PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN LA UNIVERSIDAD
PONTIFICIA BOLIVARIANA
Medellín, 5 abr. (SNE).- Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez
en el conversatorio sobre el Tratado de Libre Comercio con
Estados Unidos realizado
en la Universidad Pontificia Bolivariana.
“Acudo a la Universidad hoy con inmenso respeto por esta
magistratura académica, profunda, en permanente evolución
hacia el progreso y de tantos años de servicio a nuestra
ciudad, a nuestro departamento y a Colombia.
Al mirar la agenda y saber este compromiso hoy, se cruzó la
tristeza por este accidente, el que menos habría podido
imaginar uno de los últimos días, por eso demore
un momento la llegada a este auditorio histórico de nuestra
ciudad a reunirme con ustedes para tener un acto que me dio mucha
dificultad, me sentía cobarde de ir a saludar los familiares
de Juan Manuel y de David Alejandro que hoy los tenemos que poner
a trabajar desde el cielo para que acompañen a sus familias,
les den bienestar y para que ayuden a Colombia.
He escuchado con muchísimo respeto y gratitud las palabras
de nuestro obispo. La bellísima referencia a las palabras
de su santidad Juan Pablo II en relación con la Universidad.
La información que nos da de los tres principios de su
santidad Benedicto expresado la semana anterior. Gracias Monseñor
Alberto, le agradezco inmensamente las palabras llenas de generosidad
del doctor Jose Olimpo Suárez Molano, coordinador del área
de Ciencias Políticas de esta gran Universidad.
Tenia preparado referirme a ustedes sobre el tema antes de tener
un conservatorio, contándoles el transito del Atpa al
Atpdea, las dificultades al interior del gobierno, las dificultades
en que los Estados Unidos aceptara negociar el tratado, el proceso
de negociación, lo que tenemos que hacer con Centroamérica,
con Europa, con China, el impacto en la Comunidad Andina, la
necesidad de atender productos sensibles que pueden tener dificultades,
la necesidad de complementar el tratado con un gran esfuerzo
en desarrollo del capital humano y de infraestructura, el impacto
sobre los trabajadores y el impacto sobre la Universidad.
A este menú temático quiero agregarle dos puntos
que me surgieron ahora en una entrevista en el periódico
El Colombiano, me dijo la señora Directora Doctora Ana
Mercedes Gómez lo siguiente: “sus críticos
dicen que usted defiende el tratado porque el tratado le sirve
a Medellín, pero no le sirve al resto de Colombia”.
Eso me ha obligado a reorientar esta exposición, para
decir desde Medellín, que el tratado no es una panacea
pero es una madeja de trabajo positiva para toda Colombia.
Hace poco, conversaba con nuestros compatriotas los santandereanos,
allá hay un motivo de preocupación, que lo hay
en todas partes, la industria avícola, lo se. La industria
avícola ha estado en una crisis en el mundo por la gripa
aviar, que ojala la podamos superar y se convierte en la causa
eficiente de dificultades que aun se pueden hacer sentir en el
tratado, pero tomamos algunas previsiones en el tratado: la desgravación
cada 18 años, a los 9 años hay una revisión.
Las subastas de importación van a dar ingresos a los productores
nacionales, compartidos con los productores norteamericanos.
Los productores nacionales tienen el peligro y el temor ahora
de que por la rebaja del precio internacional del pollo, por
el temor a la gripa aviar, el pollo sazonado quiera venir tan
barato a Colombia que no importen los aranceles actuales, los
aranceles que tenemos hoy sin tratado. Reconozco que allí hay
una dificultad que le estamos buscando solución y quiero
reiterar ante todos ustedes la determinación de encontrarle
solución a ese tema.
Pero hablaba con mis compatriotas santandereanos esa preocupación
es valida, sin embargo ese departamento de la Patria se beneficia
como quiera que Bucaramanga es una ciudad industrial, de manufactura,
de textiles de confección, de una fuerte industria del
calzado. Si uno va al Magdalena Medio santandereano encuentra
que como en todas las regiones ganaderas de Colombia, el tratado
es bueno para la ganadería de carne y leche, si superamos
la aftosa.
Somos ampliamente competitivos en precios de carne y leche con
los Estados Unidos, el obstáculo es la aftosa. Si uno
recorre ese Magdalena Medio santandereano encuentra un gran crecimiento
de la palma africana, como en otras regiones del país
que la ha promovido muchísimo este Gobierno. Este Gobierno
sacó adelante la exención tributaria para los cultivos
de tardío rendimiento donde esta la palma africana, el
caucho, el cacao, los frutales, las maderas. Yo creo que acabamos
de completar el marco jurídico para un gran desarrollo
maderero en Colombia, al haberse aprobado ya definitivamente
con objeciones y todo el estatuto forestal. Pero ahí no
nos quedamos con el tema de la palma africana, la palma africana
se convierte en la gran puente colombiana para producir biodiesel,
diesel biológico, descontaminante, oxigenante del diesel
fósil.
El país tiene una inmensa posibilidad en diesel biológico,
en biodesel, ese departamento de Santander tiene todas las posibilidades
en ese valle del Magdalena.
Me voy a otra región del Santander, la hoya del río
Suárez que comparten Santander y Boyacá, allí hay
50 mil hectáreas de caña dedicada a la panela.
Esa industria esta sumamente deprimida. Gracias a lo que hemos
hecho para producir en Colombia alcohol carburante que no se
producía en Colombia hace 4 años se ha descongestionado
algo el mercado de azúcar y hoy la panela esta recuperadita
en mas de 200 pesos el kilo. El tratado no es benéfico
para exportar panela, aunque podemos hacerlo porque no hay mucho
consumo salvo lo que vaya creciendo en la comunidad latina, pero
el tratado sí es benéfico porque al descongestionar
el mercado de azúcar y producir alcohol carburante de
la caña, ayuda a abrirle espacio a la panela y a recuperar
precios. Esto es bien importante para la hoya del río
Suárez.
Volvamos al Magdalena medio santandereano, Barranca, donde el
país esta haciendo unas grandes inversiones en la refinería.
Para toda esa industria petroquímica el tratado es muy
bueno, es magnifico y para sus derivados.
Así le hemos hecho un análisis a cada una de las
regiones de la Patria. Díganme ustedes, para que esto
sea dinámico, un departamento que les preocupe y yo trato
de contestarles con la menor subjetividad.
Chocó, yo diría que el tratado no tiene mayores
impactos inmediatos en el Chocó, nos ayuda a financiar
vías del Choco. La agenda de competitividad que es uno
de los complementos que necesita el tratado, necesita un gran
esfuerzo en capital físico, que es infraestructura y un
gran esfuerzo en lo principal que es el capital humano. ¿Por
qué digo yo que el capital humano es lo principal?, porque
a partir del capital humano se construye infraestructura, no
siempre a partir de la infraestructura de construye capital humano. ¿Por
qué digo yo que el tratado produce un efecto saludable
en infraestructura para el Chocó y no en otros productos?
Porque la verdad es que nosotros no negociamos en el tratado,
para bien de Colombia, recursos naturales como el agua. Eso no
se negoció.
Es el primer tratado que incluye tratado que incluye protección
a la biodiversidad. Chocó, agua y biodiversidad.
Nosotros acabamos de aprobar en Colombia una ley que dice: “queda
prohibido en el país, destruir selva para cambiarle de
uso al suelo. Esa ley que fomenta la reforestación comercial,
también protege, muy de verdad el bosque natural.
