Junio 20

“Colombia es otro país, es un país de progreso”

Una misión italiana de la Universidad de Salerno se encuentra en la actualidad en Colombia adelantando una labor académica. La sorpresa de los académicos extranjeros ha sido grande, al verificar que la realidad del país es muy diferente a lo que se conoce a través de los medios de comunicación. Ellos consideran que el país presenta avances positivos que se ven reflejados en cada uno de los colombianos, según lo relata Antonio Scocozza, profesor de Historia y Cultura Hispanoamericana de la universidad italiana.

Bogotá, 20 jun (SP). Antonio Scocozza es un italiano que hace parte de una misión de la Universidad de Salerno que llegó a nuestro país este año con el objetivo de trabajar, junto con la Universidad Católica de Colombia, en el diseño de una maestría en Ciencias Políticas para la Paz y la Integración del Pueblo.

Esta no es la primera ocasión que visita el país, ya que en el año 1989 había pisado territorio colombiano. Desde ese momento y hasta la actualidad, han pasado cerca de 20 años, durante los cuales, según el italiano, el país ha registrado un progreso en todas las áreas, lo que se puede “respirar” en cada uno de los habitantes del país.

“La diferencia que veo ahora es enorme. En el 89 tenía miedo de salir, había una miseria callejera muy notoria, ahora veo una ciudad distinta”, aseguró en un excelente español, sin dejar atrás ese acento italiano inconfundible y con la firmeza que le da el convencimiento en cada uno de sus cometarios sobre el país.

Scocozza asegura que uno de los logros más interesantes del país es, sin duda alguna, la recuperación de la seguridad. Afirma que Bogotá llega a ser una ciudad más segura que Nápoles.

“Yo tengo la sensación, la misma sensación que tienen mis colegas, de que en este momento Bogotá es una ciudad más segura que Nápoles, ya que esta ciudad italiana es muy insegura por episodios que se conocen, relacionados con la mafia. En Bogotá, por ejemplo, se nota la presencia de los organismos del Estado, eso sí, discreta; nadie nos pide documentos, nunca hemos advertido una presencia policial excesiva, pero sí efectiva”, expresó.

Este italiano lamenta que su país recomiende a sus nacionales no viajar a Colombia, ya que es considerado un escenario de guerra, lo cual, según su propia experiencia, es falso, ya que considera a este país como un destino digno de ser conocido por sus compatriotas.

Cuenta que por esta razón una de las cosas más difíciles fue convencer a sus colegas de la Universidad de Salerno para venir a trabajar en Colombia. Luego de varias semanas de estadía, estos catedráticos se van con una nueva visión del país, la imagen que ha sido recuperada a partir de la seguridad y que seguramente va a ser replicada entre los ciudadanos de Italia, a través de la experiencia de los visitantes.

“Convencer a un profesor italiano a viajar aquí a Colombia es dificultoso, por lo que se conoce a través de los medios de comunicación y también porque el Ministerio del Exterior italiano considera a Colombia un lugar de guerra, recomienda viajar a algunos lugares como Cartagena y no ir al interior del país, y mantiene la tensión que mantiene en teatros de guerra africanos o asiáticos”, explica el académico.

Añadió que “esto choca con la realidad, ya que hemos estado en Bogotá, en una ciudad muy señorial, muy segura”.

El progreso y las expectativas que tiene el país, “hacen de Colombia una nación atractiva para las inversiones”.

Aunque no es su área, considera que los avances de Colombia deben ser tenidos en cuenta por el mundo entero para llegar a crear nuevas alternativas económicas en el país.

Este “país maravilloso”, como él lo califica, cuenta con gente amable, una raza que no ha encontrado en ninguno de sus extensos viajes en países latinoamericanos.

“Aquí en Colombia, desde el más humilde de los ciudadanos hasta el más culto, es amable, y el trato es muy respetuoso. Sin querer ser indolente, hasta la persona que te pide una limosna lo hace con el respeto necesario”, advierte.

El italiano tendrá la oportunidad de quedarse hasta finales del próximo mes de julio, y es tanto el gusto que ha tomado por el país, que cuenta que se convirtió en un asesor permanente de la Universidad Católica, una excusa perfecta para continuar disfrutando de las bellezas encontradas en Colombia.

 

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