PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN LANZAMIENTO
DEL PROGRAMA “AGRO: INGRESO SEGURO”
Bogotá, 13 dic (SNE). Las
siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez durante el lanzamiento
del programa “Agro: Ingreso Seguro”.
“Primero, quiero felicitar al Ministro
(de Agricultura, Andrés
Felipe Arias), al Congreso y al sector agropecuario, por haber
logrado esta gran concertación. Yo creo que es una noticia
muy buena para el país.
El Ministro ha hecho una exposición muy didáctica,
pienso que hay que repetirla en todo el país. Alguien
decía que solamente cuando uno está cansado de
repetir, empiezan a escucharlo. Y estimularla, Ministro, con
el ejemplo.
En febrero o marzo, qué sé yo, cuando ya haya algunos
hechos, difundir muy bien esos hechos que se vayan dando: que
unos créditos con este subsidio, que el 15 por ciento
a este proyecto de asistencia técnica pero con certificado
de calidad, que este ICR (Incentivo de Capitalización
Rural), que estos pequeños campesinos a quienes hay que
atender mínimo con el 40 por ciento de los recursos, que
en buena hora lo dice la ley.
Nada mejor para un gran proyecto que ir cumpliendo metas parciales.
Pienso que la mejor pedagogía va a ser difundir muy
bien cada meta parcial, para que eso vaya animando a todos
los compatriotas en este proceso de recuperación del
campo colombiano.
Quiero agradecerles a todos los que trabajaron en el TLC. A los
ministros, que les falta un trabajo todavía muy grande
en los dos Congresos, en nuestra Corte Constitucional, en la
implementación. A Hernando José (Gómez),
quien ha sido el director del Equipo de Negociación.
Y en medio de las discusiones del TLC, surgió esta idea,
que yo creo que va a ser un esfuerzo bien importante para el
país. Y en buena hora, porque la Ley todavía no
ha completado su proceso de aprobación en el Congreso.
Pero estamos seguros que, de manera diligente, en las sesiones
de marzo o antes, porque tendré que convenir con los directivos
del Congreso y los ministros una citación a ésta
para algunos temas.
Por ejemplo, no tendría presentación que en enero
el Congreso de Estados Unidos esté estudiando el TLC y
nosotros no. Nosotros afanados por tener el TLC y el Congreso
de Estados Unidos trabajando y algunos bregando allá que
no se apruebe, y nosotros aquí en vacaciones. Entonces
vamos a tener que hacer ese esfuercito, y la verdad es que allí podríamos
también incluir en esa convocatoria la Ley ‘Agro:
Ingreso Seguro’, para redondear su aprobación.
Pero quiero agradecer al Ministro, a mis compañeros de
gobierno, todos, y al Congreso, la buena visión de haberle
anticipado un año a la Ley ‘Agro: Ingreso Seguro’,
incluyendo todos sus instrumentos, en la Ley de Presupuesto de
2007.
2007 será el año para estrenar ‘Agro Ingreso
Seguro’, porque no obstante que faltan unos debates para
aprobar la Ley, el presupuesto nacional de 2007 incluye sus instrumentos.
E incluye 400 mil millones para una ley que deberá tener
mínimo, en dinero constante, a partir del 2008, incluido
el 2008, 500 mil millones. O sea que 2007 será un año
experimental muy importante.
Yo creo que la explicación del Ministro ha sido prolija,
tendremos oportunidad de escucharla en muchos sitios del país.
Yo veo con entusiasmo el futuro agrícola colombiano, la
combinación de varios elementos. El apego de los colombianos
a la tierra se ha reeditado ahora que la seguridad empieza a
dar sus frutos. Yo creo que tuvimos nubarrones. Esa incursión
expropiatoria del narcotráfico hizo mucho daño
y nos empezó a cambiar una economía agropecuaria
productiva por una economía agropecuaria especulativa,
de concentración. Afortunadamente hay toda la decisión
de la extinción de dominio.
Yo creo que el tema de orden público, en la medida que
lo vayamos superando, y allí donde se ha venido superando
ha demostrado cómo los colombianos quieren la tierra,
y la quieren para producir.
Cuando a mí me dicen: ‘hombre, es que en el Sur
de Bolívar una hectárea valía 200 mil pesos
y hoy vale dos millones, está muy cara’.
