DECLARACIÓN
DEL PRESIDENTE URIBE EN BRASIL
Brasilia, 25 abr. (SNE). La siguiente es
la declaración
del presidente Álvaro Uribe Vélez, al término
de su visita de trabajo al Brasil, donde se reunió con
su homólogo Luis Inacio Lula Da Silva.
“En primer lugar quiero agradecer al señor presidente
Lula y a los miembros, muy distinguidos, de su Gobierno, la magnífica
reunión que acabamos de concluir, ampliamente benéfica
para nuestros dos países. Es muy grato celebrar encuentros
con el presidente Lula. Siempre que se celebran se encuentran
caminos, se despejan vías, se analizan los temas serena,
creativa, constructivamente. Yo confieso que aprendo mucho en
cada ocasión que tengo la oportunidad de hablar con él.
Los temas que hemos examinado en el día de hoy son delicados.
Voy a pedir la benevolencia de ustedes para referirles una declaración
y me voy a abstener hoy de responderles preguntas. Voy a procurar
que la declaración incluya todos los puntos relevantes
de esta buena reunión.
Los dividiría en dos capítulos. Primero un capítulo
de varios asuntos y segundo lo relativo a la integración.
En el tema de asuntos varios, buenas noticias. La empresa estatal
colombiana Satena, que presta servicio de transporte aéreo
a muchas zonas del país, ha asegurado hoy ya la adquisición
de un nuevo avión producido por Embraer del Brasil. Hemos
adquirido varios en este Gobierno a Embraer, con lo cual seguimos
aumentando la oferta de capacidad de Satena. Esa es una buena
noticia para muchas regiones de Colombia.
Segunda buena noticia para los compatriotas colombianos del
Amazonas: la noche anterior el Brasil tomó la decisión
de aceptar la petición colombiana de quitarles la obligación
de practicantes brasileros a bordo, con un alto costo, a los
buques de bandera colombiana, hasta dos mil toneladas, que navegan
por el río Amazonas. Esa es una muy buena noticia para
los transportadores fluviales colombianos del río Amazonas.
En adelante ya no tendrán que pagar en esos buques, hasta
dos mil toneladas, los costos de los practicantes brasileros.
Allí hay un ahorro de costos que debe traducir se en bienestar
y en mejores posibilidades para los colombianos que viven en
el Amazonas.
Tercero: examinamos de nuevo la pavimentación de la vía
Puerto Asís–Mocoa y la construcción de la
variante de Mocoa a Pasto, con especificaciones excelentes y
con pavimento. Esa es una vía muy importante para los
dos países. Es muy importante para el Brasil porque permite
la comunicación del Brasil con el Pacífico a través
de Colombia. Y es muy importante para Colombia, no solamente
porque facilita la comunicación con el Brasil, sino también
la comunicación de muchas partes del territorio colombiano,
incluida la Capital de la República, Bogotá, con
la hermana República del Ecuador.
El Gobierno colombiano ha reiterado al Gobierno del Brasil la
decisión de invertir 170 millones de dólares en
esa vía. No se ha podido concretar el crédito con
el Banco de Desarrollo del Brasil, porque en los últimos
meses la situación crediticia para Colombia ha mejorado
mucho. Las tasas de interés, los costos finales que nos
ofrecen los bancos multilaterales son inferiores a los costos
que nos ofrece el Banco del Brasil.
El Gobierno del señor presidente Lula quedó de
estudiar una propuesta nuestra que la resumo: Colombia ejecuta
la obra, paga el crédito, pero requerimos que el Brasil
nos dé un crédito que no nos cuente más
de lo que nos cuesta el crédito con los bancos multilaterales.
Segundo tema, la integración. Hace cuatro años
la Comunidad Andina caminaba por un lado, Mercosur por otro.
Hace cuatro años se hablaba ocasionalmente de la integración,
solamente como inquietud intelectual. Nos propusimos, con un
gran entusiasmo del presidente Lula y un gran entusiasmo nuestro,
sacar adelante la integración. Hoy es una realidad el
acuerdo Comunidad Andina–Mercosur.
