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Mayo 06     Versión imprimible

Palabras del Presidente Álvaro Uribe al clausurar el Foro Internacional sobre Agricultura Controlada

Bogotá, 6 may (SP). “La verdad es que me siento muy abrumado, doctora Adriana (Senior, Presidenta de la Corporación ‘Colombia Internacional’), me da mucha pena, me honran en exceso. Lo que hemos buscado estos años es cumplir el deber, trabajar por esta Patria con afecto. Le agradezco en el alma.

Y mantengo por allí un maletín pesado, y ahora le voy a recargar este libro, porque no lo voy a archivar, sino que para volver a conectarme con el campo empezaré a leerlo en la noche del 7 de agosto. Aquí le voy a poner una notica.

Adriana habla con mucha precisión, agricultura de precisión, lenguaje de precisión. La señora Embajadora (del Reino de los Países Bajos, Marion Suzette Kappeyne) también. Yo hablo muy largo. Voy a ver como les hablo cortico, porque ustedes están muy cansados. Y está tarde para los que tiene horarios de campo, que hay que madrugar al surco.

Primero: creo que esta Patria puede tener seis elementos para la prosperidad: la seguridad, la promoción de la inversión, el acceso a mercados, la innovación productiva, una revolución educativa permanente que la sustente, e infraestructura.

Derivaciones de la Seguridad Democrática

Algunas derivaciones de la seguridad. Ha sido una seguridad con libertad. Falta mucho, pero hemos avanzado. Diría que hay varias cosas buenas.

A raíz de esos registros ilusionantes de inflación: inflación baja, menos riesgos para los salarios; inflación baja, más posibilidades de bajar tasas de interés, de controlar revaluación; inflación baja, más claridad sobre las cuentas para poder invertir en el país.

Creo que esto tiene tres componentes que han contribuido: el Banco de la República, el Gobierno ha hecho esfuerzos fiscales, y las Fuerzas Armadas.

Gracias a la Seguridad Democrática, en estos años hemos podido sembrar casi un millón de hectáreas más. Diría que el crecimiento de la oferta productiva de Colombia ha ayudado inmensamente en esta política antiinflacionaria. He ahí una derivación de la seguridad.

Otra: uno ve que se han encarecido las tierras en todo el país, pero aquí viene el pero: creo que con la política de Seguridad Democrática hemos frenado la apropiación narcoterrorista del suelo rural colombiano.

En los recorridos por el país, les pregunto a mis compatriotas: ‘¿La mafia siguió comprando tierra?’. Y me dicen: ‘La política de seguridad los tiene ahuyentados, la Ley de extinción de dominio’.

Creo que esto ha sido bueno, inmensamente bueno, es un resultado que hay que ponderar de la Seguridad Democrática.

¿Y por qué se ha encarecido tanto la tierra? Porque los colombianos amamos la tierra, la amamos profundamente, y la Seguridad Democrática nos ha dado la ilusión de reencontrarnos con la tierra.

A mí me visitan compatriotas muy distinguidos y me dicen: ‘Tenemos un proyecto ahora de soya con maíz en la altillanura’. O: ‘No vamos a ir más allá, al Vichada, y eso valía a 100 mil pesos y hoy vale a millón de pesos’.

Y me dicen mis compatriotas del Sur de Bolívar: ‘Hace ocho años teníamos allá guerrilla, paramilitares y coca. Hoy de aquí del frente de Barranca, río abajo, a Regidor, tenemos 20 – 22 mil hectáreas de palma africana, con una minima infraestructura, que apenas estamos haciendo, sin que eso haya cambiado de propiedad’. Qué bueno.

Y una tierra que nada valía, que había que pagar para que se la recibieran a uno, hoy vale plata, porque las gentes del campo, los agricultores colombianos, sus campesinos, los campesinos de la Patria, se han reencontrado con la posibilidad de trabajar la tierra. Creo que esto es muy bueno.

Promoción de la inversión

La promoción de la inversión: en medio de dificultades enormes, el año pasado Colombia tuvo la tasa de inversión más alta de America Latina: 25,8 por ciento.