Y digo yo: ‘¿por qué está cara? ¿Han
entrado narcotraficantes?’.
‘
No, antes allá están combatiendo la droga’.
‘¿Entonces por qué está cara?’.
‘
Pues, porque como está trabajando la Fuerza Pública
y hay unos proyectos de palma y la gente se entusiasmó a
sembrar de nuevo, eso se ha encarecido’.
Y digo: ‘pero, qué bueno, qué bueno’.
Eso demuestra que aquí hay una gran vocación por
el campo, y yo creo que la seguridad, más estos instrumentos,
producen un efecto combinado muy interesante.
Y lo otro que está pasando, ya lo decía el Ministro,
es: se ha resucitado la esperanza para una serie de productos
del campo. Hace cuatro años era muy difícil pensar
en que Colombia podía sembrar una hectárea más
de caña. No se le veía futuro.
La verdad hoy es que, con la transformación ya de un hectariaje
importante de producción de azúcar a producción
de etanol, con los nuevos proyectos que hay en el Valle del Cauca,
con lo que está pasando en otros países que tenían
sus mercados muy cerrados a la importación de azúcar,
y que en alguna forma van a tener que abrir, aumentar las cuotas
a sus proveedores, porque en esos países se está reorientando
la caña o las otras fuentes de azúcar hacia la
producción de etanol, yo creo que son productos que empiezan
a pasar de la desesperanza a una gran esperanza.
Hace pocos días nos enteramos –para mí fue
una grata sorpresa–, que el maíz que estaba a 120
dólares en el mercado internacional se subió a
180, porque hay una gran reorientación del maíz
hacia el etanol. Hay que pensar, pues, hoy en una agricultura
para la producción de energía.
Y ha ocurrido otra cosa buena: es el aumento del consumo de alimentos.
Cuando me reúno periódicamente con Fenalco, con
su Director, pues él me dice: ‘mire, este año
el comercio va a crecer un 15 por ciento en unidades reales’.
Yo digo: ‘sí, pero’.
Enseguida me dice: ‘es que el país vendía
60 mil vehículos al año hace cuatro años,
y este año vende 200 mil’.
Yo le digo: ‘sí, pero’.
‘
Es que el país tenía un mercado de 60 mil motos
hace cuatro años, y este año es de 400 mil’.
Yo le digo: ‘sí, pero’.
Entonces él sigue contándome que se vendían
tantas neveras y este año tantas más.
A lo único que no le pongo el pero es cuando me dice: ‘hay
un crecimiento en el consumo de alimentos del 7 por ciento’.
Eso sí es muy importante para ir midiendo las tendencias
sociales de la Nación. Porque cuando aumenta la compra
de vehículos pero no crece el consumo de alimentos, se
da razón a que se diga: no se está haciendo nada
para que el país supere la pobreza. Y finalmente todos
los esfuerzos de crecimiento económico son esfuerzos de
superación de pobreza y esfuerzos de construcción
de equidad.
Pero cuando ya vemos un crecimiento del consumo de alimentos,
sostenido en varios semestres, del 5 – 7 por ciento,
ya nos entusiasma mucho.
Y eso no quiere decir que los más pudientes le estén
echando una yuca más al sancocho o un ñame más.
Eso es consumo de los sectores populares de la Nación,
que es lo que nos trae un gran aliciente.
Yo veo, pues, con entusiasmo el futuro del campo colombiano.
Hay que trabajar mucho.
Ayer me reunía con representantes del Caquetá,
del Guaviare, y me decían: ‘el Caquetá tiene
empresarismo, pero tiene empresarismo ganadero, lechero, no tiene
empresarismo agrícola. El Guaviare no tiene empresarismo’.
Entonces no nos basta con los instrumentos macroeconómicos
o con algunos instrumentos micro, sectoriales. Hay que hacer
un esfuerzo de trabajo en la base social de la Nación
muy grande.
Yo le decía ayer al Ministro: ‘tienes que mirar
con los secretarios de Agricultura de esos departamentos, con
las ONG’s, con los gremios, cómo se organizan esas
cooperativas de productores y cómo las estimulamos y potenciamos’.
