Noviembre 30

Arquitecto Rogelio Salmona recibe homenaje en Feria del Libro
de Guadalajara

Bogotá, 30 sep (SP). Muy pocas personas pudieron contener las lágrimas durante el homenaje que se le rindió al recientemente fallecido arquitecto colombiano Rogelio Salmona, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México).

Cuando su esposa, María Elvira Madriñán, expresó la nostalgia que sentía al recibir el premio ArpaFIL en nombre de su esposo, un silencio notable consumió el auditorio.

“A pesar de que Rogelio era reluctante a recibir honores y premios, siento que aceptó éste porque era un importante reconocimiento a su arquitectura, con la que buscaba transformar el sentido de la ciudad, emocionar, permanecer, profundizar en el conocimiento del medio social, de la geografía e historia, para buscar una respuesta acertada a las necesidades habitacionales y estéticas, demostrando un sentido de pertenencia y un compromiso ético”, dijo.

María Lucía agregó que Rogelio tenía grandes deseos de asistir a Guadalajara, no sólo para recibir el homenaje que lo comprometía aún más con su oficio, sino para seguir enriqueciéndose con la cultura mexicana, una de las arquitecturas precolombinas que marcó con gran fuerza su trabajo.

En honor a Salmona se llevaron a cabo dos eventos en la FIL. El primero fue la inauguración de la exposición “Espacios abiertos/ espacios colectivos”, al que asistieron personalidades de la talla de Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis, el ex presidente Belisario Betancur y la ministra de Cultura de Colombia, Paula Marcela Moreno, entre otros.

Y el segundo, la entrega del premio ArpaFIL, en donde sus más cercanos amigos como el arquitecto colombiano Felipe Leal y el mexicano Carlos Morales le rindieron tributo a su obra.

“A través de la figura de Rogelio se discutió como debería ser la arquitectura latinoamericana. Este gran maestro nos abrió nuevos horizontes, nos hizo crear una mente rigurosa que era importante para nuestra profesión. Era un hombre que buscaba rescatar el valor de lo público y que le apostó siempre a un espacio incluyente, a construir tejido social”, dijo su gran amigo, el arquitecto Felipe Leal durante el homenaje.

A pesar de que Salmona no logró recibir en vida este importante reconocimiento, queda la satisfacción de que su vida y obra estuvieron presentes en uno de los más destacados foros de las letras latinoamericanas, en el que se reconoce el valor residente en la arquitectura, el patrimonio y el arte.

“El mérito mayor de Rogelio tal vez no es su calidad como arquitecto, por más reconocimientos que su obra despierta en Colombia y en el exterior, sino su condición de ciudadano. Fue un defensor de los fueros de la gente común, un miembro beligerante de la comunidad”, concluyó su esposa, María Lucía Madriñán.

 

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