Cartagena, 16 nov (SP). “Quiero saludarlos muy respetuosamente. Celebrar esta consolidación de los ingenieros de obras públicas de Colombia, en este gremio joven y ya tan fuerte. Felicitar a cada uno de ustedes por su contribución y al doctor Juan Martín Caicedo Ferrer, por su liderazgo; lo mismo que a la Junta Directiva encabezada por el ex ministro Luis Fernando Jaramillo Correa.
Quiero felicitar a los compatriotas que han recibido esta tarde el galardón de la Cámara Colombiana de Infraestructura y al doctor Luis Carlos Sarmiento Angulo con el Premio Nacional, por una vida dedicada a servir bien a la Patria, tan involucrada en el tema de infraestructura, en momentos difíciles y en momentos menos difíciles de nuestra Nación.
Permítanme, antes de referirme a los diferentes puntos que ha traído en su muy completa y positiva intervención el doctor Juan Martín Caicedo, hablarles a ustedes, apreciados compatriotas, de algunos elementos que considero necesarios en el actual debate político de América Latina.
Reforma del Estado
Nosotros reformamos el Estado pero no lo desmantelamos. Hemos reformado 415 entidades del Estado, la primera, Telecom, la última, Ecopetrol; ahora las clínicas del Seguro Social, pero creemos en el Estado como factor de regulación, como condición de equidad social.
No estamos en el estatismo. Y ahí tenemos que marcar una diferencia muy clara, con tendencias políticas de América Latina. Creo que el estatismo en América Latina ha sido un fracaso. La revolución brasilera de 1930 impulsó el estatismo durante lustros, terminó en el desarrollismo. La revolución boliviana de 1950, en nombre del estatismo, finalmente produjo una tremenda desestabilización en ese país. Para no hablar del Gobierno del General Velasco Alvarado en el Perú, otra expresión de estatismo fracasada en América Latina.
Por eso, nosotros tenemos que ser muy cuidadosos para decirle a todo el mundo que en Colombia hay todo el espacio a la creatividad privada, a la inversión privada con responsabilidad social.
Responsabilidad social expresada en transparencia en las relaciones entre el Estado y el sector privado; en solidaridad con las comunidades, en el mundo contemporáneo, especialmente en el respeto a las normas ambientales y en el manejo de las relaciones laborales.
Relaciones laborales no de odio de clases, que tanto daño ha hecho en nuestro país y todavía no debidamente superado; relaciones laborales no de capitalismo salvaje, sino relaciones laborales fraternas.
Muchos compatriotas me preguntan: ‘Presidente, ¿qué se debe hacer para evitar el contagio del estatismo, que en muchos países de América Latina se quiere imponer?
Primero, tenemos que pensar en nuestras realidades. Un país con menos petróleo, con menos posibilidades de inversión con recursos del Estado, necesita ser más sólido, más firme y más claro en la promoción de la inversión privada.
Segundo, tenemos que tener éxito en nuestro modelo, para que los grandes sectores populares de la Patria entiendan que el modelo colombiano es un modelo que puede tener todo el éxito y se evita el contagio. Y, por supuesto, hay que tener mucha claridad política, porque el contagio de tendencias negativas de la política es como el contagio de algunas enfermedades: el ser que lo recibe solo se da cuenta cuando ya la enfermedad se expresa de manera grave.
Nosotros estamos trabajando cinco elementos de nuestra democracia. Consideramos que son constitutivos de un esquema de democracia moderna, que es mucho más importante que mantenernos estancados en la vieja discusión entre izquierda y derecha.
Son ellos, a saber, la Seguridad Democrática, el respeto a las libertades públicas, la construcción de cohesión social, la lucha por la transparencia y el reconocimiento a un estado integrado por instituciones democráticas, independientes, que deben colaborar armónicamente en busca de los intereses superiores de la sociedad.
Principales objetivos de Gobierno
Estamos trabajando tres objetivos principales del Gobierno, apreciados compatriotas e ingenieros: Consolidar la Seguridad Democrática, consolidar la confianza inversionista y avanzar en cohesión social. Vamos ganando en Seguridad Democrática pero no hemos ganado todavía. La culebra está viva; hay que persistir con confianza, pero con toda la determinación.
La SeguridadDemocráticay la confianza inversionista se convierten en el presupuesto para poder avanzar hacia la cohesión social.
Creo que América Latina se equivocó, primero cuando en algunas décadas propuso la prosperidad económica e ignoró la prosperidad social. Llegamos a aquellos años del desarrollismo, en los cuales en el Brasil se registraron crecimientos anuales del 14 por ciento y un empobrecimiento correlativo.
Después, en mi parecer, América Latina se equivocó de nuevo, cuando le asignó toda la importancia a la prosperidad social e ignoró la prosperidad económica.
El discurso de prosperidad social creó enormes ilusiones electorales y después trajo fracasos y angustias. Nosotros tenemos que llevar la prosperidad social de la mano de la prosperidad económica.
Seguridad Democrática y confianza inversionista crean las condiciones para poder avanzar en la prosperidad social que, a su vez, a medida que se obtengan metas importantes, legitima la Seguridad Democrática y legitima la confianza inversionista.
Como lo ha dicho el doctor Juan Martín Caicedo, hoy hay claros síntomas de confianza inversionista. El país ha pasado de invertir 12, 15 pesos por cada 100 pesos producidos, a invertir 26, 28. Esa tendencia hay que mantenerla.
Deberíamos comprometernos en un propósito nacional de evitar que la tasa de inversión se situé por debajo del 25, 26 por ciento. En las recientes publicaciones aparece que solo un país en América Latina tiene una tasa de inversión superior a Colombia. La diferencia es que en ese país toda la inversión la está haciendo el Estado. Aquí, el sector privado, que participaba en el 6 y medio cuando la tasa de inversión estaba en el 12, 15, ahora participa entre el 19 y el 21, 22, cuando la tasa de inversión está entre el 26 y el 28.
Para contribuir a una tasa de inversión fuerte, que es lo que nos garantiza crecimiento sostenido en el largo plazo, es lo que nos defiende de los riesgos de desaceleración a los cuales se refería el doctor Juan Martín Caicedo, nosotros trabajamos varios puntos. Primero el modelo. Elemental. Pero a uno le preguntan: ¿En qué está Colombia: en el estatismo de algunas tendencias políticas latinoamericanas o en su posición de abrirle todo el espacio al sector privado con responsabilidad social? Lo nuestro es lo segundo. Hay que repetirlo en todos los escenarios.
La persistencia en la Seguridad Democrática. La preocupación por la salud fiscal de la Nación. Yo diría que hay varias reformas a destacar: La reforma de pensiones, la misma que ahora quiere hacer el presidente Sarkozy de Francia, que le ha causado esas enormes huelgas en Francia; que no pudo adelantar el Presidente Chirac; que nosotros no pudimos sacar el en referendo; que afortunadamente, en un gran gesto de responsabilidad en el Congreso, la aprobó como reforma constitucional, con los consiguientes desarrollos legales.
Reforma administrativa
La reforma administrativa y la reforma de las transferencias. Confiaría yo que nuestro principal legado en materia fiscal sea la reforma administrativa. Hemos reformado 415 entidades del Estado, la primera, Telecom; la última, Ecopetrol. No fácil. Eso ha ahorrado, compatriotas, cuando se suman dos factores: primero, los ahorros de caja que ya se venían causando y segundo, las perdidas incrementales que ya se anticipaban, eso ha ahorrado un punto del PIB por año. Yo creo que eso es significativo.
¿Se imaginan ustedes qué le pasaría al país con el Presidente de Telecom visitando al Ministro de Hacienda para que le pague la nómina de jubilados de la empresa, que cuesta 500 mil millones al año? ¿Qué nos estaba pasando cuando en los Consejos de Ministros teníamos que discutir, permanentemente, el pedido del Ministro de Minas y del Presidente de Ecopetrol para que se apropiaran los recursos para la refinería de Cartagena y, por supuesto, la negativa del Ministro de Hacienda y de la Directora de Planeación para apropiar esos recursos, porque no los tenían? Por fortuna, hoy esos problemas están resueltos.
Y hemos ganado mucho. Los críticos dicen: Se ha enajenado el patrimonio del Estado. Al contrario, lo hemos fortalecido. ¿Cuánto más vale el patrimonio estatal representado en el 50 por ciento menos una acción, de la promisoria Colombia Telecomunicaciones de hoy que construye valor, que el patrimonio negativo de la anterior Telecom? ¿Cuánto más puede valer, de acuerdo con experiencias comparables como la de Petrobras en Brasil, el patrimonio del Estado vinculado a Ecopetrol, que el patrimonio que valía?
Telecom distribuía valor, no tenía capacidad de inversión. Hoy Colombia Telecomunicaciones está adelantando inversiones en conectividad por 8 billones de pesos, de gran importancia.
Ecopetrol no solamente adelanta las inversiones en compañía de Glencor, por dos mil millones de dólares aquí para actualizar la Refinería de Cartagena, sino que ha pasado en este Gobierno de inversiones anuales de 600 mil millones a inversiones que el año entrante pueden ser del orden de 4 billones.
