Julio 29
ICA detectó nuevo foco de aftosa en la frontera con Venezuela

El nuevo foco está ubicado en el municipio de Sardinata, a 43 kilómetros del que se detectó el 3 de junio en Cúcuta, y compromete a un predio integrado por 97 bovinos y seis porcinos. El Instituto declaró cuarentena en la zona afectada.

Bogotá, 29 jul (SP). El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), detectó la presencia de un nuevo foco de fiebre aftosa en el municipio de Sardinata, departamento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, el cual compromete a un predio integrado por 97 bovinos y seis porcinos.

Al igual que el primer foco descubierto el 3 de junio, este nuevo episodio de fiebre aftosa se presenta en el área de protección que resguarda la zona libre de esta enfermedad, en dicha parte de Colombia.

Andrés Valencia Pinzón, gerente general del ICA, dijo que esta situación no afecta el estatus sanitario de las zonas del país que hoy cuentan con el reconocimiento como libres de fiebre aftosa con vacunación y sin vacunación, otorgado por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).

El foco, detectado gracias a las acciones de vigilancia epidemiológica adelantadas por el Instituto y que ya fue notificado a la OIE, se encuentra ubicado a 43 kilómetros del foco inicial, descubierto hace dos meses en el municipio de Cúcuta.

De acuerdo con las investigaciones y los estudios de caracterización molecular realizados por el Centro Panamericano para la Fiebre Aftosa (Panaftoda), éste fue producido por una cepa 95 por ciento homóloga a la de los virus circulantes en Venezuela en el período comprendido entre el 2004 y el 2006.

Según Valencia Pinzón, “el virus detectado corresponde al Tipo A, cuya cepa fue aislada por Panaftosa en focos de fiebre aftosa presentados en los estados de Táchira, Mérida, Barinas, Apure y Yaracuy (Venezuela) en los últimos años”.

Acciones tomadas

Como parte de los trabajos de erradicación de este nuevo foco, el Instituto ordenó la cuarentena en el municipio de Sardinata, por lo que queda prohibido el tránsito de animales, personas, vehículos, implementos o cualquier otro medio que pueda transmitir la enfermedad.

Así mismo, ordenó el sacrificio inmediato de los animales afectados y aquellos que estuvieron en contacto con estos, ya sean de la especie bovina o cualquier otra que sea susceptible a la fiebre aftosa. Para adelantar estas labores el ICA destinó más de 70 millones de pesos que servirán para cancelar el valor de la compensación al ganadero.

Permanentemente el ICA realizará un monitoreo epidemiológico a aquellos predios ubicados en los 20 kilómetros alrededor de la finca en donde se registró el foco, para de esta manera detectar posibles nuevos animales infectados.

Como parte de las medidas de bioseguridad, todos los corrales, bebederos, comederos y demás objetos con los que hayan estado en contacto los animales enfermos, deberán ser rigurosamente desinfectados.

Toda persona encargada del manejo y cuidado de los animales, deberá cambiarse de ropa, calzado y someterse a un proceso de limpieza y desinfección, cada vez que entre y salga de la zona en cuarentena.

Con el fin de reducir la posibilidad de contagio de otras ganaderías, el ICA también ha instalado dos nuevos puestos de control de movilización, para así controlar los ingresos y egresos a la zona afectada.

Situación del municipio de Cúcuta

Hasta el momento, y como parte de las medidas de erradicación de los focos de fiebre aftosa en Norte de Santander, el ICA ha sacrificado 730 animales que estaban enfermos o estuvieron en contacto con estos. Los sacrificios se llevaron a cabo cumpliendo las medidas de bioseguridad contempladas en el Código Zoosanitario Internacional de la OIE.

El instituto, además, ha destinado de su Fondo de Emergencias Sanitarias y Fitosanitarias más de 150 millones de pesos para compensar a los ganaderos cuyos predios resultaron afectados.

Los predios afectados no podrán ser repoblados por espacio de un mes y posteriormente deberán someterse a un periodo de verificación de la situación, en el cual el ICA ubicará animales que no han sido vacunados, quienes serán vigilados permanentemente y muestreados cada 15 días con el fin de confirmar la eliminación del virus.

Teniendo en cuenta los nuevos episodios, la emergencia sanitaria decretada para el departamento de Norte de Santander se mantendrá vigente hasta tanto no se garantice la erradicación de la enfermedad en la zona.

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