Bogotá, 8 abr (SP). “Muchas gracias a todos por este gran esfuerzo. Al Ministro por la buena iniciativa emprendida por el Ministerio a su cargo: primero en ese proceso experimental, y ahora en este acuerdo con tantas universidades.

Muchas gracias al Congreso por el apoyo que ha dado con la aprobación de las normas legales que apoyan totalmente el tema.

Y muchas gracias a las universidades.

Creo que esto es de la mayor utilidad, ya lo explicaba el Ministro. Hoy vemos tres caminos para que Colombia recupere tierras mal habidas: la Ley de Extinción de Dominio, uno; dos, las exigencias de la Ley de Justicia y Paz; y tres, este camino, este camino que por cualquiera de los métodos de los caminos jurídicos debe llevar a que los desplazados puedan ser reinstalados totalmente en sus tierras de origen.

Yo creo que esto es la expresión de un Estado garantista, de un Estado que de verdad está buscando la seguridad como fundamento de una paz permanente, la Seguridad Democrática, la seguridad integral, seguridad para los ciudadanos, seguridad para sus bienes, seguridad para sus familias, seguridad para sus derechos.

Incluso ahora, a raíz de las discusiones presentes, no se puede olvidar que cuando las personas que han querido vincularse a la Ley de Justicia y Paz, no cumplen por cualquier razón la obligación de entregar los bienes, para poder reparar a las víctimas, primero, esas personas finalmente no pueden ser beneficiarios de las prerrogativas de la Ley de Justicia y Paz. Diría yo que la más importante de ellas es la reducción de la sentencia en el caso de los delitos atroces.

No quiere ello decir que las víctimas van a quedar desprotegidas. Está la Ley de Extinción de Dominio, que yo creo que con la reforma que se hizo cuando era Ministro del Interior el doctor Fernando Londoño Hoyos, a principio de este Gobierno, es una Ley que se convirtió en un instrumento muy eficaz.

Y este acompañamiento de las universidades, a través de los consultorios jurídicos, a todos los colombianos desalojados de sus tierras, para que puedan regresar a ellas, es un acompañamiento que va a abrir más rápidamente ese camino, que se necesita para consolidar la paz.

Ojalá podamos terminar ese proceso del sur de Urabá, que es un proceso que encontró bien avanzado este Gobierno, y nosotros nos dimos a la tarea de resolver ese atropello.

Ojalá rápidamente podamos decir que han terminado las acciones jurídicas con las decisiones administrativas y judiciales que le devuelven esa tierra totalmente a sus legítimos dueños, y que a continuación se pueda hacer la acción de desalojo físico de los usurpadores, para que finalmente regresen allí los legítimos titulares.

Este tipo de acciones de desalojo de la tierra de los compatriotas han hecho mucho daño en la historia de Colombia, y hoy hacen mucho daño a la confianza interna y a la confianza internacional. Pero este tipo de reacciones, como el acuerdo que hoy se firma, genera muchísima confianza.

Los invito, pues, a que mostremos rápidamente los mejores resultados. Me parece un acuerdo muy audaz vincular ese instrumento, esa herramienta tan importante que son los consultorios jurídicos, ayudar a que los campesinos desalojados de sus tierras las puedan recuperar en este proceso de Seguridad Democrática.

A todos, muchas gracias”.