Abril 14

Palabras del Presidente Álvaro Uribe tras sancionar la Ley 1023 del 2006

Bogotá, 14 abr (SP). “Primero, doy excusas. Venía de un Consejo de Seguridad en la ciudad de Montería y eso casi no me permite llegar. Ofrezco excusas por esta demora que me da mucha pena. Todos son personas muy ocupadas: las madres comunitarias, el Contralor, los congresistas, los gobernadores, los ministros, todos los aquí presentes.

Creo que es un buen avance. Las voy a invitar a una cosita.

Yo parezco un maestro de escuela que repite mucho. ¿Les puedo repetir una cosita en la que pienso? Yo creo que Colombia la debemos asociar a una casa y en el techo poner una palabra: ‘confianza’; que todo el mundo tenga confianza en Colombia, que los viejos digan: ‘viví feliz en mí país; voy a morir feliz en mí país’. Que los muchachos digan: ‘tengo confianza que mis ilusiones se van a cumplir en mí país’. Que las madres comunitarias digan: ‘tengo confianza que mi país gradualmente va atendiendo nuestros reclamos’. Que los desempleados digan: ‘este país está mejorando, va a llegar una oportunidad’.

‘Confianza’ en el techito colombiano.

Y tiene esa casa tres pilarcitos: Seguridad Democrática para todos. Que haya inversión en Colombia; que inviertan los nacionales, que inviertan los extranjeros; inversión doméstica, inversión internacional. Y que haya política social. Van relacionados: sin seguridad no hay inversión y sin inversión cómo crece Colombia.

Doctora Elvira (Forero, Directora del Icbf), ¿cuánto valían los aportes al Instituto en el año 2002?

Elvira Forero, Directora del Icbf: 900 mil millones.

Presidente Álvaro Uribe: ¿Cuánto valen este año?

Elvira Forero, Directora del Icbf: 1.9 billones.

Presidente Álvaro Uribe: 1.9 billones, mucho más que duplicado en 6 años. ¿Por qué? Porque como hemos tenido seguridad, a pesar de lo que falta, ha habido más inversión y se han recuperado nóminas de trabajadores, a pesar de que el desempleo sigue siendo muy alto. Estuvo en el 20 por ciento, está alrededor del 11 por ciento. Nosotros no estamos contentos. La aspiración es dejarlo al final de este Gobierno no por encima del 8 por ciento.

Pero gracias a la seguridad -hay otras cosas de buen manejo de la economía, pero es fundamental la seguridad-, se han aumentado las nóminas; entonces, ha habido más cotización al Bienestar Familiar.

Y hemos hecho otra cosa. Hemos luchado mucho contra la evasión. Ahora, gran cantidad de pagos a Bienestar Familiar se hacen por lo que se llama el formulario único y el sistema único de pagos.

Antes, un empleador tenía que hacer los siguientes pagos: el primero, para Bienestar Familiar, el Sena y las cajas de compensación. El segundo, para el Régimen Contributivo de Salud. Y si había 10 trabajadores y 3 estaban en una EPS, un pago por esa EPS; 3 en otra EPS, otro pago por esa EPS y los otros 4 en el Seguro Social, otro pago. Algo semejante para el otro pago, pensiones, y otro pago para el sistema de riesgos profesionales. Eso tenía mucho trámite e invitaba a la evasión.

En el mes pasado hubo 360 mil pagos. Trescientos sesenta mil pagos por el sistema de formulario único, donde ya no puede haber evasión, y electrónico. Yo creo que ese es un gran paso.

Entonces, seguridad, inversión con transparencia, van posibilitando el tercer pilar: política social.

Miren, compatriotas, yo les quiero decir con toda convicción esto: si no nos preocupamos por la seguridad, por la inversión, se mueren las generaciones oyendo hablar de política social, sin que haya avances. Es muy importante exigir, en el discurso colombiano, a los que prometen tanto en lo social, un compromiso con la seguridad y con la inversión, para poder cumplir en lo social.

El país ha vivido muchos, muchos años donde las promesas sociales han sido mucho más que los cumplimientos. Le llenan a la gente los oídos de promesas en las campañas y después, de frustraciones en los gobiernos.

Yo creo que este Gobierno, en lo social, va a terminar haciendo más de lo que prometió. Porque la política de seguridad nos ha ayudado con la confianza inversionista y nos ha posibilitado con los recursos a hacer esto.

Pongamos 6 años. Seis años que simplemente hubiéramos hecho un reajuste del 30 por ciento, del 5 por ciento anual. El Instituto habría pasado de 900 mil millones a un 1 billón 170 mil. Con eso habría sido imposible.

Habría sido un escenario optimista ponerlo a crecer al 5 ó 6 por ciento anual y sería totalmente insuficiente. En el mejor de los casos hubiéramos pasado de 900 mil millones a un billón 170 mil. Miren que incide la seguridad, el buen manejo de la economía. Hemos podido pasar de esos 900 mil a un billón 900. Es grande ese salto.

