San Francisco, Antioquia, 24 oct (SP). “Ustedes saben que se me hace imposible contener sentimientos al regresar a San Francisco. Diez años después de aquella víspera electoral, cuando acudíamos a defender la democracia, en unas elecciones donde escasamente votaron entre 7 y 12 personas, por amenazas de las Farc y el Eln, y en aquel momento, en un atentado contra quienes presidíamos esa comisión, el Eln asesinó al Padre Antonio Bedoya.

Él manejaba aquí el Sistema de Aprendizaje Tutorial. Habíamos avanzado enormemente en esa Gobernación con el Sistema de Aprendizaje Tutorial. Llegamos a unos 20 mil campesinos. El Padre trabajaba aquí con el fraile Francisco Campo. Eran contratistas de la Gobernación (de Antioquia). Estábamos muy contentos celebrando el éxito del SAT.

Él me contó ese día con mucha emoción todos los progresos. Y el terrorismo, que no tiene alma, el terrorismo que no tiene frenos, disparó a ver cómo asesinaba al Gobernador del departamento y asesinaron al padre Antonio Bedoya.

Le voy a pedir al párroco que eleve una oración al cielo. Ahora me entregó una hojita, donde está la foto del Padre Antonio y alguna leyenda. Ayúdenos con una oración, párroco.

( Oración del presbítero Francisco Antonio Gómez, párroco de San Francisco ).

Continúa el Presidente de la República: Gracias, padre. Luis Alfonso Hoyos (director de Acción Social), le voy a pedir un gran favor: explique a la comunidad, al señor Alcalde y al señor Gobernador sobre dos o tres temas. Tema Familias en Acción en San Francisco, para población estrato uno, y el tema para desplazados. Y también el apoyo del Gobierno Nacional a Amparo Agudelo, la señora del concejal Jairo Alberto Atehortúa (q.e.p.d.). Ahora me decían algunos: Jairo Alberto, un entusiasta concejal, un hombre muy cívico.

Miren: la seguridad democrática es para proteger a todos. En estos cinco años de Gobierno, con todo el honor de la Patria, hemos procurado que los soldados y policías de la Patria protejan a todos. A aquellos que gusten o disgusten del Gobierno. Para proteger por igual a los amigos del Gobierno que a la oposición. A todos.

Me decían algunos: “Presidente, nos lo mataron, pero aquí ha hecho un gran esfuerzo la Fuerza Pública. La situación se ha mejorado bastante”.

Es bastante diferente a lo que vivimos en esas elecciones de 1997. Y Jairo Alberto acompañó con mucho entusiasmo mi candidatura presidencial. Ese no es el motivo de la tristeza. La tristeza es que nos maten a cualquier luchador de la democracia.

El Gobierno no repara que hayan votado por Uribe o no hayan votado por Uribe. El Gobierno está es en el propósito de defender por igual a todos los colombianos.

Cuéntenos (Luis Alfonso Hoyos) Familias en Acción, familias desplazadas y el apoyo a la familia de Jairo Alberto.

( Interviene Luis Alfonso Hoyos, director de Acción Social ).

Continúa el Presidente de la República: Vamos a dejar hoy un compromiso: en los próximos días, el Ministro de Protección Social y el doctor Luis Alfonso Hoyos, director de Acción Social, encabezarán un consejo comunitario social, durante un día de semana.

Seguramente yo no podré venir porque tengo la agenda muy copada en los próximos días. Y si lo aplazara para sábados, nos demoramos mucho. Entonces para poderles cumplir a los municipios que estamos visitando esta semana, se ha definido un consejo comunitario social.

Aquí en este oriente deben hacer un que albergue a todos estos municipios, que llamaríamos del oriente más remoto, donde están Cocorná, San Francisco, San Luis, San Carlos. No de la zona del altiplano sino aquí de la zona de la ladera.

Entonces nos quedan tres compromisos: ese consejo comunitario, el pago en noviembre de Familias en Acción, vamos a luchar para que el Banco Agrario les ponga un corresponsal no bancario.

¿Qué es eso? Es una sede bancaria muy diferente a las tradicionales. Es un quiosco que montamos en una salsamentaria o en una farmacia o en la casa cural, pero con una gran potencia en el computador.

La democracia es un don precioso que tenemos que cuidar inmensamente. Yo vengo en compañía del Ministro de la Defensa, de los Altos Mandos, de mis compañeros de Gobierno, de los mandos departamentales de Policía y Ejército, del señor Gobernador (de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa), a acompañar al alcalde (del municipio de San Francisco, Antioquia, Sérbulo de Jesús Guzmán Castrillón) y a todos ustedes en esta jornada democrática, a invitarlos a que voten masivamente por quien quieran.

El voto es un tema de conciencia. Este oriente antioqueño es de gente honrada. Jamás, y acá está el doctor Pedro Jiménez (Representante a la Cámara) y José Obdulio (Gaviria, asesor presidencial), tan vinculados al oriente antioqueño, aquí jamás hemos oído hablar de compra de votos. Aquí el problema que hemos tenido es de presión de grupos violentos. Entonces no hablemos sino de ese tema.

El voto tiene que ser de la conciencia, de la espontaneidad del corazón. No dejarse intimidar, no dejarse coaccionar, constreñir. Voten en conciencia, pero voten masivamente el domingo. Hablen durante estos tres diítas que faltan con las esposas, con los esposos, con lo hijos, con los vecinos. Y hagamos de esta semana una semana de cruzada democrática, para que los colombianos nos volquemos el domingo a votar masivamente, sin antecedentes. Para que con el voto masivo de los colombianos, le digamos definitivamente no al terrorismo.

