“Por experiencia el turista se deslumbra al ver el talento autóctono de los niños de Nuquí, donde observan que no hay preparación moderna. Los menores en sus presentaciones le dejan al turista su corazón”, explicó la delegada de Casa Chocolate, María Buriticá.
Nuquí (Chocó), 12 feb (SP). En las presentaciones folclóricas y charlas que sostienen los niños del municipio de Nuquí con los turistas, se evidencia el amor por su municipio y por los visitantes que día tras día llegan a las playas del Pacífico colombiano.
“Por experiencia el turista se deslumbra al ver el talento autóctono de los niños de Nuquí, donde observan que no hay preparación moderna”, explicó la delegada de Casa Chocolate, María Buriticá.
Los menores en sus presentaciones le dejan al turista su corazón y a su vez los visitantes les entregan amor, reconocimiento y admiración por el esfuerzo que a diario estos hombres del mañana realizan para conservar sus costumbres ancestrales.
Prueba del apoyo y del reconocimiento de los visitantes hacia los niños nuquiceños son las palabras del Viceministro de Turismo, Óscar Rueda, quien pidió a las autoridades locales sentirse orgullosos de lo que tienen y seguir trabajando con los menores, para que descubran un mundo de posibilidades en su propia cultura y en su región.
Los turistas se van enamorados de Nuquí y de su gente. Incluso hay algunos como María Buriticá, quien, luego de estar ejerciendo como agente de viajes para un grupo de amigos que contaban con posadas turísticas en la región, decidió hace siete años quedarse viviendo en el municipio chocoano.
Pera la idea no era permanecer invernando en el “paraíso donde nació Jesús”, sino trabajar por el desarrollo de los niños, sentir el amor de madre día tras día y trabajar con las uñas sin importar si hay o no dinero, o si llueve, escampa o hace sol.
El fruto que ven todos los visitantes de Nuquí lo logró apreciar el Viceministro Rueda la noche en que 47 niños menores de 12 años cantaron los famosos alabaos y chigualos, y cuando 15 adolescentes entrenados por varios profesores de la región bailaron sin cesar sintiendo segundo a segundo los aplausos de los asistentes.
Los chigualos y alabaos son cantos que eleva la comunidad niqueceña cuando fallece uno de sus seres queridos.
Los chigualos se cantan a los menores de 13 años, mientras que los alabaos se elevan a adolescentes, adultos y ancianos.
“Felicitaciones niños de Nuquí”. |