Bogotá, 29 may (SP). “Apreciados compatriotas, en la víspera de estas elecciones podemos decir que el trabajo heroico de las Fuerzas Armadas de Colombia ha garantizado, a través de la Seguridad Democrática, que los candidatos y los electores disfruten plenamente de libertades.
En el pasado en Colombia fueron asesinados muchos candidatos a la Presidencia, por el avance del terrorismo.
Tengo que hablar en nombre propio. Cuando yo era candidato sufrí muchos atentados, por el avance del terrorismo.
Hace ocho años, cuando empezaba nuestro Gobierno, el día que se posesionaba, el terrorismo atacó esta casa, hubo 23 muertos, más de 40 heridos.
La Seguridad Democrática, el heroísmo de nuestras Fuerzas Armadas, ha logrado restablecer las libertades políticas en Colombia, que estaban siendo suprimidas por el terrorismo.
Si vemos las elecciones de 2003, un sábado de referendo, un domingo de elecciones regionales, Colombia sintió un gran avance. Después sintió ese gran avance en las elecciones de 2006, parlamentarías y presidenciales.
Ya en 2006 hubo solamente presiones de parte de grupos terroristas de la guerrilla, contra electores que apoyaban mi nombre en el sur del país.
Vinieron las elecciones de 2007, regionales, plenas garantías a todos los candidatos, a todos los electores.
Y este año Colombia ha vivido un año de plenas garantías para los electores, para los candidatos. Candidatos ubicados en todos los puntos del espectro de la política. Candidatos de oposición radical al Gobierno y candidatos amigos al Gobierno. Todos han sido rodeados por garantías de la Seguridad Democrática.
Nuestro Gobierno, las Fuerzas Armadas, hemos sido totalmente diligentes para rodear a todos los candidatos y a todos los electores de esas garantías.
Colombia en alguna forma tuvo la política secuestrada por el narcotráfico, el narcoterrorismo, por la narcoguerrilla, por el narcoparamilitarismo.
Gracias al valor de las Fuerzas Armadas, gracias a los avances de la Seguridad Democrática, Colombia ha recuperado la libertad para el ejercicio de la política.
Colombia, ha venido derrotando la infiltración de la narcoguerrilla, del narcoparamilitarismo en la acción política, que era una causa de cercenamiento de libertades.
Hemos pasado de una política secuestrada por los terroristas a una política garantizada en su libertad, gracias a la Seguridad Democrática. Yo creo que esto es muy importante para toda nuestra Patria.
Invito a mis compatriotas a votar en conciencia por aquello que consideren más útil para Colombia.
Invito a mis compatriotas a votar en conciencia, sin dejarse intimidar de las amenazas que provienen del extranjero, sin dejarse intimidar del terrorismo.
Frente a las amenazas que provienen del extranjero hay que tener firmeza para rechazarlas, y prudencia para no incurrir en provocaciones. La mejor manera de votar, la mejor manera de rechazar las amenazas es votando en conciencia.
No hay que tener reacciones altisonantes. No hay que tener reacciones verbales, agresivas. Lo importante es reaccionar con la firmeza que se deriva de votar en conciencia y con la prudencia necesaria para no crearle dificultades a nuestra Patria.
Yo veo tres amenazas y frente a ellas hay que votar en conciencia, es la mejor manera de reaccionar frente a ellas.
Todavía hay amenazas del terrorismo, las amenazas que provienen de afuera y algunas intimidaciones que se quieren crear deshonrando la tarea de la Seguridad Democrática.
Cuando tenemos unas Fuerzas Armadas respetables, respetables en esta tarea de defensa de la democracia, no se puede permitir el discurso ultrajante contra nuestras Fuerzas Armadas.
Llevamos ocho años asistiendo a este fenómeno de unas Fuerzas Armadas dando garantías a todos los colombianos, a todos los candidatos, de un Gobierno comprometido en esas garantías, independientemente de la visión política de cada candidato.
Por eso me parece muy importante resaltar hoy esto ante los colombianos, cuando estamos a pocas horas de que se abran las urnas para escoger al Presidente de la República.
