PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE AL INAUGURAR FERIA
DEL LIBRO DE BOGOTÁ
Bogotá, 21 abr (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, durante la inauguración
de la 19 Feria Internacional del Libro de Bogotá.
“Hace cuatro años tuvimos en este mismo lugar, con
muchos de los aquí presentes, una buena discusión
sobre cómo debería protegerse la industria editorial
colombiana y avanzarse hacia la construcción de un país
de lectores.
Un Gobierno que termina tiene que hacer permanente rendición
de cuentas. No fue fácil a lo largo de estos cuatro años
conservar los beneficios tributarios que ha tenido la industria
editorial. Pero lo logramos, en buena hora para Colombia. Creo
que es bien importante que ustedes, los representantes de esta
noble actividad, sigan muy de cerca el curso de las discusiones
sobre tributación que se adelantan en nuestra patria.
El Gobierno que presido estima que esos incentivos deben mantenerse,
más aún ahora que se abren nuevas oportunidades con
el TLC, que para esta industria editorial es muy, muy benéfico.
Hace cuatro años escuchábamos también cifras
muy preocupantes sobre la relación entre nuestros compatriotas
y los libros. No han cambiado sustancialmente, pero hemos hecho
un gran esfuerzo con el programa Colombia: País de Lectores,
que ya ha logrado instalar más o menos 600 bibliotecas en
igual número de municipios.
Teníamos hace cuatro años 338 municipios sin la
biblioteca básica. Hoy están debidamente dotados
y estamos adelantando programas de gran importancia con departamentos
como el Casanare y el Meta, donde se están haciendo unas
bibliotecas, guardadas las proporciones, tan importantes como la
red de bibliotecas de Bogotá, a las que refería el
señor alcalde y que es motivo de orgullo de esta ciudad
y del país entero.
Yo creo, apreciados compatriotas, que Colombia está empezando
a vivir una bonanza de confianza. Y qué importante para
el tema del libro, para el tema de la industria editorial, para
el tema de convocatorias internacionales como las que tenemos enfrente.
Cuando terminó la Guerra de los Mil Días, vino la
separación de Panamá, la postración nacional
llevó a muchos años de crisis, que empezaron a superarse
cuando el Gobierno del General Pedro Nel Ospina recibió aquellos
25 millones de dólares de indemnización y empezó una
gran tarea de infraestructura. Allí tuvimos una pequeña
bonanza en la centuria anterior.
Después se nos afectó muy seriamente el modelo económico
por las guerras mundiales, vino la necesidad de la sustitución
de importaciones, y ese cúmulo de inversiones que se dio
para poder dotar al país de la industria básica que
se requería en la sustitución de importaciones, trajo
otra bonanza, puntual, la de la sustitución de importaciones.
En algunos gobiernos, como en el del general Rojas Pinilla, en
el del presidente López Michelsen y en alguna forma en el
del presidente Belisario Betancur, gran líder de esta noble
actividad de la lectura, el país ha vivido bonanzas cafeteras.
Cuando aparecieron Cuisana, Cupiagua, Caño Limón,
el país vivió otras bonanzas puntuales, las bonanzas
de inversión para explorar y explotar petróleo.
Al momento en que los gobiernos anteriores abrieron al país
para la telefonía celular o para la televisión privada,
también se vivieron puntuales bonanzas para invertir en
toda la infraestructura de telefonía móvil y para
invertir en toda la infraestructura de televisión.
Creo que la bonanza que empieza a vivir el país y que es
promisoria es diferente, porque es una bonanza de confianza.
Cuando escucho al señor Alcalde que nos llena de optimismo
sobre lo que se está haciendo y lo que se espera, sobre
lo que se vive en Bogotá, sobre cómo los ojos de
la comunidad internacional se vuelcan sobre Bogotá, cuando
veo que el país ha pasado de invertir 500 millones de dólares
por año, a invertir el año pasado 5 mil, bien distribuidos
entre diferentes sectores de la economía, cuando veo las
tasas de interés, la oferta de recursos de la comunidad
financiera internacional a nuestro país, el deseo de los
colombianos de regresar, de invertir, de generar empleo en su patria,
veo muchos motivos para decir que estamos viviendo el principio
de algo que tenemos que cuidar, cultivar: una bonanza de confianza
que puede ser muy útil para que esta patria derrote la pobreza.
Esa bonanza de confianza es la que nos permite celebrar la escogencia
por la Unesco a Bogotá como capital del libro 2007, honor
que con anterioridad sólo recibieron Madrid, Alejandría,
Nueva Delhi, Amberes, Montreal y Turín. Muchas felicitaciones,
Alcalde, a usted y a todo su equipo, a la maestra Marta Senn. Eso
nos llena de entusiasmo por la ciudad y por la patria.
Y por supuesto, como en todas las ocasiones, lo que pueda hacer
el Gobierno Nacional para colaborar colaborar para que esto salga
con resultados óptimos, cuente con ello.
También es esa bonanza de confianza la que permitió que
nuestra ciudad de Cartagena fuera escogida como sede del Cuarto
Congreso Internacional de la Lengua Española, evento que
presidirá Su Majestad el Rey de España, Juan Carlos
de Borbón. Ese congreso es el mayor foro de reflexión
sobre nuestro idioma, se reúne cada tres años.