Y hemos ganado en buen gobierno. En la derrota del clientelismo y en la derrota de los privilegios sindicales. Cuando avanzábamos en la reforma de Telecom discutía yo con el Sindicato y me decían, con razón: Presidente, ¿por qué nos asignan todas las culpas? Nosotros presentamos pliegos de peticiones y los gerentes de Telecom los aprobaban. Salían en medio de nuestro aplauso y las obligaciones le quedaban a la empresa. A Telecom nos mandaban muchas personas, amigas del Gobierno de turno, a jubilarse o a mejorar la jubilación’.
Tienen razón. Yo creo que algo importante que ganan estas reformas es buen gobierno. Ya nadie pide hoy un puesto clientelista en Colombia Telecomunicaciones.
Hasta hace poco todavía me pedían puestos en la Junta Directiva de Ecopetrol y ahora a quien me pide un puesto en la Junta Directiva de Ecopetrol le contestaré: ¿Ya habló con los otros 520 mil accionistas de la empresa?
Creo que eso es algo que debemos valorar, la garantía de buen Gobierno en estos patrimonios del Estado. Lo que ha ocurrido recientemente en Ecopetrol es una muestra de confianza en Colombia. En los días antes de presentar el proyecto de ley calculábamos y decíamos: ¿Será que los radicalismos ideológicos que todavía se expresan en el Congreso no nos van a permitir hacer esta reforma?
Algo bien importante, apreciados compatriotas, es ir derrotando los radicalismos ideológicos. Ahí, poco a poco, lo hemos logrado. Y eso hay que cimentarlo en la conciencia política de las mayorías colombianas.
Si ustedes me hubieran preguntado hace cinco años: ¿Van a capitalizar a Ecopetrol? Yo les habría dicho: No me atrevo. Les habría agregado: Simplemente vamos a intentar la reforma laboral y la reforma pensional, que las logramos en Ecopetrol. Me pareció casi un milagro y aplaudo al Congreso de la República al habernos aprobado el año pasado, desafiando los rezagos de radicalismos ideológicos, la Ley que permite la capitalización de Ecopetrol.
Justamente, en la semana que entrábamos en la primera ronda de colocación del ensanche accionario, preguntaba yo: ¿Cuál ha sido el momento y cuál ha sido la empresa colombiana que más accionista ha tenido? Me decían: Bavaria en algún momento tuvo 140 mil accionistas. ¿Cómo nos fue en la capitalización de Isagen? Bien, 70 mil colombianos participaron.
El Ministro, el Presidente de Ecopetrol, mis compañeros de Gobierno le apostaban máximo a 250 mil accionistas. Se sumaron 520 mil, todos colombianos, más los 6 millones de trabajadores de los fondos de pensiones. Esto es una gran muestra de confianza en el país.
Cuando los países están en proceso de recuperación de confianza, muchas veces obtienen primero la confianza externa, como se ha visto en algunos países europeos, que la confianza interna. Si algo bueno debemos destacar es que ese proceso de capitalización de Ecopetrol fue una expresión contundente de que hay confianza de los colombianos en nuestra Patria.
Esa reforma administrativa la vamos a continuar ahora con las clínicas del Seguro Social y estaremos en esa tarea hasta el último día de Gobierno.
Reforma a las transferencias
La reforma a las transferencias. Un tema bien difícil. Yo celebro que el Congreso, valerosamente, en medio de abultadas manifestaciones en la Plaza de Bolívar, de consignas que asustaban a los padres de familia, que se iba a privatizar la educación pública, que se iban a cerrar los colegios, que los dineros se llevarían a la guerra; en medio del debate electoral de las regiones aprobó el acto constitucional de transferencias. No fácil.
Necesitábamos un equilibrio entre la promoción de la descentralización y el cuidado con la salud fiscal de la Nación. No hay peor camino para la descentralización que quebrar a la Nación. Pienso que logramos un equilibrio, se aumentaron las transferencias con relación al acto legislativo transitorio, pero no se puedo volver a la norma de la Constitución del 91. Los constituyentes del 91 calcularon que se podría cumplir con esa norma. La realidad demostró que no. Nada habríamos ganado por evitar un debate político, por conseguir unos aplausos, si al regresar a la Constitución del 91 en poco tiempo se hubiera demostrado que la Nación no estaba en capacidad de hacer esos pagos.
Los nuevos alcaldes y los nuevos gobernadores encuentran un buen incremento de transferencias, que les permitirá tener mejor margen de maniobra. Pero también encuentran desafíos muy grandes.
Nosotros, en ese acto legislativo de transferencias, fijamos el año 2016 para que en ese momento, de ahí hacía adelante la norma que impere sea la de aumentar las transferencias a las regiones en la misma proporción que crezcan los ingresos corrientes de la Nación. ¿Por qué? Alguien me decía: ‘Presidente, evítese ese periodo. ¿Para qué esa transición? Su Gobierno termina en el 2010. Deje que lo resuelvan después. Eso ha sido uncolombiano. Resolvamos nosotros nuestro problema que el que venga atrás arree con lo demás.
Era necesario conseguir esta transición hasta el año 2016 por la carga pensional. Solamente las pensiones de los profesores del Estado superan ya 40 billones.
Hemos tenido inmensos problemas para superar las dificultades pensionales de las universidades públicas. Hemos resuelto el problema en muchas, pero solamente la Universidad Nacional nos implica un costo adicional de 4 billones.
Calcularan ustedes cuánto puede valer la doble calzada Bogotá - Santa Martha. Piénsenlo y compárenlo contra esta cifra. Este año la Nación le tiene que trasladar al Seguro Social casi 5 billones, para completar ingresos del Seguro provenientes de cotizaciones y obtener la suma necesaria para poder pagar a 600 mil pensionados.
Hemos cumplido con los pensionados y no hemos hecho lo de otros países. Por ejemplo, en el Cono Sur licuaron las pensiones, totalmente; causaron todos los traumas sociales cuando las crisis fiscales pusieron de presente el grado del problema pensional.
Aquí hemos hecho reformas pero hemos honrado los derechos adquiridos de los pensionados.
No era fácil para nuestros congresistas enfrentar la presión para que se regresara a la norma de 1991 y la presión de un referendo que se utilizó en campaña política, para derogar el acto legislativo y volver a la Constitución del 91. Pero lo logró nuestra bancada en el Congreso.
El país es muy descentralizado. Lo que he mirado en el Brasil, República Federativa, de acuerdo con su denominación constitucional, es que allí las regiones realizan el 30 por ciento del gasto total del Estado brasilero. En Colombia las regiones realizan el 52 por ciento del gasto total del Estado. Colombia es bastante descentralizado. Ocurre, sí, que en el país en todos los niveles faltan recursos: faltan recursos en los municipios, faltan recursos en los departamentos, faltan recursos en los distritos y faltan recursos en la Nación.
Hemos estado casi en una discusión de a quién le agravamos la pobreza. Yo creo que el tema aquí es de menores discusiones y de más trabajo para ir superando esta escasez de recursos públicos.
El tema, pues, de la reforma administrativa, el tema de las transferencias han sido temas bien importantes para la salud fiscal de la Nación.
Reforma Tributaria
Para construir confianza inversionista hemos utilizado el instrumento tributario. No con la tesis norteamericana de la administración Reagan, de hacer una drástica reducción de tarifas impositivas a todo el mundo, que finalmente no produjo el resultado esperado de aumentar las tasas de inversión.
Aquí hemos reducido prudentemente las tarifas. Lo más importante ha sido la introducción de incentivos. Comprendo, no ha sido fácil, la academia económica, los formadores de opinión económica, muchos grupos de estudio, sectores del Congreso se oponían a ello. Pero creo que ha sido bien importante la introducción de incentivos.
Me gustó mucho, compatriotas, el debate en todos los escenarios nacionales, el año pasado, sobre la Reforma Tributaria. Porque fue una especie de contradicción entre sectores que opinan y sectores que trabajan. Y los sectores que trabajan clamaron para que los incentivos que habíamos introducido en 2002 y 2003 se mantuvieran y se complementaran. Eso ha ayudado mucho a subir esta tasa de inversión.
En Colombia hoy se están construyendo 5 mil habitaciones hoteleras. Cuánto ha incidido, positivamente, la exención en impuesto de renta a los nuevos hoteles, por 30 años.
Ahora, el elemento práctico deroga al elemento teórico. Uno tiene que preguntarse: Me quedo con las teorías, solamente con ellas, o me comparo con lo que ocurre en Costa Rica, en Republica Dominicana, en Cuba y en otros polos de atracción turística.
Uno, sin demeritar las teorías, sin desconocerlas totalmente, tiene que ajustarlas también a las realidades. Y hay una fuente fáctica del derecho tributario en el mundo moderno, que es la comparación con lo que ocurre en otros países para saber si se es competitivo con ellos o no se es.
Hemos introducido estímulos bien importantes a los combustibles biológicos, en lo cual el país tiene un enorme potencial. Disponemos de 43 millones de hectáreas de sabanas que nos permite crecer la ganadería, crecer la agricultura para no afectar la seguridad alimentaria y desarrollar una gran industria de biocombustibles, sin poner a riesgo la selva que todavía tenemos en el 51 por ciento del territorio.
