PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN 35 AÑOS DE FEDESARROLLO
Bogotá, 27 abr (SNE). Las
siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, durante la conmemoración
de los 35 años de la Fundación para la Educación
Superior (Fedesarrollo).
“Tengo que empezar con la triste noticia que ahora fue
asesinada una hermana del presidente César Gaviria en
Pereira.
Estamos recibiendo esta triste noticia
y quiero pedirles a los medios de comunicación que me ayuden con esto, que me
ayuden a difundir desde ya, y en toda el área metropolitana
de Pereira, que el Gobierno Nacional ofrece una recompensa de
mil millones de pesos a las personas que, con su información,
faciliten la captura de los autores materiales e intelectuales
de este crimen, que tanto enluta a la familia Gaviara Trujillo,
a Pereira y al país entero.
El señor General (Jorge Daniel) Castro Castro (director
de la Policía Nacional) está trasladándose
en este momento a Pereira, lo mismo el Ministro de la Defensa
(Camilo Ospina). Yo voy a estar en permanente coordinación
con ellos, me voy a trasladar esta misma noche a Pereira o a
primera hora de la mañana.
Me parece de gran importancia una gran
movilización ciudadana,
en Pereira, en toda el área metropolitana, en toda la
región del Eje Cafetero, para que capturemos los autores
de este asesinato. Pero todos los que hayan participado en la
autoría material y todos los autores intelectuales.
Un país que está regido por una Constitución,
que proclama un Estado Social de Derecho, definición de
la cual se deriva la obligación de solidaridad de cada
ciudadano con el conglomerado, en principio no debería
ofrecer este tipo de recompensas, pero un país que tiene
que derrotar esta criminalidad, tiene que apelar a todas las
armas lícitas, a todos los instrumentos constitucionales
y legales lícitos, para poder derrotar esta criminalidad.
El Gobierno va a hacer todos los esfuerzos
para que este crimen no quede en la impunidad. Si es un desafío a la sociedad
colombiana, en este período tan importante de la sociedad
para la vida democrática de la Nación, el Gobierno
apelará a todos los instrumentos constitucionales para
enfrentar este desafío.
Mientras escuchaba al doctor Mauricio
Cárdenas, en su
muy juicioso resumen, pasaba por mi mente la necesidad de enfrentar
este desafío de inmediato, y no enfrentarlo simplemente
con instrumentos convencionales sino con instrumentos extraordinarios.
Entonces, si el designio de estos terroristas
es el designio de causar este dolor y este terror en la sociedad
colombiana,
vamos a enfrentarlo con todos los esfuerzos que tengamos que
hacer y vamos a enfrentarlo también con todos los esfuerzos
presupuestales.
Una recompensa de este monto es muy importante
y el Gobierno está dispuesto a jugársela, como
se la tenga que jugar, para poder someter estos asesinos.
Nos duele mucho. Nos duele mucho recibir
esta noticia. Nos duele muchísimo que ocurran estos crímenes. Nos duele
muchísimo que se le cause este dolor a la familia del
señor ex presidente César Gaviria, a la sociedad
de Pereira, a la sociedad de Risaralda y a la comunidad colombiana.
Pero sé que con el esfuerzo de la Policía, del
Ejército, de los organismos de inteligencia, de la administración
de justicia y con la cooperación ciudadana, este crimen
no puede quedar impune.
El éxito que tengamos para evitar la impunidad de este
crimen, será también el éxito que nos ayudará a
que Colombia frene cualquier designio terrorista para atormentar
al país ahora, con una cadena de crímenes de esta
magnitud.
Vamos a ver cómo, con el esfuerzo de todos, en esta hora
de dolor, podemos superar esta amenaza. La única manera
es capturando los autores, los autores materiales y los autores
intelectuales.
Recuerdo a toda la ciudadanía un informe o un anuncio
que tendría que hacer el Comandante de la Policía,
pero lo hace el Presidente de la República: vamos a enfrentar
este desafío. Y el Gobierno pone ya, a disposición
de la Policía, del Ejército, mil millones para
pagar la recompensa que haya que pagar a los ciudadanos que con
su información permitan la captura de los autores materiales
e intelectuales de esta tragedia”.
Quiero felicitar a Fedesarrollo por estos
35 años. Han
sido 35 años muy valiosos en la promoción de la
investigación, del estudio juicioso de alternativas para
nuestra Patria. Quiero felicitar a todos quienes han trabajado
en esta tarea, a los directores ejecutivos, en su orden, los
doctores Rodrigo Botero Montoya, Roberto Junguito, Miguel Urrutia,
Carlos Caballero Argáez, Jose Antonio Campo, Guillermo
Perry, Eduardo Lora, Mauricio Cárdenas, el doctor Juan
José Echavarría. Y a todo el equipo de investigadores
que a lo largo de estos 35 años le ha dado lustre a Colombia
al servir bien los propósitos de Fedesarrollo.
