Bogotá, 4 dic. (SNE).- La Corporación del Río
Grande de la Magdalena (Cormagdalena ) entregó la concesión
portuaria fluvial de Capulco, en el municipio de Gamarra, departamento
del Cesar, a la Sociedad Portuaria Carbones del Carare S.A..
La concesión será por 30 años y su objetivo
es el uso y goce en forma temporal y exclusiva de una zona de
uso público y un área adyacente sobre la ribera
derecha del río Magdalena, a 4,8 kilómetros aguas
arriba del casco urbano del municipio de Gamarra, en el departamento
de Cesar.
Al concesionario se le entrega la infraestructura
existente de propiedad de Cormagdalena en el sitio conocido
como Puerto
Capulco. Allí la Corporación terminó inversiones
cercanas a los mil millones de pesos en la compra de los terrenos
a Ferrovías en Liquidación, y en obras de remodelación
de sus instalaciones.
Cormagdalena explicó que la concesión implica
el pago de una contraprestación de $1.335 millones, recursos
que ingresarán a la Corporación.
La Sociedad Portuaria Carbones del Carare S.A. tiene planeado
transportar la carga a lo largo del Magdalena, en convoyes conformados
por un remolcador que empuja varias barcazas o planchones de
diferentes capacidades de carga.
Los convoyes transitarán en forma permanente
entre Puerto Capulco y Cartagena, realizando cuatro viajes mensuales
cada
uno. El cargue se realizará en el Puerto de Capulco
a relación de mil toneladas por hora. El remolcador
de apoyo operará siempre en el Puerto, atendiendo
las maniobras de cargue y conformación de convoyes.
El modelo de operación
planteado con convoy alterno y remolcador de apoyo hará más
eficiente el uso de las instalaciones del puerto.
La operación del puerto generará aproximadamente
45 empleos directos y alrededor de 120 indirectos, que en su
mayoría serán ocupados por habitantes locales,
con una proyección de 2 millones de toneladas de
carbón movilizadas al año, tanto del sur del Cesar
como de Santander.
EL PUERTO
Puerto Capulco es estratégico para el país porque
no presenta limitaciones de calado hasta Cartagena y Barranquilla,
y también porque por este punto saldrá el carbón
proveniente de las minas de Norte de Santander que actualmente
es exportado a través del Lago de Maracaibo (Venezuela)
y cuyo transporte ha sido suspendido en varias ocasiones.
Los Ferrocarriles Nacionales de Colombia
comenzaron a operar en 1964 el denominado muelle de Capulco,
para atraer la carga
de los puertos marítimos de Cartagena y Barranquilla,
que no tenían acceso al sistema férreo.
El lugar fue escogido estratégicamente desde el punto
de vista hidráulico, ya que es un sector del Magdalena
donde es posible la navegación prácticamente todos
los días del año, siendo también el primer
puerto del ferrocarril del atlántico en donde se podían
conectar fácilmente el río y la vía férrea.
Con el fin de reactivar la utilización del Puerto de
Capulco y colocarlo en condiciones de utilización, dada
su importancia para el transporte de carga por el río
Magdalena, Cormagdalena ha ejecutado una serie de inversiones
para la compra de predios a Ferrovías en Liquidación
y para su remodelación.
Según el Ingeominas, la producción carbonífera
pasó de 52 millones de toneladas a 57 millones al finalizar
el año 2005. El departamento de Norte de Santander, que
exporta 1,5 millones de toneladas de carbón al año,
junto con el departamento de Boyacá quienes acostumbran
a exportar a través del Golfo de Maracaibo en Venezuela,
han implementado una opción de salida al mercado internacional
a través del río Magdalena hasta los puertos de
Santa Marta, Barranquilla y Cartagena.
El Puerto de Capulco por sus ventajas
geográficas, está llamado
a ser el mayor receptor del carbón del interior del
país
para su posterior entrada al mercado internacional y el río
Magdalena presenta buenas condiciones para el transporte de
carbón,
dado que para mover un volumen de 7.200 toneladas se puede
hacer en un convoy compuesto por un remolcador y seis botes
o planchones
de 1.200 toneladas cada uno, mientras que por el modo férreo
se requiere de 8 trenes que en su conjunto tengan 206 vagones
de 35 toneladas de capacidad cada vagón, y por el modo
carretero se requiere de 240 tracto mulas con capacidad de
35 toneladas cada una, además de una mayor contaminación
ambiental.