Cartagena, 14 nov (SP). “Nos honra muchísimo que en esta ciudad histórica, que alberga a tantos de los valores comunes que concurren con la presencia de todos nuestros países en la Organización de los Estados Americanos, sea la sede de este encuentro: la Quinta Reunión de Ministros de Educación. Nos sentimos muy orgullosos.
Llegan ustedes a un país en permanente trance de superar problemas. Quizás hace algunos años esta reunión no la habríamos podido hacer aquí. Hoy, gracias a Dios, por el heroísmo del pueblo colombiano, por la lucha de los soldados y policías de nuestra Patria, por el rescate de la Seguridad Democrática, Cartagena los alberga.
Muchas gracias por aceptar venir a esta Patria colombiana, la Patria de ustedes, en el propósito de tratar un tema crucial para el continente.
Este país trabaja cinco elementos para configurar una democracia moderna: Seguridad Democrática (esto es: seguridad para todos, seguridad con derechos humanos), libertades públicas, construcción de cohesión social, búsqueda de la transparencia como factor de confianza para consolidad comunidad, y respeto a las instituciones independientes que forman un Estado, pero con el deber de respetar la independencia de cada una y con el deber de todas de colaborar armónicamente en los fines superiores de la sociedad.
Visitan un país que viene reformando profundamente el Estado, para tener un Estado más comprometido con la comunidad, con más participación comunitaria. Pero un Estado que, al exigir responsabilidad social, no asfixie la creatividad de la iniciativa privada. Un país donde el Estado es garante de la responsabilidad social, pero donde no hay estatismo. Un país donde la iniciativa privada tiene todas las posibilidades y debe asumir todas las obligaciones de responsabilidad social.
Responsabilidad social que vemos reflejada en tres áreas:
Primera: en la transparencia que tiene que darse en las relaciones entre los inversionistas y el Estado.
Segunda: en el compromiso de todos, solidario, con las comunidades.
Y tercero: en las relaciones laborales, no de capitalismo salvaje, no de odio de clases, sí de fraternidad.
Estamos trabajando tres objetivos fundamentales de Gobierno: consolidar la Seguridad Democrática, consolidar la confianza inversionista y construir una sociedad que supere la pobreza y edifique equidad.
Van de la mano. Si no hay Seguridad Democrática, no hay confianza inversionista. Si no hay prosperidad económica, la prosperidad social se convierte primero en una ilusión y después en una frustración.
América Latina cometió el error, en algunas décadas, de asignarle importancia exclusivamente a la prosperidad económica. Ignoró lo social, se aumentó la pobreza, la desigualdad.
Y posteriormente, en otras décadas, el error opuesto: el de asignarle importancia solamente a la prosperidad social e ignorar la prosperidad económica. Y lo que se obtuvo fue menos posibilidades de prosperidad social.
Para nosotros, hay que llevar la prosperidad social de la mano de la prosperidad económica. Y la educación juega un papel fundamental en la prosperidad social y en la prosperidad económica.
En la prosperidad social, la educación es finalmente el único instrumento que abre los canales de movilidad social, de la esencia de la democracia.
Y en la prosperidad económica, es finalmente el único instrumento que da altos niveles de productividad, altos niveles de competitividad, altos niveles de ingreso y altas posibilidades de construir equidad.
A lo largo de estos cinco años, con la Ministra de Educación y todo el equipo del Ministerio, nos hemos trazado una política muy exigente, en un país profundamente descentralizado, con 32 departamentos, con mucho margen discrecional en la descentralización y con 1.099 municipalidades, desde las grandes ciudades capitales hasta los más pequeños municipios.
Nos hemos propuesto trabajar la cobertura, la calidad, la pertinencia, la formación técnica y el programa de ciencia y tecnología.
Cuando nosotros empezamos, la cobertura en la educación básica era del 78 por ciento y está en el 94. La meta es en el 2010, antes de terminar este Gobierno, poderles comunicar al mundo y a Colombia que hemos logrado el ciento por ciento en educación básica
Cuando empezamos, en ecuación universitaria la cobertura era del 22 (por ciento). Hoy es del 29. La meta para el 2010 es lograr una cobertura de educación universitaria del 34.
Hemos avanzado mucho en el programa de formación técnica, tecnológica. Y con el principio que introdujo la Ministra de la educación por fases, hemos integrado la técnica y la tecnológica con la superior y empezamos a dar los primeros pasos para integrarla también con la básica.
Tenemos un instituto de formación técnica bastante importante: el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena). Se financia con dos puntos de impuesto de nómina que pagan los empleadores.
Cuando nosotros llegamos, capacitaba a un millón 100 mil estudiantes por año. Este año capacitará a 4 millones 600 mil. Ofrecía cinco millones de horas de enseñanza y este año 16 millones.