Yo diría que el tratado no tiene un efecto inmediato
directo en el Chocó, pero tiene dos efectos, uno de infraestructura
y otro en turismo.
¿Por qué digo que el tratado tiene un círculo
virtuoso con la infraestructura? Porque va a obligar a Colombia
a hacer infraestructura, pero le abre las puertas de la financiación.
Hace pocos días uno de mis críticos decía “Uribe
cómo esta proponiendo todas esas carreteras y todos esos
puertos, eso no hay con que hacerlo, eso no se va a hacer”,
no le quise contestar porque le pido a mi Dios que no me deje
contestar en estos días, pero siempre me hice esta reflexión
por dentro, me hice esta reflexión: ¿Qué tal
si no estuviera proponiendo estas obras?
Ahora, Antioquia nos ha enseñado una cosa las obras hay
que empezarlas sin juntar toda la plata, si aquí hubiéramos
esperado tener la plata junta, para hacer el aeropuerto José María
Cordova y el tren metropolitano, es la hora que no los hubiéramos
empezado.
Si yo hubiera esperado como Gobernador de Antioquia tener la
plata junta para abrir la licitación y adjudicar el túnel
Fernando Gómez Martínez, de Santafe de Antioquia,
todavía estaríamos hablando de él en los
auditorios. Las obras hay que empezarlas, en el camino se acaban
de financiar, y se van financiando cuando hay posibilidades para
la economía.
Este conjunto de obras que hemos propuesto no las va a hacer
un solo Gobierno, necesita varios mandatarios, pero tienen que
proponerse, discutirse con los colombianos, buscarse la financiación,
empezarse.
Hablemos de cuatro obras de infraestructura de gran importancia
para el Chocó.
Una, el puerto de Tribugá. Ese puerto no lo va a hacer
el Estado, lo va a hacer el sector privado, pero para que el
sector privado lo haga, el Estado tiene que construir los 65
kilómetros que faltan y un lugar al interior del Chocó con
el océano pacífico, de las Ánimas a Nuquí.
Nosotros hemos venido trabajando allí, en el estudio
ambiental y en la búsqueda de la licencia ambiental.
Y además, segunda obra, pavimentar las dos carreteras
que vienen del interior del país al Chocó, que
conectan con esa que va al Pacífico.
Hemos dado prelación a pavimentar la que va por Risaralda
al Chocó, y estamos pavimentando apenas un pedacito ahora
de la que va por Antioquia, que es la entrada de las partidas
al Carmen de Atrato, pero hay que hacerlas las dos, hay que pavimentarlas
las dos.
Ahí llevamos dos obras fundamentales para el Chocó,
Tribugá y esas dos carreteras.
Una tercera, de trascendental importancia, la carretera El Darién
a Panamá, que esa va a depender mucho también,
que una decisión que hemos tomado en este Gobierno, de
que Colombia sea miembro observador del Plan Panamá-Puebla,
ya lo es, y confiamos que en los próximos días
se convierta en miembro de pleno derecho. Eso nos abre la posibilidad
de hacer la interconexión eléctrica a Centroamérica,
que nos da mercados de energía y va a crear condiciones
más favorables para poder financiar pescadero, en Antioquia
o financiar la hidroeléctrica de Sogamoso en Santander,
para enviar gas a Centroamérica y ojalá para poder
remover el obstáculo que nos opone la opinión pública
panameña y que ha impedido la construcción de la
carretera el Darién, que la necesita el Chocó,
la necesita Antioquia, la necesita toda Colombia y la necesita
Centroamérica.
Entonces ahí vemos, y me dirán ustedes: ¿El
TLC por qué lo favorece? Porque el TLC, va a crear en
Colombia urgencia de hacer las obras, los colombianos van a decir,
si, necesitamos Buenaventura y muy mejorado, entre otras cosas,
cada que yo hablo de Tribugá, hablo de Buenaventura, o
cada vez que voy al Valle del Cauca, hablo de Buenaventura, hablo
de Tribugá; porque hay que quitar rivalidades nacionales,
y decirle a los compatriotas vallecaucanos, magnífico,
hay que construir la doble calzada de Buga-Buenaventura y también
hay que hacer Tribugá.
Y decirnos los antioqueños y decirle a los chocoanos,
hay que hacer Tribugá, pero sin detrimento de Buenaventura,
el país se tiene que hermanar en esto.
Entonces, van a obligar al país a hacer esas obras, así no
se puedan hacer de la noche a la mañana, y el TLC ayuda
a financiarlas.
Cuando las obras se planean, se priorizan, están en proceso
de iniciarse y las economías se encuentran nuevos mercados,
se facilita la financiación.
Un ejemplo, el túnel de La Línea. Hace cuatro
años no se conseguían los recursos para hacerlo.
Yo le dije al Ministro Andrés Uriel: Ministro, empecemos,
y a medida que vayamos avanzando, buscamos la plata; y nos conseguimos
150 mil millones de presupuesto nacional, peleando con nuestros
funcionarios de Hacienda y Planeación. Hoy ya tiene 2.300
metros perforados.
Hace pocos días fueron a venir los japoneses que lo iban
a financiar, le dije: “Ministro, no los vayas a llevar
a tu oficina a mostrarles un Power Point, los tipos se aburren
si ven un Power Point, para esa gracia que se queden en el Japón
y les mandas un correo de Internet. Móntalos en un helicóptero,
llévalos a la línea. Vieron el túnel y entonces
nos dijeron, ahora si vemos que Colombia tiene voluntad de hacerlo,
ya está en un punto de no retorno. Y además con
la negociación del TLC, esta economía se hace al
acceso a un mercado muy importante, que le va a dar a esta economía
mejores posibilidades de crecimiento”
Con voluntad de hacerlo y con mejores posibilidades de crecimiento,
el Japón entiende que lo quieren hacer y que lo van a
poder pagar, cuenten con la plata a 40 años de plazo,
con un interés mínimo para financiarlo.
Seguramente yo soy muy optimista, que tal que no paisanos. A
mi me ha tocado manejar un déficit muy alto y un endeudamiento
muy alto. Si a eso le hubiera sumado pesimismo, no habríamos
hecho nada.
Mi Dios sabe como lo compensa a uno. Dice: ah, este tiene muchas
ganas, camine le doy una chequera chiquita. Pero cuando le da
a uno una chequera chiquita, también le da optimismo,
yo soy muy optimista, pero yo veo que esas obras, el país
va abriendo las posibilidades de financiarlas.
Esa agenda de competitividad tan importante, con esas tres obras
para el Chocó, no las podemos hacer de la noche a la mañana,
pero se va haciendo, se van creando condiciones.
Otro departamento, déjenme Antioquia para lo último.
Putumayo es un departamento que hay que preservarle la selva,
recuperarle la selva destruida por la coca; yo creo que al Putumayo
puede llegar la palma africana, el caucho, pero yo creo que hay
otras regiones, donde va a haber un crecimiento mayor de palma
africana y de caucho y de madera comercial.
En el Putumayo también están pensadas unas obras
de infraestructura importantes, Ustedes se van hoy por la carretera
de Neiva, se salen a Puerto Triunfo, siguen por esa carretera,
suben a Ibagué, se van a Neiva, se pueden ir Pitalito,
y ya llegan por una buena carretera pavimentada hasta Mocoa.
Pero para la competitividad del país hay que pavimentar
esa carretera hasta Puerto Asís, ahí estamos pavimentando
unos trayectos, falta mucho, estamos pavimentando 26, 28 kilómetros
y eso tiene más de 100 kilómetros, eso hay que
financiarlo, el resto está desfinanciado. Y hay que conectar
el río Putumayo, la navegabilidad del río Putumayo
con el Brasil.