Agradezco muchísimo a todas las personas de las diferentes instituciones que nos acompañan hoy y a los observadores internacionales.
Y para que puedan seguir el orden como lo han previsto con el señor Ministro del Interior y de Justicia, si los distinguidos periodistas que están aquí presentes, Cesar Mauricio (Velásquez, Secretario de Prensa), quieren formular alguna pregunta, con mucho gusto.
Pregunta: Hemos escuchado en las últimas horas que los candidatos han arreciado las críticas contra su Gobierno, y que se han fijado especialmente en el tema de falsos positivos, de chuzadas, temas de corrupción, y en torno a eso ha versado el discurso de las últimas horas en las diferentes candidaturas o en casi todas las candidaturas presidenciales.
Esto, por supuesto, tiene que causar alguna preocupación en su Gobierno, presumo ¿Qué reacción tendría usted frente a ello, pocas horas antes de esta jornada electoral?
Presidente Álvaro Uribe Vélez: Entonces diría usted que como al Gobierno lo acusan de falsos positivos no hay credibilidad en la imparcialidad de las garantías.
Eso se responde de manera muy fácil.
Son ocho años de garantías a todos los colombianos.
Cuando yo llegué a la Presidencia, un 7 de agosto de 2002, a los pocos minutos de haber jurado vino ese atentado del terrorismo contra esta casa. ¿Dónde estaban las autoridades? ¿Qué había pasado con la seguridad en Colombia? 23 muertos, más de 40 heridos.
Al otro día, muy temprano en la madrugada llegué a la ciudad de Valledupar a empezar la Política de Seguridad Democrática. Una ciudad secuestrada. Los ciudadanos no podían salir y ya el secuestro llegaba a la parte urbana.
Además, el terrorismo había roto la legalidad, porque la legalidad empieza por el respeto a las libertades y las libertades se habían perdido por acción del terrorismo.
El terrorismo había inducido esa corrupción del robo de las regalías, del robo a las transferencias, del robo a los recursos de la salud.
Gracias a la acción de este Gobierno eso se ha superado.
Recuperar las libertades que nos había arrebatado el terrorismo es un camino eficaz de restablecimiento del orden jurídico.
Cerrar los caminos del robo de las regalías, del robo a las transferencias, de robo de los recursos de la salud, es un camino de restablecer la vigencia de la Ley.
Recuerdo que en la tarde aquel 8 de agosto fui a Florencia. Todos los alcaldes del Caquetá estaban asilados y no podían desempeñarse en sus municipios. Era la vida de 400 alcaldes de Colombia.
Me pregunto qué había pasado con la descentralización, si las autoridades popularmente elegidas en las regiones no podían actuar por las presiones del terrorismo, si les robaban sus recursos, la corrupción desmantelaba los presupuestos e impedía que operara la elección de alcaldes.
Hoy todos los alcaldes y gobernadores de Colombia están rodeados de la Política de Seguridad Democrática, independientemente del origen político de su elección.
Esto demuestra qué han hecho las Fuerzas Armadas en favor de las libertades.
Desde la hora cero del Gobierno nuestro compromiso ha sido el compromiso democrático de unas Fuerzas Armadas eficaces y además transparentes.
Cuando ha habido violación de derechos humanos, no hemos vacilado en sancionarla.
Las violaciones de derechos humanos tienen un patrón común: el narcotráfico.
Si algo ha hecho este Gobierno es avanzar en la derrota del narcotráfico. Más de mil extradiciones, más de 15 mil bienes confiscados en los últimos años, una reducción sustancial de la producción (de drogas) en Colombia.
Este Gobierno y el Congreso restablecieron la norma de la ilegalidad de la dosis personal. La dosis personal fue corruptora, la dosis personal quebrantó la Ley, la dosis personal ayudó a crear en Colombia una conciencia en contra del respeto a la Ley, por eso este Gobierno, con el Congreso, pudimos aprobar el Acto Legislativo que restablece la ilegalidad de la dosis personal.
