Bogotá, 29 abr (SP). “Esta noche Monseñor Enrique Sarmiento Angulo bendijo una inversión de 300 mil millones de pesos. Una tamaña inversión. Hoy es una inversión de más de 150 millones de dólares. Esa suma es el resultado de lo que se facturó en ventas, más la inversión adicional que cada uno de los compradores tiene que hacer para poner en marcha sus locales.
Muchas felicitaciones a todos. Muchas felicitaciones a ‘Los Hayuelos’. A usted, doctor Hernando Padilla Moreno (Presidente de la Constructora ‘Los Hayuelos”) y a todos sus compañeros y socios. Usted, doctor Roberto Moreno Mejía (Gerente Ejecutivo Constructora ‘Amarillo’). A todos sus compañeros y socios. Muchas felicitaciones a quienes han creído en el proyecto y han instalado aquí sus actividades comerciales. Muchas felicitaciones a los arquitectos, a los constructores, a los profesionales, a los trabajadores. Muchas felicitaciones a Bogotá.
Pasado mañana en primero de mayo. Celebramos el Día del Trabajo. Ninguna celebración más importante que ésta. Nos preguntamos cuántos empleos se generaron aquí durante la etapa de construcción. Es que la política social no es demagogia. La política social es realismo. Todos esos empleos son política social. Empleos de firmas serias, empleos de buena calidad, empleos afiliados a la seguridad social.
Me expresaba ahora el doctor Hernando Padilla Moreno que si a los empleos de los locales comerciales le sumamos los de Carrefour, aquí vamos a tener más de 2 mil empleos directos permanentes, con afiliación a la seguridad social. Empleos formales. Empleos con cumplimiento de las normas laborales.
Este centro trae bienestar a los trabajadores. Estoy seguro de que muchos de quienes trabajaban en esta localidad de Bogotá, encuentran aquí en empleo formal de alta calidad. Este centro le trae belleza arquitectónica, confort, a una zona de Bogotá que se ha venido recuperando en los últimos años. Trae igualitarismo social en la capital. Aquí hay una belleza arquitectónica, un confort, una calidad para el ejercicio de esta actividad de comercio, a la altura de las zonas de mayor nivel económico de Bogotá. Qué bueno. Felicito a Bogotá por todo este gran logro.
Y tenemos que seguir trabajando. Ya el doctor Hernando Padilla Moreno, el doctor Roberto Moreno, el señor Gobernador de Cundinamarca y el señor Alcalde de Bogotá han contado muchas de las obras que se están haciendo.
Tenemos muchos compromisos con Bogotá. Un compromiso es el Aeropuerto –estamos en una zona muy cercana al Aeropuerto–, para convertirlo en un aeropuerto a la altura de la ciudad. Por eso hemos hecho el esfuerzo de esta concesión, que inicialmente vale 600 millones de dólares. Una concesión que pone el Aeropuerto a producir para su propio crecimiento, para su propio mejoramiento. Y que obliga al Gobierno a sustituirle al Presupuesto Nacional recursos que ahora se van para el propio Aeropuerto, a fin de sostener los otros aeropuertos colombianos, que eran sostenidos por El Dorado y que El Dorado ahora tiene que sostener con sus ingresos su propio mejoramiento.
Tenemos el compromiso de todas las obras, acordadas con la administración de Bogotá, con la administración de Cundinamarca. Y el compromiso de dejar avanzada, en proceso de construcción, plenamente contratada, la doble calzada Bogotá – Buenaventura. Con el Túnel de La línea, que lo deberíamos llamar El Túnel del Segundo Centenario. Y el compromiso de dejar contratada, en ejecución, la doble calzada de Bogotá – Santa Marta, La Vía del Sol.
Esta ciudad, como las ciudades andinas de Colombia, tiene un inmenso mérito. Un centro de tanta actividad, a tanta distancia del mar. Nuestro esfuerzo es para procurar que todas estas vías le faciliten la competitividad. Creo que aquí ha sido superior el esfuerzo de los bogotanos, que las bondades de la naturaleza. Estamos a mil kilómetros del Atlántico y a 580 del Pacífico. Con una topografía sumamente arrugada. Si nos comparamos con otros centros de producción de América Latina, vemos que los otros, en su inmensa mayoría, están muy cerca del mar. Nosotros distantes y con obstáculos de la naturaleza. Por eso la obsesión de Gobierno Nacional de poder facilitar esta conexión de Bogotá con los océanos. Y a través del Aeropuerto, facilitarla más con todo el mundo.