Y está dando un gran salto hacia la virtualidad: adquirió una moderna plataforma tecnológica este año. Y ya está logrando la meta de tener permanentemente a un millón 200 mil estudiantes en ambiente virtual.
Hemos transformado otra entidad del Estado, una entidad financiera para créditos de estudiantes universitarios (Icetex). Cuando empezamos, esa entidad proveía créditos a 60 mil estudiantes. La meta para el 2010 es que provea créditos a 400 mil estudiantes.
Hoy tenemos dificultades porque cuando empezamos no había mucha demanda por los servicios crediticios de esa entidad. A medida que esa entidad ha empezado a mostrar con hechos mejores resultados, ha despertado una demanda muy difícil de atender. Estamos en esa tarea.
En materia de calidad, la Ministra ha hecho un trabajo bien importante. Por ejemplo, la vinculación de los profesores hoy es en las escuelas públicas por mérito. No fue fácil introducir el mérito. Sigue la Ministra en una batalla muy intensa para evaluar a los profesores, más con criterio remedial que sancionatorio.
El país ha introducido una serie de exámenes. Uno de vieja data: el examen a los bachilleres. Ahora hay otro examen a los egresados de los diferentes programas universitarios.
Y se ha puesto en marcha, para orientar hacia la pertinencia, un observatorio laboral de egresados universitarios, que da indicaciones a padres de familias, a estudiantes, a la comunidad en su conjunto, sobre el grado de acople entre los programas ofrecidos y las necesidades de nuestras comunidades.
El país, como muchos de los países en nuestro mismo nivel de desarrollo, sentía en la mayoría de los estudiantes aversión por las técnicas y las tecnologías.
Ustedes estarán todos familiarizados con una cifra, que aproximo, de que cuando en países desarrollados por cada diez tecnólogos había un profesional, en países como Colombia por cada diez profesionales hay un tecnólogo.
Estamos haciendo todo el esfuerzo para invertir eso. La educación por fases que ha traído la Ministra, ayuda muchísimo. Porque ahora quien estudia una tecnología o una técnica, ve que hay la posibilidad en cualquier momento de la vida de completar los créditos y acceder al grado de educación superior.
Nuestra filosofía es la educación por fases y que los colombianos se estimulen a estudiar y trabajar toda la vida.
Ahora lo que queremos es integrar hacia abajo: hacia los bachilleres. Estamos haciendo los primeros esfuerzos para que los bachilleres salgan con una promoción de habilidades laborales, que ojalá podamos despertar desde la primera infancia en esa dirección de que los colombianos puedan estudiar y trabajar toda la vida.
Por supuesto, tenemos limitaciones, dificultades. En estos años hemos crecido más la cobertura que la infraestructura. Y si bien en algunas partes del país ya hay colegios con una infraestructura extraordinaria, en otras partes hay unas escuelas de muy pobre infraestructura.
En estos años que vienen habrá que hacer un esfuerzo adicional, a pesar de nuestras limitaciones fiscales, por avanzar en infraestructura.
Creemos muchísimo en la virtualidad. Creemos que la tecnología de las comunicaciones puede ser la gran solución a escollos que tenemos para llegar con una oferta importante en técnicas, en tecnológicas, en educación superior, en posgrados, en extensión a regiones remotas y a muchas comunidades.
En nuestro primer Gobierno hicimos un gran esfuerzo por desatrasar al país en telefonía celular: pasó de cuatro millones de aparatos a casi 30 millones, en un país de 43 millones de habitantes.
En este segundo Gobierno el esfuerzo es para desatrasarnos en conectividad, en banda ancha. Hay que hacer de la conectividad el gran instrumento de la educación.
En nuestra isla caribeña de San Andrés, en enero empezará a funcionar un centro atendido por instructores nativos de aquella isla, para enseñar por medio virtual a millones de colombianos una segunda lengua.
Si ustedes me preguntaran: ¿qué es más difícil hoy para Colombia: superar el escollo de la falta de infraestructura de pisos, paredes y techos, o superar el escollo de la conectividad?, les diría: estamos avanzando más rápidamente en conectividad que en la infraestructura tradicional de construcción de escuelas y colegios.
Es una gran preocupación, pero también una gran ilusión, porque hace pocos años no teníamos ese instrumento de la conectividad, que hoy sí tenemos.
Hemos venido descendiendo los niveles de deserción. Creo que es algo bueno. Y a eso han contribuido los programas de apoyo, como el programa de nutrición.
Ustedes van a compartir aquí también con la Directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, un instituto de vieja data en Colombia, creado en los años 1966 – 1970, por el entonces Presidente Carlos Lleras Restrepo.
Se nutre con un impuesto parafiscal de tres puntos de nómina a cargo de los empleadores.
Ese instituto, cuando nuestro Gobierno empezó, proveía nutrición a tres millones 300 mil niños. Hoy a seis millones de niños. Además va aumentando paulatinamente los días de atención.