Y entonces, sitúense ustedes en la frontera con Ecuador,
ahí en Ipiales, cerca de Pasto, vénganse a Bogotá,
hoy tiene que venirse por Cali, la Línea, etcétera.
Si ustedes se bajan de Pasto a Mocoa, y toman esa carretera
prácticamente plana por el Huila a Girardot, se ahorran
de Ipiales a Bogotá, cuatro ó cinco horas, pero
a eso le faltan otros 170 millones de dólares, que es
para construir la variante San Francisco en la vía de
Pasto a Mocoa, otra vía de competitividad de gran importancia
en el país.
Háblenme de departamentos arroceros, donde hay dificultades.
Bueno, cuatro departamentos arroceros por excelencia: Tolima,
Huila, Casanare y Meta; hay dificultades en el arroz.
¿Cómo negociamos el arroz? 19 años de desgravación,
los arroceros temen, cuando lleguemos a un arancel del 30 por
ciento, dicen, con un arancel del 30 por ciento, con eso solo
nos entra mucho arroz de Estados Unidos, a ese arancel solo llegaríamos
sino en quince años y tiene la misma facultad los arroceros,
para poder participar en las subastas de importación y
hacerse a unos ingresos
Anoto, el arroz tiene riesgos, yo diría que de largo
plazo, porque los Estados Unidos subsidia la producción,
pero el arroz ha sufrido muchísimo por el arroz que viene
de Ecuador y Venezuela, que es Comunidad Andina. Es uno de los
productos que aspiramos proteger con la ley Agro, Ingreso Seguro.
Ahí hay una circunstancia, hay economistas que dicen: “para
que lo van a proteger, déjenlo acabar”.
De ninguna manera. Este país es un país muy grande.
Cuando hicieron integraciones económicas en Irlanda dejaron
acabar algunos productos, pero ese es un país muy pequeño,
de poco número de habitantes. A mi me daría miedo
jugarle a esa tesis económica. ¿Qué hace
uno con 400 mil hectáreas de arroz? ¿Cómo
las reemplazo de la noche a la mañana?
Yo creo que las zonas marginales de arroz, aquí deben
sustituirse por otros productos, no dejar crecer más el área,
lograr competitividad en todas partes, pero apoyarlo con subsidios.
Y además veo otra cosa que nos obliga a preservar ese
producto. Nosotros tenemos que considerar todos los escenarios.
Imagínense ustedes este escenario: que en el futuro no
llegue arroz barato de Ecuador, que no llegue arroz barato de
Venezuela, que Estados Unidos tenga que desmontar el subsidio
a la producción, que en consecuencia tampoco nos mande
arroz barato.
¿Qué haríamos nosotros sin poder traer
arroz barato de otras partes, y con la producción nuestra
extinguida?
Por eso hay que preservar esa producción y mejorarla,
sin perjuicio de convertir hacia otros productos las áreas
marginales.
Pero voy al Tolima. Tolima que tiene temores en el arroz, tiene
grandes posibilidades en la cadena algodón – textil – confecciones.
La ciudad de Ibagué es la ciudad con más alto
desempleo de Colombia, puede resurgir con unos esfuerzos que
hemos hecho en favor de una textilera que se llama Fibratolima,
de unas fábricas de confecciones y eso apoyar toda la
producción de algodón en el Tolima. Eso necesita
totalmente el TLC.
Entonces ahí van viendo ustedes un beneficio clarísimo
de Antioquia, en la cadena textil confección. ¿Qué tal
que este florecimiento de exportaciones se nos devolviera por
no tener el TLC?
Pero el Tolima tiene otras grandes posibilidades. Es departamento
cafetero, como lo es el nuestro. El TLC es muy bondadoso para
el café, preserva el origen, la marca. Nos ayuda a protegernos
contra una tendencia peligrosa que veíamos venir en el
mundo: que los consumidores se olvidaran del Café de Colombia,
o del café de Jamaica, y empezaran a reconocer no las
marcas del país que lo produce, sino de la comercializadora
que los vende. Empezarán a hablar no de café Medellín
excelsior, sino de café Starbucks, que es una cadena de
tiendas que vende café en muchos países del mundo.
El TLC es muy bueno para el café.
El TLC en el Tolima le da grandes oportunidades a la horticultura.
Este gobierno está construyendo un distrito de riego en
el sur del Tolima. Yo les he dicho: “no se les vaya a ocurrir
poner arroz allá, pongan algodón de alta productividad
u hortalizas de ese clima”.
Uno ve en el Perú unas hectáreas produciendo mucho
pimentón, otros productos semejantes, con una altísima
productividad, con mucha competitividad y con gran generación
de empleo.
Fui al Huila a un foro de la Cámara de Comercio, y me
sorprendió. Nosotros estamos haciendo un ejercicio que
se llama Visión Colombia 2019, y le hemos pedido a cada
departamento que haga su anexo, y el Huila presentó el
suyo y me dijeron: Actividades económicas a desarrollar,
encabezaron turismo, San Agustín.
Un Tratado de estos beneficia muchísimo el turismo, por
el incremento de la inversión. Entonces beneficia dos
tipos de turismo: el turismo de negocios y el turismo recreativo.
En ese foro quien mencionó el arroz fui yo, no lo mencionaron
ellos. Después dijeron: explotación de rocas fosfóricas.
Ese departamento tiene grandes reservas de fósforo que
se pueden intensificar en su explotación para poder mejorar
la productividad agrícola.
Después dijeron tilapia, dijeron el Huila quiere ser
el campeón en la exportación de tilapia, y necesitamos
una aduana de Estados Unidos en Neiva. Eso requiere TLC.
El Huila tiene 70 mil hectáreas de café, conjuntamente
con Nariño, el Huila, Nariño y tal vez la Sierra
Nevada de Santa Marta son los tres grandes productores de cafés
especiales de Colombia. Todo beneficiario del TLC.
Entonces tienen el mismo riesgo de arroz al que ya me refería,
pero otros beneficios inmensos.
Los Llanos, con las dificultades del arroz, tienen grandes posibilidades
de cacao, grandes posibilidades de palma africana y de biodiesel.
Un ingenio del Valle del Cauca está pensando sembrar
10 mil hectáreas de caña en los Llanos para producir
alcohol carburante solamente para exportar. Ahora, requieren
que hagamos una inversión en la navegabilidad del río
Meta, que comunica el Llano fácilmente con el Caribe,
río Meta – Orinoco – Mar Caribe.
El Llano tiene grandes posibilidades en alcohol carburante también
a partir de yuca. Este año vamos a tener la primera planta
de producción de alcohol carburante a partir de yuca.
Una en el Llano y una segunda en el departamento del Cesar.
El Llano tiene grandes posibilidades en caucho, tiene grandes
posibilidades en madera, en ganadería de carne y leche.
Hemos hecho un recorrido así por todo el país
y reconociendo riesgos que tenemos en arroz, en avicultura, uno
ve que esto, sin ser la panacea, le da oportunidades a todas
las regiones de Colombia.
Les voy a proponer otra cosa, miremos lo de Antioquia a través
de regiones, porque este es un departamento de regiones.
Empecemos por Medellín. La gran virtud de Medellín
es ser una ciudad de vocación productiva, exportadora,
a pesar de ser una ciudad tan distante del mar. Yo creo que ese
es un gran mérito de esta ciudad, y se lo tiene que reconocer
la historia.