Nosotros pensamos a Colombia, apreciados compatriotas, como una casita. En el vértice superior escribimos la palabra ‘Confianza’. Es lo que queremos que distinga a Colombia. Confianza para vivir en Colombia. Confianza para trabajar en Colombia. Confianza para invertir en Colombia. Confianza para realizar sueños en Colombia.
Y en los tres pilares aparecen tres convicciones. La confianza se soporta sobre seguridad con democracia, inversión con responsabilidad social y política social con prosperidad, buscando incluir con prosperidad.
En materia de Seguridad Democrática hemos avanzado. Contribuye mucho a la confianza en el país. Ninguna oportunidad mejor que esta inauguración de este gran Centro ‘Los Hayuelos’ para hacerle llegar una felicitación a la Policía Nacional por otro éxito de hoy. ¿Dónde están aquí los compañeros de la Policía Nacional? Levanten la mano, muchachos de la Policía. Ustedes son héroes de la Patria. Hoy la Policía Nacional dio un golpe a la banda criminal denominada ‘Las Águilas Negras’, de ‘Los Mellizos’ Mejía Múnera. Y dio de baja, cerca de Tarazá, Antioquia, a uno de estos dos individuos.
Ayer recuerdo que habían mandado otra razón. Que estaban dispuestos a entregarse. Le dijo un Fiscal al Ministro del Interior. Pero que necesitaban que el Gobierno los incluyera en la Ley de Justicia y Paz. Y que el Gobierno les garantizara la no extradición.
Y la respuesta nuestra fue: de ninguna manera. Esa negociación no se hace. Aquí con la Ley de Justicia y Paz no se puede jugar. La extradición no es para jugar.
Ayer les dimos un perentorio no a esa petición. Y hoy ese heroísmo de la Policía Nacional ha dado de baja a uno de ellos. El país se tiene que crecer en su entusiasmo, porque aquí, con todos los obstáculos, hay una voluntad indeclinable, que es la voluntad de derrotar a toda la delincuencia que tanto daño le ha hecho a Colombia, para que el país pueda seguir construyendo confianza.
En medio de una delincuencia creciente, que se pavonea impetuosa, no surge ‘Los Hayuelos’.
Creo, como lo decía generosamente el doctor Bernardo Moreno Mejía, que al haber enfrentado esos ímpetus de la delincuencia, se generan las corrientes de confianza que posibilitan este tipo de inversiones para Bogotá y para el país. Y vamos a seguir estimulando la confianza inversionista.
A mí me dicen: ‘Presidente, pero es que hay algunos países de América Latina que están en contra del modelo colombiano. Colombia es casi una excepción. Los otros son hostiles a la inversión privada. Colombia la trae. Los otros quieren sustentar todo su crecimiento en inversiones estatales con recursos de petróleo. Colombia está empeñada en atraer la inversión. ¿Usted qué contesta?’.
Yo he dicho: La pregunta no es si somos la excepción o la regla. La pregunta es si vamos por el camino correcto o vamos por el camino equivocado. Que desperdicien en otros países todo el dinero de inversión que quieran desperdiciar, que aquí las inversiones lícitas las albergamos. Les exigimos responsabilidad social, fraternidad laboral, transparencia, pero en Colombia tienen todo el cupo, porque entendemos que la inversión es un camino realista para poder superar pobreza y para poder construir equidad.
Y en efecto, esta tendencia que empieza a consolidarse hay que preservarla, apreciados compatriotas. Venimos de tasas de inversión del 12, del 14 por ciento. Solamente invertíamos 12 – 14 pesos por cada 100 que producíamos. En los últimos tres años 23 – 25 – 28. Eso hay que consolidarlo. China lleva ya 20 años con una muy alta tasa de inversión y solamente a reivindicado a 400 millones de sus 1.200 millones de habitantes. Esta es una tarea que exige mucha perseverancia. Hay que perseverar en la Seguridad Democrática. Hay que perseverar en la confianza inversionista.