Qué bueno que rápidamente el país empezara
a ver sembrar palma africana en el Guaviare, sin tumbar selva,
que el Estatuto Forestal no lo permite, pero en todo lo que es
tierra de sabana. Qué bueno avanzar en proyectos de silvopastoreo
con madera. Qué bueno empezar a ver que esa ganadería
tan importante del Caquetá, donde se producen 500 mil
litros de leche al día, se combine con silvopastoreo y
también se mezcle o haya unos lotes grandes, unas extensiones
importantes en palma africana. Allí hay que hacer unos
esfuerzos muy grandes.
Porque a estos instrumentos les llegan los organizados. Pero
hay un gran sector, un gran universo de propietarios del campo
colombiano que no están organizados. Todavía
están asustados por la violencia, todavía no
saben para dónde van, y por eso hay que llegar allí con
los gremios, con las secretarías de Agricultura, con
el cooperativismo, a organizarlos, a llevarlos de la mano,
a orientarlos y a entregarles estos instrumentos. Pienso que
la agenda del Congreso de la República le va a ayudar
mucho a la Nación.
Quiero darles las gracias a los congresistas, y se las repetiré todos
estos días, y creo que vale la pena una alocución,
para hacerle a la Nación un resumen de la agenda legislativa,
que es muy importante.
Miren: para el tema agropecuario, allí hay unas respuestas
excepcionalmente positiva. Dejemos a un lado la ley ‘Agro:
Ingreso Seguro’, dejemos a un lado la Ley de Tierras. ¿Cómo
se llama, senador Julio? Desarrollo Rural. Esa tiene dos instrumentos
muy importantes: tiene la creación de un impedimento para
que no haya prescripción adquisitiva de tierras, de las
cuales hayan salido desplazados. Es muy importante. Y tiene otro
elemento social muy importante: aquellas tierras improductivas,
que la Nación las pueda comprar por el avalúo catastral.
Yo creo que eso ayuda muchísimo.
Dejemos a un lado la Ley ‘Agro: Ingreso Seguro’,
el anticipo, que es la ley presupuestal de 2007 y esta nueva
ley, que me decía la señora Presidente del Senado
que cree que se apruebe esta tarde en el Senado. Sería
muy bueno.
Miremos otros elementos que quedan para el campo en la agenda
que ya está próxima a aprobarse y que confiamos
que, en los primeros minutos del amanecer de mañana,
queden aprobadas las conciliaciones que se requieren.
Por ejemplo: madera. El país perdió la dinámica
de reforestación por una reforma tributaria. Yo recuerdo
que había unos departamentos líderes en esa reforestación:
Antioquia y Valle del Cauca. Y se aprobó una reforma tributaria
hace un buen rato y ese día perdió el país
la dinámica de la reforestación.
Nosotros trajimos unos elementos transitorios. ¿Qué es
lo bueno? Que ahora quedan en una ley de vigencia indefinida
todos esos instrumentos presentes.
Por ejemplo, la exención tributaria a los ingresos de
los cultivos forestales. Por ejemplo, una deducción hasta
del 30 por ciento del valor de la inversión a una compañía
o una persona natural que invierta en reforestación. Si
alguien tiene un almacén de motos exitoso, y de su renta
líquida gravable o de sus ingresos va e invierte en una
reforestadora, puede hacer una deducción.
Y esos dos elementos tributarios, de gran importancia, se combinan
con el Estatuto Forestal, que le dio muchísima tranquilidad
a los reforestadores. Allí tenemos que hacer un gran
esfuerzo.
Chile genera exportaciones de madera y derivados de 3 mil millones
de dólares al año, nosotros no. Allá tienen
2 millones 800 mil hectáreas de bosque comercial. Nosotros,
con mucho mayor potencial, 211 mil – 220 mil.
Por fortuna, hay entusiasmo reforestador en el país y
están llegando capitales. Fui informado del capital chileno,
que está comprando en el norte de Antioquia 40 mil hectáreas
para reforestar.
Yo le he dicho al Ministro: mucho mejor que las compren, es que
hagan acuerdos de contratos de participación con los
dueños de la tierra. Ya hay 9 mil hectáreas sembradas
del convenio de propietarios de tierras y el fondo de capital
de riesgo de Finagro, entre el Magdalena y el Cesar. Y hay
recursos todavía para sembrar otras 1.700.
Y veo que hay un hervorcito importante reforestador en el país
y en la comunidad internacional para venir a Colombia.