Y quiero felicitarlos por el esfuerzo
de hoy: “hacia un
consenso para la prosperidad de Colombia”. La sola convocatoria
de buscar ese consenso en una Patria tan promisoria pero con
complejidades, es una convocatoria que ilusiona mucho. Yo venía
contento en un vehículo, hasta que llega esta noticia,
porque traía una noticia buena: en el mes de marzo el
desempleo nacional se situó en el 11,3. El año
pasado estaba en el 13,1. Cayó 1,8. La caída en
las trece ciudades principales fue mayor. Cayó del 15,1
al 12,2. Cayó 2,9. Y el desempleo de jefes de hogar en
el trimestre cayó una décima. Es bien importante.
Creo que las nuevas cifras de comparación de población
ocupada nos están mostrando un crecimiento de la población
ocupada de más o menos un millón 700 mil personas.
Y si bien el subempleo sitúa en el 29,5 en el total nacional
en 29,3 por ciento en las trece ciudades, cuando se indaga por
una de las expresiones del desempleo, se compara el número
de ciudadanos que hace cuatro años contestaba a la pregunta
de si estaba trabajando o no el número suficiente de horas,
hace cuatro años más o menos 2 millones de ciudadanos
más que hoy, contestaban que no estaban trabajando el
número suficiente de horas. Hoy tenemos 2 millones de
ciudadanos que contestan que en estos cuatro años han
podido encontrar número suficientes de horas de trabajo.
Yo creo que empieza a haber unos indicadores
de que no solamente estamos recuperando la dinámica del empleo, sino que también
se perfila mejor calidad de empleo. Por ejemplo, en el régimen
contributivo de salud hay 2 millones 500 mil nuevos beneficiarios.
Se observa una gran dinámica en la situación al
régimen contributivo de salud. Las cajas de compensación
familiar tiene hoy más o menos aproximadamente 700 mil
nuevos trabajadores, en las nóminas de las empresas que
pagan esa parafiscalidad.
En el régimen de seguro de riesgos profesionales hay
una cifra superior al millón de trabajadores que se han
afiliado al sistema de riesgos profesionales en los últimos
cuatro años en adición a los que había.
Y en cuentas activas en el sistema general de pensiones, tenemos
más de un millón de nuevas cuentas activas.
Esto es importante mirarlo porque empieza
a haber no solamente mayor creación de empleos, sino también
indicadores que vislumbran mejor calidad.
He encontrado mucha preocupación en el país por
dos temas: el crecimiento de las cooperativas de trabajo asociado,
desfigurando su razón cooperativa, y la circunstancia
de que no obstante haber hecho dos reformas laborales que han
racionalizado bastante las derivaciones del contrato de trabajo,
la de 1990 y la de 2002, todavía se utilice el empleo
temporal de manera fraudulenta en muchos casos, para vincular
a través de la temporalidad trabajadores que tienen, por
la naturaleza de su oficio y la extensión del oficio,
que ser vinculados como trabajadores a término indefinido.
En cuanto a las cooperativas, el Gobierno
ha dado un paso y queremos promover otro: no había podido tramitarse una
ley para obligarlas a pagar las parafiscalidades y la afiliación
a la seguridad social.
A mí me ha preocupado muchísimo el tema. ¿Qué puede
pasar con el concepto de economía cooperativa, en el momento
que más de un millón de trabajadores vinculados
a través de estas cooperativas empiecen a tener serias
dificultades por envejecimiento, por invalidez, por falta de
prestaciones, y estas cooperativas no tengan con qué responder?
Por eso a falta de ley, apelamos a una
figura que ha entrado en desuso en Colombia pero que tiene
plena vigencia en la Constitución,
plena vigencia implícita, que es la figura de los reglamentos
constitucionales autónomos. Esto es: el Gobierno debe
entender que a través de reglamentos constitucionales,
puede reglamentar principios y cláusulas constitucionales
cuyo desarrollo no está diferido expresamente a la ley.
Entonces hace año y medio produjimos el reglamento constitucional
para obligar a las cooperativas de trabajo asociado a pagar la
afiliación a la seguridad social y a pagar las parfiscalidades.
¿Ustedes se imaginan que eso siga creciendo geométricamente,
y entonces se convierta en una forma de evasión, no solamente
de la seguridad social, sino de las parafiscalidades? ¿Las
dificultades que podría encontrar el presupuesto nacional
frente a las instituciones de la parafiscalidad?
Y lo segundo que hemos hecho de manera incipiente, pero que
puede tomar mucha fuerza, es promover el contrato sindical.
En muchas de las electrificadoras ya
estamos trabajando a través
de contratos sindicales. Creo que es un esquema de acuerdo con
las organizaciones sindicales, para lograr una relación
entre el empleador y el trabajador sin afectar la organización
sindical.
Además de las electrificadoras, hemos tenido éxito
en el contrato sindical en la reestructuración del hospital
de Popayán, y confiamos que en los próximos días
podamos extender esta figura a la electrificadora del Cauca.