Hemos introducido la deducción general del 40 por ciento a las nuevas inversiones. Qué bueno. Hemos introducido la nueva legislación de Zonas Francas Especiales. Anoche veía, con el Viceministro de Comercio, que ya han aplicado 44 proyectos, los primeros 17 anunciaban inversiones por 2 mil 100 millones de dólares.
Esas Zonas Francas Especiales tienen beneficios para producción hacia el mercado interno y para producción hacia los mercados de exportación. Se exigen unos requisitos de empleo y de inversión. En los requisitos de empleo es importante destacar que la legislación y el Decreto Reglamentario requiere que sea empleo estable, con afiliación a la seguridad social, sin intermediarios, empleo de tiempo completo.
Beneficios de esas Zonas Francas: Se pueden instalar en cualquier parte, por un conjunto de empresarios o por una sola empresa; los equipos que entren al país y los insumos no pagan arancel ni pagan IVA y, además, la tarifa de renta es del 15 por ciento.
Para avanzar en confianza inversionista, el Congreso nos aprobó también la Ley que nos permite pactar estabilidad durante 20 años en las principales reglas con los inversionistas.
Creo que como un complemento a los contratos de concesión y de obras públicas, el Gobierno puede hacer estos pactos con los contratistas. Lo sugiero a la Cámara (de Infraestructura) y lo sugiero al Ministro de Transporte y al Ministro de Comercio. Se los propongo y ensayémoslo. Concesión adjudicada, contrato firmado, complementarlo con el contrato de estabilidad de reglas de juego. Creo que eso puede dar mucha tranquilidad y responder a la inquietud del doctor Juan Martín Caicedo.
Y por supuesto para la confianza inversionista los TLC, que voy a hacer una referencia al final.
Plan 2500
Voy a dedicar unos minutos, con la venia de ustedes, a los temas del doctor Juan Martín Caicedo, los proyectos regionales, el Plan 2500, una necesidad.
Yo no podía llegarle a los municipios colombianos hace 5 años solamente con soldados. El desplazamiento en Colombia no solamente se produce por violencia, también se produce por falta de vías de comunicación, por falta de servicios públicos. Esos municipios, todos, son productores. Este ha sido un país de municipios y de ciudades intermedias.
Nos causa más desafíos en infraestructura, pero cuánto mejora el futuro. Cuando uno compara a Colombia con ese Chile tan avanzado también se da cuenta que en Chile todo el problema de infraestructura está concentrado en Santiago, en Viña del Mar y en Valparaíso; y que la distancia de Santiago a Viña del Mar es de 140 kilómetros.
Este país es un país de ciudades, de regiones, de 1.099 municipios y eso hay que atenderlo.
Yo estaba con el doctor Juan Martín Caicedo, el año pasado, en la Asamblea de la Andi. Me decían los industriales: Hay que hacer los corredores de comercio exterior. ¿Ustedes cómo se han gastado el dinero en el Plan 2500? Yo les decía: Tienen razón; en eso estamos.
Y al otro día acudía a una reunión de alcaldes en Barichara. Alcaldes de Boyacá, alcaldes de Cundinamarca, alcaldes de los Santanderes, y me decían: Presidente, muy bueno el Plan 2500 pero es muy poquito. Tienen razón. En un país con necesidades, todo el mundo tiene razón.
Mire, no solamente hay que conocer la economía, hay que conocer la idiosincrasia de los compatriotas y hay que profundizar por allá en unas matemáticas: Solamente dos departamentos colombianos tenían manera de cofinanciar el Plan 2500, porque son departamentos con muy importantes recursos de regalías.
Si ese Plan 2500 no lo hubiéramos emprendido con recursos de la Nación, simplemente no se habría hecho. Una cosa es el respeto a la asignación de competencias; otra cosa son las realidades financieras. La Ley 617 fue muy buena. Pero en un empobrecimiento general del país también, a pesar de aplicarla, se empobrecieron mucho los departamentos y los municipios. Estamos en una tarea de recuperación de las finanzas nacionales para todos.
Además, ese Plan 2500, que tenemos que terminar, apreciados compatriotas, conecta municipios, pero también da respuesta a necesidades de competitividad en muchas regiones.
Quiero mencionar algunas carreteras que están en el Plan 2500. Cómo no va a ser de trascendental importancia la carretera de Sogamoso a Yopal, en el Plan 2500, como continuación de la doble calzada Bogotá – Tunja - Sogamoso, como parte del corredor Bogota – Arauca - Caracas.
Cómo no va a ser de gran importancia dos carreteras del Llano, del Plan 2500. La carretera Puerto López - Puerto Gaitán y la carretera Granada - San José del Guaviare.
Ahora que el esfuerzo de los soldados y policías de la Patria le ha regresado paz a esas dos regiones y están avanzando esas carreteras, hay que ver cómo ha crecido allí el área con palma africana, con caucho; fuentes de empleo de buena calidad.
Cómo no va a ser de gran importancia la vía de acceso a La Mojana, esperada durante 40 años. Mojana en la cual residen 400 mil hectáreas de limo aluvial, donde se puede producir la comida para el mundo entero. Afortunadamente se hizo.
Y entonces los alcaldes y los gobernadores me piden más vías municipales y departamentales. ¿Qué les hemos dicho? No podemos emprender nuevas.
Vamos a dedicar todos los esfuerzos de la Nación a los corredores de competitividad, de comercio exterior. ¿Qué les hemos ofrecido? Les hemos ofrecido que la Nación avale un crédito de mil millones de dólares. Ya algunos departamentos empiezan a hacer uso de ese crédito; se han obtenido 25 años de plazo, periodos de gracia de 5 años, una tasa de interés baja.
Los gobernadores electos y los alcaldes electos, en los próximos días vamos a tener los consejos comunitarios de empalme y vamos a mirar todos estos esquemas, porque además de ese crédito está también el crédito para el saneamiento básico, que es un tema de infraestructura de gran envergadura, que hasta el momento no me he dado cuenta que se haya mencionado en esta asamblea de la Cámara de Infraestructura.
Preocupa la asignación de recursos de la Nación anualmente al mantenimiento vías municipales. Si bien aumentamos las transferencias, no alcanzan. Le estamos entregando, en promedio, 120, 140 millones a los municipios por año, para vías municipales.
Ustedes no saben el estado en que están las vías municipales del país, muchos de ustedes las conocen porque son ingenieros y las recorren. Ese es un gasto que inevitablemente tiene que hacer la Nación. Hemos llamado a los gobernadores para que se haga un gran esfuerzo de coordinación, porque si bien ese dinero, desde esta asamblea, doctor Juan Martín, parece una cantidad enorme, a la hora de estar en Riosucio (Caldas) y ver la longitud de las vías municipales que hay que atender y compararlo con el presupuesto del municipio o ir allí al sur de Bolívar, es muy poquito.
Lo que le hemos dicho a los alcaldes es: Miren que ya es año tras año, coordinen bien, hagan esfuerzos regionales con las gobernaciones, a ver cómo podemos avanzar en eso.
La vía Bogotá - Puerto Salgar, Bogotá - Santa Marta. ¿Están de acuerdo, ustedes, los ingenieros, en el trazado? Siquiera. Era muy difícil ese acuerdo.
Yo aprendí, desde muy joven, cuando trabajaba en la Aeronáutica -y aquí veo buenos amigos de esa época, con quienes hicimos el Aeropuerto de Medellín. Está el doctor Echeverri y el doctor Villegas- que la única ciencia especulativa no es la mía, el Derecho. Pensaba que la Ingeniería era exacta. Pero cuando asistía a las discusiones entre ingenieros, también advertía un amplio componente especulativo.
Y ahora ya, no en la juventud, sino cuando se ha caído la coloración de la cabeza, me doy cuenta que el debate sigue igual, como lo presencié en los primeros años de la administración, acerca de cuál debería ser el trazado Bogotá - Puerto Salgar. Ya se pusieron de acuerdo. Lo celebro.
El otro paso muy interesante que se ha dado es el de hacer el convenio de estructuración con la Corporación Financiera del Banco Mundial. Ojalá entreguen rápidamente el resultado de estructuración. E hicimos el arreglo con Commsa. No fácil, porque de por medio había unas denuncias y unas investigaciones penales. Se logró, ya tiene visto bueno del Procurador, ojalá antes de que termine diciembre, antes de la vacancia judicial, pudiéramos tener el visto bueno del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, para proceder, el año entrante, una vez recibamos el resultado de la Corporación Financiera del Banco Mundial, a abrir la licitación Bogotá - Santa Marta, con doble calzada.
Aeropuerto El Dorado
El doctor Juan Martín se ha referido a los temas de Buenaventura, doble calzada, vía alterna e interna, puertos, al Puerto de Barranquilla, al Puerto de Santa Marta, al Aeropuerto El Dorado. Aquí me quiero detener un poco.
¿Qué significa esa concesión, desde el punto de vista fiscal? Ese es el Aeropuerto rentable, el que alimentaba el presupuesto nacional para sostener gran cantidad de aeropuertos del país no rentables.
Ahora, el Gobierno Nacional deja en poder del concesionario creo que el 54 por ciento de los ingresos del Aeropuerto, para que el concesionario pueda cumplir las obras de la concesión. El Gobierno tiene que reponer eso, de las arcas de la Nación, para poder seguir el desarrollo aeroportuario en el resto del país.