Una ciudad con esa vocación necesita esos mercados. ¿Ustedes
se imaginan que se nos paren las exportaciones de Medellín
el año entrante?
Veamos alguna región del Antioquia, alguna subregión,
a criterio de ustedes. Suroeste, está, lo mismo que dije
de la caficultora para los otros departamentos es válido
para el suroeste, para el cacao.
Le agrego un elemento: hace pocos días que hice un Consejo
Comunitario en Concordia, el día antes fui a Jardín.
Y ha crecido muchísimo la producción de banano
intercalado con el café, con gran éxito en el mercado
nacional. El TLC nos facilita la exportación de banano
a Estados Unidos. A medida que el banano costanero de Urabá,
de Santa Marta, tenga más mercados de exportación,
pues va a haber menos presión sobre el mercado interno.
Y esos bananos de estas zonas andinas, como del suroeste, creo
yo que van a tener más espacio en el mercado interno.
El suroeste empieza a tener una semejanza con el Quindío
y Risaralda. Una gran posibilidad de turismo ecológico.
En Armenia, Quindío, están fascinados con el turismo.
Eso se les convirtió en el primer renglón, y yo
creo que allá puede llegar el suroeste. Incluso uno de
los compromisos que ya lo empezamos a cumplir es extender la
pista del aeropuerto El Edén, de Armenia, para que puedan
llegar vuelos de Estados Unidos y de Europa en aviones grandes.
El suroeste tiene también una gran posibilidad en ganadería
de carne y leche, y superamos el problema de aftosa.
Bajo Cauca, Bajo Cauca, primero la minería. Ahí en
esa zona cordobesa, limítrofe con el Bajo Cauca ha venido
creciendo no sólo la producción de níquel,
sino la exploración para buscar nuevas reservas. Y están
buscando en el área antioqueña del Bajo Cauca.
Yo confío que se encuentren.
Esos tratados estimulan esas inversiones, porque dan seguridades
a los inversionistas. Yo confío que se encuentre níquel
allí, como en Matoso, y que se encuentre carbón
para la exportación.
Es muy difícil de exportar el carbón de Amagá,
si en esa zona, Córdoba, Antioquia, encontráramos
carbón, el país está creciendo enormemente
en la exportación de carbón. Y es una zona, también,
muy indicada para la piscicultura, muy indicada para la palma
africana, ya Antioquia tiene allí unas extensiones importantes
de caucho y puede tener muchísima madera.
Yo recuerdo que hay en Jardín, en unos terrenos deteriorados
por la minería de oro, el 5 de julio de 1995, primer año
cuando tuve el honor de ser Gobernador de Antioquia, sembramos
unos arbolitos en esos seriales de minería. Los había
traido Corantioquia. Yo le dije a Corantioquia: “Hombre,
busquemos un arbolito, tiene que haberlo en el mundo, que nos
permita recuperar estas tierras lavadas por la minería
y se trajo la Acacia Mangium que había sido desarrollada
en Oceanía.
Yo no recuerdo de dónde trajo Corantioquia las semillas
y plantamos los primeros arbolitos el 5 de junio de 1995. Hoy
son unos arbolotes y ha crecido mucho el hectariaje de acacia
mangium allí. Uno le ve la gran posibilidad a esa parte
del departamento, de maderas. Chile por ejemplo, exporta 2.500
millones de dólares al año de madera y derivados.
Nosotros no. Y las posibilidades aquí son mejores que
en Chile, por nuestra situación geográfica. Nosotros
estamos más cercanos del mercado europeo, del mercado
de los Estados Unidos, estamos más o menos con Chile del
mercado asiático, un poquito más cerca nosotros
del centro asiático.
En Chile una hectárea produce 12 y medio metros cúbicos
de madera al año. Aquí 25. Yo le veo al Bajo Cauca
antioqueño una gran posibilidad en madera, sin descuidar
lo tradicional que es la ganadería.
A mí me preocuparía mucho pensar en el Oriente
antioqueño y en la Sabana de Bogotá, sin Tratado
de Libre Comercio y con riesgo para la industria de flores. La
Sabana de Bogotá tiene 100 mil personas, trabajadores
directos en la industria de flores. No sé cuántos
tiene el Oriente antioqueño pero eso ha crecido mucho
en el Oriente antioqueño.
Uno haciendo un recorrido encuentra que hay problemas, sí,
que los tenemos que superar, pero que esto en términos
generales es benéfico para todas las regiones, para todas
las subregiones, le da posibilidades a todo el país.
Cuando empezaba el Gobierno hace cuatro años tuve una
experiencia difícil de superar. Colombia había
tenido un sistema unilateral de preferencias para exportar a
Estados Unidos, el Atpa que terminó. Se sustituyó por
el Atpdea, un permiso que da Estados Unidos para que mandemos
exportaciones. Fue muy difícil de conseguir esa renovación
y muy difícil de aplicarla.
Le veíamos dos problemas al Atpdea: Primero, que los
analistas dicen: “Hombre no hemos exportado todo lo que
podemos exportar. Y uno se pregunta por qué? Porque son
permisos de períodos cortos, cuatro años, sin garantía
de que lo renueven y entonces no hay certeza para los inversionistas,
no se hacen las suficientes inversiones, no se puede producir
las suficientes exportaciones.
El otro problema que le vemos al Atpdea, como a todo sistema,
de permisos unilaterales, es que no incluye todos los productos.
Por ejemplo, el Atpdea no incluye carne y leche que sí el
Tratado aunque hay que superar el problema de aftosa.
¿Qué viene ese año? Hice esta reflexión:
Si es tan difícil pasar del Atpa al Atpdea, qué va
a hacer Colombia en el 2006 cuando venza el Atpdea, vence el
31 de diciembre de este año, que no vemos posibilidades
de renovarlo.
Hablé con el gobierno de El Salvador y me dijeron: Nosotros
tenemos un mecanismo semejante hasta el 2007. Como creemos que
no nos lo van a renovar, vamos a hacer Tratado. Ya lo hicieron.
Hablé con República Dominicana y me dijeron: tenemos
un mecanismo semejante hasta el 2008, y no vemos posibilidades
de que se renueven y además no nos gustan esos mecanismos
unilaterales porque no dan confianza para invertir, vamos a hacer
Tratado.
Me hice esta reflexión: cualquiera sea el Gobierno que
Colombia elija en el 2006, tendrá enormes dificultades
para manejar la economía sin este Tratado. Pero no sólo
por el comercio sino por la financiación. Esto está ligado.
El manejo que le hemos dado a la economía y la visión
de esos tratados, ha ayudado a que la tasa de interés
se le reduzca mucho a Colombia.
Cuando empezó el Gobierno tuvimos crisis de los TES,
la gente no quería comprar papelitos del Estado, la tasa
de interés estaba al 17, hoy está al 8. Teníamos
muy serios problemas con los bancos internacionales, hoy Colombia
puede recibir prestada toda la plata que necesita, no al 12 como
en aquella época sino al 8. Por la perspectiva de una
economía que crezca, gracias a ampliar Tratado..
En ese momento yo dije: Mis compañeros de gobierno, yo
no veo más camino. Busquemos el Tratado con Estados Unidos.
Primer paso: convencer al Gobierno no fue fácil. Me puse
a buscar a buscar antecedentes y efectivamente en el año
35, del siglo pasado, el presidente López Pumarejo firmó un
Tratado con Estados Unidos, una gran visión de ese mandatario
pero poco desarrollo porque vino la Segunda Guerra Mundial. Los
intentos que hicieron los siguientes gobiernos, hasta mis inmediatos
antecesores, no fueron intentos de gobiernos sino de un ministro
o de otro, intentos de funcionarios aislados.