Yo les preguntaba a los chilenos: ‘¿ustedes por
qué quieren sembrar árboles en Colombia?’.
Y me decían: ‘porque prácticamente en Chile
no tenemos más en dónde sembrar, porque una hectárea
en Colombia produce el doble de metros cúbicos de madera
al año que en Chile, porque Colombia está cerca
de todos los mercados, porque el Caribe no tiene madera y la
fuente para alimentar el Caribe será Colombia, porque
Estados Unidos va a necesitar mucha madera comercial, México
necesita mucha madera comercial, y el gran origen para proveer
a México puede ser Colombia. Allí tenemos todas,
todas las posibilidades.
Lo de palma africana, cultivos de tardío rendimiento,
cacao u otros. Quedan con vigencia indefinida, en esta aprobación
del Congreso, las exenciones. Eso es de gran importancia.
Los estímulos a las energías alternativas: quedan
en su totalidad.
O sea que el agro colombiano, cuando se aprueben las conciliaciones
al amanecer de mañana, queda con un marco tributario
muy importante.
Y déjenme agregar allí un punto, idea del doctor
(José Félix) Lafourie (presidente de Fedegan).
A mí no me gusta discutir las buenas ideas sino aplicarlas. Él
me llevó una exposición muy larga y le dije: ‘ahórrese
la exposición, déme la idea’. Y nos pusimos
a sacarla. Y el Congreso y el Ministro de Hacienda la entendieron
y se la han aprobado.
Los contribuyentes colombianos, incluido el año entrante,
eso será para la declaración de renta del 2008,
pero lo pueden aplicar en el 2007, pueden deducir de su renta
el uno por ciento para llevarlo a sociedades anónimas
cuyo objeto sea el sector agropecuario, que estén en bolsa.
Y con unas condiciones de democratización, que fije el
Gobierno en decretos reglamentarios.
Seguramente esas sociedades no existen. Yo creo, y voy a aprovechar
esta reunión, creo que es la última en el año
con los gremios del sector agropecuario, para pedirles: creen
esas sociedades. Doctor Rafael (Mejía, presidente de la
SAC), doctor (Jorge Enrique) Bedoya (presidente de Fenavi), doctor
José Félix: creen esas sociedades.
Y hagamos un esfuerzo de publicidad para que los contribuyentes,
entre enero, marzo, mayo, junio, que estén en las declaraciones,
sepan que hay unas sociedades y sepan para dónde pueden
orientar esos recursos. Si esperamos que otras personas distintas
al sector agropecuario, las creen, de pronto no nacen y se pierde
el instrumento.
Yo le pediría al Ministerio de Agricultura hacerle un
gran seguimiento, con los gremios, para que esas sociedades nazcan.
Entre otras cosas, no había saludado al doctor Solano,
que por aquí también lo veo, y al doctor Roberto
Hoyos, son sectores que han sufrido mucho con la revaluación:
flores y banano.
Entonces, creen esas sociedades. Esas sociedades no las crea
el Gobierno. No las crean aquellos que no estén vinculados
directamente al campo. Yo tengo fe que las creen ustedes, que
son los líderes gremiales del campo colombiano. Eso
va a ayudar muchísimo.
El conjunto de normas que está aprobando el Congreso es
un conjunto muy bueno. Yo diría que la reforma tributaria
tiene estas características:
Primero, los colombianos que tenían preocupaciones por
la extensión del IVA a la canasta, estén tranquilos,
que no se hizo. Los colombianos que tenían preocupaciones
porque se pudieran gravar los ingresos laborales, estén
tranquilos, que no se hizo.
La reforma tiene una gran virtud: yo creo que se convierte en
el estatuto de promoción de inversión y de empleo
más importante, aprobado desde el Gobierno de Alberto
Lleras Camargo en Colombia. Siendo ministro Hernando Agudelo
Villa, y es bueno mirarlo, doctora Carolina Rentería,
en la historia económica del país de todo el
siglo pasado hasta la fecha. Yo creo que desde el Ministerio
de Hacienda del doctor Hernando Agudelo Villa, en la administración
de Alberto Lleras, no se aprobaba un estatuto tributario tan
profundamente benéfico para la inversión y para
el empleo, como éste.