He conocido la discusión pública de que lo que está definido no va a ser suficiente para Bogotá. Nosotros, antes de adjudicar esa concesión, pedimos un estudio sin restricciones. El Gobierno Nacional quiere dejarle a Bogotá la mejor obra aeroportuaria posible. Pero yo sí creo, y lo digo muy respetuosamente, que antes de cambiar objetos de contrato, hay que avanzar en la ejecución del contrato. Sin mostrarle obra al país cómo le vamos a decir ahora que cambiamos el contrato. Hay que mostrarle obra al país, avanzar en eso.
Y perfectamente podemos acomodar el avance a ajustes contractuales o a una segunda fase, estudio que ya se va a contratar, para que ese aeropuerto le ofrezca a Bogotá todas las posibilidades, para que no se pueda decir que quedó limitado.
Mi invitación es: primero lo primero. Avancemos en la ejecución de las obras, para que no vayamos a tener pleitos.
Sin mostrar avance en las obras, hacemos un cambio que algunos puedan interpretar como sustancial, y sobrevendrán las demandas de quienes no ganaron la licitación.
Ustedes conocen lo que se está haciendo en el Río Meta, lo que se está haciendo en el Río Magdalena; allí le hemos asignado principal importancia a proteger los cascos urbanos de las inundaciones. Las inundaciones de este año, por ejemplo en Puerto Wilches, ha estado a salvo el casco urbano, muy afectadas las veredas, las obras han mostrado su bondad, pero tenemos que seguir año tras año.
Y ahora viene uno de los temas más desafiantes: el Canal del Dique. Prácticamente concluidos los estudios, hay que empezar a ejecutar las obras, gradualmente, empezando por lo más necesario, para frenar esa alta dosis de contaminación a la Bahía de Cartagena, que afecta la Bahía y afecta el canal de acceso al puerto.
Ferrocarriles
Los ferrocarriles. Nosotros encontramos todas las concesiones en disputas. No era fácil. Y arreglar una disputa no es fácil. Yo acosaba a mis compañeros, para entrar a hacer conciliaciones, y me decían: ‘Mire, aquí tenemos dos problemas muy graves: una conciliación ahí mismo nos pone en investigación de la Contraloría, de la Procuraduría, de la Fiscalía. Temor de los funcionarios y suspicacia de la opinión pública’.
¿Cómo hicimos para superar eso? Pidiendo que todas las conciliaciones se publicaran ampliamente, antes de ser perfeccionadas. Muchas de las contrapartes no lo entendieron inicialmente, después sí. Así pudimos arreglar 21 disputas en Telecom y hoy, salvo lo que falta en Commsa, tenemos superadas todas las disputas de concesiones. Ha habido más confianza en los funcionarios y más confianza en la opinión pública.
Ustedes saben que encontramos un pleito en el Ferrocarril del Atlántico. Estaba en el Tribunal de París. No fue fácil resolverlo. Finalmente, el Ministro logró, en una acción que hay que aplaudirle, que se sustituyeran los accionistas de la concesión. Que aceptaran entrar a la concesión todos los productores de carbón.
Se ha avanzado mucho en obras. Están prácticamente construidos los intercambios que permiten pasar de una capacidad de ese ferrocarril, si la memoria no me falla, de transportar 22 millones de toneladas al año, a transportar este año más de 40 millones. Continúa allí la segunda línea. Y todo lo que fue la reestructuración de la concesión le permite al Gobierno tener los recursos para avanzar con la recuperación del Ferrocarril hacia el sur del país.
Lo que hemos hecho, gracias a la confianza inversionista, por ejemplo en Boyacá, donde se aplicó el sistema de sindicalismo de participación. El Sindicato nos ayudó, desmontando normas convencionales y aumentando el porcentaje de propiedad, a salvar Paz del Río, y después vino, gracias a la confianza inversionista, la participación de Votorantim, de Brasil. Ahora la inversión para pasar de 300 mil toneladas de producción al año, a más de un millón. Ya se avizora la posibilidad de hacer un ferrocarril que suba por el Carare al altiplano Cundiboyacense.
Tenemos el problema del Ferrocarril del Pacífico. Nosotros respetamos el contrato, tal cual lo recibimos. Invertimos 148 millones de dólares en la recuperación de la línea. Los pagamos al contratista concesionario. Si hoy estuviera operando el Ferrocarril habría menos dificultad con Buenaventura. Pero el concesionario construyó la obra y no prestó el servicio. Espero que el Ministro le pueda dar al país una buena noticia en los próximos días, sobre acuerdos con nuevos operadores.
Trae el doctor Juan Martín sus preocupaciones sobre lo riesgos de desaceleración de la economía. El Gobierno también es conciente de dificultades. Por ejemplo, nuestro afán para el TLC. No es porque pensemos que en los primeros años vamos a crecer mucho las exportaciones a Estados Unidos, sino porque el TLC es un presupuesto necesario para que siga avanzando el flujo de inversión en Colombia. Hoy es más importante para consolidar las inversiones pendientes, que para aumentar exportaciones.
Es posible que en el futuro exportemos mucho alcohol carburante biocombustible a los Estados Unidos, pero pasará un tiempo, porque primero hay que atender nuestras necesidades internas, y por ejemplo en el caso del biocombustible, cuya principal fuente en Colombia es la palma africana, se demora cuatro años para estar en plena producción.
Es difícil que Venezuela mantenga el ritmo de crecimiento que ha tenido en los últimos años. Algunos pronostican dificultades fiscales en Venezuela, ojalá no se den. Nosotros necesitamos que a todos los países vecinos les vaya bien. Es muy difícil prosperar, si los vecinos no están prosperando. Ojalá la situación de Venezuela se mantenga con una gran favorabilidad económica.
De todas maneras hemos llegado ya a un nivel de exportaciones a Venezuela que avizora dificultades para seguir creciendo; de mantenerlo estable sería muy importante.
Gasto público
En el gasto, yo creo que nosotros hemos hecho enormes esfuerzos. Este país vio que en poco tiempo hubo tres saltos muy importantes. En poco tiempo este país pasó de un endeudamiento público del 12 – 14, al final de la administración Barco, a un endeudamiento público del 48 – 50, en el 2002. Hoy está en el 28. Yo confío que este año va a terminar con menos, porque veo un crecimiento económico, como lo decía el doctor Caicedo Ferrer, alrededor del 6 por ciento, y un congelamiento del endeudamiento en su masa absoluta. Eso podría presentar un decrecimiento por lo menos igual al crecimiento de la economía. Yo confiaría que termine en menos.
En el mismo periodo, este país pasó de una situación en equilibrio a un déficit fiscal en agosto de 2002 del 4.2. Ahora está casi en equilibrio el consolidado, pero el de la Nación todavía es grave. En el 2002, el déficit del Gobierno Nacional central superaba el 2, el 6 por ciento. Si a eso se le suma el 1.2, el 1.3 y el costo que hay que trasladarle al Seguro Social anualmente, era un déficit del Gobierno Nacional central del 7 y medio. Este año puede terminar entre el 3.3 – 3.8. El año pasado fue del 4. Apenas empezamos a tener un leve superávit en el balance primario del Gobierno Nacional central.
Empleo
Y el otro salto dramático fue el salto en empleo. Este país pasó, entre 1994 y el 2000, de una tasa de desempleo del 7 y medio – 8 por ciento a una tasa de desempleo casi del 20. Nosotros estamos haciendo todo, todo el esfuerzo, para que al final de nuestra administración no supere el 8, ojalá no supere el 7. Sobre todo en el tema de los jefes de hogar. Porque pierde el empleo el jefe de hogar y se le crean muchos riesgos a la familia, se aumenta la deserción escolar y universitaria.
En pocos años ese desempleo pasó del 4 al 10 por ciento, ahora está en el 5 y medio. Ojalá en el 2010 lo hubiéramos reducido a no más del 4. Ahí estamos haciendo enormes esfuerzos.
La Comisiónde Gasto Público, a la cual se refirió el doctor Juan Martín, pedía eliminar los parafiscales. Yo no he estado de acuerdo. Me parece que esos pagos al Sena, a Bienestar Familiar y a las Cajas de Compensación sostienen unas entidades muy importantes para la cohesión social en este país, se han avanzado mucho en los últimos años.
El salto de Bienestar Familiar ha sido enorme y el del Sena, enorme. Al contrario, los hemos fortalecido, con una cosa que ustedes ya perciben en sus empresas: hoy hay un formulario único para declaración de esos pagos y los de seguridad social. Antes eran 4, 5 formularios y hay un solo pago. Lo que ha disminuido trámites y ha disminuido evasión.
Yo he creído que en una economía abierta, tengo el atrevimiento de decirlo sin ser economista, finalmente los únicos estímulos efectivos al empleo son los estímulos a la inversión. Nosotros no podemos pensar en competir con empleos deprimidos. Nosotros tenemos que pensar en competir con empleos de buena calidad, bien remunerados, con afiliación a la seguridad social. Y eso no lo crea sino una gran confianza inversionista, que tiene, entre uno de sus presupuestos, los estímulos, como los incentivos tributarios a los cuales me referí.
