PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN
LA BASE MILITAR LARANDIA
Base Militar Larandia (Caquetá), 3 dic (SNE). El
siguiente es el saludo del presidente Álvaro Uribe Vélez
a los integrantes de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega y la Brigada
Especial contra el Narcotráfico.
“Quiero dar a todos un saludo muy respetuoso. Llevan ustedes
ya dos largos años en esta tarea. Esta tarea que busca
derrotar la presencia de los altos jefes del terrorismo en esta
región de la Patria. La salud de Colombia está vinculada
al esfuerzo de sus soldados y policías, a su sacrificio.
Cómo nos duele el asesinato de nuestros 17 soldados hace
dos días en Norte de Santander. O el accidente de la Fuerza
Aérea en un helicóptero de instrucción,
donde murieron otros de nuestros hombres.
El mandato de la Patria es la lucha ininterrumpida.
Mediando la voluntad de Dios, nada nos puede detener en el
propósito
de superar obstáculos, de mejorar la estrategia, de ser
más eficaces en la táctica y de derrotar las expresiones
del terrorismo que aún quedan en Colombia.
Nuestra Patria ha tenido un terrorismo
muy rico, y protegido por sectores de la política. Nuestra Patria por primera
vez en campo fértil para una política con toda
la determinación que derrote el terrorismo.
En el pasado no permitía. Cuando aquí un gobierno
emprendía la tarea de enfrentar el terrorismo, inmediatamente
lo interferían. No va a ocurrir con el nuestro. Desde
la madrugada del 8 de agosto de 2002, emprendimos, sin perder
un segundo, la tarea de derrotar el terrorismo. Estaba enseñoreado
de Colombia. Colombia estaba dividida en un poder formal y de
apariencias. En un poder que no era poder, y en un poder real
y de fondo, que era el terrorismo, que, a su vez, en sus diferentes
expresiones se dividía el territorio de la Patria.
La ciudadanía no alcanzaba a ser defendida por el sector
estatal, que apenas era un poder de apariencias. En cambio el
terrorismo maltrataba y sometía totalmente a la ciudadanía.
Las cosas, para bien, han venido en el proceso de invertirse.
Hoy el poder real del Estado está recobrado en la Fuerza
Pública, en la administración de justicia. Y los
criminales están en escondites, los criminales están
huyendo o permanecen cobardemente escondidos.
Pero esta tarea tiene todavía 44 meses para culminarla
bien, para dejar a la Patria libre de todas las expresiones del
terrorismo. En este primer domingo de diciembre, en compañía
del señor Ministro, de los Altos Mandos, hemos querido
venir a visitarlos, a agradecer los esfuerzos de mi General (Gilberto)
Rocha, durante el tiempo que dirigió la operación
Omega y a estimular los esfuerzos que, ahora con más responsabilidad,
con la responsabilidad de Comandante, debe emprender mi General
(Alejandro) Navas.
Vamos a ganar. La victoria sobre el terrorismo
tiene muchos enemigos en la política, muchos enemigos que desorientan
opinión. Pero la victoria sobre el terrorismo tiene un
gran amigo: el corazón del pueblo colombiano.
La victoria sobre el terrorismo tiene
muy preocupados a los defensores históricos de las guerrillas, tiene muy preocupados
a quienes encontraron en el paramilitarismo una causa criminal
para lucrarse de ella. La victoria sobre el terrorismo tiene
muy preocupados a quienes no se atreven a confesarse proguerrilleros,
pero que todos los días, de una u otra manera, defienden
a la guerrilla. La victoria sobre el terrorismo tiene muy preocupados
a quienes habían encontrado en el paramilitarismo un negocio,
una manera ilícita de escalar en la vida colombiana.
Pero la victoria sobre el terrorismo
tiene contento al pueblo, a las grandes mayorías de
colombianos. Por eso, mediando la voluntad de Dios, nada nos
va a detener en esta tarea.
Que este primer domingo de diciembre,
sea un domingo de ratificación
de la voluntad de acabar con todas las expresiones y los nidos
del terrorismo en nuestra Patria.