Para el estudio político es muy importante considerar
la construcción del consenso al interior de un gobierno,
dejar que eso sea pasar de una aspiración de un Ministerio,
a una política de Gobierno. Después no fue fácil
convencer a los Estados Unidos que negociara. Me dijo muchas
veces el presidente Bush: “No. Lo que tenemos que hacer
es el Alca y además Colombia no está preparada
para negociar”.
Yo les dije: Mire, nosotros no vemos el Alca porque la ciudadanía
latinoamericana ha empezado a ver en el Alca una trifulca ideológica,
y no un camino práctico. Y como hay diferentes economías
y diferentes intereses, unos no tienen interés de llegar
rápido al Alca, otros necesitamos entrar al mercado de
Estados Unidos. Dijo: ¿Cómo así? Le dijimos:
Colombia tiene más afán de entrar al mercado de
Estados Unidos que Brasil, por ejemplo.
Y aquí hay un punto económico bien importante
para ir mirando que esto no es ideológico como lo quieren
proponer unos en América Latina, sino que tiene mucho
sentido práctico para buscarle soluciones a la inversión
y al empleo.
Mientras Brasil tiene muchos mercados para vender sus productos
de exportación, Colombia tiene muy poquitos. Chile tiene
muchos. Chile pierde un mercado de exportación y no se
preocupan. Aquí, medio nos amenazan y no podemos dormir.
Perder un mercado es gravísimo.
Me contaba el ex presidente Cardozo de Brasil y ahora el presidente
Lula, que ellos tienen tan diversificados los mercados de exportación,
que sumados Mercosur, Estados Unidos y Europa, esos mercados
tan grandes y no participan sino en el 40 por ciento de las exportaciones
de Brasil. El otro 60 por ciento se lo venden al resto del mundo.
China les compra toda la soya que ellos sean capaces de mandar
sin necesidad de Tratado. Entonces, uno compara esas dos economías
y dice: Brasil no tiene el afán que nosotros tenemos para
entrar al mercado de los Estados Unidos. Hablaba con el presidente
Chávez y le decía: Presidente, pero es que tu tienes
petróleo. Tú para vender petróleo no necesitas
Tratado. Te lo arrebatan. Chile para vender níquel, cobre
no necesita Tratado, se lo arrebata China. Le decía yo:
En cambio Colombia tiene una economía manufacturera de
mediano nivel, muy competida en el mundo que necesita tratados
para acceder a mercados. Lo mismo con su economía agrícola.
Y alguna vez en una discusión de esas para volvérsela
amable, saque un mapa de Colombia y le dije: Vea este es mi departamento,
Antioquia. Esta es la ciudad de Medellín y este es Titiribí.
Allá tengo yo unas parientas que producen bocadillo, los
más deliciosos del mundo y me llaman y me dicen: “Álvaro,
quiubo del Tratado para poder exportar bocadillos”. Y dije
presidente Chávez, una economía que produce bocadillos
en Titiribí, o dulces de coco y leche en Cartagena y que
necesita exportar, requiere esos Tratados que no los requiere
Venezuela para vender petróleo. Aquí hay que mirar
las diferencias de las economías, las diferencias de los
intereses, las diferencias de las velocidades de la economía.,
porque a mí me preocupa que esto cree un ambiente de polarización
política en la región.
Entonces por eso nosotros hemos querido hacer una explicación
y repetirla con todos los auditorios de compatriotas, haciendo
la diferencia entre una economía y otras, mirando que
unas tienen más afán para llegar al mercado de
Estados Unidos que otras economías.
¿A quién le podemos vender nosotros flores en
las cantidades que le vendemos a Estados Unidos y a Europa? Argentina
nos compra de vez en cuando poquiticos. Yo rogaría tener
en cuenta eso. Entonces con esos argumentos Estados Unidos finalmente
después de mucho esfuerzo aceptó entrar a negociar.
Y una vez empezó la negociación nos demoramos 22
meses. Falta concluir la homologación de textos en español
y en inglés, una notificación al Congreso Norteamericano
de tres meses, la firma; la ratificación en el Congreso
Norteamericano y aquí, en un año difícil
porque también hay elecciones allá para el Congreso,
y en Colombia la revisión de la Corte Constitucional.
Después me dijeron unos compatriotas muy críticos:
Uribe cómo se va a meter en un TLC con Estados Unidos,
si la Constitución colombiana obliga a integrarse con
Suramérica. Y la semana pasada me repetían eso
unos profesores de la Universidad del Valle del Cauca. El cuestionamiento
que me hicieron fue: ¿por qué no se prefirió el
bloque latinoamericano a los Estados Unidos? Les dije, mire:
hace cuatro años no aparecía en el programa de
negociaciones de Colombia, Mercosur. La crítica de ustedes
está superada por los hechos, ya tenemos un tratado con
Mercosur, éste Gobierno se empeñó en eso
y hoy hay un tratado entre Comunidad Andina y Mercosur. Yo creo
que eso subsana esa duda de vicio constitucional. Además
de haberlo acordado está ratificado por el Congreso, implementado,
en plena vigencia se encuentra para revisión de la Corte
Constitucional, tema bien importante de tener en cuenta.
Pero también hay que mirar los alcances de Mercosur.
Yo creo que desde el punto de vista político es muy bueno,
pero desde el punto de vista económico puede serlo en
el futuro, no ahora. Lo que nosotros producimos compite con lo
del Brasil, y ellos en todo producto producen 20 veces más.
Competir nosotros con el Brasil es muy difícil. Lo que
nos compran, por ejemplo mientras el Brasil nos vende a nosotros
mil millones de dólares al año, nosotros le vendemos
al Brasil 300. Es una balanza muy deficitada para Colombia, no
hemos podido tener suficientes productos para venderle a Argentina,
entre otras cosas porque ellos le compran a Brasil, que produce
lo mismo que nosotros pero en mayores cantidades.
Entonces yo les diría, desde el punto de vista político
fue muy importante lo de Mercosur, desde el punto de vista económico
deseamos que sea muy importante en el futuro, todavía
no lo es. También es muy importante desde el punto de
vista constitucional.
El tratado con Estados Unidos no puede llevar a Colombia a quedarse
ahí. Nosostros ya empezamos a buscar los tratados con
Centroamérica. Yo visito países centroamericanos
y encuentro confección de alta calidad de Colombia; ollas
Imusa de Colombia, los molinitos de arepa, ¿cómo
se llama la fábrica de Raúl Mejía Saldarriaga,
el industrial que murió el año pasado?, los molinitos
mecánicos unidos, etcétera. Y me preocupa mucho
esto: los productos colombianos para entrar a Centroamérica
tienen que pagar aranceles. A la medida que Centroamérica
ya hizo un tratado con Estados Unidos, todos los productos norteamericanos
van a entrar a Centroamérica sin arancel, y de otros países,
eso puede desplazarnos de allá. Por eso estamos haciendo
el esfuerzo de negociar con Centroamérica, reconociéndoles
las asimetrías, que las explican los técnicos como
las diferencias en sectores económicos. Cuando un país
negocia con otro, y se comparan sectores económicos y
el país más fuerte le da unas ventajas al otro,
le dice: bueno, yo primero me desgravo y después de desgravas
tu. Yo prefiero hacer eso con Centroamérica que quedarnos
por fuera del mercado centroamericano.
