de vencer el porvenir’. Voy a llevarme esa frase hasta el último día de la vida.
Y otra extraída del Himno de esta ciudad de Barranquilla: ‘Barranquilla sabe cantar y sobre el yunque martillar’. Es lo que requerimos los colombianos: cantar y martillar sobre el yunque. Para eso necesitamos vivir en un país seguro y próspero. Muchas gracias”. |