Ahí veo yo un gran camino para enfrentar un tema muy
delicado en el país. El enfrentamiento que sigue con las
centrales sindicales y con muchos grupos políticos, alrededor
de cuál debe ser la legislación laboral y la manera
de aplicarla.
Creo que con la mayor fuerza de inversión que empieza
a tener el país, con la mayor tasa de crecimiento, que
ojalá se convierta en un horizonte estable, y con la reforma
laboral de 1990 y 2002, hay que enfrentar el tema de la temporalidad
ficticia.
Soy de la idea de que requerimos buscar
decretos que desarrollen la sentencia de la Corte Suprema de
Justicia de hace algunas
pocas semanas, que ordena que cuando una persona se mantenga
como temporal más de un año, inmediatamente se
entienda que la relación debe estar regida por un contrato
a término indefinido.
Y también creo que debemos estimular un gran acuerdo
social, empleadores y trabajadores, para que el sector empleador
asuma la obligación de no utilizar la temporalidad en
los casos en los cuales el oficio, por la extensión y
la naturaleza, tiene que ser desempeñado por trabajadores
vinculados a término indefinido.
Ojalá esto podamos llevarlo adelante.
En el magnífico resumen que nos ha hecho el doctor Mauricio
Cárdenas, yo intentaría, de la manera más
respetuosa, dar algunas reacciones.
Por ejemplo, unas reacciones iniciales
para contribuir a la discusión, al proceso de construcción
de consenso, que me parece bien importante.
El tema del régimen subsidiado de salud. Ha tenido mucha
controversia. Hemos estado entre quienes dicen que es una intermediación
innecesaria, y quienes niegan cualquier posibilidad de participación
de los hospitales públicos.
Este Gobierno ha dado unos pasos para
tratar de sintetizar esta contradicción. Por ejemplo, hemos reducido del 15 al 8
por ciento el porcentaje de la unidad de pago por capitación,
que las Administradoras de Régimen Subsidiado (ARS) pueden
dedicar a sus costos administrativos.
Hemos aumentado muchísimo las exigencias de capital y
de número de afiliados, y hemos aumentando muchísimo
la vigilancia ciudadana de las personerías, de la Fiscalía,
de la Procuraduría, del Ministerio (de la Protección
Social), de la Superintendencia (de Salud), sobre las Administradoras
de Régimen Subsidiado.
Cuando comparo los Consejos Comunitarios
de hoy con los Consejos Comunitarios del principio de gobierno –y el doctor Alejandro
Gaviria, quien trae la ponencia sobre el tema, estuvo en muchos
de ellos–, encuentro hoy menos queja ciudadana, mucho menos
queja ciudadana, por el régimen subsidiado, que hace cuatro
años.
Pero hay que trabajar, falta mucho en la materia.
La pregunta es: ¿se requiere el ente asegurador? La verdad,
durante todos estos años, desde que con el ministro Juan
Luis Londoño creamos el sistema, la pregunta es recurrente,
el debate es recurrente. Yo hoy creo que sí se requiere.
Cumplir las funciones que corresponden
al ente asegurador, con una remuneración tan sólo del 8 por ciento, de
la unidad de pago por capitación, es una tarea que con
ese costo no son capaces de cumplir los hospitales.
Si le trasladáramos, como muchos lo reclaman, el aseguramiento
a los hospitales, yo creo que tendrían unos sobrecostos
mayores. Y ahora que estamos en la discusión de si debe
haber integración vertical o no en las ARS con los hospitales,
en las EPS con los hospitales, y aquellos que alegan en contra
de la integración vertical, dicen que la integración
vertical afecta los derechos del paciente y afecta la remuneración
de los médicos y de las profesiones afines, yo personalmente
he tomado partido y he dicho que la ley que se está tramitando
en el Congreso debe ponerle por lo menos un límite a la
integración vertical.
No voy a abundar en todas las razones
de esa larga discusión,
pero me parece consistente lo siguiente: si tenemos que limitar
la integración vertical en las EPS, sería muy grave
eliminar los aseguradores en el régimen subsidiado, porque
al eliminar los aseguradores inmediatamente se crearía
una integración vertical en los hospitales, que pasarían
a ser todos aseguradores y prestadores.
En el régimen subsidiado el país hace cuatro años
tenía 10 millones y medio de afiliados. Hoy tiene 18 millones
600 mil.
El ministro Diego Palacio ha logrado
una gran participación
de departamentos y de algunos municipios para cofinanciar la
ampliación de cobertura. Ya hemos logrado plena cobertura
para estratos uno, dos y tres en seis departamentos, son ellos
La Guajira y Cesar, Casanare y Arauca, Antioquia y Huila. Creo
que es posible que la próxima administración presidencial,
cualquiera ella sea, con esfuerzos en esta dirección,
en tres años logre plena cobertura.