Con Europa. Europa hoy es todavía mucho más importante
porque la Unión Europea se amplió con 15 países,
pensaría yo que puede ser hoy el mercado más importante
del mundo, pero Europa apenas nos ha dado permisos unilaterales.
Logramos el año pasado conseguir un permiso por diez años
más, ya está corriendo el primer año. No
hemos podido entrar suficientemente a Europa, tenemos dificultades
periódicas en el caso del banano, etcétera. Paréntesis:
cuando les hablo de todos estos productos, yo los quiero invitar
a otra cosa, a estudiar los productos nuevos que Colombia puede
desarrollar para todos esos mercados. Ya hay firmas de consultores
que están entregando 100 productos nuevos que Colombia
puede desarrollar. Sería importante Mateo que los viéramos,
ayúdeme con eso por favor.
Con Europa nos tenemos que preparar a hacer un tratado de comercio.
Ya Europa nos está diciendo empecémoslo a negociar.
Hay algunos hermanos latinoamericanos que no quieren de la Comunidad
Andina. Nosotros lo tenemos que hacer, nosotros tenemos urgencia.
El tema de China es distinto. Yo por hoy no veo la posibilidad
de un tratado de libre comercio con China, nos derrotan. Pero
sí creo que hay que hacer un tratado de inversión.
Ya Colombia hizo el primer tratado de protección de inversiones
con España, gracias al muy activo liderazgo de la doctora
Noemí Sanín, nuestra embajadora, creo que hay que
hacer un tratado de inversión con China. En China me mostraron
una nevera altísima, pregunté cuánto vale,
150 dólares. Les dije, vale más el surtido que
la nevera. Competir nuestras fábricas Centrales y Haceb
con esas neveras es imposible. Lo que necesitamos es hacer acuerdos
de inversión, para que potencien aquí nuestras
fábricas con inversión de ellos. Esto va mostrando
como hay que mirar cada caso en particular.
La Comunidad Andina. El Presidente Chávez me decía
que los bolivianos fueron allá y dijeron, estamos muy
preocupados porque Colombia ya no nos va a comprar soya, la va
a comprar a Estados Unidos. Yo le expliqué al Presidente
Evo Morales, no es así. Primero, es bueno que el pueblo
colombiano sepa, nosotros le compramos 178 millones de dólares
al año a Bolivia y le vendemos 30 o 40, eso es muy desbalanceado
en contra de Colombia. Segundo, lo que más le compramos
en soya es aceite crudo y aceite refinado, eso tiene plazos de
cinco y diez años. La preocupación boliviana es
porque podemos teóricamente, traer de Estados Unidos,
fríjol de soya o torta de soya, y traer el fríjol
como se recoge en la plantación, pasarlo aquí por
un molino, exprimirlo y producir el aceite.
Yo fui con unos industriales de la soya donde el Presidente
Evo Morales y le mostraron cómo, por volúmenes,
etc, eso no es posible. Pero además le dijimos, estamos
dispuestos a impulsar cualquier acuerdo político de Bolivia
con Estados Unidos. Estamos dispuestos a que el Banco de Comercio
Exterior de Colombia, Bancoldex, financie a los exportadores
bolivianos para que vendan más en Colombia. Y mi percepción
es que Bolivia hoy no hace el TLC, mientras pasa un periodo de
referendo y cambio de constitución. Pero también
han dejado entrever que superado el referendo, producida la nueva
Constitución por la constituyente que se proponen elegir,
harán un TLC. Le dije al Presidente Chávez, otro
problema que tiene Colombia, es que la soya boliviana en Colombia
es mucho más cara que la soya boliviana en Venezuela. ¿Por
qué? Porque Venezuela autoriza que llegue a Venezuela
soya del Paraguay sin arancel. Entonces la del Paraguay le compite
a la de Bolivia en Venezuela, y ha hecho bajar en Venezuela el
precio de la soya boliviana.
Aquí en Colombia por respetar la Comunidad Andina no
hemos hecho eso. Entonces la soya boliviana no ha tenido competencia
aquí. Por eso es tan cara. Ahí tienen un espacio
para reducirlo.
Pero también le recordé esto: a principios de
los años 90, y esto es muy importante estudiarlo y tenerlo
en cuenta, la Comunidad Andina tomó la decisión
de ser una comunidad abierta, no cerrada. En virtud de ello,
países como Bolivia tomaron la decisión de hacerse
socios de Mercosur.
La realidad es que Bolivia hoy le compra a Mercosur mucho producto
que le podría comprar a Colombia, y nosotros no nos hemos
quejado. Eso es bien importante tenerlo en cuenta.
Al presidente Chávez también los industriales
venezolanos le dijeron: hombre, como Colombia le va a comprar
más a Estados Unidos, Venezuela va a perder participación
en Colombia.
Solamente el 15 por ciento de lo que Venezuela nos vende puede
tener competencia con lo que le compremos a Estados Unidos. Los
estudiosos del tema hablan de dos categorías: desviación
de comercio y creación de comercio.
La desviación de comercio no quiere decir crecimiento.
Simplemente dejan de comprarle a un país y le compran
al otro. Dejan de venderle al uno y le venden al otro. Entonces
se desvía el comercio de uno a otro, sin que haya crecimiento,
sin que haya impacto en la inversión y en el empleo.
Entonces dicen: aquí no va a haber con el TLC creación
de comercio sino desviación de comercio.
Está medido por la historia, por los estudios econométricos,
que cuando un país de una comunidad logra crecer su economía
con otro país ajeno a la comunidad, si bien hay un porcentaje
de desviación de comercio, finalmente es mucho menor que
la creación de comercio con los propios comunitarios.
¿Qué veo yo? Si Colombia le vende más a
Estados Unidos y crece la economía colombiana, será mucho
más lo que le compre a Venezuela que lo que le deje de
comprar a Venezuela. Entonces en el neto es mucho más
importante la creación de comercio que la desviación
de comercio.
En términos del debate callejero, si a una economía
como la venezolana le va bien con el petróleo, eso aumenta
la capacidad adquisitiva de los venezolanos y le compran más
a Colombia.
Si a una economía como la colombiana le va bien porque
puede venderle más a los Estados Unidos, eso aumenta la
capacidad adquisitiva de los colombianos y le pueden comprar
más a Venezuela.
Por eso nosotros vamos a hacer un esfuerzo, con toda la paciencia,
para quitarle peso ideológico a este debate y mostrar
la conveniencia para toda la región andina.
Le he dicho al presidente Chávez: pero, mira, en Colombia
también los industriales me han dicho a mí que
tienen miedo del mercado de Venezuela, porque como Venezuela
dice: vengan productos de tal país sin arancel, entro
solo a Mercosur, entonces los textileros, los confeccionistas,
los productores de alimentos de Colombia dicen: todos los días
vamos a tener más competencia en Venezuela. Llegamos a
vender en una tienda en Venezuela y resulta que también
les están ofreciendo de Brasil, y a menor precio.
Yo le he dicho al presidente Chávez: Colombia no ha protestado
por eso. Respeta aquí también unos intereses internos
del Gobierno y del pueblo de Venezuela. Por eso a esto hay que
evitarle cualquier elemento de pugnacidad.
Y quiero referirme ahí a dos temas muy interesantes,
que son el tema de necesidad de terceros mercados y el tema de
los medicamentos.
Necesidad de terceros mercados, lo ilustro con un ejemplo: carne.
Generalmente Colombia ha sido abastecedor de Venezuela. Excepcionalmente
Venezuela nos abastece. Ha sido el proceso histórico.