Aquí, hace cinco años, los analistas decían
que ya se estaba a espera de que la guerrilla finalmente derrotara
al Ejército y asumiera el control sobre el territorio
de Colombia de manera formal. Pues bien, eso fue lo que evitamos.
Lo que evitamos fue la toma guerrillera del poder y lo que evitamos
fue la división de la Nación entre criminales.
Porque Colombia, por la manera como había avanzado el
terrorismo, por la manera cobarde como la política no
había sido capaz de enfrentarlo, por la manera cobarde
como los gobiernos permitieron que avanzara el terrorismo, Colombia
estaba siendo dividida entre poderes criminales.
Parte de la Patria parecía escriturada ya a la guerrilla,
y la otra parte parecía escriturada ya a los paramilitares.
Hoy de nuevo la Patria está escriturada a la Constitución,
a la Ley. Hoy de nuevo la Patria está escriturada a la
prosperidad, a la construcción de equidad. Y para formalizar
esto definitivamente falta la victoria militar de fondo, que
con victorias de todos los días la vamos a conquistar,
la vamos a perfeccionar.
Hoy el empleo depende de la inversión, la inversión
depende de los soldados y policías de la Patria. Hoy la
construcción de equidad, la superación de la pobreza,
depende de que haya transparencia.
La derrota de la corrupción depende de la voluntad del
Gobierno, de los soldados y policías de la Patria y de
la administración de justicia.
Hoy la superación de pobreza depende de que haya una
economía próspera, solidaria, en caminos de equidad.
Y eso a su vez depende del éxito de los soldados y policías
de la Patria.
Siempre se pensó que era el manejo de la economía
la variable más determinante en la prosperidad o en las
malas horas de los colombianos. La realidad ha demostrado que
es la tarea exitosa de los soldados y policías en la lucha
contra el terrorismo, la variable más determinante para
que la Patria viva en prosperidad, para que la Patria supere
la pobreza, para que la Patria construya equidad.
Es hora de victoria. Hace cuatro años no podíamos
sustentar la política de seguridad en cabecillas. Enfrentar
60 mil terroristas diseminados por todo el país, ricos,
protegidos por complicidades de la política o por el temor
de la política, era una tarea que parecía imposible.
Hemos avanzado mucho. Los grandes tentáculos del terrorismo
están a descubierto, los grandes tentáculos del
terrorismo están identificados, los grandes tentáculos
del terrorismo los hemos empezado a minar. Ahora vamos en procura
de acabar con quienes son cabecillas de estos grupos.
El país se dividía entre sonrisas, abrazos y silencios
pusilánimes frente a los jefes de las Farc. También
había la división entre temores, consideraciones
de Estado de necesidad, complicidades dolosas frente al paramilitarismo.
Hoy las grandes mayorías populares están en pie
de lucha, para que el país derrote lo que queda de guerrilla
y acabe definitivamente con el paramilitarismo. Esa es la tarea
de ustedes, los soldados y policías de la Patria. Papel
fundamental tiene que cumplir esta Fuerza Omega.
Y la tarea nuestra es apoyarlos sin declive,
impidiendo que la guerra política, que es una expresión
de la guerra sucia, le haga fracasar a Colombia esta posibilidad
de
la derrota del terrorismo.
Estamos advertidos de que la guerra sucia
es una expresión
de la guerra política, que cada vez que ha habido amenaza
institucional contra el terrorismo, se lanza en Colombia con
toda fiereza.
Y estamos advertidos de la necesidad
de coraje para resistirla, la determinación para que no afecte nuestra tarea de gobierno
y de apoyo a la justicia y la institucionalidad armada, para
que esa guerra política finalmente tenga que entender
que aquí, mediando la voluntad de Dios, hay un propósito
inclaudicable, que mediando la voluntad de Dios, nada lo va a
detener: la derrota del terrorismo.
Un saludo lleno de afecto a ustedes y
un saludo para que todos vayamos sintiendo que, con abnegación y lucha, la Patria
está en los preámbulos de una gran victoria definitiva
contra el terrorismo.
Muchas gracias a todos, apreciados soldados,
suboficiales, oficiales y altos comandantes”.