Ya les dije algunas cosas del sector agropecuario. Mirémoslo
en general. No solamente se rebaja la tarifa de renta. Quien
menos interés tenía en la rebaja de la tarifa de
renta, era yo. Porque a mí me parece que uno no puede
rebajar la tarifa de renta para igualar a los que no hacen esfuerzos
con los que hacen esfuerzos. Hay es que crear estímulos
en favor de los que crecen.
¿Saben en cuánto queda la deducción por inversiones
generadoras de renta? En el 40 por ciento. El que haga una inversión
de 100 pesos, puede deducir de su renta gravable 40 pesos. Si
los ingresos de esa empresa son apenas de 20, deduce 20, y en
los años siguientes, sin límite de tiempo, puede
deducir los otros 20. Si reparte utilidades, ya esa deducción
no se cobra como impuesto en cabeza del accionista. Eso es importantísimo.
El país apenas va a empezar a mirar, una vez se publicite
bien esto, lo que ha venido aprobando el Congreso. Díganlo
sin miedo, apreciados congresistas, señora Presidente:
desde la administración de Alberto Lleras, no había
en Colombia un estatuto tributario tan estimulante de la inversión
y del empleo, como éste.
Una empresa nueva puede llevar el 40 por ciento de su capital
inicial a pérdidas. Y si no tiene ingresos para absorberlo
el primer año, puede ir absorbiendo esas pérdidas,
paulatinamente, en los años siguientes, sin límite
de tiempo.
Para no hablar de otros sectores, que quedan allí muy
beneficiados, como el sector turístico, la sísmica,
las actividades para buscar combustibles en nuestro país,
etcétera.
Eso hay que aprovecharlo y difundirlo muy bien. Porque cuando
algunos estímulos con alcance transitorio los aprobamos
hace tres años, yo preguntaba en muchas reuniones con
patriotas si los conocían, y no los conocían, y
no los utilizaban. Yo creo que tenemos que aprender de esa experiencia,
y hacerle mucha difusión.
Sumamente buena la ley de insolvencia, para tener en el largo
plazo algo, sin límite de tiempo, que sustituya la Ley
550 y que permita la recuperación de empresas que caigan
en estados de iliquidez.
Sumamente buena la reforma a la seguridad social, en lo cual
ha tenido especial liderazgo la señora Presidente del
Congreso de la República. Era yo Gobernador de Antioquia,
y ella se desempeñaba como Secretaria de Salud del Valle
del Cauca del entonces gobernador Germán Villegas, y
desde entonces mostraba todo el interés por mostrar
estos grandes cambios en el país.
Esa Ley va a ayudar muchísimo a que cumplamos la meta
de plena cobertura en salud con buena calidad para el año
2010. Los empleadores colombianos hacen un gran esfuerzo, porque
para financiar la salud se recarga ahí medio punto de
cotización, exclusivamente en los empleadores.
Y la integración vertical se limita al 30 por ciento.
En estos días me decían: ‘bueno, pero si
una EPS tiene clínicas propias que superen el 30 por ciento
de lo que esa EPS compra en servicios, ¿qué le
va a tocar hacer?’. Vender esa diferencia. Yo creo que
el país se está organizando y habrá mucha
asociación médica que la quiera comprar, y eso
está bien, y se les da un año de plazo.
Pero no me voy a referir ahí a otras normas de esa ley,
que son muy importantes y que el sector agropecuario nos va a
tener que ayudar para lograr plena cobertura de seguridad social
en el campo colombiano.
Es muy importante la ley de Ecopetrol. Miren, todo ese debate
uno lo puede responder de la siguiente manera, con unas cositas
muy elementales: no es venta, sino crecimiento de la empresa.
¿Ese crecimiento para qué es? Ese crecimiento es para invertir
en la empresa y buscar petróleo y explorar, y explotar
unos crudos pesados que el país tiene más o menos
identificados y que no había explotado en el pasado porque
era caro explotarlos. Hoy, dadas las condiciones del precio internacional
del petróleo, es económico explotar esos crudos
pesados.
Es mucho mejor tener una Ecopetrol explotando petróleo,
produciendo, que una Ecopetrol seca y quebrada. Es mejor para
los colombianos ser dueño del 80 por ciento de una Ecopetrol
próspera, que del ciento por ciento de una Ecopetrol en
bancarrota, en picada.
