a seguir para el pueblo colombiano de amor, bondad, generosidad y solidaridad, en busca siempre de una sociedad y un país más justo y equitativo.
El Jefe de Estado sostuvo que el país no tiene sino gratitud con el religioso y le pidió que siga ayudando a los niños, niñas y jóvenes más necesitados.
“El Libertador (Simón Bolívar) creó la Orden de Boyacá para distinguir a los mejores. Su servicio a Colombia, padre Javier de Nicoló, lo hace uno de los mejores hijos de Colombia. No tenemos sino gratitud con usted. Ni la orden de Boyacá alcanza a explicar la gratitud que los colombianos debemos expresarle. Muchas gracias, siga ayudándonos”, indicó el Presidente de la República.
Al recibir la distinción, el padre Nicoló expresó su gratitud al Mandatario y dijo que la condecoración es un reconocimiento al método utilizado para apoyar a los pobres.
“Gracias, señor Presidente, y a esas gracias es importante añadir felicitaciones, felicitaciones por lo que usted hace por los pobres. Y este reconocimiento más que al padre Javier, hay que reconocer el método. Ya tenemos un método a través del cual, en menos de dos años, el joven sale de sus limitaciones, se capacita y se vuelve idóneo para trabajos sencillos”, afirmó el sacerdote.
Trayectoria de servicio
Conocido por su intensa labor a favor de los niños y niñas de la calle en Colombia, el padre Javier de Nicoló nació en 1928 en Bari (Italia).
A los 18 años, cuando terminaba la Segunda Guerra Mundial, decidió entrar a la comunidad de San Francisco de Sales, fundada por el italiano Don Bosco a mediados del siglo XIX en Turín.
Nicoló llegó al país en 1948 y al comienzo trabajó en la atención a los enfermos de lepra en Agua de Dios (Cundinamarca).
Se ordenó de sacerdote en 1958, tras cursar estudios de Filosofía y Teología, y más tarde estudió Matemáticas. Ha prestado sus servicios en Bucaramanga y Bogotá, entre otras ciudades del país. |