Creo que nosotros tenemos que sostener una alta tasa de inversión. Sin una alta tasa de inversión, no salimos adelante, no superamos pobreza, no construimos empleo con buena afiliación a la seguridad social, no construimos equidad.

A mí me preguntan: ‘Bueno, pero si llevamos cuatro años de alta tasa de inversión, ¿por qué no se ha presentado una reducción más acelerada de la pobreza, del desempleo?’.

Hemos tenido la crisis internacional que a nosotros nos ha golpeado, desde el ángulo de la crisis global, hasta el ángulo de la crisis con Venezuela.

China lleva más de 20 años con tasas de inversión superiores al 30 por ciento, y apenas han revindicado 400 millones de chinos de la pobreza, de una población total de 1.300 millones.

Hay que insistir en altas tasas de inversión con responsabilidad social. Y eso implica la decisión política de atraer la inversión. Muy importante.

Yo divido los gobiernos latinoamericanos en cuatro frente a la inversión. Unos países son enemigos abiertos de la inversión. Otros países son amigos de la inversión, pero no la defienden. Son novios clandestinos de la inversión. Otros países defienden la inversión de sus amigos, pero no tienen una aproximación institucional a la inversión. Colombia está en la cuarta categoría: creemos en la inversión, la defendemos y la apoyamos institucionalmente. No la apoyamos porque aquel es amigo, no la rechazamos porque aquel otro no es amigo. La apoyamos institucionalmente. Eso nos defiende.

Yo no soy un fundamentalista ideológico de la inversión. ¿Por qué creo en la inversión? Porque la historia del mundo ha demostrado que la inversión finalmente es lo único que supera pobreza, que construye equidad. Eso es bien importante.

¿Por qué se cayó la Unión Soviética? Y ahí sí que es importante pensar que pasó con las gentes del campo. Cuando Gorbachov, en el principio de esa apertura de Unión Soviética, quiso devolver el campo soviético a los campesinos, ya no encontró a quién devolvérselo. Stalin los había acabado.

Tuve la fortuna de estar en al Universidad de Harvard cuando Perestroika. Y nuestro profesor, en el examen de las economías socialistas de la Cortina de Hierro que se abrían hacia el capitalismo, tenía muy bien estudiado este fenómeno.

¿Por qué se fracasó en el intento de Gorbachov de devolverles el campo soviético a los campesinos? Porque ya no había campesinos. Stalin los había acabado. Todavía Lenin los mantuvo. Pero llegó un momento en que se sustituyó al campesinado por la máquina del Estado.

Construir clase empresarial en el campo es muy difícil y es muy fácil acabarla. Yo nunca pensé que este país pudiera recuperar tan rápidamente el ánimo empresarial en el campo. Yo veía la clase empresarial del campo en Colombia agobiada, saliéndose del campo en estampida. Y hoy veo los sectores empresariales del campo con entusiasmo. Es una fortuna, una excepción.

Esta Patria, con 200 años de vida independiente, solamente 47 años de paz, debería, podría haber acabado con la clase empresarial del campo. Es una fortuna que tengamos una clase empresarial del campo vibrante.

Cuando se acaba la iniciativa privada se acaba la calidad de vida, se acaba la laboriosidad. Los pueblos de economías estatales se aderezan. No hay nada que hacer. Para nada sirve invertir en ciencia y tecnología. Eso no sale adelante. Son unas maquinarias estatales obsoletas que, en lugar de avanzar, retroceden. Por eso la importancia de estimular la iniciativa privada con responsabilidad social.

Ley Agro Ingreso Seguro

Quiero referirme brevemente a dos temas: a los incentivos y la Ley Agro Ingreso Seguro (AIS).

Pienso, apreciados empresarios del campo, que en las dos últimas décadas Colombia ha tenido dos buenas leyes para el campo: la Ley Quinta, de la administración Pastrana Borrero, de 1973. Los mayores aquí recordamos que fue una Ley que le ayudó al campo colombiano. Eso no se puede desconocer.