Algunos me dicen: ‘Bueno, está bien, dejen el Sena, las Cajas y Bienestar Familiar. Pero quiten la contribución y que las sostenga el fisco’. Esas entidades deben recaudar el año entrante 5 billones 400 mil millones. Yo creo que van a sobrepasar esa meta de recaudo. Cómo le trasladamos eso al fisco.
En el mayor de los casos yo creo que los estímulos tributarios no costarán más de 2 billones y medio. Costo entre comillas, porque son muchos, corresponden a nuevas inversiones que tienen derecho a unas deducciones, pero que no las teníamos; con las que no contábamos.
Yo confío que por la vía de estimular la inversión y con reglamentos laborales, como el reglamento de las Zonas Francas, podemos mejorar el tema del empleo.
La cuenta corriente
En la cuenta corriente hay un factor negativo y uno positivo. El factor negativo: que la revaluación ha estimulado importaciones de bienes de consumo. Yo expreso mi preocupación por ello. El factor positivo: nosotros para lograr estos altos flujos de inversión hemos registrado en los últimos años, año tras año, crecimiento de inversión 25 – 30 por ciento. Allá hay una gran componente de bienes de capital, de bienes intermedios, etcétera.
La hipotecas de los Estados Unidos
Pensaría que hoy frente a una crisis desatada por el problema hipotecario de los Estados Unidos, que ya ha hecho estragos en Inglaterra y en otros países europeos, como debió explicarlo el Ministro de Hacienda ayer, estamos mejor preparados. Pero de todas maneras el Gobierno tiene que estar mirando nubarrones que se aparezcan en el futuro.
La infraestructura en mi concepto produce dos efectos: sustenta la tasa de inversión en el largo plazo, porque si la tasa de inversión siente que no hay un acompañamiento de infraestructura para ganar competitividad, la tasa de inversión se pasma. Si la tasa de inversión siente que hay un acompañamiento de infraestructura para ganar competitividad, se mantiene animada.
Y el segundo efecto que en mi concepto produce la infraestructura, es que si llegáramos a una parte de desaceleración por problema de los Estados Unidos, de los vecinos, etcétera, la construcción de infraestructura en ese momento puede cumplir una tarea de factor anticíclico y mantener tonificada la economía.
Por eso creo que nosotros tenemos hoy que acelerar la construcción de obras de infraestructura.
Incentivos fiscales y reforma tributaria
He tomado atentamente nota de las preocupaciones de ustedes sobre el Inco. También las he tendido todos estos años. El tema de las consultorías. Las peticiones que en materia de reducción de la retención le hicieron ayer al Ministro de Hacienda. Él lo esta mirando.
Yo no sería partidario de tocar más el IVA. Ojalá este Gobierno no tenga que hacerle unas reformas tributarias. Ojalá el país se pueda estabilizar en los tributario. Eso da confianza.
La única reforma que esta pendiente, deseo que el Congreso la apruebe, es la reforma para igualar al país en estímulos tributarios, por ejemplo con Panamá y con otros países, para esos grandes proyectos tan importantes para la ingeniería, que son los proyectos para desarrollar segundos hogares en Colombia.
El mundo de los países desarrollados tiene mucho dinero en los fondos de pensiones, muchos pensionados que quieren venir a países como el nuestro a comprar aquí el segundo hogar. Pero como tenemos competencia como la de Panamá, necesitamos ofrecer incentivos fiscales.
Deseo que esos incentivos fiscales se aprueben en este período del Congreso, pero llamaría la atención de mis compatriotas para que no presionemos más reformas tributarias.
Algo admirable: el año pasado, cuando asumió el Presidente Alan García, le preguntaron si introduciría una reforma tributaria en el Perú y dijo: “No, lo que necesitamos es dar señales de estabilidad”.
Peajes
El tema de los peajes. Cúcuta. Nosotros hemos sorteado dificultades de peaje. El primer gasto que tuve que hacer fue con mis propios coterráneos, por el peaje social de Copacabana, que permitió superar un pleito que apareció después de que terminó nuestra Gobernación, cuando se prometió quitar ese peaje y se acabó con esa concesión. Se instaló con muchas dificultades y ha avanzado bastante y la gente está contenta.
Lo de Cúcuta, doctor Juan Martín (Caicedo), fue suficientemente hablado. A mí me lo pedían los alcaldes del área metropolitana. Ahí hubo un factor: transportadores venezolanos se sintieron muy molestos. Y no es fácil la comparación, porque allá vale menos allá gasolina que el agua, el precio frente a nosotros es irrisorio y allá no hay peajes.
Entonces le decía al Presidente Chávez: “Tú con 3 millones 200 mil barriles de petróleo al día, pensando que vas a subir a 5 millones, qué te vas a tener que preocupar en peajes”.
Nosotros aquí para hacer la doble calzada de Medellín al Hatillo, tengo que ir a cobrarles a mis coterráneos de Copacabana un peaje y exponerme allá primero a que me echen vainas que no valen la pena, y después a que me quiten los votos, que sí me duele mucho, porque los quiero mucho.
Allí hubo otro temor. Anoche estaba reunido con el Gobernador electo y los alcaldes electos del Huila. Ahí le traje una buena noticia al Ministro, porque allá el Gobernador comprometió una platica y comprometió otra del Cauca, que iba el doctor Guillermo Alberto, y otra del Putumayo y otra del Caquetá, para poder hacer una carretera bien importante, corredor de competitividad, que es la carretera Isnos-Paletará-Popayán. Porque ya está definida la financiación de la que va más al norte, que es la carretera La Plata-Totoró-Popayán.
Llegó el alcalde de Garzón a decirme que había que quitar un peaje. Le leí en la mirada que él había prometido esa en su campaña. Y le dije: “Alcalde, increíble que ustedes me vengan con esta lista de pedidos y yo pensando de dónde voy a sacar la plata y tú me quites ahora un fuente, que es el peaje. De eso no me vuelvas a hablar. Te hago un consejo comunitario en Garzón, pero olvídate de quitar el peaje.
El Gobierno es consciente de eso, doctor Juan Martín (Caicedo). Lo de Cúcuta tuvo un elemento extraordinario, que es el elemento internacional.
Concesiones y temas relacionados
Me refería al tema de agregarle a la estabilidad de los proyectos de concesión, la estabilidad de la reglas de juego con los concesionarios. Creo que no se pueden ignorar las recientes concesiones. Creo que el avance reciente de concesiones ha sido bueno.
Fue muy difícil la doble calzada de Boyacá. Ya la gente cree en ella. Creo que tiene 46 kilómetros concluidos. Quienes viajan a Boyacá van a sentir una gran sorpresa cuando vean ya concluida la variante de Tunja, de 16 – 18 kilómetros. No le falta sino los enlaces. Y hay que pensarla. Es como un trayecto bien importante de la carretera Bogotá – Caracas.
Es bien grato ver el avance de la doble calzada Bogotá – Girardot. Y todavía no se ve un trayecto muy importante, que es la variante a Melgar. En los próximos días ya van a dar al servicio la variante a Fusagasuga. Y avanza también la construcción del Túnel.
Creo que las concesiones que estaban paralizadas y se han reactivado, van bien. Las tres de Antioquia, la Autopista del Café. Ya por lo menos mis compatriotas de Pereira me dicen: “Sí, ya vemos que ya se puede ver la obra para el puente en Caracol de Boquerón”. Va bien la malla vial vallecaucana. Va bien la carretera de Cerritos a La Victoria.
En eso no faltan problemas. La semana pasada, por el invierno, en Manizales ahí abajo un derrumbe muy grande, que va a exigir otros 4 mil millones. No faltan problemas, pero creo que todo eso va bien.
A nosotros los concesionarios y el doctor Sarmiento nos ayudó mucho. No nos querían recibir la carretera de Bogotá al Llano, donde tuvimos que invertir 50 –
60 mil millones para que fuera recibida.
Y pienso que las adjudicaciones de este año han sido buenas. Gran cantidad de trayectos en la doble calzada de Buenaventura. El director de Invías debió contarles sobre eso. Ustedes lo saben.
Celebró, y les voy a proponer una reflexión, de pronto controversial. Celebro la manera como transcurrió el contrato de Girardot, más concretamente de San Rafael a Ibagué y a Cajamarca. Y me pregunté por qué esa diferencia en precios. Creo que la diferencia fue de 380 mil millones a un billón 100. Pregunté: “¿Quién se lo ganó?”. Se lo ganó un consorcio serio.
Ahí esta el tema también de los precios. En el tema de los precios en los contratos hay que hacer otros análisis. Una cosa es la tendencia de una ingeniería que se siente mal tratada por épocas y en el cuarto de hora tiene que recuperarse, y otra cosa es la tendencia de unos capitales financieros que llegan a las concesiones y que buscan unas tasas normales de retorno.
Creo que eso incidió en esa diferencia de precios entre San Rafael, Ibagué, Cajamarca.
Por un lado de pronto una pretensión de la ingeniería de tener unos ingresos que le permitieran recuperar perdidas de épocas de crisis, y por otro lado una participación de capital financiero, que aspiraba a una tasa normal de retorno y que pudo ofrecer una opción mucho menos costosa para el Estado.