Pero hemos avanzado en el programa de Familias en Acción, que vino de México, que también he visto que tiene un gran avance en Brasil y en otros países de la región.
Mediante ese programa se entrega un subsidio a las familias, en cabeza de las mamás, para apoyar la educación, la nutrición y la salud.
Cuando nosotros empezamos, Colombia iniciaba con un programa experimental de 220 mil Familias en Acción. Hoy tenemos millón y medio.
Aquí en esta ciudad de Cartagena, donde hay tanta historia, tanto presente y tanto futuro, también hay mucha pobreza (reto a superar), aquí en esta ciudad de Cartagena hay 42 mil Familias en Acción.
Millón y medio de Familias en Acción equivale a estar apoyando a tres millones de niños, que si se suman a los seis millones del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, quiere decir que tenemos nueve millones de niños atendidos. Pero necesitamos llegar a doce.
Una filosofía de nuestro Gobierno es todos los días amanecer para avanzar, y amanecer para reconocer lo que no se ha avanzado y buscar cómo se logra. Es una lucha que tiene que ser incesante y hacerla a toda hora con amor.
Nosotros aspiramos que Familias en Acción en el año 2009 tenga ya tres millones de familias, lo que le permitirá agregar otros dos millones de niños.
Y que a través de Bienestar Familiar tengamos otro millón de niños, para poder decir en 2010 que tenemos 12 millones de niños y jóvenes en escolaridad apoyados con nutrición.
Creemos que hemos avanzado en la nutrición de los niños. Indudablemente. Pero ahora el gran reto es el que se ha propuesto la Ministra: empezar la escolarización de primera infancia en los sectores pobres. Porque los sectores que tienen ingresos suficientes, pueden pagar esa educación en el sector privado. Nos corresponde en el Estado hacer el gran esfuerzo de escolarización de primera infancia de los sectores pobres. Un bello reto.
Veo que la necesidad es tan grande, que me da pena hablar del objetivo: Nuestra aspiración es escolarizar rápidamente a 400 mil menores de cinco años en los sectores vulnerables.
Es poco y es mucho. Poco para la necesidad del país y mucho en virtud de las dificultades presupuestales que hemos tenido, en un país que estaba muy destruido por el terrorismo, que todavía lo amenaza, pero en un país que va superando todas estas dificultades.
Estaremos muy atentos a las experiencias de ustedes en educación de primera infancia. Tan importante, como quiera que, al decir de la Ministra, es el momento en que se logra que en la primera relación social los niñitos se sientan y se perciban iguales.
Ese primer impacto al abrir los ojos en comunidad, de sentirse iguales, es fundamental para construir una sociedad con equidad.
Estaremos curiosos de saber las conclusiones de esta Quinta Reunión de Ministros de Educación. Y haremos todos los esfuerzos para cumplir todas estas metas educativas.
No puedo concluir sin decirles que todavía no hemos logrado lo que nos hemos propuesto en financiación de los programas de ciencia y tecnología. La situación del país llevó a que la participación de ciencia y tecnología en el Producto fuera apenas del 0,22. Nosotros estamos procurando llevarla al 1 por ciento.
Será mucho y muy poco. Un esfuerzo presupuestal tremendo y muy poco en comparación de los porcentajes que en otros países se aplican a la misma finalidad.
Pero van a encontrar también algo bueno en Colombia: la limitación de recursos ha hecho que haya mucha productividad en investigación y en transferencia.
Creo que el mundo no ha medido la productividad en investigación y transferencia. La medición que normalmente se conoce es: cuánto gasta cada país en ciencia y tecnología en relación con su Producto. Pero hay que medir cuál es la productividad en la aplicación de esos recursos.
Llegan ustedes a un país que está superando el narcotráfico, que ha sido el fundamento de los terroristas. En esta ciudad van a ver cosas muy bellas y también mucha pobreza.
Cuando vean los nuevos edificios que se están construyendo, los nuevos hoteles que se están construyendo, tengan una seguridad: ya no hay plata del narcotráfico en esos proyectos.
Es un principio de prosperidad que tiene que ayudarnos en lo social, que se sustenta exclusivamente en recursos transparentes de gente honesta, algo que ha venido ganando Colombia con un enorme sacrificio, pero con una voluntad inquebrantable de su pueblo.
Muy apreciadas Ministras, muy apreciados Ministros, delegados de todos los países hermanos que confluyen a la Organización de los Estados Americanos, muy apreciado señor Secretario General Adjunto: muchas gracias por venir a Cartagena, por celebrar aquí esta Reunión.
Les deseamos todos los éxitos para este camino de la igualdad que es la educación, de la prosperidad social, de la prosperidad económica. Para este camino de la felicidad de las nuevas generaciones.
Y confiamos que esta Reunión ilumine lo que será la próxima Asamblea de la Organización de Estados Americanos, a celebrarse también en la ciudad colombiana de Medellín.
Bienvenidos y muchas gracias”.
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