Y creo que la otra Ley es la Ley Agro Ingreso Seguro: una gran concertación con el sector agropecuario, a raíz de la suscripción del acuerdo con los Estados Unidos. Y hay que defender el instrumento.

La verdad creo que el año pasado hubo un error de comunicación, y se lo dije a ese gran líder, el ex ministro Andrés (Felipe) Arias, que el país no lo vaya a malbaratar, porque el recurso más escaso es liderazgo, y los buenos líderes hay que preservarlos y ayudarlos a que salgan adelante.

Y se lo dije a otro joven bien importante, al Ministro (de Agricultura, Andrés) Fernández: ‘Cuando hay problemas hay que aceptarlos a tiempo’.

Creo que hubo unas personas que abusaron de la Ley Agro Ingreso Seguro. Eso no fue difícil detectarlo, porque todos los beneficiarios se publican. Publicar beneficiarios de los instrumentos de este Gobierno, ha sido una política nuestra, en aras a la transparencia.

Creo que tan pronto como se conoció eso, se debió aceptar y emprender el camino de corregirlo. Unos aprovechados que hicieron daño, no pueden afectar un instrumento tan importante como Agro Ingreso Seguro.

Ahora: en unos departamentos le ha llegado más a la base productiva que en otros. En mi análisis del país, allí donde hay Secretarías de Agricultura organizadas, y sería muy bueno que pudiera ayudar en esa institucionalidad la Corporación Colombia Internacional (CCI), esas secretarías orientan bien al campesino y le ayudan a armar sus proyectos y a presentarlos a Agro Ingreso Seguro. Donde no hay esa institucionalidad, solamente llega a Agro Ingreso Seguro a aquel que tiene capacidad propia de presentar su proyecto.

Entonces si a mí me dijeran, pensando en el futuro: ¿correctivos que necesita Agro Ingreso Seguro? Coordinar con los departamentos una gran institucionalidad que le ayude en todas partes, como ocurre en unos departamentos, al campesinado, a presentar los proyectos y a sacar airosamente los proyectos.

Y la Ley Agro Ingreso Seguro lo que hay es que complementarla, para que este país sea más competitivo. Creo que hay complementarla más con el tema lácteo, con el tema cárnico, con todo esto de ustedes.

Creo que el nuevo Gobierno tendrá la oportunidad, en la Ley Agro Ingreso Seguro, de asignarle mejores porcentajes a este tipo de agricultura, porque aquí hay una especie de asociación entre lo que es la ciencia, la incorporación tecnológica, y una fase inmediata de producción. Creo que es algo muy importante que tienen ustedes en este proyecto, por el cual los colombianos les debemos tanta gratitud.

Pienso que hay que defender con objetividad y hay todas las posibilidades en la Ley Agro Ingreso Seguro, y conectarla con este gran proyecto de Siembra Colombia.

Estímulos a la inversión

El otro tema son los estímulos a la inversión. A mí me preocupa oír en estas campañas presidenciales que se quiera acabar con los estímulos a la inversión, que por el costo fiscal.

Primero, cuál costo fiscal, si son estímulos a inversiones con las cuales no contábamos. Segundo: se dice: ‘Es que eso no contribuye al empleo’. Cómo no va a contribuir. Dicen: ‘Es que hay que incentivar el empleo’. No hay mejor incentivo al empleo que la inversión.

Además en un país que está integrándose a la economía mundial, es muy difícil separar la inversión del empleo, porque finalmente es la inversión la que crea todas las condiciones para el empleo.

Uno para ser competitivo en la economía mundial, tiene que tener acceso a los conjuntos de tecnología más importantes, lo que llama la nueva generación, como la doctora Adriana (Senior), los paquetes tecnológicos.

Entonces hace pocos días con el profesor Botero, de Eafit, veíamos la propuesta: ‘Hombre, que van a quitar los incentivos a la inversión y que los van a dar es por empleo generado’, que Colombia tiene hoy incentivos hoy por empleo generado.

