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5 de abril

PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE DURANTE VISITA AL TECNOPARQUE

Bogotá, 5 abr. (SNE). Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, durante la visita que realizó al Tecnoparque de Sena de la Capital de la República.

“Le dije a la doctora Alicia Arango: mira, Alicia, ¿el miércoles a qué horas voy a salir yo de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín de analizar el TLC? ¿Cómo se te ocurre que voy a llegar a Bogotá a las 6 y media al Sena? Y me decía: yo no sé que vas a hacer, pero tú me has pedido mucho que quieres coincidir con el Alcalde de Bogotá en muchos actos, en cosas que están haciendo conjuntamente, y es una oportunidad, porque él dijo que sí iba a ir. Entonces la única posibilidad que tengo de ofrecerles excusa a ustedes, es que por itinerario yo no puedo estar hoy aquí. Estoy porque Alicia Arango me confirmó que venía el señor Alcalde de Bogotá, y qué bueno poder compartir con él.

Yo no tengo sino que agradecer al Sena y felicitarlo por toda esta tarea. Es encomiable. En ese diálogo incesante con los compatriotas en todas las regiones, todo el mundo reconoce lo del Sena. Lo que hacen es pedir más y más. 5 millones 700 mil horas de enseñanza hace cuatro años. El año pasado casi 13 millones. Presencia hoy en todos los municipios de la patria. Un gran esfuerzo en programas con jóvenes rurales. Ha venido atendiendo los programas pequeños y los de formación.

Logramos duplicar en estos cuatro años el presupuesto del Sena, y su servicio ha crecido mucho más. Yo creo que cuando uno compara el crecimiento presupuestal con el crecimiento de servicios del Sena, llega a la conclusión de que hay un gran crecimiento de productividad.

Estos tecno-parques que le está sumando el Sena a su labor y que tienen cooperación tan importante como la del sector privado, al que tanta gratitud le debemos, el entusiasmo de la Alcaldía de Bogotá, con el señor Alcalde a la cabeza, de otras autoridades del país como las que mencionaba el Doctor Darío (Montoya), diría yo que se constituyen en un eslabón adicional de la contribución del Sena a la productividad del país.

Por supuesto que hay muchas cosas por hacer. La semana pasada me decía un ciudadano de Soacha: Presidente, está muy bien el crecimiento del Sena. 2002: 114 personas de Soacha formadas en el Sena. 2005: 33 mil personas. Pero ahora los egresados quieren crédito, lo necesitan.

Entonces uno de los grandes retos es conectar el Sena con todo ese proceso de agentes de colocación de crédito popular, para masificarlo. Y otros dicen: muy bien, ya hicimos los primeros cursos en el Sena, pero queremos graduarnos, titularnos en el Sena.
Viene otro reto: la masificación de la formación titulada, a pesar del crecimiento. Y los otros dicen: magnífica esa instancia intermedia de técnicos o tecnólogos, pero queremos ver implementada la decisión que ya se tomó de que podamos ir a una universidad, que nos validen los créditos cursados en el Sena, completemos las materias que hagan falta y podamos acceder al grado de educación superior.

Todos retos. Es normal en una patria como la nuestra con tantas dificultades. A la solución de un problema, a partir de allí hay que salir inmediatamente a buscar la solución del siguiente.

El Alcalde nos puso una agenda bastante compleja y difícil el día de hoy. Entendamos el aporte a la competitividad en dos grandes capítulos: el capital físico y el capital humano.

Yo diría que el principal es el humano. A partir de crecimiento de capital humano, de capital social, se hace infraestructura, se construye capital físico. No siempre que se hace infraestructura, se genera capital humano. Son dos variables mutuamente dependientes. Pero la determinante es la del capital humano. La otra ayuda con una acción de réplica. El capital humano es el polo determinante en esta relación.

Y aquí hay un gran aporte del Sena a esa formación de capital humano. Que, a propósito, todo este esfuerzo empieza a mostrarnos otros indicadores magníficos en el Sena. Hace cuatro años, Alcalde, la empleabilidad en el Sena de sus egresados era del 44 por ciento. En la última medición es del 69. Todo este esfuerzo de profundizar con la integración con el sector privado, allí va produciendo sus resultados.

