Medellín, 24 abr. (SNE).- El presidente Álvaro
Uribe Vélez afirmó que Colombia es un país
serio y que por eso estuvo 22 meses negociando el Tratado de
Libre Comercio con los Estados Unidos, enfrentándose con
los negociadores norteamericanos, y no estuvo jugando.
Durante el foro “Construyendo una Comunidad Andina de
ciudadanos y ciudadanas” el Mandatario defendió vehementemente
la negociación, la forma como se adelantó siguiendo
estrictamente lo autorizado por todos los países miembros
de la CAN; los efectos que tendrán en todos las naciones
de la CAN; y la importancia de que Colombia pueda negociar al
ser un país que no cuenta con los recursos ni con las
reservas de productos que son muy apetecidos en los mercados
internacionales.
Uribe se mostró de acuerdo con la reunión propuesta
de presidentes de los países andinos pero agregó que
se debe hacer con números y no solo ideológicamente.
“Por esto es muy importante que se examine más
allá de los afanes electorales, por esto es muy importante
que se examinen más allá de las declaraciones ideológicas,
por eso yo creo, a mi me parece bien esa reunión y todas
las que convoquen, pero es muy importante que se sienten cancilleres,
ministros, equipos técnicos a ponerle números a
esto, a estudiar cuidadosamente con el aporte de todos lo que
ha ocurrido y lo que puede pasar.
Esto necesita un nuevo estudio muy cuidadoso, que va a llevar
a la conclusión de que se ha respetado la normatividad
andina y que esto que hemos negociado Perú y Colombia,
a todos nos puede beneficiar.
Hay que llegar a ese estudio, me preguntará usted, y ¿entonces
Colombia va a suspender la negociación con Estados Unidos?
Colombia es un país serio, Colombia es un país
serio, nosotros no hemos estado 22 meses negociando y peliando
con ellos por jugar, lo que debemos encontrar es que haya entendimientos
en la Comunidad Andina”, respondió el Mandatario
ante una pregunta de una periodista.
LA INJUSTICIA
En su intervención el Jefe de Estado colombiano calificó como
injusto el hecho de que se trate de impedir a Colombia que negocie
un Tratado de Libre Comercio con la mayor economía del
mundo, cuando es un país que está obligado a hacerlo
ante la oferta de industria, y hay países que tienen importantes
reservas de petróleo y de gas que no necesitan de un acuerdo
para vender sus productos.
“A mi me parece muy grave desconceptuar el tema del TLC
por razones ideológicas sin sustentar e ignorar que en
el fondo hay unas diferencias de nuestras economías que
hay que respetar en el proceso común de erradicar la pobreza.
Tan válido es que Bolivia quiera cambiar las condiciones
para vender gas, como que Colombia quiera entrar al mercado de
Estados Unidos. Ambas decisiones apuntan al propósito
de cada gobierno de erradicar la pobreza.
Y ahí empiezan a aparecer diferencias muy grandes. Una
economía petrolera o una economía de gas y de hidrocarburos,
no necesita acuerdos de comercio para vender esos productos.
Una economía de manufactura mediana como la Colombia,
de productos agrícolas muy competidos, sí necesita
esos acuerdos de comercio para vender sus productos.
Los países productores de hidrocarburos pueden vociferar
contra el TLC, pueden oponerse con razones ideológicas
sin sustentación material porque ellos están tranquilos,
ellos tienen su petróleo y su gas para venderlo en los
mercados internacionales. Se los arrebatan, la gente hace fila
para comprárselos. Nosotros no. Nosotros tenemos que disputar
mucho los mercados para vender esta manufactura, para vender
estos productos agrícolas.
Es que detrás de esta discusión hay realidades
como esta: la hermana Bolivia tiene más o menos 8 millones
de habitantes y 70 teras de gas, reservas probadas. Colombia
tiene 43 millones de habitantes y 7 teras de gas. Venezuela tiene
170 teras de gas, reservas probadas. Eso pone de presente realidades
que muestran profundas diferencias entre las posibilidades de
una economía y las posibilidades de las otras.
A mi me parece que es injusto obligar a Colombia, que no tiene
sino la décima parte de las reservas de gas de Bolivia,
que no tiene sino una mínima parte de las reservas de
gas de Venezuela. A mi me parece injusto obligar a Colombia,
que tiene una producción declinante de 520, 530 mil barriles
de petróleo al día, cuando la hermana Venezuela
tiene una producción creciente de 3 millones 200 mil barriles
de petróleo al día. Me parece injusto que con esas
diferencias, que le quiera obligar a Colombia a que no entre
al mercado más grande del mundo”, dijo Uribe Vélez.
NEGOCIACIÓN AUTORIZADA
En su explicación, el Jefe de Estado y el ministro de
Comercio, Industria y Turismo, Jorge Humberto Botero, reiteraron
que las negociaciones del TLC fueron autorizadas en una cumbre
de Presidentes Andinos en Quito, y se pidió respetar los
principios acordados en la Comunidad Andina.
Botero Angulo recordó que antes del comienzo de las negociaciones
en una cumbre presidencial se expidió la Decisión
598 por medio de la cual se autorizaron las negociaciones con
terceros países sean de la región latinoamericana
o de cualquier otro lugar del mundo, y que deberían ser
negociaciones comunes o comunitarias.
Indicó que en esa Decisión se pusieron unas condiciones,
como por ejemplo que los países tendrían que comprometerse
a cumplir la normativa comunitaria. “Pues bien –dijo
el Ministro colombiano- un documento de la Secretaría
de la Comunidad Andina, que se encuentra disponible en el portal
de la Secretaría, demuestra a cabalidad que los tratados
celebrados por Colombia y Perú cumplieron ese requisito”.
Siguió relatando que otro requisito era que se exigía
a los países mantener un adecuado intercambio de información,
con el fin de recoger las sensibilidades de los distintos países.
Explicó que cuando se le consultó a Venezuela
exclusivamente expresó sensibilidad por el tema de los
licores, al igual que se atendieron las preocupaciones de la
industria colombiana, quedando los licores en la canasta de desgravación
mas lenta, que es la de 10 años.
Se mostró extrañado de por qué Venezuela
nunca expresó sus preocupaciones en sectores como el de
la petroquímica, en la siderurgia y en el sector automotor.
En el caso de Bolivia, Botero Angulo señaló que
expresó sensibilidad sobre la soya y aseguró que
Colombia es el único país andino que ha mantenido
rigurosamente un elevado arancel protector en beneficio de Bolivia,
al tiempo que ha garantizado rigurosamente el acceso a la soya
y sus derivados y sin arancel a Bolivia.
“Esa circunstancia es la que explica, como el presidente
Uribe lo señalaba, la paradoja de que la soya boliviana
y sus distintos derivados en la cadena de agregación de
valor, el precio es mucho más alto en Colombia que en
Venezuela, que en Perú y, oh, paradoja, que incluso en
Bolivia.
De modo que cuando a Colombia se le reprocha haber hecho una
negociación que ciertamente buscó equilibrar los
intereses de Bolivia con los propios intereses de Colombia, aun
cuando ciertamente exponiendo Bolivia a algún grado de
competencia en el corto plazo, pues lo que hay que decir con
relación a la crítica que se nos formula a ese
respecto, es que si ha habido algún país andino
solidario de Bolivia, ha sido Colombia. Por eso nos sorprende
tanto los reproches que ahora recibimos.
En resumen: la Decisión 598 autoriza esas negociaciones,
la Secretaría ha certificado que cabalmente cumplimos
con los requisitos, he señalado algunos de los requisitos,
y esos requisitos fueron cabalmente cumplidos”, puntualizó.