De ahí la importancia de estabilizar un ritmo de trabajo muy dinámico para la ingeniería colombiana. Ese es compromiso de este Gobierno. Yo quisiera, al final de este Gobierno, reunirme con ustedes y que me digan: “No tenemos una volqueta, no tenemos un operador, no tenemos capacidad disponible y quedamos contratados por 30 años”.
Y lo otro es darle toda la tranquilidad a los fondos de capital y a los fondos de pensiones para que se vinculen a este tipo de obras, porque lo de Ibagué nos muestra cómo nos ayuda también a regularizar precios. Y veo el año entrante, cuando empiece la ejecución de una serie de concesiones adjudicadas, el ritmo va a ser más importante.
Adjudicada, puente de Rumichaca, Ipiales, Pasto, Chachagüí, con la opción del Túnel. Y con el peaje de Chachagüí, que no ha sido fácil. Allá ha habido mucha protesta, y sin embargo hemos sacado adelante el concepto de ese peaje.
Ya están empezando obras, ya están empezando por lo menos la tarea de mantenimiento. Ese peaje de Chachaguí, doctor Juan Martín, fue bien difícil, pero se ha aclimatado.
Está adjudicado también lo del área metropolitana de Cúcuta. Creo que eso sale adelante en medio de las dificultades. Y que tiene unos tramos progresivos, como la doble calzada hasta Pamplona, el mejoramiento de toda la carretera de Cúcuta a Tibú.
El compromiso del Ministro de Minas es que a medida que aumente la producción de petróleo en Tibú, el Gobierno Nacional seguirá aportándole a ese mejoramiento Cúcuta – Tibú, ahora a través de los concesionarios, que con esos recursos deberán ser contratistas de obra pública, y eso esta definido en el contrato.
Tema de Norte de Santander
En el tema de Norte de Santander, detengámonos en esto: está definido también en esa concesión, está incluido el trayecto de Tibú a La Mata, que atraviesa por la parte norte del departamento de la Cordillera Oriental, para darle una salida a los carbones, al aceite de palma.
Ese departamento no tenía palma africana, ya tiene más de 10 mil hectáreas. Estamos avanzando mucho en la promoción de la palma africana en toda esa zona, que era cocalera, del Catatumbo.
Allí tenemos que invertir unos dineros grandes de la Nación inicialmente. Vamos a invertir 50 mil millones, de pronto más, ya hay apropiados 50 mil, para que haya paso de volquetas de Tibú a La Mata. Y una vez haya paso de volquetas con carbón, cobrar un peaje carbonero para ayudar a esa concesión.
Está adjudicada la del área metropolitana de Bucaramanga, con alcance progresivo a Barranca. Mis compatriotas santandereanos me decían: “Es preferible la vía a la banca del ferrocarril, del Café Madrid por el río Lebrija, abajo, a Sabana de Torres. Pero el Ministro ha dado unas buenas razones para que lugar de hacer nuevas carreteras procuremos hacer dobles calzadas.
Y existía la otra preocupación en Santander de la coincidencia entre la doble calzada Bucaramanga, Barrancabermeja y la represa de Sogamoso. Ya se está estudiando cómo se soluciona eso.
Está adjudicada este año la doble calzada Córdoba–Sucre. Ya está empezando. La doble calzada ruta Caribe, de gran importancia para estos departamentos. Aeropuerto de Barranquilla–Palmar de Varela. Gira ahí al sur, sureste, suroccidente, a Sabanalarga, viene a Cartagena y hacia Sincelejo hasta la Cruz del Viso. Le veo un factor de mucha importancia a esa carretera, que es darle una gran ocupación al aeropuerto de Barranquilla. Y estimular que mucha carga de Cartagena salga vía aeropuerto de Barranquilla.
La Naciónle aportó 60 mil millones a concesión del Magdalena. En su etapa inicial tiene que hacer la doble calzada de la quebrada El Doctor, cuando uno subiendo de Ciénaga al aeropuerto de Santa Marta, pasando por todo El Rodadero, cruzando la ciudad de Santa Marta hasta Mamatoco, para entrar al puerto. Y la variante, que va por todo el piedemonte de la Sierra Nevada, esa ya está en construcción.
Veo que se han adjudicado una serie de obras bien importantes, algunas de las cuales están todavía en estudio y que le van a mostrar mucho dinamismo a la actividad constructora.
La Comisión AutónomaReguladora
No lo sé. Yo había dicho que sí, que me parece bien. Pero me preocupa que no hay consenso con el sector transporte. ¿Por qué no me ayudan en una reunión con el sector transporte, a ver si logramos algún nivel de consenso?
La planeación y las presiones particulares
Este Gobierno puede tener equivocaciones, pero ha tenido muy presente la norma del maestro Echandía: uno en la vida pública puede meter las patas, pero no las manos. Por eso las audiencias públicas, las audiencias que ustedes han conocido.
Yo he procurado a lo largo de mi vida manejar con total pureza los recursos del Estado. Con muchos de ustedes tuve la oportunidad de contratar, como Alcalde de Medellín, como Director de Aeronáutica, como Gobernador de Antioquia, y llevamos estos cinco años en la Presidencia. Y la buena parte del populismo del Ministro es que es un hombre honesto. Aquí no hay presiones particulares. Que quede muy claro. Aquí hay presiones validas de las regiones.
Es que una cosa son las presiones del interés particular y otra cosa es la aspiración de una región.
Creo que en la planeación, como todo en nuestro Gobierno, hay que darle participación a la gente. Por eso para el gobierno comunitario es normal que la gente participe en la planeación de obras en los consejos comunitarios.
Creo que eso no se puede calificar como politiquería. Creo que eso no se puede descalificar diciendo que son presiones particulares. Es la participación ciudadana en la proyección de las obras del Estado.
Y la gente tiene razón. Ustedes no saben lo que es al revés, cuando un grupo de sabios se encierra y desconoce todo lo que la gente percibe como necesidad, allá en los lugares donde vive. Como está la discusión sobre quién debe planificar y ejecutar, pienso que se necesita que intervengan las dos entidades: el Ministerio y Planeación Nacional.
Pero hay algo muy importante que se ha desconocido: el Plan 2019, que ha construido este Gobierno en un intenso debate popular, metas de Colombia con miras al segundo centenario Batalla de Boyacá 2019, ese Plan 2019 tiene el listado de obras públicas de competitividad que debe construir el país. Creo que a esta planeación hay que creerle.
El estatuto contractual
Aquí está conmigo el doctor Edmundo del Castillo. El compromiso de él es tener lista la reglamentación para el 31 de diciembre. En los próximos días ustedes serán llamados a consultas, y ya hay unos artículos reglamentarios exhibidos en la página de Internet de la Presidencia. Esperamos opiniones antes de proceder al tema.
Pliegos de condiciones
Si algo rescato del Decreto 2170, que es el anticipo de la Ley 1150, es haber adoptado la etapa del prepliego. Creo que la posibilidad de todos los interesados en participar en una licitación de discutir el prepliego antes de que sea adoptado como pliego definitivo, le ha dado transparencia al pliego. Deberíamos insistir en ese tema.
Los riesgos del Túnel de La línea
Propongo a ustedes, compatriotas, que lo llamemos Túnel del Segundo Centenario, para que cuando lo crucen las nuevas generaciones y estén entusiasmadas esperando a que aparezca la luz, vean un porvenir tranquilo para que quienes nos sucedan puedan vivir felices en Colombia.
No sé. Discutan eso técnicamente. Discutan algunos factores diferentes de asunción de riesgos, si llegaren a aparecer. Pero sin aplazar la licitación. Es que aquí todo es muy demorado. A mí la pintura del pelo no me la han quitado las Farc. Con esos bandidos llevo peleando 40 años. A mí me la ha quitado es el acoso por la angustia de que en el Estado no se hacen las cosas.
Entonces, ya que logramos avanzar en esa licitación, no la frenemos. Comprendo la preocupación de ustedes. Comprendo que para mayor seguridad, ustedes quieren que el túnel básico de prueba avance más. Busquemos cómo, sin aplazar la licitación, podemos precaver que riesgos nos afecten la contratación.
Infraestructura urbana
Nosotros estamos comprometidos con estos Transmilenios. Yo veía: en Santiago de Chile el problema es un Transmilenio. Aquí en este Gobierno hemos pasado de 34 a casi 90 kilómetros en Bogotá. De cero al de Cali. Yo tengo una gran ilusión: que Cali con el Centro de Convenciones, el Transmilenio que es el MIO, las reformas que allí se están haciendo, la ciudad va a dar un salto el año entrante, impresionante, en actitud ciudadana.
Y el de otras ciudades colombianas. Aquí ya en Cartagena se concluyó el primer kilómetro del Centro, y se están haciendo ahora unos metros importantes en la Pedro de Heredia, y en Barraquilla, en Bucaramanga, etcétera. Ahora hay otras diez ciudades en fila. Y tenemos compromisos con Cúcuta, ojalá para empezar rápidamente. Y con Popayán. Son ciudades que están reclamando eso.