Pero eso no será todo. Hay que hacer un gran esfuerzo
en calidad para legitimar el sistema, y el día que Colombia
logre esa plena cobertura en régimen subsidiado y ese
mejoramiento de la calidad, tiene que emprender otro trayecto,
que es nivelar el plan obligatorio de salud del régimen
subsidiado, con el plan obligatorio de salud del régimen
contributivo.
La verdad es que todo este esquema ha
sido muy controvertido. Yo le he escuchado a comunidades científicas decir que
Colombia en lugar de haber ampliado cobertura la disminuyó.
Pero yo recuerdo que, una experiencia personal, en esos años
entre 1986 y 1993, que pasé bastante dedicado en el Congreso
de la República al tema, recorrí casi todos los
hospitales del país, y la cobertura era mínima.
En muchas regiones del país, lo único que se atendía
era una atención básica, elemental, muy superficial.
Creo que inclusive la gente no tenía siquiera nociones
en muchas regiones de todos los derechos de atención que
podían demandar. Hoy sí. Y hoy la atención
es mucho más profunda. Yo creo que por sobre eso no puede
haber duda. Pero tenemos que seguir en la tarea de mejorar el
régimen subsidiado de salud.
Los hogares comunitarios versus Familias
en Acción. La
verdad es que ese subsidio, esa transferencia condicionada de
Familias en Acción, como la denomina el doctor Mauricio
Cárdenas, quien fue uno de los colombianos que introdujo
la figura al país, produce muy buenos resultados. Yo no
tengo un reparo frente a Familias en Acción.
Este Gobierno encontró el programa empezado, con la administración
del presidente Pastrana, lo asumimos con todo entusiasmo, lo
hemos financiado, yo creo que hoy tenemos 550 mil Familias en
Acción, el país está en condiciones de llegar
este año a 650 mil y la próxima administración
puede llegar a un millón de Familias en Acción,
que administrado el programa de manera integral, puede convertirse
en la superación de la pobreza para cuatro millones de
ciudadanos.
El Gobierno ha venido atendiendo bien,
pero sin crecer, los usuarios de los hogares de Bienestar Familiar
y los hogares atendidos
por las madres comunitarias, y el crecimiento lo ha orientado
hacia Familias en Acción, y creo que ese debe ser el camino.
Suprimir los hogares comunitarios: yo
no me atrevería,
porque una de las ideas ha sido: bueno, sustituyámoslos
por Familias en Acción, pero Familias en Acción,
que tiene muchas virtudes, también tiene una deficiencia,
y esa deficiencia toca atenderla a los hogares comunitarios,
que es el niñito que tiene que ser atendido en un hogar
comunitario mientras la madre trabaja. Familias en Acción
no tiene ese servicio, sí lo tienen los hogares comunitarios.
En los hogares comunitarios nos hemos
quedado atrás frente
a lo que propuso la administración del presidente Barco,
que los creó. Por ejemplo, hemos avanzado muy poco en
el mejoramiento de las casas de las madres comunitarias, hemos
avanzado muy poco en la capacitación de las madres comunitarias.
Uno ve apenas algunos esfuerzos muy importantes
en Bogotá,
con los jardines, con los jardines infantiles, unos pocos esfuerzos
en el país con los hogares, en unos hogares múltiples.
Este Gobierno solamente está construyendo 26, se necesitarían
muchos más. Ese retraso nos ha llevado a que los niños
de los hogares comunitarios tengan que ser atendidos en unas
casas muy deficientes, donde viven las madres comunitarias.
La idea de los hogares múltiples. ¿Cómo
llaman los jardines en Bogotá, Alicia? ¿Los que
tanto impulsó la Alcaldía del doctor Enrique Peñalosa?
Jardines infantiles. ¿Y la otra modalidad de Bienestar
Familiar? Y los Hogares de Bienestar. Nos puede ayudar muchísimo
para mejorar el tema de los hogares comunitarios.
Tienen otra diferencia. Familias en Acción les llega
a muchachos en edad escolar de diferentes edades. Los hogares,
como el nuevo programa de desayunos infantiles, les llegan generalmente
a niñitos menores de cinco años.
Entonces, como veo que una de las propuestas
en educación
es anticipar el pénsum escolar, con lo cual yo estoy de
acuerdo, pienso que para eso pueden ayudar los hogares comunitarios,
si los apoyamos con los hogares múltiples, con las edificaciones
escolares cercanas y con la capacitación de las madres
comunitarias. Capacitación en la cual estamos muy retrasados.
Son 89 mil madres comunitarias en Colombia. Tienen una rotación
más o menos del 7 por ciento. Si pudiéramos aprovechar
esa rotación para ser muy, muy selectivos en el reemplazo,
y exigir que tengan unas condiciones para poder llevarle ese
pénsum gradualmente a los niñitos, yo creo que
los hogares comunitarios nos podrían ayudar mucho en ese
propósito.
No tengo objeciones a lo que dice el
doctor Felipe Barrera en educación preescolar. Yo creo que para eso nos pueden
ayudar los hogares comunitarios, los hogares múltiples.
No tengo objeciones, ni discrepancias con la preocupación
por lo que todavía ocurre en educación secundaria.
