Prudencia en los precios
Por Hernán Martínez Torres
Ministro de Minas y Energía
Hace pocos días tuve la oportunidad de asistir a la semana Cera (Cambridge Energy Research Associate) en la ciudad de Houston y compartir mesa con las personalidades más sobresalientes del sector petrolero: el Ministro de Petróleos de Arabia Saudita, los presidentes mundiales de Shell y Chevron, el presidente del Instituto Cera y otros personajes relacionados con la industria.
En medio de las muchas discusiones que se dieron, el Ministro de Petróleo de Arabia Saudita sacó varias conclusiones. En primer lugar, el aumento desmedido del precio del petróleo que se dio el año pasado fue un error que la industria está pagando caro. Esto permite afirmar que los precios no deben ser tan elevados como para que los países en desarrollo no puedan cancelar la factura petrolera, pero tampoco tan bajos que impidan a los productores realizar las inversiones que se requieren y, sobre todo, en los tiempos y cronogramas estimados para las mismas.
Precios muy bajos pueden ser percibidos por el público como altamente convenientes, pero traen consecuencias nocivas como el reducir los estímulos al ahorro de energía, retrasar la búsqueda de fuentes alternativas de energía e impedir la producción de crudos marginales.
Dentro de este marco, además de los ajustes en su capacidad de producción realizados durante el año 2008, los países de la Opep tomaron la decisión de reducir, de hoy al 30 de junio del 2009, su producción de petróleo en 4,5 millones de barriles por día. La reducción significativa de la oferta impulsará el alza de los precios del petróleo.
Por otro lado, la Agencia Nacional de Hidrocarburos contrató con Mckinsey, una de las firmas de consultoría de mayor prestigio, un estudio de demanda/suministro de petróleo, el cual arrojó las siguientes conclusiones:
Desde el año pasado, la demanda se redujo de 90 a 82/83 millones de barriles por día, los cuales se abastecen con crudos cuyos costos de producción son inferiores a 40 dólares por barril. Por encima de 82/83 millones de barriles, los costos de producción están por encima de 60 dólares. Así que si los países de la Opep reducen su producción en los 4,5 millones de barriles por día, el reemplazo de este volumen tendría que venir de los crudos más costosos de 60/70 dólares por barril, lo que presionaría los precios del crudo a esos niveles.
Lo anterior nos lleva a concluir que muy probablemente los precios del petróleo se colocarán por encima de los 60 dólares por barril antes de mitad de año, situación que se debe tener en cuenta en el momento de analizar lo relacionado con los precios de los combustibles.
Si dicha situación se llegara a presentar y bajásemos los precios de la gasolina y del diésel hoy, muy probablemente tendríamos que subir nuevamente a los niveles actuales en los próximos meses y más teniendo en cuenta la fuerte devaluación que se ha venido presentando, que solo en el último mes significó un incremento de más de 200 pesos en la tasa de cambio, la cual se ubica hoy en casi 2.600 pesos por dólar.
El Gobierno, como una fórmula estabilizadora, creó el Fondo de Estabilización de Precios, el cual captura cualquier excedente que tengamos hoy en los precios domésticos, como un ahorro de los consumidores y lo devuelve al precio si este se ubica por encima de los niveles de paridad de exportación del diésel y de la gasolina.
El país es importador neto de diésel a niveles que este año superarán los 21.000 barriles por día, caso en el cual el precio tiene, además, como referencia la paridad de importación.
La volatilidad que persiste en los precios actuales del petróleo es alta; por esto y por todas las razones expuestas, la medida más aconsejable es la prudencia y mantener los precios actuales para garantizarles a los consumidores estabilidad en los mismos. |