Bogotá. El Metro
El Gobierno Nacional lo apoya. Yo no voy a dejar que los periodistas políticos, con toda audacia, digan: “Ahí está el pleito del 2010 entre el Polo y Uribe”. De ninguna manera dejarme meter yo en pleitos políticos para atajar obras de progreso. No tiene sentido. La vida me ha enseñado que en un país con tantas necesidades, los gobernantes no se pueden poner a atajar obras de progreso. Tienen que estimularlas.
Estaba yo jovencito y decían en Antioquia: “Aquí no se puede hacer el aeropuerto José María Córdova”. Y con la voluntad del presidente Turbay, se hizo.
“Aquí no se puede hacer la represa de El Peñol”. Y con la voluntad de Diego Calle, se hizo.
“Aquí no se puede hacer el Tren Metropolitano”. Y con la voluntad de muchos, empezando por Juan Gómez, se hizo.
Hay que hacer el Metro de Bogotá. Eso sí, agradezco la acogida que el doctor Juan Martín Caicedo ha hecho a unas sugerencias propuestas por el Gobierno.
Creo que Bogotá le ha hecho un gran aporte al mundo con el Transmilenio. En todas partes del mundo ven el Transmilenio de Bogotá como un ejemplo. No lo afectemos. El Gobierno Nacional aporta el 70 por ciento. Pero el Gobierno es respetuoso de las decisiones sobre rutas, que toma la administración distrital.
Unos de mis afanes en 2002 fue entregarle rápidamente a Bogotá una financiación, que se le entregó, por 989 millones de dólares para el Transmilenio. Me dediqué los primeros cuatro meses del Gobierno a acosar esa financiación. Y salió.
La administración de Bogotá del Alcalde Garzón me ha dicho que él deja contratados los trayectos que corresponden a la Décima y a la 26. El Gobierno Nacional respeta eso. Simplemente aporta el 70 por ciento. Y que él deja el estudio de la Séptima, completo, y que quedará a criterio de la nueva administración abrir o no la licitación para contratar la ejecución en el mes de mayo.
¿Qué autoridad tiene el Gobierno Nacional para hablar sobre el tema? Que ha apoyado sin interferir. Si las decisiones autónomas de Bogotá han sido construir el Transmilenio sobre esas rutas, lógica deben tener esas decisiones.
Por eso mi sugerencia muy respetuosa, respetando mejor opinión de la administración de Bogotá, es que se hagan esas rutas.
Ahora: ¿se excluye eso con el Metro? De ninguna manera. Con el problema del calentamiento global, con el problema de los combustibles fósiles, todo esfuerzo adicional que hagamos en favor del transporte masivo, es bienvenido.
¿Qué ha propuesto el Gobierno Nacional? Una vez la administración de Bogotá tenga los estudios, que ahora van a actualizar, y se apresten a construir la obra, el Gobierno Nacional contribuirá.
¿Por qué hemos pedido que lo haremos con vigencias futuras mas allá del año 2016? Porque las expedidas hasta ahora solamente las acabamos de pagar en el año 2016.
Miren ustedes los compromisitos, solamente los compromisos que tenemos con el sector de infraestructura y con Transmilenios en todo el país.
Nuevos alcaldes y gobernadores
Vamos a empezar a trabajar con los nuevos alcaldes y gobernadores, como lo hicimos con los anteriores. Con todos trabajamos con patriotismo, sin reservas, independientemente del origen político de su elección. Ha sido la única manera de construir gobernabilidad.
Un país como el nuestro, con tanta pobreza, con tanta inequidad, con tantas dificultades, con convulsiones, cuando el gobernador, el alcalde, el presidente provienen de elección popular directa, si no hubiera ese buen cuidado de trabajar con todos, quién sabe que tendríamos, en lugar de la gobernabilidad que hemos venido obteniendo.
Entonces pueden tener la confianza los gobernadores, los alcaldes, de nuestra voluntad de trabajar con todos ellos. Siempre para eso nos olvidamos del origen político de la elección.
El tema de los mototaxis
Qué dificultad. Las normas jurídicas no tienen solamente fuentes formales sino fuentes reales. Es un hecho social, innegable en esta Nación.
Creo que lo que hicimos ha ayudado: un decreto muy sencillo, en el cual el Gobierno Nacional les dice a los alcaldes: ustedes son competentes para fijar horarios, zonas y días de parrilleros.
Ha habido algunas dificultades, pero en términos generales eso ha venido funcionando bien.
El proyecto de ley. Yo sé que tan conveniente sea. El Ministro (Andrés Uriel Gallego) tiene la idea de que el proyecto de ley trate temas como éstos: que esas motos de tres ruedas puedan prestar servicios en zonas rurales, y que no se permita el parrillero, sino en la moto conducida por el propio dueño, para evitar esas empresas de mototaxismo.
Propuestas como esa, en la realidad social del país tiene lógica. Diría: ojalá las pudiéramos incorporar mediante decretos. Creo que lo de la restricción al parrillero a la moto conducida por su propio dueño, puede ser objeto del decreto.
No sé si el decreto nos dé suficiente espacio para el otro punto: el de la autorización de la moto de tres ruedas para las zonas rurales.
Generación de energía y plan departamental de agua
Consideren dos proyectos muy ambiciosos de infraestructura: el tema de la generación de energía y el tema del plan departamental de agua.
El Ministro Hernán Martínez ahora en diciembre empieza algo bien importante en Colombia: a recibir inscripciones de proyectos que los ofrezcan para entrar en servicio en una determinada fecha, acoplada a los requerimientos del país, a los cuales el Estado les garantizará el pago del cargo por capacidad.
Tenemos mucha confianza en que eso produzca buenos resultados. Además todos esos proyectos tienen los estímulos tributarios. Además no están excluidos de poder cumplir los requisitos como zonas franjas especiales.
Yo le hacía cuentas a Empresas Públicas de Medellín hace poco. Porce III le cuesta 2 billones. La deducción tributaria vale 800 mil millones. El aporte del Gobierno Nacional a esos dos billones es equivalente a 270 mil millones. Es más o menos el resultado de aplicar al monto total, el 12,. Eso estimula mucho. Creo que el país en eso va a tener una muy buena dinámica.
El plan de agua potable: los municipios y los departamentos no alcanzan las metas de saneamiento básico con sus recursos propios, que son los que generan en la propia localidad las regalías y las transferencias del Gobierno. Se necesitan recursos complementarios.
¿Cómo se asignaban antes, inclusive en nuestro Gobierno? Casi al azar: a este le ayudo con recursos complementarios y a este no.
¿Qué reforma se ha introducido para vincular a los 1.099 municipios? Tener con cada departamento el plan de saneamiento básico. Ahí comprometen todos sus recursos, y el Gobierno Nacional les avala un crédito. Ya tenemos siete planes departamentales. El propósito es, en breve, completar los 32.
Nos han ayudado la Corporación Andina de Fomento, el Banco Mundial y el Banco Interamericano. Unos créditos a largo plazo, a una valorable tasa de interés, con períodos de gracia.
Ese programa se propone invertir en el período 2006 – 2010, ocho billones de pesos.
Hace poco me reuní en Santa Marta con el gremio de ingenieros de saneamiento básico, y encontré esa actividad muy tonificada en el país.
Seguridad Democrática, confianza inversionista y política social
Hagamos un esfuerzo para que Colombia no tenga un cuarto de hora, sino un período largo de prosperidad. Hay que insistir en la seguridad democrática. Eso no se puede abandonar en el discurso político, no se puede abandonar en la determinación de los colombianos, no podemos dejar que la política le haga trampas a la seguridad democrática. Hay que insistir en la confianza inversionista.
En mi larga vida política, he oído que en el discurso político se habla siempre con gran facilidad de lo social, así sea para incumplir. Pero casi nadie en el discurso político se compromete con la seguridad, y en el discurso político da pena hablar de la confianza inversionista.
Este país necesita hacer de la seguridad y de la confianza inversionista, valores de nuestra democracia para poder avanzar. No abandonemos eso. Porque al abandonarlo se crearía un gran riesgo.
Acuerdos de Comercio
Creo que para prolongar este cuarto de hora, una economía que empieza a dar signos de mejoramiento, pero que hay que estabilizarla en el mejoramiento, hay que acelerar las obras de infraestructura y los TLC.
Hemos negociado el acuerdo de comercio Comunidad Andina–Mercosur, el acuerdo de comercio Colombia – Chile, el acuerdo de comercio con tres países centroamericanos.
El acuerdo de comercio con Canadá espero que en las próximas semanas esté cerrado.
Y hemos hablado con la Unión Europea para que se respeten diferentes velocidades en la negociación de Comunidad Andina – Unión Europea, porque, un lado, por circunstancias internas respetables, Ecuador y Bolivia van a una velocidad, y, por otro lado, Perú y Colombia a otra. Así como nosotros tenemos que hacerles respetar a ellos el derecho de ir lentamente, debemos respetar nuestro derecho de ir rápidamente.
Y el TLC con los Estados Unidos. Hay dos obstáculos. El primero es el paramilitarismo y el segundo es el asesinato de líderes de los trabajadores.
Y a mí me dicen: “Bueno, ¿pero por qué no logra usted que las centrales obreras de Colombia hablen a favor del TLC en los Estados Unidos?”. No es posible.