¿Qué escenario veo que nos puede complicar? Colombia
con excedentes, que Venezuela recupere el hato y llegue a ser
autosuficiente. Y además que Venezuela le sume a su hato
propio la carne que ya está importando de Argentina y
Uruguay. En ese momento no vamos a tener espacio en Venezuela
para vender nuestros excedentes. Y aquí va a haber tanto
excedente, que los venezolanos tampoco van a tener espacio para
vender acá. Necesitamos terceros mercados, que nos descongestionen.
Sería lo necesario en el arroz. Lo que pasa es que en
el arroz no hay manera de encontrarlos. En el arroz todos estamos
saturados. Ecuador saturado, Venezuela saturado, Colombia saturado.
Y cada uno quiere resolver su problema inundando el mercado del
vecino.
Y ahí viene otro tema bien importante, el de los medicamentos,
porque mañana hay una decisión en la Comunidad
Andina bastante complicada.
Yo le he dicho a Venezuela y a Bolivia: no nos frenen en la
Comunidad Andina la autorización para que sea legal lo
que nosotros negociamos con Estados Unidos. Por dos razones.
Porque eso no tiene impacto alguno en otros países de
la Comunidad Andina. Si Venezuela no lo negoció, no impacta
a Venezuela. Si Bolivia no lo negocio, no impacta a Bolivia.
Y para nosotros es muy importante. Y para nosotros yo creo que
la parte de propiedad intelectual quedó bien negociada.
En resumen: no se afecta la salud pública, no se afectan
los medicamentos genéricos, no hay que modificar los procedimientos
para lo que se llama el proceso de protección de datos
de prueba, no se aceptan patentes de segundos usos y se introduce
la figura del agotamiento.
La salud pública: queda a salvo del derecho soberano
de nuestro Estado de hacer lo que deba hacer y quiera hacer para
efectos de enfrentar un problema de salud pública.
Por ejemplo: si hay una droga que esté en período
de patente en Colombia, una medicina, y viene una epidemia y
hay que utilizar esa medicina, Colombia puede violar ese período
de patente, producirla, importarla. Eso es muy importante.
Los genéricos no se afectan. Los genéricos siguen
con lo que ha sido la reglamentación histórica
general. Mientras una medicina está en un período
de protección, no se admiten los genéricos. Terminado
el período de protección, se pueden producir genéricos.
Ahí hay dos elementos.
El tercero: no se aceptan patentes de segundos usos. Que esta
droga se patentó para el corazón, pero ahora le
encontramos que sirve para el cerebro. ¿Otro período
de patente? No. Ya la patentaron, no pueden invocar otro derecho
a un nuevo patentamiento porque le encontraron un segundo uso.
Yo intervine, de metido, pero por necesidad para el país,
en el Comité Negociador de Propiedad Intelectual y estando
desde ahí llamé al Cardenal y no lo encontré,
y entonces me pasaron a monseñor Fabián Marulanda.
Le dije: vea, tengo aquí enfrente a los negociadores norteamericanos,
le estoy hablando delante de ellos. Ellos me aseguran esto de
propiedad intelectual, me aseguran esto de medicamentos genéricos,
me aseguran esto de salud pública.
Le dije: me aseguran además que yo puedo firmar, ya firmé una
constancia para que opere para el futuro, en la aplicación
del Tratado, que Colombia no tiene que modificar lo que hoy hace
para patentes, para registros, en la parte de procedimientos
o en la parte de asignación de competencias.
Yo no veo por qué hay oposición en la Comunidad
Andina a que hagamos eso.
Aquí había mucha duda. Y desde el día que
negociamos en los Estados Unidos, yo invité allá a
quienes estaban con mucha preocupación, y fueron conmigo
a ese Comité de Negociación. Y yo creo que se ha
creado tranquilidad.
Como se creó tranquilidad en el tema de las telenovelas.
Sí, yo dije: no me vayan a poner a Mónica Yulitza
en contra. Donde salgan las actrices de televisión en
contra del Tratado, ahí no hay tratado que pase. Se salvó lo
de reserva de pantalla, etcétera.
Entonces yo no veo por qué si se ha tranquilizado la
comunidad nacional, porque la comunidad nacional ha apreciado
el esfuerzo que se hizo, por qué nos van a poner ese obstáculo
en la Comunidad Andina.
Es muy importante en la agenda de competitividad considerar
no solamente la agenda de infraestructura, a la cual ya me referí.
El próximo Gobierno, cualquiera que él sea, tendrá que
dedicar sus recursos a financiar obras de competitividad, nosotros
en Antioquia como en todo el país, hoy estamos pavimentando
carreteras que algunas son consideradas de competitividad, otras
simplemente de conexión de municipios, todas necesarias,
porque negarle a un municipio una buena carretera es ir creando
condiciones para que la gente se aburra en ese municipio, lo
cual es muy dañino para el país entero, el próximo
Gobierno creo que no pueda seguir pavimentando vías municipales,
tendrá que dedicar sus escasos recursos a vías
de competitividad y uno ve en Antioquia varias, hasta Barbosa
vamos a llegar por doble calzada, de Cisneros a Puerto Berrío
hay una vía de buenas especificaciones, pero entre Barbosa
y Cisneros la vía es de muy malas especificaciones, ahí hay
un broche que necesita una vía de competitividad.
No solamente Antioquia sino el país necesita la troncal
del nordeste, porque es la alternativa inmediata a Ventanas,
la otra es muy importante, pero está muy demorada y es
muy costosa, que es la vía Santafe de Antioquia – Puerto
Valdivia. El país y Antioquia necesita la pavimentación
total de Puerto Berrio – Bodegas – Remedios - Segovia
- Zaragoza – Caucacia, hemos avanzado en unos tramos pero
falta mucho, seguramente varios mandatarios tendrán que
aplicarse a eso, esa carretera es tan importante que permite
ir de Bucaramanga o desde Bogotá, bajando al río
Magdalena, por plan prácticamente hasta Urabá,
para conectarse con Panamá, porque uno baja de Bogotá al
río Magdalena y llegamos a Puerto Berrío, y para
ir de allí a Urabá tiene que cruzar esas pequeñas
colinas del nordeste, ahí no hay lomas, para subir de
Bodegas a Remedios esa loma no es una loma casi imperceptible,
para bajar de Segovia a Zaragoza es una loma casi que imperceptible,
Zaragoza - Caucacia es totalmente plano y de Caucacia a Urabá eso
puede ir totalmente por plano, esa es una carretera de competitividad
que necesita Antioquia.
¿Qué hemos propuesto para las vías departamentales,
municipales? Yo le decía a los Gobernadores el pasado
viernes en Arauca: “miren con toda franqueza yo no creo
que las finanzas públicas den para que la Nación
empiece a financiar las grandes obras de competitividad y ustedes
le sigan pidiendo a la Nación”.
Por ejemplo, este Gobierno está financiando la pavimentación
de muchas vías municipales en Antioquia, pero de muchas,
de memoria, la entrada a Salgar que tenía que hacerlo
este Presidente, ese hay que hacerlo sea de competitividad o
no, Puerto – Betania, el tema de… doctor Montoya
ayúdeme, de Valparaíso a Caramanta, Tarzo – Pueblo
Rico, repavimentando todo lo de Camiloce a Fredonía, pavimentando
de Santa Barbara a Montebello, Abejorral – La Ceja, un
pedacito adelante de Sonsón, de Molinoviejo a Santo Domingo,
de San Jorge a San Roque, del Alto Dolores a Maceo, y siga y
siga,
Entonces le decía a los Gobernadores: “ese esfuerzo
no lo puede hacer el siguiente Gobierno, tienen que pedirle obras
de competitividad”, pero como no podemos dejar que las
gentes de los municipios se sientan más aisladas, estamos
abriendo otro caminito: que la Nación contrate un empréstito
internacional a 20 años de plazo, baja tasa de interés,
lo ceda a los departamentos para que los departamentos acometan
vías departamentales, lo paguen los departamentos y a
medida que los vayan pagando la Nación les gestiones empréstitos
por las mismas sumas que van cancelando, si hoy cancelaron 100
millones de dólares consígales uno por 100 millones
de dólares, de tal manera que mantengan ese fondo rotatorio
financiero para mejoramiento de vías departamentales de
manera indefinida.