El señor Alcalde nos informó sobre la seguridad. Sabemos que hay muchas dificultades, pero yo creo que él va a presentar unas cifras mucho mejores de lo que es la tendencia del homicidio, del robo de vehículos y de otros delitos en este primer trimestre. Yo creo que cuando él presente esas cifras, la ciudad va a ver que vamos por un camino mejor.

Quedan algunos esfuerzos que hacer. Indudablemente hay una percepción equivocada, hay ciudadanos que creen que hay factores de seguridad urbana que no se han podido controlar por el cambio constitucional que adoptó el sistema acusatorio y el procedimiento oral. No es así. Es por que hay unos delitos cuyos delincuentes son fácilmente excarcelables. No son fallas de la esencia del sistema acusatorio, no son fallas de la esencia de la oralidad, sino de la institución de la excarcelación para muchas conductas punitivas.

Por eso vamos a tener que presentar en los próximos días al Congreso, en asocio del señor Fiscal de la Nación, un proyecto de ley para exigir mayores requisitos al excarcelar personas a quienes se les ha imputado uno de estos delitos de inseguridad urbana.

El señor Alcalde plantea temas de infraestructura vial tan importantes para garantizar el éxito, por ejemplo del TLC. Y ahí dejamos el tema de los aportes del Sena a la competitividad, vía construcción de capital humano, y entramos al tema de la infraestructura física.

Primero déjenme hacer esta reflexión: el TLC crea un círculo virtuoso con la agenda de infraestructura física, porque nos obliga a adoptarla, a emprenderla, y nos abre posibilidades de financiación.

Yo creo que eso es bien importante. Hace pocos días uno de mis críticos decía: ¿el presidente cómo propone todas esas obras? Eso no se va a hacer, no hay con que hacerlo.

Yo no le respondí. Le he pedido al Espíritu Santo mucha prudencia, sobre todo por estos días, pero sí me hice una reflexión por allá en privado. Dije: qué tal uno cerrar el TLC, y que no estuviera preocupado por estas obras, ¿qué le estarían diciendo? Es lo grave.

Yo creo muchísimo en que esas obras dejen de ser objeto de menciones episódicas en algunos momentos de la vida nacional, pasen a articularse en esa agenda de competitividad que estamos articulando, las emprendamos y les busquemos financiación.

Hay que emprenderlas, no las hace un gobierno. Eso necesita varios mandatarios. Hay que emprenderlas. No se puede esperar que toda la plata esté junta para iniciarlas. En el camino se van financiando. Es más fácil financiarlas a partir de iniciarlas, que aplazar la iniciación hasta que estén totalmente financiadas.

El Túnel de la Línea da ejemplos. Hace cuatro años no había manera de financiarlo. Se había perdido la fe en él. Le dije al Ministro: empiécelo, hombre. Y él, que es un gran ingeniero, definió empezarlo con el túnel básico. Obtuvimos del presupuesto nacional, con grandes esfuerzos, 150 mil millones. Está avanzando bien.

Hace unas semanas fueron a venir los japoneses, del Banco del Japón, que habían ofrecido la financiación del Túnel de la Línea. Dije: Ministro, ¿qué vas a hacer con ellos? No se te ocurra llevarlos a la oficina a mostrarles un power point, que se te aburren los tipos. Para esa gracia les mandas un video en internet. Más bien móntalos en un helicóptero y llévalos a La línea.

Los llevó a La Línea, y allá había 2.400 metros excavados. ¿Y qué dijeron los del Banco del Japón? Ahora sí vemos que Colombia tiene decisión de hacer estas obras, ya están emprendidas, ahora sí creemos en ellas. Emprender las obras las pone en un camino sin reversa.

¿Y qué agregaron? Vemos que la economía colombiana se está comportando mejor. Que a pesar que todavía hay problemas fiscales graves en la Nación, van en vía de superarlos y que se abren las posibilidades de nuevos mercados, como el mercado de Estados Unidos, que van a facilitar pagar estas obras.

Pues bien, ahí aparece un círculo virtuoso: necesitamos esas obras para la competitividad, para el éxito del Tratado, pero el mismo tratado nos abre espacios para financiarlas.

Y se va a financiar, con un crédito concesional del Japón a 40 años de plazo, todo lo que falta para el Túnel de la Línea, y a un interés mínimo del 1 y medio por ciento.

Por eso tengo mucha fe en que podamos acordar todas las obras de competitividad con el señor Alcalde en Bogotá, y que el país empiece a sacarlas adelante.