Me voy a referir a los tres temas.
Este Gobierno ha desmontado el paramilitarismo. Yo digo a los Estados Unidos: “Bueno, hace siete años cuando el paramilitarismo estaba en su fina, no era obstáculo para apoyar a Colombia, y ahora que lo tenemos desmontado, se niegan a apoyar a Colombia.
Nosotros encontramos 60 mil terroristas. ¿Quiénes más poderosos? Recuerden ustedes esos consejos comunitarios semanales desde el Caguán, en camuflado y fusiles. O las admoniciones de la opulencia paramilitar desde muchas regiones de Colombia.
De los 60 mil terroristas, hemos desmontado 46 mil. Es un gran avance, pero los que quedan tienen mucha capacidad de hacer daño. Allí tenemos en la Reintegración un costo muy alto. En si me preguntaran de preocupaciones fiscales, el costo de la reinserción, el costo del desplazamiento, el costo de la indemnización a las víctimas.
El desplazamiento
Nosotros vamos bien en la parte de salud, educación y Familias en Acción de los desplazados. Mal en vivienda. Teníamos 40 mil subsidios a disposición de familias desplazadas. No los reclamaban. Y apenas se dieron cuenta que el Gobierno está cumpliendo, aparecen 200 mil requerimientos. Es un déficit de un billón 600 mil millones, que tenemos que financiar para poderles cumplir con vivienda a las familias de desplazados.
En este proceso de la aplicación de la Ley de Justicia y Paz, única en el mundo, que le ha ayudado bastante a este país para recuperar la tranquilidad, ya han aparecido 87 mil víctimas. Y apenas han aparecido unas poquitas de la guerrilla.
El Gobierno se propone expedir en los próximos días un decreto, reglamentando lo que sería la conciliación con los reclamos de las víctimas, por la vía administrativa.
Temo dejar todo para la vía judicial. Puede tener el país una dificultad insuperable en los lustros que vienen. Pero esos tres elementos nos cuestan mucho. Allí hay unas necesidades de gasto fiscal que tendremos que asumir.
Ya no hay paramilitares
Repitiendo de nuevo frente a los Estados Unidos: hoy en Colombia hay guerrillas y bandas de narcotráfico, juntas o autónomas. Pero no hay paramilitares.
¿Por qué no hay paramilitares? Lo digo: porque ya no hay bandas privadas de criminales cuyo objeto sea enfrentar a la guerrilla. Para ella surgió la palabra “paramilitar”. Hoy el Estado ha recuperado el monopolio que nunca debió perder: el monopolio de enfrentar a los grupos irregulares. Y así acaba de percibirse en el proceso electoral de hace tres semanas.
Sindicalistas
El tema del asesinato de sindicalistas. Hay que preguntarse qué ha pasado en estos años, qué hay en materia de protección, qué hay en materia de impunidad, cuál fue el origen de esa catástrofe.
Primero: cuando nosotros llegamos, encontramos años en que asesinaban a 256 sindicalistas al año. También años en que asesinaban a 30 mil colombianos. Con el descubrimiento de las nuevas fosas, que especialmente corresponden al período 1996 – 2001, puede Colombia haber tenido años de 35 mil asesinatos por año.
El año pasado, 17.470. Todavía muy alto. Este año vamos reduciendo en un 4 por ciento.
A 256 sindicalistas asesinaban. Empezamos a protegerlos desde la hora cero. Nosotros no necesitamos la presión de los Estados Unidos para protegerlos. La protección a los sindicalistas la incorporamos en el Manifiesto Democrático, que presenté a los electores colombianos en el 2002.
O sea: Seguridad Democrática es seguridad para todos los colombianos, líderes gremiales o sindicales, empresarios agrícolas o trabajadores del campo, voceros amigos del Gobierno, voceros políticos de la oposición.
Logramos reducir bastante eso al 2005. En el 2005 tuvimos 25 casos. Se recrudeció en el año 2006, porque al tradicional enfrentamiento guerrilla– paramilitares, se sumó un enfrentamiento en algunas partes entre el Eln y las Farc.
Este año llevamos siete sindicalistas asesinados y 14 profesores. Nosotros quisiéramos tener cero casos.
Hasta ahora la justicia no nos ha informado de que un solo sindicalista haya sido asesinado en este año por razón de su actividad sindical.
El último asesinado fue el presidente de la organización sindical de Grajales, en el Valle del Cauca, empresa intervenida por narcotráfico. Pero el Gobierno se propuso separar la batalla contra el narcotráfico, de la protección a las fuentes de empleo. Dijimos: esta empresa está incautada, pero la fuente de empleo hay que salvarla. Ese sindicato venía trabajando muchísimo, apoyándonos en el TLC. Este sindicalista había viajado dos veces a Estados Unidos y lo mataron hace dos semanas.
Desde que empezó el Gobierno, hemos hecho un gran esfuerzo para protegerlos.
Miren ustedes esta cifra, apreciados compatriotas: hoy hay seis mil colombianos con protección individual directa. De ellos, 1.200 son trabajadores, líderes sindicales. Eso nos cuesta 40 millones de dólares al año.
Cada que asesinan aquí a un sindicalista, desde el primer día del Gobierno hemos hecho el esfuerzo de ofrecer recompensas, de introducirle gran dinámica a la justicia, de apoyarla, a la Fuerza Pública, al DAS, etcétera.
El tema de la impunidad
El otro tema es que hay impunidad en Colombia. Hemos hecho los siguientes esfuerzos: la reforma constitucional que introdujo el sistema acusatorio, la oralidad, la actualización de los códigos.
Y óigase bien: en estos cinco años de Gobierno, casi hemos doblado el presupuesto de la justicia. Tarea no fácil, dadas nuestras limitaciones fiscales.
En los últimos meses ya se han producido 56 sentencias, que han condenado a 108 personas por ser responsables de crímenes contra sindicalistas.
Con la ayuda de la Organización Internacional del Trabajo, el compromiso de la Fiscalía, el Gobierno, los trabajadores, los empresarios, estamos en la tarea de superar impunidad.
Sectores del Congreso de Estados Unidos que no quieren apoyar el TLC y alegan esto, deberían ver dónde estábamos, qué hemos hecho, para dónde vamos. Nosotros reconocemos lo que hace falta, pero pedimos que se reconozca lo que hemos hecho.
El otro tema es un tema de política interna de los Estados Unidos, frente a lo cual nosotros tenemos que ser muy respetuosos.
Preguntémonos quién mató a los sindicalistas. Tema bien importante de esclarecer. Los terroristas. No fueron los empresarios. ¿Por qué nos da pena a nosotros decirle eso al mundo?
Combinación de las formas de lucha
Entonces en Estados Unidos se dejan impresionar por quienes les llevan unos cuentos distorsionados desde acá, pero hay que conocer la historia del país.
Era yo estudiante de la universidad pública y las guerrillas marxistas, en ascenso, practicaban la combinación de las formas de lucha. Penetraban el movimiento obrero, a tiempo que asesinaban. El movimiento campesino y la política, a tiempo que asesinaban. Avanzaban, sin un Estado que las enfrentara con toda verticalidad. Causaron el paramilitarismo.
Compitió el paramilitarismo con ellas en crueldad. ¿Y qué vino? Los paramilitares empezaron a asesinar a sindicalistas, acusándolos de ser colaboradores de la guerrilla. Y las guerrillas a tomar venganza, a asesinar a sindicalistas, acusándolos de ser cómplices del paramilitarismo.
Por eso, compatriotas, a mí me parece muy peligroso que en el país alguien le vaya a ser juego a la combinación de las diferentes formas de lucha. Bastante daño ha hecho. Nadie sabe el problema que tenemos en las Cortes Internacionales con el asesinato colectivo contra la Unión Patriótica.
Y allí hubo dos problemas: combinaron las formas de lucha, un problema. Muchos estaban como congresistas, diputados, concejales de la Unión Patriótica, y al mismo tiempo como militantes del grupo terrorista de las Farc.
Y también faltó voluntad del Estado para protegerlos.
Este país tiene que romper definitivamente con el terrorismo.
Yo le advertía mucho a candidatos aquí en la Costa Atlántica, en las últimas elecciones: “Cuidado con el paramilitarismo. Cualquier apoyo paramilitar, así sea una oración de un paramilitar a Nuestro Señor para que usted gane las elecciones, le deslegitima totalmente la elección”.
Con la autoridad moral de haber desmontado el paramilitarismo, tengo que decirles a mis compatriotas que no podemos permitir apoyos de la guerrilla a la política. Hay que ser allí absolutamente claro, si queremos que este país salga adelante.
Este país muchas veces, por apariencias de reglas de cortesía, de reglas de uso, ha descuidado lo de fondo Y aquí hay un tema de fondo, que es no debilitarnos en la derrota del terrorismo.
Si persistimos en eso con transparencia, persistimos en la confianza inversionista, hacemos bien la tarea de infraestructura, Ministro y compañeros de Gobierno, creo que el panorama del país puede ser un panorama prometedor, no de un cuarto de hora, sino de un período indefinido, como lo requieren las nuevas generaciones de colombianos.
Muchas gracias, apreciados ingenieros”.
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