Cuando veo a aquellos estudiantes allí, la nueva generación de mis paisanos, de mis compatriotas, ¿qué pienso? El deber de nosotros es hacer esfuerzos para que ellos puedan vivir felices. Si tenemos una Colombia sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico, sin corrupción, se van creando las condiciones para que haya prosperidad económica, equidad social, y la nueva generación pueda vivir feliz, que es deber de la generación nuestra.

El deber de nosotros los mayores es no ahorrar esfuerzos para lograr que este país tenga condiciones que le permitan a las nuevas generaciones y a quienes habrán de vivir, vivir felices en Colombia. La democracia y la paz van haciendo posible eso.

Y quiero invitar a las mujeres. Los derechos políticos de la mujer no se han reconocido fácilmente. Han tomado mucho tiempo. A la mujer se le ha discriminado mucho. Primero, a la mujer no se le recibía en la universidad. A la mujer no se le permitía votar. No se le permitía ser elegida. Fue por allá en el Gobierno del Presidente Alfonso López Pumarejo, entre 1934 y 1938, cuando se empezó a ver ya una gran presencia de la mujer en la universidad.

El derecho al voto de la mujer nació no hace mucho. Se reconoció apenas en el plebiscito de 1957. Las mujeres colombianas votaron por primera vez, fueron por primera vez elegidas, en 1958.

Este país demoró mucho para llegar a la elección popular de gobernadores y de alcaldes. Ni la Constitución de Rionegro, allí tan cerca, la más federal, la más libertaria de Colombia, de 1863, logró incorporar la elección popular de alcaldes y de los gobernadores, que en la época eran los presidentes de los Estados soberanos.

Creyeron los constituyentes de Rionegro que cada Estado (Antioquia, Cauca, Bolívar), iría a tomar la decisión para permitir que sus alcaldes fueran elegidos directamente. Y eso no se dio. El Partido Liberal hizo esfuerzos por allá en 1923, en el Congreso Ideológico de Ibagué, y no se daba.

Finalmente fue en el gobierno de un paisano nuestro, del presidente Belisario Betancur, cuando el doctor Álvaro Gómez Hurtado, que en paz descanse, también victima de esta violencia, presentó el proyecto de reforma constitucional que permite que los colombianos elijan directamente a sus alcaldes.

Y fue en la administración del presidente Gaviria (César), en la Constituyente de 1991, cuando se incorporó la elección popular de gobernadores.

¿Cómo era antes? El presidente nombraba al gobernador y lo echaba cuando quería. Lo nombraba muchas veces no porque fuera el mejor, sino porque era el recomendado de los políticos que iban a Bogotá. Y el gobernador nombraba al alcalde y lo echaba cuando quería. Y muchas veces el gobernador no era ni libre para nombrar al alcalde. Tenía que consultarlo con el ministro de Gobierno en Bogotá. Eso ha cambiado mucho. Hoy ustedes son los que eligen su alcalde y eligen su gobernador.

Y es bien importante. Los alcaldes nombrados, muy pocos se sentían comprometidos, no le rendían cuentas a la gente, no se sentían obligados frente al ciudadano. Le estaban rindiendo cuentas a toda hora al gobernador y mandándole mensajes al presidente.

Esa posibilidad de que la gente escoja directamente a su alcalde, compromete al alcalde a ejercer como verdadero servidor público. Porque es el funcionario más cercano. Ustedes tienen al doctor Aníbal (Gaviria Correa, Gobernador de Antioquia) en Medellín, tienen a los ministros, me tienen a mí en Bogotá, pero a quien tienen ustedes aquí, todos los días, que les tiene que dar la cara, es al alcalde.

Miren qué importante poder ejercer ese derecho de elegir a aquel que representa a la autoridad más cercana, con quien se está en permanente contacto.

Voy a repetir hoy aquí, más tarde en Cocorná (Antioquia), y por la tarde en San Vicente (Antioquia), una historia:

Era yo estudiante de la Universidad de Antioquia y las Farc mandaban allí panfletos. Y decían: si este país hace apertura democrática, si este país permite que el pueblo elija directamente a su alcalde y a su gobernador, las Farc deponen las armas, hacen la paz. Eso fue lo que prometieron. Mentiras, han hecho todo lo contrario.

¿Entonces que pasó? Las Farc pidieron la elección popular de alcaldes y gobernadores y mintieron. Porque eso se aprobó y ellos siguieron en armas creciendo y matando gente.

Aquí me reciben los señores comandantes del Ejército y de la Policía de Antioquia (brigadier general Luis Roberto Pico Hernández, comandante de la Séptima División del Ejercito Nacional; brigadier general Marco Antonio Pedreros Rivera, Comandante de la Región de Policía Número 6). Démosles un aplauso.

No obstante estos hechos tristes, la administración ha mejorado. Creo. Me lo decían ustedes. Gracias al heroísmo de nuestra Fuerza Pública.

Gobernador, esta carretera estuvo cerrada. Yo me fui de la Gobernación de Antioquia el 2 de enero de 1998. Esta carretera se cerró a los 15 días. La volvimos a abrir por allá en septiembre de 2002. Y estuvo cerrada de noche hasta el 28 de diciembre del año pasado. Qué tristeza, qué tristeza. Se ha podido recuperar gracias a los soldados y policías de la Patria”.