Lo estuvimos evaluando. Ha crecido tanto nuestro comercio, que
en los últimos tres años y medio se ha multiplicado
por tres el total del comercio entre Colombia y Brasil. Y hoy
hay un gran flujo de inversión brasilera hacia Colombia
y también un gran crecimiento de las exportaciones de
Brasil a Colombia. Este año empiezan a mejorar las exportaciones
de Colombia hacia Brasil.
Hace cuatro años la Unión Suramericana era una
ilusión en la mente de unos pocos soñadores. Hoy
es una realidad. Y reconozco el entusiasmo, el liderazgo del
presidente Lula en el impulso a la Unión Suramericana.
Hemos reafirmado hoy nuestro compromiso con la Unión Suramericana,
que tiene que llevarnos a la mayor integración en todos
los campos, con una gradualidad que ojalá aceleremos.
También hablamos de otro aspecto muy importante: el papel
que tiene que jugar Colombia como articulador de la Unión
Suramericana con el Plan Panamá-Puebla, con Centroamérica,
el Caribe y la visión de Mesoamérica que lleva
a México.
Le informé al presidente Lula cómo Colombia fue
primero admitido como miembro observador del Plan Panamá–Puebla,
y confiamos en los próximos días Colombia sea miembro
pleno del Plan Panamá–Puebla y pueda cumplir allí una
gran tarea de articulador entre la Unión Suramericana
y el Plan Panamá–Puebla, la visión Centroamérica,
la visión Mesoamérica.
Hablamos de la integración energética. Le expresé al
presidente Lula, y quiero hacerle saber a todos los distinguidos
presidentes de Suramérica la decisión de Colombia
de apoyar nuestra integración energética.
Mañana habrán de reunirse aquí, en Brasilia,
con el señor presidente Lula, los señores presidentes
Néstor Kirchner de Argentina y Hugo Chávez de la
República Bolivariana de Venezuela.
Ellos deben saber el compromiso de Colombia de participar activamente
en la integración energética. Probablemente Colombia
no haya sido muy comunicativa en esa materia, pero sí práctica.
Ya hemos autorizado a la hermana República de Venezuela
para que, en desarrollo de esa integración energética,
construya el gasoducto de La Guajira a Maracaibo. Están
dados todos los pasos. El primero de julio se anuncia la iniciación
de la construcción.
Estamos construyendo la tercera línea de integración
en transmisión de energía hacia la hermana República
del Ecuador. Y una de las razones de la integración de
Colombia al Plan Panamá–Puebla, es servir de medio
de punto intermedio para la integración energética
de la Unión Suramericana con el Plan Panamá–Puebla.
Saludamos también el impacto del Tratado de Comercio
que Colombia ha negociado con los Estados Unidos, en el acuerdo
de la Comunidad Andina con Mercosur. Y hemos visto cómo
ese Tratado en ningún momento afecta los acuerdos de la
Comunidad Andina con Mercosur.
Al contrario, vemos que hay mucho interés brasilero en
invertir en Colombia, en incorporar bienes de capital a Colombia
fabricados en el Brasil, en producir en Colombia con materias
primas de Brasil, para poder utilizar a Colombia como una plataforma
de exportación hacia el mercado de los Estados Unidos.
Y aprovechando la confianza, la amistad con el presidente Lula,
el reconocimiento que hacemos de todos sus buenos oficios para
estos propósitos integracionistas, tuve la oportunidad
de hablarle a él, con el corazón y con la convicción,
sobre los temas del impacto del Tratado de Libre Comercio al
interior de la Comunidad Andina.
Examinamos ampliamente las relaciones de Bolivia con la Comunidad
Andina, con Colombia, el impacto del TLC. También, por
supuesto, las relaciones de Bolivia con Mercosur. Y le he dicho
al presidente Lula que Colombia está dispuesta a examinar
con Bolivia, primero, las relaciones Bolivia-Mercosur y las relaciones
de Colombia en el TLC con los Estados Unidos. Y en el evento
que encontremos que pueda crearse algún riesgo a la economía
de la hermana Bolivia, Colombia estaría dispuesta a pactar
una compensación.