Este proyecto, me contaban los doctores Padilla Moreno y Moreno Mejía, tiene una gran incorporación de inversión extranjera. Cinépolis, por primera vez en Colombia. Topy Top, por primera vez en Colombia. Falabella abre aquí su cuarta tienda. Y otros.
El país ha empezado a captar inversión extranjera en mayores niveles. Pasamos de 700 – 1.200 millones al año. Hace dos años fueron 10 mil. En el año 2006 fueron 6.500. En el 2007 fueron 9 mil 28 millones de dólares. El 54 por ciento a hidrocarburos y minería. El resto a otros sectores de la economía, para ayudarnos a generar empleo con responsabilidad social.
Por eso los esfuerzos que se han hecho: el de la perseverancia en la seguridad. Aquello de decir y mostrar en la práctica: Colombia no está en la construcción de monopolios estatales. No está en la política que se observa en algunos de América Latina de hostilidad a la inversión. Colombia está en un plan de atracción de la inversión.
El esfuerzo que estamos haciendo para el saneamiento macroeconómico. Hemos pasado de un endeudamiento del 50 a un endeudamiento del 28. Pero seguimos trabajando para reducirlo más.
Hemos pasado de un déficit del Gobierno Nacional Central del 7 y medio a uno del 3,3. Pero seguimos trabajando para reducirlo más.
Por eso hemos tenido que reformar 420 entidades del Estado. Telecom y Ecopetrol. Ahora reformando las Clínicas del Seguro Social. Porque el Estado no puede ser un centro clientelista de radicales ideológicos. El Estado tiene que estar al servicio de la comunidad.
Y se han venido haciendo estas reformas, que de haber sido por los radicales ideológicos, no habríamos podido adelantar en nuestra Patria.
Por eso se tuvo que probar el nuevo acto legislativo de transferencias, para no quebrar a la Nación. Nada nos ganamos con obtener un aplauso al regresar a la Constitución del 91 en materia de transferencias, cuando lo que hacemos es, en lugar de promover la descentralización, exponer la Nación a la quiebra.
Todo esto va creando un marco de buen manejo macroeconómico, que complementa la Seguridad Democrática para potenciar la inversión.
Por eso hemos introducido los incentivos tributarios. Qué bueno saber que cada uno de los dueños de estos 300 locales, de estas 101 oficinas, tienen hoy un derecho: el derecho de deducir el 40 por ciento de esta inversión de los impuestos nacionales.
De estos 300 mil millones, el Estado aporta 36 mil millones. ¿Por qué? Porque es el efectivo que se les perdona en impuesto de renta y complementarios a los inversionistas, al deducirles el 40 por ciento de las inversiones aquí efectuadas.
Deducción que les permitirá restar 40 de cada 100 pesos invertidos. Lo restan de su renta líquida gravable. Y aquellos que cumplan los requisitos pueden pedir al Ministerio de Comercio un acuerdo que les garantice la estabilidad en las reglas de juego por 20 años.
Vamos a perseverar en esto. A construir confianza en Colombia para derrotar el desempleo y para derrotar la pobreza y para construir equidad. No desmayemos. El Gobierno afronta todas las dificultades, y la gran compensación es ver que se van construyendo proyectos como éste que ustedes inauguran esta noche.
Con el heroísmo de los policías y de los soldados de la Patria, derrotando la criminalidad, con el buen manejo macroeconómico de quienes están hoy empeñados en construir confianza inversionista en la Nación, con el empuje de ustedes, apreciados empresarios, se les puede dar a los colombianos oportunidades, como ésta que ustedes acreditan esta noche.
Felicitaciones a ‘Los Hayuelos’. La inauguración debió ser pasado mañana. Ninguna mejor celebración que el primero de mayo, que esta gran fuente de empleo de buena calidad y de afiliación a la seguridad social.
Compatriotas, ni un paso atrás”. |