También en una muestra de confianza en Colombia, Su Majestad
el Rey de España, la Real Academia de la Lengua Española,
la Asociación de Academias de la Lengua Española
y el Instituto Cervantes han escogido a Medellín para el
Congreso de las Academias de la Lengua, que se celebrará en
2007.
Muchas gracias, presidente Belisario Betancur, por su patriótica
gestión para estas dos escogencias de Colombia.
La industria editorial colombiana está en plena ebullición.
La materia prima de los libros, que son sus escritos, cuenta hoy
con una pléyade de jóvenes que los producen en abundancia
y con mucha calidad. La lista es enorme. Basta recordar, entre
muchos, a Franco, Ospina, Gamboa, Serrano, Bonnet, Robledo, Sanín,
Mendoza, Botero, Restrepo, Ungar, Cardona, Posada, García,
Vargas y otros tantos.
Además de la satisfacción espiritual e intelectual
que conlleva la existencia de una próspera industria editorial,
la esperanza de que nos ayude a superar el rezago que tenemos en
el ritmo y en la asimilación de lectura, además de
todo eso la economía tiene allí un motor de crecimiento.
Nuestras exportaciones del sector editorial y gráfico fueron
de 125 millones de dólares en el 2005, con un crecimiento
del 18 por ciento frente a 2004.
Este sector creció 14 por ciento en 2005, según
cifras de la Cámara Colombiana del Libro.
Qué bueno ese trabajo concertado con el Ministerio de la
Cultura, en lo que ha sido el Plan Nacional de Bibliotecas, el
plan Colombia: País de Lectores.
Además de las bibliotecas ya dotadas, antes que termine
el Gobierno el 7 de agosto, con el liderazgo de Doña Elvira
Cuervo de Jaramillo, ministra de la Cultura, aspiramos dotar otras
92 bibliotecas.
Gracias al Gobierno japonés, hemos ampliado la infraestructura
física que acoge a los libros.
Qué bueno que Bogotá haya producido un fenómeno
de contagio, y poder decir que hoy hay 40 bibliotecas en construcción
y que departamentos como el Casanare, han mirado las bibliotecas
de Bogotá para replicarlas en su territorio.
Qué bueno el entusiasmo que ha permitido que el programa
de formación de maestros y bibliotecarios, ya lleve más
de 9 mil compatriotas formados en esa disciplina. Con la formación
y fomento de la lectura que ha sido canalizado a través
de la campaña Leer Libera, que cuenta con el apoyo de Fundalectura
y Asolectura.
Tenemos que seguir creando conciencia de que Colombia debe ser
una potencia cultural, como lo ha sido Bogotá, como se le
ha reconocido en el conjunto latinoamericano a nuestra ciudad.
Fue ejemplar la participación masiva de nuestro pueblo
en los actos conmemorativos del cuarto centenario del Quijote y
del centenario del nacimiento del gran poeta Pablo Neruda.
Una manera de profundizar en el conocimiento de nuestras raíces,
ha sido la celebración de efemérides como los 150
años del natalicio de Don Marco Fidel Suárez, el
primer centenario del natalicio de Aurelio Arturo y el próximo
del ex presidente Alberto Lleras Camargo.
Qué bueno profundizar más en la coordinación
de estas celebraciones y en la producción de los libros
pertinentes.
El Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas demuestra que la gestión
cultural sólo es viable con la unión de esfuerzos
entre los sectores público y privado, con la cooperación
internacional.
Hemos tenido la asistencia técnica y financiera del Banco
de la República, bajo la batuta de Jorge Orlando Melo, quien
auspició con sus ideas y con su visión este proyecto
semilla de revolución bibliotecaria de Colombia desde la
Biblioteca Luis Ángel Arango.
Exalto la tarea realizada por Fundalectura, Asolectura y las Cajas
de Compensación Familiar.
Destaco la recuperación de la hermosa tradición
de las tertulias literarias, como espacios para estrechar lazos
de amistad, de afecto, de diálogo y de intercambio de ideas.
Podemos decir que en la convocatoria nacional para premiar las
100 mejores tertulias en municipios del país, hay una verdadera
revolución cultural popular. En total tenemos hoy 250 tertulias
premiadas.
Una comunidad sin cultura no llega a constituirse verdaderamente
en Nación. La lectura, como expresión fundamental
de la cultura, como construcción básica de cultura,
ayuda a crear esos elementos que van uniendo un ciudadano con el
otro, y que van creando entre todos esa conciencia de pertenencia
al colectivo que finalmente identifica a la Nación.
Ojalá todos estos esfuerzos, todos estos eventos, nos permitan
superar algo que nos afecta mucho: la todavía crítica
relación entre los colombianos y los libros, que tenemos
que estimular para poder superarla y que el país dé muy
buenas noticias en los próximos años.
Quiero felicitarlos a todos ustedes y desear que esta nueva versión
tenga muchos éxitos.
Y agradecerle a Alfonso Gómez porque Colombia Telecomunicaciones
ha estado permanentemente presente ayudando, y creo que viene con
el mandato del nuevo socio a decirle a la Colombia del libro que
Colombia Telecomunicaciones seguirá presente con más
empuje. ¿O el socio se le va a quedar retrasado? ¿Podemos
contar con el socio para eso? ¿Se lo puso como condición
en la licitación? Bueno, Alfonso.
A todos, muchas gracias”.