A mí me parece que no se puede hablar de respeto a la Ley cuando muchos de los que invocan el respeto a la Ley han sido permisivos con la dosis personal. Ese es un contrasentido, eso es muy grave.
Este Gobierno ha enfrentado ese patrón, que es el narcotráfico, de interferencia en sectores de la Fuerza Pública.
Siempre que ha habido una violación de Derechos Humanos, hemos procedido con toda la firmeza y en tiempo oportuno. Cuando Guaitarilla, cuando Cajamarca, cuando Jamundí.
Recuerdo Jamundí, antes de la reelección Presidencial de 2006. Tomamos la drástica decisión de que ese tema, el presunto asesinato de los policías por parte de los integrantes del Ejército, no lo conociera la Justicia Penal Militar sino la Justicia Ordinaria. Un paso trascendente.
Aquí se han tomado decisiones muy duras para separar personas de las Fuerzas Armadas.
Las Fuerzas Armadas tienen dos meritos: primero el avance en su eficacia y segundo su gran responsabilidad para desvincular a las personas que han cometido violaciones de derechos humanos. Esos dos méritos no se pueden desconocer.
Por eso mi rechazo al discurso ultrajante contra las Fuerzas Armadas. Por eso mi rechazo al discurso infamante contra las Fuerzas Armadas.
Las Fuerzas Armadas y este Gobierno: uno, han enfrentado verticalmente cualquier violación de derechos humanos; dos, han creado confianza entre los compatriotas para denunciar –muchos periodistas, especialmente de las regiones, antes no se atrevían a denunciar por miedo- tres, se han adoptado por parte de las Fuerzas Armadas y los ministros de defensa 15 medidas para el cumplimiento de los Derechos Humanos. Una de esas medias, cuando se da de baja un terrorista, el cambio que se introdujo es que ningún miembro de las Fuerzas Armadas puede tener contacto con esa persona, hay que esperar que llegue la Fiscalía el CTI.
Ojala ese cambio lo hubiéramos introducido desde que empezó el Gobierno, porque ese cambio ha ayudado mucho.
Cuando empezó nuestro Gobierno y empezó la Política de Seguridad Democrática, en cada ocasión en que se daba de baja un terrorista aparecía la falsa acusación, y se decía en el país e internacionalmente: ‘no fue una baja, fue una acción ilegítima, fue una ejecución extrajudicial’.
Por eso, muy importante ese cambio. Cuando se dé una baja, que no pueda ser el integrante de las Fuerzas Armadas el que tenga contacto con esa persona, sino que haya que esperar al CTI.
Todos los operativos militares de Colombia hoy están acompañados por altos oficiales especializados en derechos humanos.
No hay un ejército en el mundo ni una policía en el mundo con mayor intensidad y preparación en materia de respeto a los derechos humanos.
El Ministro de la Defensa, los ministros anteriores, los Altos Mandos y mi persona como Presidente, en muchas ocasiones aparecemos ante la televisión para escuchar las quejas de nuestros compatriotas frente a las Fuerzas Armadas, y eso ha construido confianza.
Esta tarea no ha sido en vano.
Hace pocos días me visitó el doctor Christian Salazar, el Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos, y me dijo: ‘Presidente, en el último año y medio solamente se han presentado cuatro casos, dos que estamos investigando y dos que subestimamos’.
Él me lo trajo como una buena noticia, y yo le dije: ‘Le agradezco doctor Christian, pero no es buena noticia porque lo que nosotros queremos es cero casos’.
Yo creo que la lucha contra el narcotráfico, toda esta lucha por los derechos humanos, ha venido ayudando a superar esos viejos problemas de violación de derechos humanos, y a tener una Fuerza Pública todos los días más querida y mas respetada por los colombianos.
Yo abrigo la esperanza que a pesar del discurso infamante y ultrajante de algunos, la inmensa mayoría de los colombianos siente un gran afecto por sus Fuerzas Armadas y por la Política de Seguridad Democrática que las Fuerzas Armadas y este Gobierno han adelantado.
Este Gobierno es un Gobierno transparente.