¿Qué queremos hacer con los municipios? Les he
dicho lo mismo a los Alcaldes. Entonces vamos a impulsar esto,
que yo creo que es importante: la Nación tiene este año
unos 135 mil millones para vías terciarias, no alcanza,
pero para mejorar el resultado de eso le hemos dicho a los Alcaldes:
el nuevo nombre de descentralización es asociatividad,
asóciense. Y entre la terminación de la vigencia
de la Ley de Garantías y el siete de agosto que concluye
el Gobierno, el Gobierno nacional estará dispuesto a hacer
un convenio con los municipios para entregarle a los Alcaldes
estos recursos, para que mejoren vías municipales, siempre
y cuando se asocien, que Fredonia va a ir a reclamarle unos recursos
a la Nación, ¿ a ver con quién se va a asociar?,
se va a asociar con Santa Barbara, se va a asociar con Amagá,
se va a asociar con Titiribí, etcétera, porque
eso ayuda mucho a que haya más transparencia, cada uno
vigila a los socios y ayuda mucho a sumar recursos, que el uno
tiene un buldózer, el otro una retroexcavadora, el otro
otras volquetas.
Diría yo que toda la agenda física es muy importante,
la más importante el capital humano.
Me preguntan ¿qué hay que hacer en educación?,
lo que está haciendo Medellín. Me he sentido muy
orgulloso de lo que está haciendo la administración
de Medellín en educación y he dicho en muchas partes: “miren
olvídense, no vuelvan a hablar de Medellín como
la ciudad del cartel, el mundo se va a olvidar de Medellín
como la ciudad del cartel y la va a empezar a reconocer como
la ciudad educadora”, yo creo que ese es el gran camino
para formar capital humano, que es fundamental en la agenda de
competitividad.
Hoy me repitieron una pregunta aquí, hace pocos días
me dijo un estudiante en alguna ciudad colombiana: “¿oiga
Presidente si es verdad que mi universidad se va a acabar, que
porque con el tratado viene Harvard a barrer con las universidades
colombianas?”, y ahora un muchacho de manera muy constructiva
me preguntó en un foro de El Colombiano lo mismo: “que
qué le decía a la Universidad de Envigado que era
de reciente creación”, y le dije: hombre nada, tengan
la certeza que nada de eso está pactado, esas son fábulas
muy negativas, destructoras, el tratado respeta totalmente la
norma constitucional de autonomía universitaria, la Ley
30 de autonomía universitaria, por su puesto para ser
competitivos necesitamos más y mejor educación,
lo que crea el tratado son unos grupos de estudio, de un país
y otro, para resolverle problemas a los estudiantes, como los
problemas de convalidación de títulos.
Yo quería aclarar eso, porque a esto le han inventado
muchas fábulas. Fui a un encuentro con los indígenas
del Cauca que estaba haciendo una marcha, le dije: hombre hagan
la marcha pero ¿cuáles son los argumentos que tienen
en contra del Gobierno? El primero, que el Gobierno esta vendiendo
el macizo colombiano, les dije: no señores, no hay ninguna
disposición en esa materia, más aun las leyes que
está aprobando este Gobierno son totalmente protectoras
del tema de agua y de bosque natural. Miren han ocurrido cosas
como esta: afortunadamente si nos volvió jocosa, en ese
foro de Neiva levanta la mano un Huilense se le brotaba la inteligencia
en los ojos, y me dice: “oiga Presidente yo tengo una venta
callejera aquí en las calles de Neiva, me dijeron que
eso se me va a acabar con el tratado”, y le dije: yo no
veo un norteamericano montando una chasa en las calles de Neiva
y compitiendo contigo en ese ventorrillo, a la 1:00 de tarde,
con ese sol canicular, y me dijo: “no es así Presidente”,
esté seguro, y ¿por qué me preguntaste?: “por
si acaso, porque me tenía que prevenir porque me han echado
mucho cuento”.
No dejemos distorsionar el tratado. Este es un país de
44 millones de habitantes, 42 y medio, que necesita mercado y
hay un tema muy importante de la teoría económica
y de la teoría sociológica. Algunos opositores
dicen: “No entendemos porque Uribe negocia este tratado.
Para crecer la economía colombiana lo que se necesita
es incorporar los pobres de Colombia excluidos a las corrientes
dinámicas de la economía, porque al tener ellos
capacidad de compra, ellos van a dinamizar la economía”,
eso lo comparto, pero la diferencia que tenemos es por dónde
llegar allá. ¿Qué hacen tratados internacionales
como este? Estimulan la inversión. Sin inversión
no hay economía interna que funcione, que reivindique
a los pobres y que los incluya en las corrientes dinámicas
de la economía.
Yo pediría no considerar como caminos económicos
contrapuestos el de la búsqueda de mercados y el de la
reivindicación de los pobres. Son convergentes. La búsqueda
de mercados crea condiciones de inversión para poder reivindicar
a los pobres.
Otro tema bien importante, los trabajadores. El tratado tiene
una cláusula que dice, las partes signatarias contratantes,
se obligan a respetar los derechos de sus trabajadores. Si alguna
incumple, la otra puede prohibir el acceso de productos a su
mercado. Si Estados Unidos viola losa derechos de los trabajadores,
nosotros podemos imponerle obstáculos a los productos
norteamericanos y al revés. Eso va a ser muy exigente
para nosotros
Nosotros para exportar vamos a tener que poner mucho cuidado
en que esos productos no estén producidos por niñitos
que tiene que estar estudiando. Para exportar minería
vamos a tener que poner mucho cuidado que no solamente se le
proteja a los trabajadores, el salario, las prestaciones, la
seguridad social sino la seguridad industrial.
Nosotros para exportar vamos a tener que poner mucho cuidado
en que este país no sigua asesinando los líderes
sindicales. Antes de este Gobierno en Colombia hubo años
que asesinaban 165 líderes sindicales. Yo quisiera decirle
al mundo, ya no asesinan. El año pasado todavía
se asesinaron 12. Hay una gran diferencia entre 165 y 12, lo
que pasa es que uno solo, uno solo nos crea dificultades. Y hay
un reclamo permanente porque hay impunidad, el tratado va a obligar,
el tratado va a obligar a que la Fiscalía esclarezca esos
crímenes., a que avance la seguridad democrática
para evitar que nos asesinen líderes sindicales.
Yo veo que el tratado es un factor adicional de protección
de los derechos de los derechos de los trabajadores. Hoy los
derechos de los trabajadores están protegidos por la constitución,
la ley, por jueces, las convenciones, los pactos colectivos.
Aquí entra un instrumento jurídico adicional a
pretejerlos, el tratado.
Quería agotar con ustedes este menú y con mucho
gusto les ofrezco la palabra para escuchar críticas, preocupaciones,
preguntas. ¿Quien quiere empezar?.