Estamos dispuestos, y lo anuncio desde Brasilia, después
de esta muy constructiva reunión con el presidente Lula,
estamos dispuestos a que si de la revisión y la práctica
con la hermana república de Bolivia, tanto el Tratado
de Libre Comercio de Colombia con los Estados Unidos como del
comercio de Bolivia con Mercosur, llegare a deducirse, a derivarse
algo que afecte la economía de Bolivia, Colombia está dispuesta
a pactar, de manera bilateral con la hermana Bolivia, la compensación
que se requiera. Es bien importante que esto lo sepa Bolivia
y que lo sepa todo el continente.
En cuanto a los temas con la hermana República Bolivariana
de Venezuela, déjenme decir lo siguiente: Colombia en
los últimos cuatro años ha gozado de un sistema
de preferencias unilaterales para acceder al mercado norteamericano.
Eso nos ha ayudado a aumentar las exportaciones a los Estados
Unidos, y lo que vemos es que gracias a que Colombia ha mejorado
la capacidad adquisitiva, por venderle más a los Estados
Unidos, Colombia le ha comprado más a Venezuela. El año
pasado yo creo que fue un año récord de compras
de Colombia a Venezuela. Le compramos a Venezuela alrededor de
1.100 millones de dólares.
Esto demuestra cómo en cuanto más exportemos al
mercado de Estados Unidos, más podemos adquirir de Venezuela.
Y también reconocemos que cuando Venezuela puede obtener
mejores recursos por el petróleo o puede obtener mejores
recursos por su integración a Mercosur, también
puede mejorar su capacidad adquisitiva frente a Colombia.
Le he dicho al señor presidente Lula que nuestro propósito
en todas las esferas de integración es uno: La erradicación
de la pobreza. Aquí hay un propósito de erradicación
de la pobreza, no un capricho, no un dogma ideológico.
Buscamos mercados y buscamos integración porque allí encontramos
caminos de erradicación de la pobreza.
Alrededor de este propósito aspiramos reanudar el diálogo,
tener una nueva fase de diálogo con el señor presidente
Chávez. En mi última conversación telefónica
con el presidente Chávez, hace algunas semanas, convinimos
sobre la necesidad de tener una nueva reunión bilateral.
Quiero dejarle nuevamente esta invitación, aquí en
Brasilia, para que la encuentre el señor presidente Chávez,
mañana, que habrá de reunirse con el presidente
Lula.
Y quiero mencionar allí unos temas: yo encuentro que
hay una relación comercial alrededor del petróleo
muy fluida entre Venezuela y los Estados Unidos, pero una relación
política muy alterada, que afecta a toda la región.
Venezuela le vende un alto porcentaje de su producción
de petróleo a Estados Unidos. ¿Eso cuánto
le ayuda a Estados Unidos? Muchísimo. Ha sido también
muy útil para Venezuela. Uno encuentra que es una relación
comercial normal, que finalmente es muy útil para la región.
¿Qué preocupa? Que no hay una armonía entre
esa relación comercial tan intensa alrededor del petróleo
y la relación política.
Desde Brasilia, en nombre de los colombianos, reiteramos nuestro
deseo de que Venezuela y Estados Unidos encuentren un camino
para que su relación política sea tan armónica
como ha sido su relación comercial en el tema del petróleo
y en el tema de las inversiones en general en el sector de hidrocarburos.
Colombia quiere, prudentemente, expresar ese deseo. Y qué bueno
que en algún momento el continente pudiera tener la noticia
de que esas relaciones políticas entre Venezuela y los
Estados Unidos se armonizan y se vuelven tan constructivas, tan
dinámicas, tan positivas como han sido sus relaciones
históricas en el plano del comercio alrededor del petróleo
y de las inversiones en general de hidrocarburos.
Porque me pregunto o me hago esta reflexión: si hay buenas
relaciones políticas con respeto entre todos, con respeto
a los principios de la integración, con respeto a los
principios rectores del derecho internacional público,
se puede muy bien orientar esas relaciones de comercio, siempre
en procura de erradicar la pobreza. Y si se armonizan esas relaciones
políticas, eso ayuda a que un país entienda que
si él tiene buenas relaciones con otro país en
materia comercial por el petróleo, permita que otros países
hermanos tengan buenas relaciones con ese otro país entrando
en su mercado con productos diferentes al petróleo.
