“Es un gran honor para mis compañeros de Gobierno y para mí, llegar esta tarde, a pocas horas de elecciones, a saludar esta gran comunidad de Chiriguaná, tantos años sufrida por la guerrilla que hemos debilitado, tantos años sufrida por el paramilitarismo que hemos desmantelado.

Como he llegado tarde porque se prolongó demasiado la reunión en Algarrobo (Magdalena), voy a hacer unas palabras de introducción muy cortas para oírlos a ustedes.

La razón principal de nuestra presencia es para invitarlos a ustedes, y desde aquí a todo el país, a volcarse totalmente sobre las urnas el próximo domingo.

La democracia hay que defenderla de dos maneras: apoyando la Fuerza Pública para que avance el proceso de Seguridad por una Colombia que queremos sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico, sin corrupción, y volcándose a las urnas para votar en conciencia, para votar de acuerdo con las convicciones, para votar no por lo que digan los violentos sino por lo que diga el corazón, para votar no por las tentaciones de la corrupción sino por el bien público.

Veo que en el Cesar, en el Magdalena, en todos estos municipios, gracias a la Seguridad Democrática los ciudadanos hoy se sienten más libres, con más vigor para proceder autónomamente. Entonces, desde aquí, hay que recordar un mensaje que enviábamos esta mañana desde Algarrobo a las grandes capitales de Colombia.

Estos municipios que tantas veces estuvieron en los primeros renglones de la prensa por el paramilitarismo, no antes con la misma fuerza por esa otra gran tragedia que se sufrió, la de la guerrilla; municipios que se los ha señalado tanto, de corrupción; municipios que se les ha señalado tanto de violencia y que hoy van recuperando su libertad democrática, se hace un llamado para que las grandes capitales de Colombia oigan y allá no se cometa el error de elegir a personas que no son capaces de rechazar la corrupción.

Que en las grandes capitales de Colombia no se comete el error de elegir a personas que no son capaces de rechazar el apoyo de los terroristas; que en las grandes capitales de Colombia no se comete el error de elegir a personas que en lugar de rechazar la compra de votos gaguean y tartamudean cuando se les pregunta si apelarían a la compra de votos para ganar las elecciones.

La democracia es una de las posibilidades más nobles en el ejercicio de todos los seres humanos y tiene que ennoblecerse del lado de los candidatos y del lado de los electores.

Los primeros llamados a ennoblecer la democracia son los candidatos. El país necesita que los candidatos tengan más amor a Colombia que interés en ascenso personal.

El país necesita que los candidatos aspiren a ganar exclusivamente con sus ideas, con sus argumentos, con su amor a la ciudadanía y con su interés en el bien público y que cuando se atraviesen circunstancias difíciles, los candidatos prefieran perder, antes que dejarse apoyar por la guerrilla o por los paramilitares.

Un buen líder de la democracia prefiere perder las elecciones antes que someterse a los terroristas; prefiere perder las elecciones antes que dejar que lo apoyen guerrillas o paramilitares o corruptos.

Un buen líder de la democracia prefiere perder las elecciones antes de tener que financiar la campaña con dineros de corrupción o hasta aceptar los recursos de la salud u ofrecer torcer la contratación en favor de la corrupción de ser elegido para pagar favores electorales.

Un buen líder de la democracia, un buen líder de la democracia no duda cuando tiene que decir que prefiere perder antes que comprar votos. Quienes dudan, quienes tartamudean y gaguean cuando se les pregunta si ganarían apelando a comprar votos es porque no tienen la firmeza de convicciones que requiere la democracia para sacar esta Colombia adelante.

Cuando en los líderes no hay unos principios firmes que brotan de la piel sin necesidad de muchas reflexiones; unos principios firmes que brotan y rebrotan como reflejos condicionados, es porque esos líderes no dan confianza. Y cuando esos líderes no dan confianza, el país pierde el camino de progresar en la seguridad, en la economía y en la vida social.

El esfuerzo de los soldados y policías de Colombia para regresarle a este país la seguridad requiere un gran complemento; un ejercicio de la política transparente, sin corrupción, para que haya confianza en Colombia, la confianza genere prosperidad económica y los recursos de la prosperidad económica nos permita prosperidad social, que prosperidad social es más y mejor educación, cobertura completa.

La prosperidad social es más Familias en Acción, la prosperidad social es más Hogares de Bienestar Familiar, la prosperidad social es mas nutrición para los niños, la prosperidad social es más atención a ancianos pobres.

Seguridad Democrática, política transparente, prosperidad económica y prosperidad social son los grandes desafíos de la hora.

Muchas gracias querida comunidad, señor Gobernador y señor Alcalde. Y en primer lugar le voy a ofrecer la palabra, mi Coronel, estaba informándome ahora sobre unas reuniones de orden público aquí, quiero darle un parte a la comunidad”.

 
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