Decíamos: llega un momento en que si el empresario no puede, no tiene incentivos para comprar el paquete tecnológico, no puede crear empleo.

Uno no puede irse al Llano a montar agricultura para competir en la comunidad internacional, y poner riego de precisión, pretender aplicar cinco toneladas de cal por hectárea, sembrar braquiaria para perforar ese suelo que es poco filtrante, enseguida secarla para incorporarle materia orgánica a ese suelo, enseguida sembrarle soya para nitrogenarlo más, enseguida maíz y enseguida tener ahí mismo la fábrica de concentrados y los galpones de cerdos, y entonces decir: ‘para generar empleo aremos con bueyes’. ¿Habían pensado en eso compatriotas?

No creo que al que va a hacer ese proyecto que ya acaba de adquirir en el Llano, le dicen: ‘A usted le damos el incentivo, pero si en lugar de arar esa tierra con maquinaria de precisión computarizada, que simplemente la toque por encima, usted ara con bueyes’. El señor dice: ‘No, no puedo’.

Creo que hay que defender los incentivos a la inversión. Además este país los tiene hace muy poquito y este país ha sabido cuando los quita. En 1974 este país le quitó en una reforma tributaria un incentivo a la reforestación. Y vino otro desincentivo: la violencia. Y cuando podíamos tener hoy tres millones de hectáreas de bosque comercial, escasamente tenemos 300 mil, en un Gobierno que empezó con 125 mil.

Creo que el país en estos años con los incentivos a la inversión se ha reequipado bastante. En el campo se habían acabado los tractores y las combinadas. Y veo un campo colombiano hoy bastante reequipado. Los inventivos a la inversión son muy importantes.

Ahora, nosotros hemos hecho cosas para que el país tenga un futuro más despejado en materia fiscal y no tener esas angustias. ¿Cuánto vale el Acpm hoy que ustedes compran hoy para la maquinaria agrícola o la gasolina para su carro? ¿Y cuánto valía hace ocho años? El pueblo colombiano ha sufrido un alza enorme en los combustibles.

Ustedes llenan un jeep ‘carevaca’ para dar vuelta a un cultivo y llenarle el tanque con gasolina les cuesta 180 mil pesos. Y eso costaba 60, 70 mil hace ocho años. El pueblo colombiano ha hecho un gran esfuerzo, y eso es un legado fiscal muy importante de este Gobierno: ha eliminado el subsidio a los combustibles. Eso ahorra, en años como éste, 5 billones.

Creo que hay que apreciar ese esfuerzo. Y también otro: nosotros hemos reformado 465 entidades del Estado, eliminando clientelismo. Las clínicas del Seguro Social reformadas, hospitales reformados, instituciones del sector agropecuario, etcétera. Y eso ha ahorrado mucho.

Ahora, se dice: ‘Es que este Gobierno es un Gobierno que no grava la tierra’. Cómo que no. Ningún auditorio más importante que este que ustedes integran, para contar lo siguiente: en estos años de Gobierno, el avalúo catastral de la tierra en Colombia ha pasado de 31 billones a 72 billones.

Claro que se ha grabado, y mucho. Si eso se siente en el recaudo de los impuestos locales de los municipios. Los municipios han multiplicado por cinco sus ingresos en estos años de Gobierno y los departamentos por dos.

Y es bueno publicarlo, porque aquí hay incentivos a la inversión, pero también hay gravámenes a la propiedad, como el gravamen a los patrimonios, que ha permitido adelantar la política de Seguridad Democrática en compañía de la política social.

¿Qué tal que hubiéramos hecho la política de seguridad a expensas de la política social? Siempre ha sido mejor poder llegar a los campos colombianos con los soldados, pero también con Familias en Acción. Con la policía, pero también con el gran aumento en la cobertura en salud, con el Sena, con Bienestar Familiar, con la alimentación de niñitos menores de cinco años, con Familias Guardabosques.

Entonces todos esos aspectos ayudad muchísimo en el tema de promoción de la inversión.