Entonces cuando empezó el Gobierno decían: ‘Uribe es guerra, no va haber política social’. Cuando se dieron cuenta de una política social inocultable: dos millones 800 mil Familias en Acción, el Sena multiplicado por ocho, Bienestar Familiar multiplicado por tres, casi plena cobertura en salud –impensable en Colombia, era un sueño imposible- las Fuerzas Armadas acompañadas de los planes de acción integral en todo el país, una Revolución Educativa sin precedentes, cuando ya no pudieron decir que este Gobierno era guerra y no había política social, entonces el instrumento del que se pegaron fue el instrumento de la corrupción
Veamos: que es el Gobierno que compra con prebendas al Congreso. Demuestro que no. Este Gobierno suprimió la prebenda de los auxilios parlamentarios; este Gobierno no ha entregado un solo contrato a congresistas; este Gobierno introdujo el concurso para la selección de maestros, que antes se nombraban con recomendación política; este Gobierno practicó el concurso de notarios; este Gobierno, por ejemplo en el tema educativo, todos los estudiantes que ingresan al Sena entran por meritos.
Por ejemplo, en el Icetex hemos pasado 60 mil estudiantes con crédito a 300 mil 15 estudiantes con crédito. Antes muchos necesitaban recomendación política, hoy pueden adquirir esos créditos a través de Internet, con total transparencia.
Hemos adjudicado los contratos de infraestructura más grandes de la historia de Colombia, sin objeción, tranquilos los ganadores y tranquilos los perdedores por nuestra honradez, como lo reconocía ayer la Sociedad Colombiana de Ingenieros, porque introdujimos cambios sustanciales en la política de contratación.
Se introdujo una pieza clave en la contratación, el prepliego. Antes de abrir un pliego de condiciones está el prepliego, y se discute ampliamente, evita que se confeccionen pliegos de condiciones al amaño de proponentes inescrupulosos.
El análisis de las propuestas de contratos se lleva a cabo en audiencia pública, lo mismo la adjudicación.
Qué bueno poder decir que el Gobierno que ha adjudicado los contratos de infraestructura más grandes de la historia de Colombia, lo ha hecho en audiencia pública.
Nosotros hemos reformado 465 entidades del Estado, de las cuales hemos erradicado el clientelismo y la corrupción.
Las clínicas del Seguro Social eran para darle prebendas a la politiquería. Nosotros las reformamos, eran una vergüenza, hoy son motivo de orgullo.
¿Qué tal que no hubiéramos hecho la reforma de Telecom?
Cuando la hice, el sindicato vino aquí y me dijo: ‘Presidente, no es el sindicato el único culpable de la crisis de Telecom, es la política. Allá mandaron muchas personas a que mejoraran la jubilación’. Y razón tenía el sindicato.
Con la reforma ha ganado Colombia, se evitó un gran costo. La vieja Telecom hoy paga sus pensiones gracias a la nueva Telecom, Colombia Telecomunicaciones, y Colombia Telecomunicaciones no tiene interferencia de la política.
Lo mismo ha pasado en 465 entidades del Estado reformadas.
Este es un Gobierno que ha procedido con rectitud.
Yo no estoy proponiendo una promesa de garantías electorales, estamos terminando ocho años durante los cuales ha habido plenitud de garantías políticas, plenitud de garantías electorales.
¿Qué es lo que nos diferencia del pasado?
No es la vocación democrática de los otros gobiernos, todos la tuvieron, es nuestra lucha contra esa causa de ilegalidad que es el terrorismo.
Nuestra lucha contra el terrorismo, nuestra lucha por la Seguridad Democrática, le ha devuelto a Colombia el goce efectivo de las libertades democráticas.
Por eso, ya a pocas semanas de terminar el Gobierno, un día antes de la elección presidencial, reitero mi gratitud a las Fuerzas Armadas: heroicas para combatir a los terroristas, responsables para sancionar violaciones de derechos humanos. Dos grandes méritos de nuestras Fuerzas Armadas.
Y la única manera de rebatir estas falsas acusaciones es a través de poner sobre la mesa la evidencia de estos hechos tozudos”. |