Febrero 04

A ritmo de vallenato, el Cesar clamó por una Colombia libre de las Farc

La cita fue al frente de la Gobernación del Cesar a las 11 de la mañana. Cientos de personas, sin importar edad, género, religión y mucho menos condición social, uno a uno, fueron llegando desde las 10 de la mañana. Al igual que un centenar y medio de ciudades del mundo, Valledupar también elevó una sola voz: ¡No más secuestros! ¡No más Farc!

Valledupar, 4 feb (SP). A pesar del fuerte sol que acompañó el cielo vallenato, los ciudadanos cumplieron la cita, precisamente el día en que se celebra la Independencia de Valledupar, marcharon siete cuadras y se dirigieron al lugar de concentración previsto: la Plaza Alfonso López, legendario lugar cesarense que vio durante muchos años los actos de coronación de los reyes vallenatos. Fue un histórico 4 de febrero en esta región del país.

La marcha de protesta en contra del terrorismo en la capital del Cesar, contó con la presencia de un ciudadano que llamó la curiosidad de propios y extraños. Se trataba del Presidente Álvaro Uribe Vélez, quien desde muy temprano lideró un consejo de seguridad en este departamento.

Cuando el reloj marcó la hora cero para dar inicio a la marcha, a pesar de la gran cantidad de gente, un silencio se apoderó de las vías principales de Valledupar. Tal vez sin saberlo, era un homenaje a tantas víctimas que deja el accionar de la guerrilla de las Farc. Fueron varios segundos durante los cuales sólo se escuchaban centenares de pasos, cada uno de ellos como un rechazo rotundo a la violencia.

El silencio se rompió y un fuerte estruendo que pareció salir del corazón de los valduparenses se tomó las calles de la capital: “¡No más Farc! ¡No más Farc! ¡No más Farc”, era una de las consignas que gritaban con el alma los marchantes.

Por asistir a esta concentración, los valduparenses dejaron de lado la siesta del mediodía.

“No importa cuantas veces haya que gritar, lo haremos. Las Farc no tienen derecho a secuestrar a la gente. La vida la da Dios y no tiene por qué interrumpirla un grupo guerrillero”, aseguró un anciano, quien durante todo el camino a la Plaza de concentración hizo referencia a que el grupo guerrillero actuaba peor que los nazis.

Ciudadanos con camisetas blancas, agitando banderas de Colombia y exhibiendo pancartas con consignas como “Colombia necesita paz, Colombia necesita libertad, fuera las Farc”, caminaron durante media hora.

En medio de la algarabía, la voz del anciano, al borde del llanto, se unió a este rechazo: “¡No más violencia! ¡No más Farc! Quiero que mis hijos vivan en paz”, dijo.

Cuando los primeros manifestantes llegaban a la Plaza Alfonso López, el Presidente Uribe se unió a la marcha, junto con las autoridades del departamento y la ciudad. El Jefe de Estado marchó a “paso rápido” para ubicarse, justo al mediodía, en el lugar apropiado de la concentración.

El ingreso del Mandatario a la plaza causó gran euforia entre los ciudadanos, quienes lo recibieron con vivas y aplausos. En ese mismo instante finalizaba una obra de teatro, alegórica a la libertad y que pide la exclusión de los niños de la guerra.

El Obispo de la Diócesis de Valledupar, Monseñor Óscar Vélez Isaza, y el Pastor de una iglesia protestante, Mauricio Rocha, elevaron una plegaria por la paz y por la liberación de los secuestrados. Aquí no existieron barreras.

Al subir a la Tarima Francisco El Hombre, Uribe Vélez fue recibido por el canto de los niños y de los reyes vallenatos, quienes entonaron “Canta conmigo”, una composición de Hernando Marín.

“Canta, que tu canto es como la luz del cielo; canta, porque tú naciste para cantar”, era el coro que entonaban los ciudadanos. “Canta conmigo, mi pueblo y el viejo Valledupar”. Y la emoción fue tan fuerte que hasta el Presidente se unió al coro.

Al culminar la canción, se escuchó el Himno Nacional. Los manifestantes se llevaron la mano al pecho, postura usual del Presidente al entonar las notas marciales. En ese momento algunos asistentes a la concentración le pidieron al Mandatario que hablara a la multitud.

“Un pueblo que ha nacido para cantar, es un pueblo que tiene el derecho a no nacer para llorar”, manifestó, emocionado, Uribe Vélez, al agradecer a los ciudadanos que convocaron y participaron en esta marcha nacional y mundial.

Al culminar el evento, Juan Bautista, un niño vallenato, conmovió a las personas reunidas allí, y a otros tantos que seguían la transmisión a través de la televisión.

Sucedió cuando el niño le pidió al Mandatario que le dejara espacio para entonar una canción. Cantó en los brazos del Presidente dos temas en homenaje al fallecido Kaleth Morales, pidió una “moneda” y cerró con una “ñapita”: “Esta Vida”, de Jorge Celedón. Fue acompañado por la voz del público.

Este acto marcó el final de una jornada durante la cual se volcaron miles de valduparenses, en medio de un intenso sol, para decir hoy de una manera que perdurará en el tiempo: “Sí a la libertad, sí a la verdad, sí a la vida, Colombia sin Farc”.

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