El señor Alcalde mencionó la conexión del sur de Bogotá a la Autopista al Llano. A ver, no podíamos hacer este año los dos aportes, porque le aportamos a esa salida 50 mil millones. Cuesta 60 mil millones. Se hizo el convenio con el IDU y está en plena marcha la ejecución de la obra.


A eso se le suma que tuvimos que hacer un esfuerzo muy grande para que el concesionario recibiera la carretera de Bogotá a Villavicencio. No la quería recibir. Y estaba expuesta a un grave riesgo de deterioro. Tuvimos que hacer unas inversiones muy grandes en reparaciones, comprometernos con el concesionario a entregarle 60 mil millones, ya le hemos entregado 50 mil.

Alcalde, una buena noticia: desde enero el concesionario recibió la totalidad del kilometraje de Bogotá a Villavicencio.

Esto nos ha retrasado los aportes a la vía ALO (Avenida Longitudinal de Occidente). El Gobierno Nacional ha hecho unos aportes pequeños para consultorías, etcétera. Nos ha retrasado los grandes. Pero cuente, señor Alcalde, que no obstante que Bogotá está en una bonanza fiscal y la Nación todavía es convaleciente, no nos le vamos a quedar retrasaditos en nada de lo de Bogotá. Probablemente no nos le podemos adelantar por la situación fiscal, pero tampoco nos le vamos a retrasar.

Es muy importante, sí, planificar muy bien esa área de influencia de la ALO. Yo creo que ahí hay que considerar unos temas de espacio público, de evitar hacinamiento, que no abramos simplemente la vía sino que sea un gran aporte a la calidad de vida de la ciudad.

El tema Commsa, Alcalde. Pienso que la salida Bogota-Girardot, que no es Bogota-Girardot sino Bogotá, Girardot, Ibagué en doble calzada, Túnel de la Línea, viaductos, en seguida doble calzada Buga a Buenaventura, eso por fortuna va todo bien.

A eso hay que sumarle la extensión del Transmilenio a Soacha, que ya se están haciendo unas obras. Falta un convenio con Soacha y con Cundinamarca, que no se puede firmar mientras esté vigente la Ley de Garantías. Pero ya se están adelantando unas obras.
El Alcalde tiene una preocupación justa por el tema de Commsa. Es una de las controversias con los concesionarios del Estado colombiano, que nos falta por resolver.

Hemos resuelto de manera transparente todas las controversias que encontramos en Colombia Telecomunicaciones, más de 19, nos falta una, Alcatel, estamos en negociación con ellos.

Hemos resuelto todas las controversias de concesiones viales, excepto Commsa. El ministro (de Transporte, Andrés Uriel Gallego), con gran talento, el lunes de la semana pasada, perfeccionó una solución extraordinaria, la de la concesión del Ferrocarril del Atlántico. Qué disputa. Qué dificultad.

En esa concesión ganó mucho la Nación, salieron los antiguos socios, entran de concesionarios todos los carboneros, todo esto lo jalonó el Ministro, lo lideró el Ministro, el país se lo agradecerá apenas el país se dé cabal cuenta de lo que logró.

Y los compromisos nos permitirán que en breve tiempo esa concesión pase de transportar 22 millones de toneladas de carbón, a transportar 40 (millones de toneladas de carbón). Y que entre el año 2008 y el año 2010, con la segunda línea, transporte 66 millones y medio de toneladas de carbón. Que haya un mayor ingreso para la Nación, con lo cual, Alcalde, le empezamos a responder a Bogotá. ¿Cómo? Con ese mayor ingreso la Nación va a recuperar el ferrocarril de Chiriguaná al sur, para aproximarnos al puerto multimodal que usted mencionaba en La Dorada.

Y ya superada esa concesión, podemos pensar en el tema del Ferrocarril del Tolima y en el Ferrocarril del Huila, y se abren posibilidades para que la Nación pueda adelantar unos acuerdos para el transporte en ferrocarril de una línea bastante recuperada (hemos hecho una gran inversión, está recuperada), como es Bogotá–Boyacá.

Lo de La Loma está muy cuestionado. Este Gobierno invirtió 140 millones de dólares en el Ferrocarril del Pacífico, y esa es la segunda concesión que nos falta por resolverle el pleito, porque no está operando.

