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"Hace un lustro, el pueblo y el Gobierno de Colombia despedían con tristeza al Ministro Juan Luis Londoño de la Cuesta. Hoy, su presencia sigue viva entre nosotros, porque sus ideas y acciones siguen iluminándonos.
Colombia lo recuerda y reconoce como ejemplo, modelo de dedicación al estudio y esforzada capacidad de servicio. Administrador de la Universidad EAFIT, economista de la Universidad de Antioquia, Magíster de los Andes y de Harvard, es uno de los pocos colombianos a quienes esa universidad otorgó el grado de doctor en ese saber.
Más allá del académico, tuvimos en él un volcán de trabajo que desconoció la fatiga y respondió a todos los retos con diligencia y asombrosa disposición, porque su temperamento era el de los realizadores.
Vidas como la de Juan Luis merecen vivirse: transparente, patriota, abnegadamente dedicado a las responsabilidades, reformador con academia y corazón.
Dedicó sus esfuerzos a servir al pueblo de Colombia. Los pobres recordarán su imagen cada que logremos alcanzar una de las metas que trazamos durante los meses de arduo trabajo. El pueblo, cuando exhiba el carné del Régimen Subsidiado de Salud, cuando disfrute de los programas de vacunación infantil, cuando se inscriba como aprendiz en el Sena, cuando reciba el apoyo al emprendimiento empresarial, sabrá que debe entonar una oración agradecida en su memoria.
Fue una mezcla de aplicación de la ciencia sin fundamentalismos de mercado y de afecto por la gente sin caer en las tentaciones del populismo. Juan Luis Londoño era profundo en los temas, aguerrido en las ideas, directo en la palabra, desafiaba lo establecido o lo supuesto sin dejar una sola herida personal.
Su vida recorrió unos pocos años con intensidad y nobleza. Es pródiga en el balance de las realizaciones académicas y sociales, aunque inconclusa frente a las ilusiones que él concibió, estimuló y logró que el pueblo compartiera.
Su familia añora al esposo, al padre, al hijo cálido y respetuoso, al hermano. El Gobierno lamenta la ausencia de su brillo y energía. Cuando coronemos con éxito las tareas a las que nos hemos abocado, recordaremos con gratitud su nombre.
A María Zulema, Juliana, Daniela y Juan Felipe; a doña Lucía de la Cuesta, hermanos y demás familiares del Ministro, nuestro saludo y nuestro reconocimiento perenne.
Álvaro Uribe Vélez
Presidente de la República
Bogotá, 6 de febrero de 2008 ". |