El tema de estimular la demanda. Creo
que hay que manejarlo con mucho cuidado. Porque, mire: yo abrigo
la ilusión
que este Gobierno pueda cumplir la meta de creación de
millón y medio de cupos escolares. El Ministerio está examinando
qué ha pasado con matricula este año, mirando las
proyecciones para el calendario B, etcétera. Yo abrigo
esa ilusión.
Para llegar a plena cobertura en la próxima administración
presidencial, el esfuerzo presupuestal va a tener que ser más
grande que el realizado por este Gobierno para crear millón
y medio de cupos. Es probable que nos falten menos cupos, que
el millón y medio creados en este Gobierno. ¿Pero
qué pasa? Hoy tenemos totalmente copada la infraestructura
existente y hemos aumentado muchísimo la carga de estudiantes
por profesor.
Entonces hay que hacer unos esfuerzos
muy grandes para llegar a plena cobertura en los próximos años
en materia de infraestructura y en materia de docentes. Por
eso creo que
no basta simplemente con estimular la demanda.
Y el tema hay que relacionarlo con transferencias.
Y vamos a llegar en la próxima administración presidencial
a una plena cobertura. Y en función de eso, vamos a tener
que hacer también la revisión de las transferencias
para las regiones, que es una de las reformas institucionales
básicas que ha propuesto Fedesarrollo y que hoy nos ha
repetido el doctor Mauricio.
En el tema de la universidad es importante
también mirar
el tema de la universidad pública, cuando se habla al
estímulo a la demanda. Porque ahora que estaba recorriendo
las universidades públicas para hablar del TLC, he encontrado
unas distorsiones que ustedes no se imaginan. Me da la impresión
que estoy volviendo a mis años de la universidad pública,
a los debates de entonces.
En aquella época había más
doctrina marxista que la que encuentra uno, pero las mismas
desfiguraciones y el
mismo odio, que hoy infortunadamente se encuentra en algunos
sectores.
Entonces hay unos sectores con el cuento,
cada vez que se propone estimular la demanda, que dicen: van
a cerrar la universidad
pública.
Una de las distorsiones al TLC, que no
tiene ningún fundamento,
es que el TLC va a cerrar la universidad pública. Me preguntaba
una niña de la Universidad de Córdoba y me preguntaba
una niña de la Universidad Industrial de Santander: ¿es
cierto que por el TLC van a cerrar la universidad pública
y que nos va a tocar estudiar en Harvard, pagando 35 mil dólares
al año?.
Pero ustedes no saben lo que han sido
estos debates allá.
Y entonces he explicado hasta la saciedad: el TLC no interviene
en el tema, el TLC no afecta el principio constitucional de autonomía
de la universidad pública, la Ley 30 que lo desarrolla.
No afecta la definición colombiana de que la universidad
tiene que ser una entidad sin ánimo de lucro y no afecta
la obligación constitucional de la transferencia a la
universidad pública.
Por eso el tema del estímulo a la demanda, para el cual
es muy importante el crecimiento del Icetex, y que están
dadas las condiciones para que crezca mucho más, al presentarla
hay que poner muchísimo cuidado para que en el debate,
para que en la búsqueda del consenso, no se atraviese
el debate que dice que es un expediente para acabar con la universidad
pública. Sobre todo ahora que el país está en
la otra muy intensa discusión del TLC.
El Icetex tenía hace cuatro años una cartera más
o menos de 500 mil millones. Ahora supera los 800 mil millones.
Pero yo soy muy optimista que en los años que vienen pueda
crecer muchísimo más rápidamente, por la
ley que se aprobó que lo independiza del presupuesto nacional.
Ya se está desarrollando esa ley, se ha desburocratizado
la entidad, y el propósito es que trabaje virtualmente
y a través de las universidades.
Que en lugar de tener unas regionales
por todo el país,
burocráticas, del Icetex, trabaje virtualmente a través
de las universidades. Entonces el muchacho que necesite el crédito
del Icetex lo busque a través de su respectiva universidad
y lo busque virtualmente. Yo confío que el Icetex pueda
dar una gran contribución, mucho más grande de
lo esperado, en los próximos años al estímulo
a la demanda.
Sobre le tema tributario. La simplificación. Ojalá lo
podamos lograr. A mí lo que me preocupa es que cada vez
que le pido a los compañeros de la Dian un proyecto para
la simplificación tributaria, traen 500 artículos
nuevos.
Y la verdad es que lo que parecería más indicado
para simplificar es lo que es difícil de traer para Colombia,
que es el impuesto ese simple al ingreso. Que empieza a tener
mucho éxito en los países de la antigua Cortina
de Hierro, pero que yo creo que aquí crearía una
gran controversia nacional, una amarga controversia nacional,
porque allá se viene de unas sociedades que habían
avanzado mucho en la igualdad y aquí tenemos ese problema
de la desigualdad.
Simplificar dentro de nuestro esquema
no es tarea fácil.
