Pereira, 28 abr. (SNE).- La
siguiente es la declaración
del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
luego de reunirse con los altos mandos militares y de Policía
que tienen a su cargo la investigación del asesinato de
Liliana Gaviria Trujillo, y su hermano, el ex presidente César
Gaviria Trujillo:
“Nos duele profundamente este crimen. Nos duele por la familia
del ex presidente César Gaviria. Nos duele por la hija de
la doctora Liliana. Nos duele por Pereira. Nos duele por la democracia.
A mi, particularmente me duele porque veo
la familia del ex Presidente corriendo estos riesgos en Pereira
y también pienso en mi
familia cuando yo sea ex Presidente, que reside en Medellín.
Hemos dividido el tema en tres capítulos. Primero, la investigación
del crimen. Segundo, la investigación de fallas internas
que se hubieran presentado para proteger a la familia Gaviria Trujillo.
Y tercero, la situación de orden público en Risaralda.
En cuanto a la investigación del crimen, la responsabilidad
se pone en cabeza del General Oscar Naranjo (Comandante de la Dijin). Él
tiene todo el apoyo presupuestal que se requiera. Inicialmente
hemos previsto una partida de recompensa de mil millones de pesos
para poder estimular la colaboración ciudadana, tanto como
sea necesaria, a fin de arrestar a los autores materiales y a los
autores intelectuales.
En segundo lugar, no nos podemos quedar
en el tema del crimen, hay que desmontar, de una vez por todas,
las organizaciones criminales
que siguen actuando en Pereira y en Risaralda en conexión
con Dosquebradas y Cartago.
El tema de las fallas internas. He tenido
una larga conversación
con el ex Presidente Gaviria, con la Policía, con el DAS
y encuentro lo siguiente: entre diciembre de 2004 y enero de 2005,
el entonces comandante de la Policía de acá, Coronel
Torres, quien meses después fue retirado de la Policía,
de acuerdo con lo afirmado por el General Castro (Jorge Daniel,
director de la Policía Nacional), de manera que no comprendo,
abrupta, demolió una caseta CAI que prestaba servicios a
la urbanización donde residía la doctora Liliana.
El Coronel Torres dijo en ese entonces
acá, por lo que
me acaban de decir, que eran órdenes de Bogotá. El
Presidente Gaviria habló por esa época con el General
Castro Castro y el General Castro Castro ha repetido hoy que la
Policía local tiene atribuciones para manejar y determinar
el tema de los CAI.
Esta investigación nos tiene que quedar clara. Tenemos
que mirar si hubo falla en el servicio, si hubo intención
en la falla en el servicio y si no hubo intención en la
falla en el servicio.
Pero es grave descuidar una familia de
un ex Presidente de la República, que además tiene vulnerabilidades y que
ha tenido experiencias muy dramáticas con la delincuencia,
como fue el secuestro del doctor Juan Carlos Gaviria, acá mismo
en Pereira, a manos del JEGA.
También me preocupa la circunstancia de que la doctora
Liliana Gaviria hubiera estado, aproximadamente dos meses, sin
protección de la Fuerza Pública, después se
le reestableció. Ahora se movilizaba en un carrito de la
Fuerza Pública, no blindado el carro en que se movilizaba,
un carro sin blindaje. –Nosotros tenemos que asumir toda
la responsabilidad ante la opinión pública-.
Tenía un Agente de Policía que la acompañaba
en el día, otro que cuidaba su casa en la noche. También
nos duele muchísimo que los criminales hubieran asesinado
al agente que lo acompañaba en el día.
También he recibido manifestaciones de preocupación
por la seguridad en Pereira, a los hermanos del ex Presidente Gaviria,
cuando visitan la ciudad. El DAS y la Policía tienen que
revisar eso, para proveerlos con toda la eficaz seguridad.