Ahora el concesionario dice que no tiene equipos, y otros dicen que no es competitiva una tarifa en ferrocarril de montaña. Ahí tenemos una dificultad.

Vamos a ver cómo resolvemos lo de Commsa. Yo creo que hemos dado un buen paso. Su Majestad, el Rey de España, y el Presidente del Gobierno Español, nombraron un compromisario. Nosotros nombramos al señor ex fiscal general de la Nación, el doctor Alfonso Gómez Méndez. Están en pleno trabajo, buscándole una salida a Commsa.

De todas maneras, Alcalde, para su tranquilidad, quiero decirle: confío que con estos dos compromisarios lleguemos a un acuerdo rápido, y el Gobierno Nacional está preparado para sacar la licitación, siempre por doble calzada.

Le vamos a dar a los proponentes dos opciones: que propongan doble calzada por el trayecto actual o por el trayecto programado por la cuenca del río Rionegro. Yo confío que eso le dé una gran respuesta a Bogotá.

Aeropuerto Eldorado. Me parece que muchas discrepancias de los técnicos, de los consultores, de los diseñadores. No son discrepancias de la Alcaldía y la Presidencia. Se han resuelto en el diálogo.

Ahora, lo que hemos acordado con el señor Alcalde es que no basta el aeropuerto. Hay que trabajar, sobre todo, el área de influencia. Entonces en la última reunión se pensó en dos opciones: o una empresa de renovación urbana para trabajar sobre toda el área de influencia, o una opción más rápida: que el programa de renovación urbana lo lidere el IDU (Instituto de Desarrollo Urbano) y que la Nación, para ese programa específico, se asocie.

Yo le reitero al Alcalde hoy la voluntad de cualquiera de las dos opciones. Y yo diría que, por fortuna, esa concesión empezó a caminar. Ese proceso de licitación va para adelante, con toda transparencia, y eso va a ser muy útil para Bogotá y para el país.

Además, Alcalde, hemos superado rivalidades regionales, porque en el Tolima decían: necesitamos que el aeropuerto alterno sea aquí. En el Llano: que el aeropuerto alterno sea aquí. Para el crecimiento de esta Patria, se necesita tener aeropuertos alternos en el Llano y en el Tolima. Seguramente uno antecito y otro después, hay que hacerlos ambos, y eso tiene que quedar así consignado en la Agenda de Competitividad.

Lo preocupa al Alcalde el tema de la Comunidad Andina y el TLC. Alcalde, yo creo que el TLC nos ayuda a todos.

Mire, hay algunas preocupaciones en la Comunidad Andina, por ejemplo el presidente (de Venezuela, Hugo) Chávez, me decía que lo han visitado unos empresarios de Bolivia y le han dicho que Colombia le va a comprar menos soya a Bolivia.

Nosotros consultamos en todo momento a Bolivia, y a ellos les pareció que era prudente la desgravación del aceite crudo y del aceite refinado a cinco y a 10 años. Así quedó. La única desgravación inmediata es el fríjol y la torta de soya.

Pero el día que me reuní con el presidente (de Bolivia) Evo Morales, me acompañaron industriales de la soya en Colombia, y le explicaron a él cómo no es posible ponerse a traer el volumen que representa transportar fríjol y torta desde Estados Unidos, para molerlo acá y producir aquí aceite.

Yo confío que con paciencia, reiterando explicaciones, la hermana República de Bolivia va a entender eso. Además, le hemos hecho una oferta muy clara de apoyar cualquier acuerdo político de Bolivia con los Estados Unidos, y otra oferta muy clara de apoyar con los créditos de Bancoldex las exportaciones bolivianas a Colombia.

Es bueno tener en cuenta esto: Bolivia no ha negado negociar el TLC. Lo que yo he escuchado es que Bolivia quiere negociar el TLC después de que haga su referendo, después de que instale su constituyente, después de que adopte la nueva constitución boliviana que se propone el actual Gobierno.

Y hay que mirar algo bien importante. Mientras nosotros le vendemos a Bolivia 40 millones de dólares al año, ellos nos venden a nosotros 178 millones (de dólares). Y muchos productos que ellos le pudieran comprar a Colombia se lo compran a Mercosur.

Colombia nunca ha protestado. Porque Bolivia tomó la decisión de ser miembro observador del Mercosur después de que la Comunidad Andina tomó la decisión de que era una comunidad abierta.