Todos hablamos de la simplificación pero hay mucho trecho
para llegar a la realidad. Ojalá, ojalá encontremos
rápidamente el proyecto de simplificación de la
normatividad tributaria.
La ampliación de la base. A mí me parece muy importante,
y algo que rescato de lo que le acabamos de escuchar al doctor
Mauricio: me parece que el país está entrando por
el camino de que la ampliación de la base tiene que ser
con tarifas amables, en muchos casos más simbólicas
que con el ánimo de recaudar, como él lo propone
en el IVA.
Yo creo que para ampliar esa base hay
que pensar en tarifas más simbólicas que en recaudo, y eso nos puede
ayudar muchísimo en la tarea de formalizar, que tiene
que ser uno de los efectos que haga Colombia en materia de tributación.
En cuanto a la tasa de renta. Mi invitación es a que
premiemos los esfuerzos en inversión y en crecimiento.
Yo soy partidario de que esa sea una guía de la reforma
tributaria, una reforma que estimule la inversión, que
estimule el crecimiento.
En consecuencia, creo que la tarifa de renta no se debe bajar
por igual para todo el mundo, hay que bajarla de manera general,
pero yo creo que hay que dejar un margen para darle un premio
especial al que crezca y no darle el mismo premio al que no crezca.
Cuando en la época de Reagan-Tacher se introdujeron decisiones
como la reducción de tarifas, y que aquí en Colombia
llegó rápidamente, claro, eso produjo allá y
aquí unos incrementos muy importantes en el recaudo, de
inmediato, pero no garantizó sostenibilidades de largo
plazo en la inversión.
Entonces uno encuentra que en el corto
plazo, como reacción
a esa reducción de tarifas, sí hay un incremento
en el recaudo, pero si eso no se complementa con estímulos
adicionales a la inversión, eso puede ser un beneficio
de corto plazo. Mirando el tema en el largo plazo yo creo que
la reducción de tarifas nos ayuda a aumentar ese recaudo,
pero si eso está complementado con estímulos a
la inversión debe haber un crecimiento del recaudo, no
para pocos años sino sostenido en el largo plazo.
Permítanme presentarles esta reflexión para proponer
en la construcción del consenso lo siguiente: no le demos
el mismo premio al que crece que al que no crece, mantengamos
unos elementos de estímulo adicional a la rebaja general
de tarifas en favor del que crezca.
En el tema presupuestal. Yo en términos generales estoy
totalmente de acuerdo con lo que han presentado. No es fácil
con el Congreso, doctor Mauricio, algunos puntos del Estatuto
Orgánico, como el tema de la noción de gasto social,
porque ahí aparecen otros temas. No ha sido fácil
para el Gobierno.
Y bastante difícil el tema que usted propone de la comisión
interparlamentaria de crédito público. En lo que
creo yo es que debemos utilizar una especie de figura de silencio
administrativo. Se proponen unos empréstitos para su estudio,
hay unos plazos, dentro de esos plazos debe haber unas definiciones,
de lo contrario la competencia vuelve al Gobierno para tomar
esas decisiones.
En el tema de descentralización comparto lo que ustedes
han dicho, me preocupa que dejemos por fuera el tema de las regalías,
porque he escuchado algo que no le veo viabilidad política,
que es redistribuir regalías de departamentos productores
hacia departamentos no productores. Yo no le veo viabilidad política
alguna. Nosotros logramos en este Gobierno obligarlos a llevar
algo de regalías a provisiones pensionales.
Creo que se puede hacer dos esfuerzos.
Un esfuerzo de mayor control. El doctor Santiago Montenegro
ha trabajado mucho en
el tema de las interventorías sobre regalías, creo
que eso hay que complementarlo con una especie de institución
que llamemos auditores visibles, para que los propios auditores
asuman responsabilidades ante la comunidad. Esos interventores
no los conoce nadie, yo creo que son firmas que sólo conocen
aquí en Planeación Nacional, donde convocan los
concursos y adelantan la adjudicación de los contratos.
Uno le pregunta a la comunidad de Arauca
que si tienen informes de los interventores sobre cómo se están gastando
las regalías, no los conocen, y los informes que presentan
estos interventores son unos informes de sumas y restas, yo creo
que hay que introducir allí un control de gestión,
esos supervisores tienen que asumir las responsabilidades de
darla la cara a la comunidad y tienen que estar permanentemente
informando de manera pormenorizada qué uso se les está dando
alas regalías.
Y creo que ante la imposibilidad política de lograr redistribuir
regalías de unos departamentos que producen a otros que
no producen, la alternativa es, señores: ahorrar para
la época de las vacas flacas.