Entonces dos investigaciones: la investigación del crimen,
a cargo del General Oscar Naranjo. Y la investigación de
lo que pudieron ser estas fallas internas en la Policía
Nacional para prestarle el servicio de seguridad a la Familia Gaviria
Trujillo. La primera parte de esa investigación la tiene
que adelantar el General (Jaime) Vera, quien es el inspector de
la Policía. Y el General Oscar Naranjo estará permanentemente
informado al ex Presidente Gaviria sobre el avance de esta investigación.
Tercer punto, Risaralda. A partir de hoy
se ha tomado la decisión
de radicar en Pereira, transitoriamente, por el tiempo que sea
necesario, al Segundo Comandante de la Policía, al General
(Alonso) Arango. Él tiene que venir a coordinar todas las
actividades de orden público.
Y tenemos un propósito: hay que derrotar aquí lo
que queda del narcotráfico, adelantando operaciones criminales
que hacen mucho daño en Dosquebradas, en Pereira y en Cartago.
Llamo la atención sobre esto: si hay desmovilizados en
esas actividades criminales del narcotráfico, tienen que
ser judicializados de inmediato, llevados a la cárcel. Tienen
que perder, de inmediato, los beneficios de la ley.
¡
Aquí no puede haber contemplaciones! Los procesos de paz
son procesos serios y para que sean serios y creíbles, hay
que darle los beneficios a quienes los merezcan y quitarle los
beneficios a quienes reincidan.
Hay que acelerar la extinción de dominio a los lugares
de expendio de estupefacientes, ¡cuanto antes! Necesitamos
más diligencia de la Policía local y más diligencia
de la Fiscalía.
En los dos mil lugares que ya se tienen
identificados en Colombia, frente a los cuales se están recaudando las pruebas como
lugares de expendio de estupefacientes, para proceder a aplicarles
la extinción del dominio, hay varios en Pereira.
A mi me asombra saber que aquí hay un negocio diario de
300 millones de pesos en estupefacientes, eso hay que derrotarlo
y hay que derrotarlo cuanto antes. En eso, esa responsabilidad,
la tiene que asumir a partir de hoy, con el apoyo de la Fiscalía,
con el apoyo de todas las Fuerzas, el General Arango, segundo Comandante
de la Policía.
Y confío que rápidamente, con el liderazgo del General
Oscar Naranjo, podamos mostrarle a la opinión pública
casos ya cumplidos de extinción del dominio sobre sitios
de expendio de estupefacientes.
Por eso, no podemos tener más indulgencia con la dosis
personal. Porque la gente, recurriendo a comparar la dosis personal,
estimula estos centros de incubación del crimen, que son
los centros de distribución de estupefacientes.
Y, finalmente, con inmenso dolor por esta
tragedia, por el asesinato de la doctora Liliana Gaviria Trujillo,
quiero reiterar ante todos
mis compatriotas lo que dije ahora, al ex Presidente Gaviria: a
mi me duele la democracia, a mi me avergüenza que estos hechos
ocurran siendo yo Presidente de Colombia.
Hemos procurado hacer todos los esfuerzos
para que todos los actores de la política se sientan debidamente protegidos. Los voceros
de la oposición y aquellos que están de acuerdo con
las tesis del Gobierno.
Nosotros, en la Fuerza Pública, en el Gobierno, tenemos
que hacer todos los esfuerzos para entrar a llenar los vacíos,
en materia de seguridad, que se pueda presentar a algún
actor de la democracia, a algunos de los voceros de las fuerzas
políticas.
Para honra de la democracia colombiana:
ni la Policía ni
el Ejército ni el DAS ni la Fiscalía ni el Gobierno
ni el Presidente podemos fallar en aquello de darle todas las garantías,
como lo ordena la Constitución, a todos los voceros de todas
las fuerzas políticas, sean ellas críticas o afines
de las tesis de Gobierno.
Voy a trasladarme a saludar y me da dolor
hacerlo y me da vergüenza
mirarlos a los ojos, a saludar a los hermanos del ex Presidente
Gaviria y a los familiares de nuestro Policía asesinado”.