Nosotros creemos que como comunidad abierta, todos tenemos que permitir que busquemos caminos de bienestar para nuestros pueblos.

Pero, además, es bien importante esto. Bolivia tiene espacio para reducir los precios de la soya en Colombia. Si ustedes compran soya boliviana en Venezuela les cuesta menos que comprarla en Colombia, porque Venezuela no solamente importa soya andina de Bolivia, sino con cero arancel soya de Paraguay.

Y esa soya de Paraguay entra muy barata a Venezuela, ha obligado a bajar el precio de la soya boliviana. Nosotros no hemos autorizado soya con cero arancel de otros países. Hay ahí otra posibilidad que se la propusimos al presidente Evo Morales y a los industriales bolivianos, a los productores bolivianos.

Venezuela: hombre yo le explicado muchas veces al presidente Chávez que una cosa es vender petróleo, que no necesita tratados de comercio, y otra cosa es tener una economía caracterizada por una manufactura de tamaño mediano como la nuestra, bastante competida en el mundo, con una agricultura bastante competida en el mundo y por un sector de servicios que apenas empieza a despegar.

Una economía petrolera el petróleo se lo arrebatan en el mundo, para eso no se necesitan tratados de comercio, para lo nuestro sí.

Ahora, le explicado que nosotros tenemos más afán de hacer tratados de comercio que otros países de la región. Nosotros hemos tenido unos mercados muy concentrados. Brasil, por ejemplo, no tiene afán de tratados de comercio con Estados Unidos, porque Brasil tiene muy bien distribuidos los mercados de exportación.

El presidente Lula me ha dicho esto: Brasil no le vende sino el 40 por ciento del total de sus exportaciones a tres mercados sumados para él, tan grandes, que son Mercosur, Estados Unidos y Europa, increíble. El otro 60 por ciento se lo vende a diferentes mercados del mundo.

Chile es un país con una distribución muy, muy grande de sus mercados de exportación, recuerden lo concentrados que los tiene Colombia. En Colombia cualquier riesgo, cualquier riesgo comercial con uno solo de nuestros mercados, causa un problema enorme, en Chile no, en Brasil no. Ellos tienen tan bien distribuidos sus mercados, que si se les afecta un mercado no les causa el problema que sí le causa a Colombia.

Y allí hay otro tema bien importante en esta materia, que es la discusión entre la creación o la desviación de comercio. Por ejemplo, los estudiosos dicen: en el momento que el TLC entre, en Colombia productos norteamericanos pueden competir con el 15 por ciento de productos que llegan desde Venezuela. Eso es cierto, pero si la economía colombiana crece gracias al mercado de Estados Unidos, se aumenta la capacidad de compra de los colombianos, que le van a comprar mucho más a Venezuela. Va a ser mucho mayor el crecimiento del comercio, la creación de comercio, que la desviación de comercio.

Yo creo que todos estos elementos tienen que ser superiores al mero discurso político. Yo le decía al presidente Chávez: aquí si Colombia aumenta la capacidad adquisitiva gracias al mercado de los Estados Unidos le vamos a comprar más a Venezuela. Ocurre lo mismo cuando Venezuela aumenta su capacidad adquisitiva gracias al petróleo, le compra más a Colombia.

Pero hay que anotar otro punto. Nosotros tenemos productos con los cuales saturamos la Comunidad Andina y no contamos con terceros mercados. En algunos casos no hay soluciones como en el arroz, que el camino es subsidiarlo y eso tiene que ser muy claro.

Alcalde y le quiero decir esto, que yo creo que tiene significado de política económica. ¿Sabe por qué creo yo que hay que subsidiar productos como el arroz? No solamente por salir de una coyuntura, sino por el futuro de la seguridad alimentaria.

¿Qué pasa el día que Estados Unidos suspenda los subsidios a la producción de arroz? Ya se comprometieron a desmontar los subsidios a las exportaciones para el año 2013. ¿Qué pasa el día que no podamos importar arroz barato de Venezuela o de Ecuador? Si no tenemos producción de arroz aquí, tendríamos un grave problema de seguridad alimentaria.

Esa es una razón que yo quiero poner en la reflexión de los analistas de Colombia, para que se entienda que hay que subsidiar los productos sensibles, no solamente por una coyuntura política de aclimatación del TLC, sino por una necesidad de mediano y largo plazo de seguridad alimentaria.