Si Venezuela entra al mercado de Estados Unidos con el petróleo
y hay buenas relaciones políticas entre Venezuela y Estados
Unidos, Venezuela más fácilmente comprenderá que
Colombia, a través del TLC, entre con sus productos industriales,
con sus productos agropecuarios al mercado de los Estados Unidos.
Y esto nos ayuda muchísimo. Esas buenas relaciones políticas
que confiamos se reestablezcan entre Venezuela y Estados Unidos,
ayudarían mucho a la general comprensión que requieren
todos estos temas.
Esperamos con optimismo persistir en el diálogo con el
presidente Chávez. Nuestra agenda bilateral es importante.
Colombia honró la palabra y le vendió su participación
a Venezuela en la planta de fertilizantes de Barranquilla. Colombia
honró su palabra y ha permitido que sea la hermana República
Bolivariana de Venezuela la que construya y opere el gasoducto
de La Guajira a la ciudad de Maracaibo.
Queremos en ese diálogo intercambiar ideas con el presidente
Chávez sobre las reformas que debamos introducir a la
Comunidad Andina, para que la Comunidad Andina a todos nos ayude.
Queremos intercambiar ideas para revisar y advertir qué reformas
debemos introducir a la Comunidad Andina, en el marco de la Unión
Suramericana.
Creo que si nos sentamos con el propósito de un diálogo
constructivo, y cada uno entiende las necesidades del otro, con
hermandad, podremos encontrar las reformas que la Comunidad Andina
necesita para ser una comunidad absolutamente de criterio social,
como lo soñara El Libertador Bolívar. Una Comunidad
Andina bolivariana, una Comunidad Andina que incorpore un capítulo
social, que exija a todos sus países integrantes cumplir
en fechas definidas en los mismos acuerdos de la Comunidad, metas
como la erradicación de la pobreza.
Creo que más importante que quedarnos estancados en debates
ideológicos sobre modelos, es comprometer nuestra Comunidad
Andina como una auténtica comunidad bolivariana para pactar
fechas y metas de erradicación de la pobreza, de construcción
de equidad en nuestros países.
Estamos dispuestos a sentarnos con el presidente Chávez,
en la próxima oportunidad que los dos gobiernos habíamos
hablado para tener nuestro diálogo bilateral, a examinar
qué reformas proponer a la Comunidad Andina, para que
esas reformas hagan de la Comunidad Andina una verdadera Comunidad
Andina bolivariana, con preocupación fundamental en lo
social.
Un capítulo social que nos obligue a cumplir unas metas
de erradicación de la pobreza, de construcción
de equidad social en unos plazos fijos, en unos plazos limitados.
Todo eso dentro de esa cobertura mayor, que es la integración
más grande, la visión superior, que es la unidad
suramericana. Con la anotación de que Colombia tiene que
ser, por su ubicación geográfica, el gran articulador
entre la Unión Suramericana, el Plan Panamá–Puebla
y la visión de Mesoamérica.
Agradezco la hospitalidad de que hemos sido objeto por el presidente
Lula, por su Gobierno, por las autoridades y por el pueblo del
Brasil. Reitero que nos sentimos muy contentos de que en estos
años últimos hayamos cumplido varios sueños:
primero, integrar a la Comunidad Andina con Mercosur. Segundo,
construir la Unión Suramericana. Y estos sueños
que hemos cumplido, son la base que nos impulsa a trabajar para
cumplir los siguientes sueños.
Al pueblo del Brasil un saludo lleno de afecto. Y tengo que
decir en público lo que le he dicho a la señora
Canciller en privado: cada vez que hablo con el presidente Lula,
encuentro el alimento de la sensatez, encuentro el alimento de
la imaginación. Cada vez que hablo con el presidente Lula,
encuentro un gran líder, encuentro un gran amigo, me inspira
toda la confianza. Y por eso también confieso que él
es un líder muy importante para ayudarnos a encontrar
ese capítulo social que le dé nuevos impulsos a
la Comunidad Andina dentro de ese gran marco de la Unión
Suramericana.
A todos, muchas gracias”.