Nosotros estamos intentando lo siguiente,
y creo que vamos por buen camino: comprometimos a Arauca a
hacer una gran inversión
en pavimentar una carretera de gran interés nacional,
que es la carretera Tame-Arauca, ahí vamos, ya hay unos
kilómetros acumulados. Y estamos comprometiendo al Magdalena
que por primera vez, gracias a un decreto de regalías
escalonadas de este Gobierno, empieza a percibir regalías,
a La Guajira y al Cesar, a pignorarle al Gobierno Nacional regalías,
como contra-garantías para vales y gestiones que el Gobierno
Nacional les haga, a fin de obtener créditos con las entidades
multilaterales para invertir esas regalías en agua potable
y en saneamiento básico.
Ya se aprobó el primer empréstito en esas condiciones
para el departamento del Cesar por 43 millones de dólares,
y anoche me confirmaban en Valledupar que el Cesar puede resolver
definitivamente lo que le falta en agua potable con ese empréstito
para los 25 municipios del departamento.
Creo que ese camino nos sirve para evitar
que esas regalías
se sigan gastando al menudeo, por la presión política
del día, y que esos departamentos despilfarren una oportunidad
tan importante como la que tienen.
Eliminar el voto preferencial. ¿Y quién reúne
los partidos sin voto preferencial? Yo creo que en esa parte,
como nos quedó, la reforma quedó bien. Yo recuerdo
que asistíamos a una tremenda discusión en las
comisiones primera, el ministro Fernando Londoño diciéndole
no al voto preferente, sectores del Congreso diciendo que sí.
Se hizo el acuerdo: dé libertad. Los partidos que necesiten
en su lista voto preferente, que lo utilicen. Los otros no. Algunos
pudieron unirse gracias al voto preferente. Yo no correría
el riesgo hoy de quitar la opción del voto preferente,
que apenas empieza a utilizarse en Colombia. Y es importante
seguir discutiendo lo de la financiación del Congreso.
Usted lo ha dicho todo sobre el Banco de la República.
Estoy plenamente de acuerdo con lo que
han dicho los panelistas y los ponentes sobre el tema de la
seguridad,y de la reinserción
y de la desmovilización. Yo sé que ese es un gran
reto para el país, pero cuánto mejor tener ese
reto que tener esas 35 mil personas disparando.
Para lo único que yo sería partidario de ampliar
la burocracia estatal es para abrirles espacio en el gobierno,
transitoriamente. Por ejemplo, ningún daño le haría
a la Nación tener 20 mil reinsertados como auxiliares
cívicos. Esta semana, en el Festival Vallenato de Valledupar,
vamos a tener 2.000 reinsertados como auxiliares cívicos,
ayudando en las zonas de parqueo de vehículos, ayudando
en la entrada a los escenarios, ayudando en el aeropuerto, ayudando
en las calles.
Yo creo que lo que nos han dicho en esta
ponencia tiene toda la lógica.
Y la propuesta del doctor Guillermo Perry
de ubicar esa tarea en una entidad, hay que considerarla. Yo
no sé qué tipo
de entidad. De pronto un Forec, porque un municipio de Cundinamarca
que tenga 35 mil habitantes es grande. Imagíneselo usted
todo de reinsertados, hoy que tenemos 37 mil. Administrar eso
es muy difícil. Yo creo que de pronto hay que pensar y
recoger la propuesta del doctor Guillermo Perry hacia un Forec.
El tema de la relación del sector público y el
sector privado, de la doctora Meléndez y su compañera,
sobre lo que proponen, un tribunal especializado para el tema
de competencia, el caso que citaron, lo que pasó en diferencias
de criterio entre la Superintendencia y la Aeronáutica
cuando la fusión de Aces y Avianca, yo no lo había
considerado pero ese es un tema bien importante para que lo estudiemos.
El tema de más participación del sector privado
en infraestructura. Yo creo que hay condiciones para que se dé.
Primero, hemos superado mucho litigio que había en concesiones.
De todo el litigio que teníamos en 19, 21 casos en el
sector de Telecomunicaciones, creo que nos queda uno con Alcatel.
Y se han superado todos esos litigios
en un sector o en el otro con información permanente a la opinión pública,
a los órganos de control. La instrucción que dimos
desde el principio del Gobierno es: No se firma ninguna conciliación
mientras previamente el proyecto de conciliación no se
publique difusamente en Colombia. Eso le ha dado tranquilidad
a la opinión y la tranquilidad a la opinión les
quita a los funcionarios el miedo a conciliar, derivado del juicio
fiscal inminente o de la investigación administrativa.
Creo que ahí vamos en buen camino.
Y tenemos hoy conciliadas casi todas las diferencias en las
concesiones viales.
Resolvimos el problema de la Concesión Vial de Bogotá-Villavicencio.
Hoy el concesionario tiene recibida la totalidad del kilometraje.
El doctor Juan Martín conoce bien esos detalles. Tenemos
resuelto el problema de las tres concesiones de Antioquia, superado
el conflicto de la concesión para la construcción
de la Autopista del Café, etcétera. Nos falta Commsa.
Allí, el acuerdo que se hizo con Su Majestad el Rey de
España y con el presidente Rodrigo Zapatero, es el de
buscar a través de dos amigables componedores, superar
ese litigio. El Gobierno español nombró a uno de
sus ministros y el Gobierno colombiano encomendó la tarea
de representarnos como amigable componedor al ex fiscal Alfonso
Gómez Méndez.