Creo en estos galpones, en estos invernaderos, como zonas francas. Y califican perfectamente. ¿Entonces por qué se dice ahora? En país que tenía once zonas francas y que hoy está buscando 70. Y que aquí tiene una gran posibilidad de desarrollo de zonas francas, ¿por qué las vamos a quitar, cuando apenas están empezando a producir beneficios’ Esta Patria nuestra no estaba en la pantalla de los destinos de inversión del mundo. Hoy sí está.

No dejo de repetir ante mis compatriotas una reciente experiencia. El Ministro Luis Guillermo Plata (Ministro de Comercio, Industria y Turismo), lo oí conversando con un señor, y yo estaba ahí medio desocupado en ese momento, y me puse de sopero a escucharlos.

Y el señor le decía: ‘Yo tengo la fábrica de confites más grande del mundo en China, y quiero montar una en América. Y nunca había pensado en Colombia, y hoy sí estoy pensando en Colombia’.

Cuando el país apenas empieza a estar en la pantalla de los destinos de inversión, creo que hay que cuidar los estímulos; los estímulos se incorporaron hace muy poco y no producen resultados de la noche a la mañana.

Tomar hace años, hace pocos años, una decisión de inversión en Colombia no era fácil. Tomarla hoy, toma tiempo; madurar en cualquier país del mundo un proyecto de inversión, toma tiempo.

Entonces creo mucho en esos estímulos. Ojalá en los próximos años Colombia, con esta experiencia de ustedes, Colombia pueda tener zonas francas en producción agrícola de precisión, en producción agrícola de riesgo controlado, de todo este gran avance tecnológico.

Acceso a mercados

Y por supuesto, si uno no tiene seguridad, promoción de la inversión, necesita acceso a mercados

De ahí ese esfuerzo que estamos haciendo para pasar de lo que fue la apertura unilateral que Colombia tuvo entre el año 1989 y el año 2003, a una economía no de apertura unilateral sino de acceso a mercados.

Pero si uno llega a los mercados, tiene que mejorar la oferta productiva, la oferta exportadora. Yo no puedo ir ha competir en Holanda con confección básica de China. Nosotros tenemos que competir con valor agregado. De ahí la importancia de lo que ustedes están haciendo.

Revolución educativa permanente e infraestructura

Y eso necesita un proceso de revolución educativa permanente, que veo en la Corporación Colombia Internacional el enlace entre la investigación y la producción, el enlace entre la educación, la difusión tecnológica, su aplicación, y la producción. Es un gran agregado valor que ustedes han traído.

Y el país, por supuesto, necesita infraestructura. Temas bien importantes.

Yo los quiero felicitar de todo corazón por este esfuerzo. Usted es muy valiosa, Adriana (Senior, Presidenta de la Corporación Colombia Internacional). Y ha hecho un magnífico equipo con el Ministro Arias, con el Ministro Fernández.

Muchas gracias. Usted pertenece a una generación de colombianos que, por su preparación, sus conocimientos, su entusiasmo, a los mayores como yo nos llenan de esperanzas.

Y a todos ustedes los felicito. Embajadora, muchas gracias. Uno no le debe lanzar lisonjas al cuerpo diplomático. Yo sí le voy a lanzar una a usted. Usted es una Embajadora afectuosa con Colombia.

No es fácil. A nosotros las Farc nos hizo una propaganda negra por allá. Y muchos embajadores se cuidaban de declararnos sus afectos. Usted le ha declarado sus afectos a este país. Y se lo agradecemos muchísimo, apreciada Embajadora.

Compatriotas: en el agro colombiano hay un gran futuro para el mundo. Y unos nuevos sectores para explorar. Este país tiene 600 mil kilómetros de selva. Con toda esta investigación, ustedes pueden producir en la selva toda la materia prima natural para una gran industria cosmética, para una gran industria de medicamentos, para traer a Colombia masivamente el turismo de salud.

Los felicito. Trabajando con amor a Colombia, la Patria sale adelante. Y muchas gracias”.

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