Por eso, yo quiero hablarles a ustedes con todo cariño, madres comunitarias, sobre el tema. Para que independientemente de lo que piensen ustedes en política, exijan que este país se preocupe por la seguridad y por la inversión, para poder generar empleo de buena calidad y para poder cumplir compromisos sociales.

Ahora, este no es el único crecimiento. Nosotros hemos pasado de un desempleo del 20 por ciento al 11 por ciento y con la ayuda de Dios vamos para el 8. Nosotros no estamos contentos con nada de lo hecho.

El Instituto tenía 2 millones 200 mil jóvenes en Restaurantes Escolares. Ahora tiene 3 millones 800. Los atendía durante 122 días. Este año se atienden durante más de 150 y vamos para 180.

El Instituto creó un programa nuevo -además, les está mejorando la ración en los Restaurantes Escolares-. Creó un programa nuevo el Instituto: el de desayuno vitaminizado para niños menores de 5 años. Arrancamos de cero y vamos a llegar a millón y medio de niños.

El Instituto le está dando almuerzo a 400 mil ancianos. Entre el Instituto y otras platicas del Gobierno estamos atendiendo 800 mil ancianos. ¿Saben cuántos se atendían hace 6 años? Por el Instituto, cero; por el Gobierno, 60 mil. Ahora 800 mil. Falta mucho. Este Gobierno llegará a un millón, pero habrá que llegar a dos millones.

El programa Familias en Acción atendía a 220 mil familias, era experimental. Ahora estamos atendiendo a millón y medio. Con la ayuda de Dios, vamos a llegar a 3 millones.

Por ejemplo, este es un año muy difícil de la economía mundial. Les voy a contar los problemas que tenemos.

La crisis de la economía en Estados Unidos porque la gente de endeudó mucho. Al Gobierno le faltaron controles y la gente no ha podido pagar las deudas de vivienda y se han quebrado muchos bancos. Entonces, hay mucha gente que se endeudó, no ha podido pagar la deuda, han debido desocupar la casita y la casita vale mucho menos de lo que valía.

Y eso ha creado dificultades, también, en Europa y las está creando aquí.

Y el dólar, que antes valía mucha plata hoy vale muy poquito. Entonces, un floricultor de la Sabana, un bananero de Urabá, un platanero de Córdoba, un confeccionista de Pereira, un textilero de Bogotá, un fabricante de calzado de Bucaramanga, están recibiendo menos por lo que exportan. Porque antes, por cada dólar que les daban en el extranjero, aquí les daban 2 mil 600 pesos. Ahora les dan mil 800 pesos.

¡Qué problema! ¿Entonces qué genera?: Desempleo. ¿Y cuando hay desempleo qué pasa?: Hay menos ingresos para el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y menos para el Sena y menos para las cajas de compensación.

¿Qué está haciendo el Gobierno? Nos estamos gastando un dinero muy grande, no fácil de conseguir, porque hacer política social cuando sobra la plata no es gracia. Gracia cuando la plata está escasa.

Nosotros recibimos el país con un endeudamiento del 50: de cada 100 pesos que producíamos debíamos 50. Hoy debemos 28. Todavía es mucho.

Y con un déficit: nos faltaban, por cada 100 pesos que producíamos, 7 y medio. Hoy nos faltan 3,3. Y una platica muy sentida.

¿Ustedes saben cuánto hay que trasladarle al Instituto del Seguro Social este año para que les cumpla a los pensionados, además de lo que el Instituto recibe de lo que cotizan los trabajadores? Le tenemos que trasladar 6 billones 400 mil millones: más de lo que vale construir una doble calzada de carretera de Bogotá a Santa Marta.

Y el Gobierno va a tener que gastarse un dinero muy grande con todos esos sectores golpeados -con los de las flores, con los de los camarones, con los del plátano, con los del banano- para apoyarlos. La condición es no desemplear la gente. El Gobierno les va ayudar, pero no desemplean la gente.

Piensen en esos cuatro elementos: la palabra ‘confianza’ en el techo y los tres pilarcitos: seguridad, inversión y política social.

Y piensen que es mejor en lo social menos discurso y más cumplimiento; menos tilín-tilín y más paletas. ¿O ustedes quieren lo otro? A ustedes les dieron mucho de lo otro. A ustedes les dieron mucho de tilín-tilín y muy poquitas paletas. ¿O estoy equivocado?

A mí se me cayó este pelo, se me volvió blanco este pelo oyendo tilín-tilín, sin que llegará la tintura.

Ahora, este Congreso ha hecho un esfuerzo muy grande, yo se los agradezco. El Gobierno tenía miedo de meterse en estos gastos.

¿Ustedes creen qué yo voy a venir de hipócrita aquí? El Gobierno tenía miedo. Pero los congresistas presionaron. Todos estos amigos congresistas decían: ‘Presidente, nosotros le estamos ayudando en todo el estímulo a la economía y la seguridad, pero separen una platica para esto’.