Hemos superado el litigio del Ferrocarril
del Atlántico.
Yo creo que allí se apuntó un gran éxito
el Ministro de Transporte, salieron los socios de la concesión,
entraron como socios de la concesión todos los carboneros,
la situación para el fisco nacional es mucho más
ventajosa y hay el compromiso de hacer unas inversiones en el
corto plazo para pasar esa concesión de una capacidad
de transportar 22 millones de toneladas de carbón al año,
a transportar 40.
Y para el año 2008-2010, deben tener ya en plena operación
la segunda línea para poder transportar 66 millones y
medio de toneladas de carbón.
Y estamos buscando el mismo acuerdo de
todos para concentrar los servicios portuarios en Santa Marta
en un solo puerto, con
la zona de arrume de carbón, bien protegida en la montaña,
para que no haya volatilidad. Entre la montaña y la playa,
transportar el carbón por un túnel y para evitar
el trasbordo en barcazas o la alternativa que sería una
banda encapsulada que afearía mucho las playas, entonces
hacer un dragado, un canal de acceso de los buques para que carguen
en la propia orilla, en la propia playa. Y todo hacerlo con el
mismo esquema de la concesión, vinculando a una sociedad
portuaria, a todos los usuarios, a todos los exportadores de
carbón.
Pero ahora nos queda una dificultad enorme.
Es el ferrocarril del Pacífico. Este Gobierno le ha invertido a esa concesión
140 millones de dólares, y no están prestando servicio
los concesionarios. Y ahora entonces nos demandaron ante un tribunal
de arbitramento. Una urgencia del Gobierno es enfrentar ese problema.
Mandó unos artículos el ex ministro Jorge Eduardo
Cook, donde me dice que ese ferrocarril, de trocha angosta y
en montaña, no es económicamente factible en Colombia.
Yo le digo a los concesionarios: ¿entonces por qué propusieron?
En que también el sector privado tiene que ayudar. Esto
no es todo del sector público. A mí me parece que
también hay la necesidad de que el sector privado en estos
casos sea más responsable.
Yo no podía llegar al Gobierno a controvertir una concesión
adjudicada por la anterior administración. A mí me
parece gravísimo que llegue un gobierno a paralizar las
obras del anterior. Yo cerré los ojos y dije: Todo lo
que tenga avanzado la administración Pastrana, sigue para
adelante. Tenga plata o no tenga plata. Aquí no se paraliza
ninguna obra por vanidades de gobierno. Y esa concesión
la encontramos adjudicada y le hemos invertido 140 millones de
dólares.
¿Ustedes se imaginan si hubiéramos invertido eso
en la doble calzada Buga-Buenaventura? ¿Dónde iríamos?
Ahí nos queda un problema muy grave.
Y veo en el TLC una gran oportunidad
para la participación
del sector privado en todo este tema de infraestructura. La noche
que presentábamos el TLC, la noche que amanecimos en la
televisión colombiana, un colombiano muy ilustre dijo:
todas esas obras que está proponiendo Uribe no se pueden
hacer. No las puede hacer un gobierno ni en un ratico, pero el
TLC fuerza a pasar del discurso a la acción, a que no
sea simplemente un objeto de discurso de campaña sino
un propósito de gobierno: obliga a hacerlas, a iniciarlas,
así eso tome mucho tiempo, y da la oportunidad de financiarlas.
Por eso digo yo que hay un círculo
virtuoso entre el TLC y esa gran agenda de infraestructura.
Y se van abriendo caminos. Miren, hace
pocos días fue
a venir la delegación del Banco del Japón que quiere
financiar el Túnel de la Línea, yo le dije al Ministro
del Transporte: no les vayas a mostrar un power point porque
se te aburren. Para esa gracia mándales un vídeo
por internet al Japón. Móntalos en un helicóptero,
llévalos a la Línea y muéstrales eso. En
efecto lo hizo, y los japoneses se entusiasmaron, y dijeron:
bueno, ahora sí vemos que Colombia lo esta haciendo, que
es de verdad y que va a tener con qué pagarlo, por el
TLC. Y entonces ya van muy adelante con el doctor Santiago Montenegro
para prestarnos lo que queda faltando de ese túnel, a
40 años, con una tasa de interés muy baja.
Yo quiero concluir con eso. Me parece
que el TLC nos crea una gran oportunidad para que el país definitivamente emprenda
toda esta gran infraestructura, con una gran participación
del sector privado, que empiece a recuperar lo que tiene que
ser la participación del sector privado en la economía
colombiana.
Los felicito por este esfuerzo, doctor
Mauricio, una muy buena conmemoración de estos 35 años, y el Gobierno estudiará estos
documentos con todo el juicio, y también buscará hacer
los aportes a la construcción de este consenso.
A todos ustedes, muchas gracias”.