En cambio hay otros productos en los cuales nos podemos saturar, que sí podemos resolver los problemas con terceros mercados. Yo mencionaba el tema de la carne, de la leche, para citar un ejemplo. Colombia históricamente ha sido abastecedor de Venezuela, pero en algunas crisis colombianas Venezuela nos ha abastecido, excepcionalmente.

¿Qué puede pasar en el futuro? Excedentes aquí y que Venezuela no tenga déficit porque está creciendo el hato, y además Venezuela le sume a eso las importaciones de carne y leche de Argentina y de Uruguay, que tengamos excedentes en ambos países. No vamos a poder colocarlos en el otro. Ahí necesitamos terceros mercados, como el mercado de los Estados Unidos, que lo hemos ganado en el TLC para estos productos, si superamos problemas como el problema de aftosa.

Y qué bueno, qué bueno poder hablar en presencia de este auditorio tan distinguido de otro elemento, porque Colombia apuesta a que no haya polarizaciones políticas en América Latina. En nuestra política internacional hemos dicho, con toda claridad, que somos leales aliados de los Estados Unidos y solidarios hermanos latinoamericanos.

Hay que mirar otro tema, que es el tema de qué ofrecen las economías. Brasil no tiene tanto afán del mercado de Estados Unidos porque Brasil le vende toda la soya que pueda producir a China, los que produzcan grandes cantidades de níquel, de cobre, que sean sustentos fundamentales de sus economías, también se lo venden a China. En cambio nosotros sí tenemos afán, dada la oferta productiva nuestra de ese mercado de Estados Unidos.

Por eso celebro mucho que después de la Asamblea del BID, el señor Alcalde haya traído el tema a esta reunión, que me permite hacer unas explicaciones, todo en la idea de que se mejoren las condiciones políticas de entendimiento, de decisiones que en esta materia ha tenido que tomar un país como Colombia.

Alcalde, compartimos plenamente su idea de ciudad región. Yo le he pedido a la Ministra del Medio Ambiente que logre un acuerdo con las empresas de acueducto, no solamente con la de Bogotá, sino con EPM, con la Triple A de Barranquilla.

Las ciudades región implican que los esquemas tarifarios consideren como un mercado unido todo el mercado de la región. Yo sé que eso le implica a Bogotá un esfuerzo frente a Soacha, a Medellín un esfuerzo frente a Bello, a Barranquilla un esfuerzo frente a Soledad, pero es la única manera de hacer equidad y de construir ciudad región.

Ahora, pienso que las normas tributarias que hemos adoptado ayudan mucho a esto. Todas las inversiones que vaya a hacer hoy la Empresa de Acueducto de Bogotá, en la región Cundinamarca – Bogotá, son inversiones que tienen un apoyo en deducciones tributarias, introducidas por este Gobierno, muy, muy importantes.

Seguimos en ese tema secundando su idea de la ciudad región, y me parecen pertinentes sus preocupaciones sobre la fase tres del Transmilenio. Créame que la única preocupación de Planeación Nacional y del Ministerio de Hacienda, es que no obstante el mejoramiento fiscal de la Nación, todavía el Gobierno Nacional Central tiene un déficit del 4,9.

El año pasado para cumplirle a los pensionados del Seguro Social, fue necesario transferir del presupuesto nacional 3 billones 900 mil millones y este año hay que transferir 4 billones y medio.

Entonces son unas cargas grandes del presupuesto nacional que preocupan desde el punto de vista de la hacienda pública. Pero si algún compromiso político tenemos, es encontrar un acuerdo con la ciudad de Bogotá, con sus autoridades, con su Alcalde, con sus equipos técnicos para la fase tres del Transmilenio.

Lo felicito, doctor Darío. A todos muchas gracias. Qué bueno este parque de ciencia abierto a la gente. Y muchas gracias, señor Alcalde, por la posibilidad de compartir esta noche con usted y tenga la seguridad que estos temas los analizaremos, como hemos tenido oportunidad de analizarlos con usted a lo largo de estos dos años y cuatro meses que nos ha tocado compartir, y que creo que lo hemos hecho con patriotismo, siempre buscando soluciones, y así lo seguiremos haciendo hasta el último día de Gobierno, porque esta Patria necesita que todos vayamos remando en la misma dirección de progreso. Gracias, Alcalde, gracias, doctor Darío”.

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