Y ustedes pusieron a este Ministro de Protección y a la Directora de Bienestar a presionar. A toda hora llegaban a la Presidencia, a decir: ‘Presidente, que la platica de las madres comunitarias, que la platica de las madres comunitarias, que hay que hacerle’.

¿Ustedes me vieron temblar la mano para sancionar la Ley? No. Mucho costo. Pero eso no tembló. A ustedes no les puede temblar la mano para exigir que este país derrote a los terroristas.

Ustedes son las socias mías en la batalla contra el terrorismo. Porque ustedes son las que necesitan seguridad. Un riquito descorazonado que no tenga amor por la Patria lo extorsionan y se va a vivir a Miami. A ustedes las extorsionan o las atracan, ¿se pueden ir para otra parte? No. Por eso, necesitan seguridad aquí. Hay que llevar las dos cositas.

Los dos mayores de la Policía hagan el favor y se ponen de pie. Estos héroes de la Policía contra los bandidos y estas leyes sociales, para los sectores sociales de la Patria.

Vamos a seguir en esto. Les quiero contar esto. Este paso está bien y lo estamos financiando, pero vienen otras cosas buenas. Ustedes saben el esfuerzo que estamos haciendo con el Fondo de Ahorro.

Con la ayuda de Dios, en junio, y aquí está el Director del Fondo de Ahorro, las que se inscribieron en junio del año pasado ya van a tener los créditos.

Y les voy a pedir otra cosa: que de esto nuevo que van a recibir hagan otro ahorrito para que tengan más crédito. Por qué no buscan, Elvira, que de esto nuevo que van a recibir hagan otro ahorrito en el Fondo de Ahorro para que tengan más crédito.

¿Puedo ser franco? ¿Decirles una cosa mala? Una no más que una. Porque algunos que están bravos dijeron: ‘Ah, como aprobaron esto, dejen y verá. Como nosotros necesitamos el voto de las madres comunitarias ahora las vamos a halagar con el salario mínimo y las prestaciones. Esto no es de peleas a ver quién le promete más al pueblo lo imposible.

A mí ya me trataron de hacer un dañito diciendo que yo no quería aceptar las transferencias que porque iba a privatizar las escuelas, que porque iba a dejar a los niños pobres sin escuelas; que iba acabar con este programa que para llevarme esta plata para la guerra. ¡Cuento! ¡Embuste!

Lo que pasa es que uno tiene que ser responsable como Presidente. Uno no puede quebrar a la Nación. Nosotros aumentamos las transferencias, pero tenía que ser prudente. No podíamos volver a la Constitución del 91. Era impagable.

¿Ustedes qué prefieren: que la Directora de Bienestar Familiar les diga cinco y les pague cinco, o les ofrezca diez y les pague tres? Eso es franco. Para que les íbamos a calentar los oídos al país diciendo que íbamos a aumentar más las transferencias de lo que las pudimos aumentar, si no se podía. Quebramos la Nación.

¿Saben cuánto nos costaría llegar al salario mínimo y a las prestaciones ahora?: 800 mil millones al año. Quebramos el Instituto.

Yo creo que el paso que hemos dado es un paso razonable. Pido, apelo a la razón de ustedes para eso. Y para no hablar el tema por ahí entre cuatro paredes al escondido, sino que hablamos claramente con ustedes.

El pueblo colombiano es muy inteligente y muy sensato. Apelo a la sensatez de ustedes. Es mejor el político sensato que va consiguiendo las cositas con mucho afán, pero que finalmente no engañan a la gente y se pueden cumplir, que llenar la gente de ilusiones y después, de frustraciones.

Esto que hicieron estos congresistas es ambicioso, pero sensato. Y con la ayuda de Dios lo vamos a cumplir.

Yo quiero hacer un homenaje a quienes crearon este programa. Al Presidente Virgilio Barco que creó este programa. Quiero hacer un homenaje al doctor Jaime Benítez quien, por entonces, era Director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Yo me estrene en el Congreso trabajando por la ley de este programa que la presentó el Gobierno del Presidente Barco y recuerdo que entre los ponentes estaba el doctor Víctor Renán Barco.

Usted estaba en la Cámara, Guillermo González, Gobernador del Valle del Cauca. El doctor José Manuel estaba en el Congreso. El doctor Julio César Turbay, hoy Contralor de la República, estaba en el Senado, también. Carlina Restrepo estaba en la Cámara. La señora del doctor Diego Uribe Vargas trabajó inmensamente con la Primera Dama de entonces, con doña Carolina Isackson de Barco, por este programa.

A todos ellos nuestra gratitud, nuestro reconocimiento. Líderes muy buenos de la Patria que hicieron cosas buenas. Siempre hay que reconocerlos.

Y como les llegue tarde no tengo derecho a un discurso más largo del ya dicho. Esto se ha hecho con amor por Colombia y con amor por ustedes, madres comunitarias.

Muchas gracias”.

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