Toda la duda de por qué esa inversión. Miren, uno
tiene que pensar que estuviera en una situación contraria: ¿qué tal
que en este país no hubiera confianza inversionista, y
nosotros capitalizar el 20 por ciento de Ecopetrol y que no tuviéramos
quien hiciera esa capitalización? Demos gracias a mi Dios
que hay esa confianza inversionista. ¿Qué tal que
no la tuviéramos? Eso sí sería para llorar.
Entonces un país que la tiene, no puede negarse esta oportunidad.
Yo tengo la certeza, el pálpito, de que esa capitalización
de Ecopetrol puede quedar en un alto porcentaje o en un ciento
por ciento, en manos colombianas.
Le decía ahora al Ministro que para estimular todo este
proceso democratizador, en un país que necesita proyectos
de inversión, en la venta propuesta de las electrificadoras
se hiciera lo siguiente: se podrían vender en dos etapas.
Una primera etapa para venderle un porcentaje a un socio mayoritario,
serio, que fuera una especie de socio operador, y el resto venderlo
en un proceso democratizante a inversionistas colombianos y a
los colombianos en general, como en aquella oportunidad se hizo
con ISA. Eso lo miramos con mucho entusiasmo.
Sé que va a haber debate en los meses que vienen, porque
se ha aprobado en los primeros cuatro debates y necesita otros
cuatro el acto constitucional de transferencias. Pero yo creo
que es equilibrado y finalmente sale más ventajoso para
las regiones, mucho más de lo que se podría esperar.
Por eso les voy a pedir a los colombianos que me ayuden a cimentar
en la conciencia pública el apoyo a esas transferencias.
A ellas subyace una idea: está bien estimular la descentralización,
pero sin arruinar a la Nación.
¿Para qué arruinamos a la Nación? ¿Para no
poderles cumplir a las regiones? ¿Para no poder financiar
estos proyectos?
Una cosa buena es que el Congreso va a estudiar a tiempo, simultáneamente,
el Plan de Desarrollo y el segundo período legislativo
de transferencias. Entonces ahí el Congreso va a tener
que ver, por un lado, cómo le piden al Gobierno Nacional
y, por otro lado, hasta qué punto le quitan.
Porque todo el mundo le pide al Gobierno Nacional, y por eso
no lo pueden arruinar. Que 500 mil millones para la Ley de ‘Agro:
Ingreso Seguro’, que las vías de competitividad,
que 800 mil millones para desplazados, que una cosa y que la
otra.
Y creo que las regiones salen bien. Lo aprobado en la Cámara,
donde el Gobierno le entregó al Congreso todo lo que le
podría entregar y que hoy empieza a tener unas críticas,
porque algunos creen que se fue generoso.
Por ejemplo, en el año 2008 las transferencias aumentarán
para las regiones en inflación más cinco, porque
estaba previsto inflación más cuatro, y a última
hora hubo que introducir un punto adicional para educación,
que debe tranquilizar a todos los profesores del país.
Y si la economía crece por encima del cuatro, todo ese
crecimiento adicional se refleja en favor de las regiones. Y
si no crece lo suficiente, no se le recorta a las regiones. Yo
creo que se ha dado un paso muy bueno.
Carolina, ¿cuándo dan ustedes la cifra definitiva
de crecimiento del penúltimo último trimestre,
a septiembre? Los anticipos son halagadores, de que el país
se puede poner a crecer en una senda muy importante.
Bueno, yo quiero animar al sector agropecuario. Ahora cuando
pasaba aquí el Presidente de los cerealistas me decía
que se espera un año de maíz y cereales mucho
mejor. En los dos últimos años no ha habido problemas
para absorber las cosechas, pero sí unos precios que
atemorizaron la gente. Ojalá ahora sea mucho mejor.
Creemos esas sociedades. Las sociedades Lafourie. Le va a tocar
desde la Federación de Ganaderos crear la primera, ya
que usted me metió en ese cuento. Y como dicen en su
tierra, tú te metiste, tú te sales. Doctor José Félix,
entonces con eso hay que salir adelante.
Y quiero desear a todo el sector agropecuario de la Patria, Feliz
Navidad, un Feliz 2007.
Y lo que hay que hacer en materia de orden público, pues
se los dijo, con los bríos de la juventud, el Ministro
de Agricultura, que es un adjunto de defensa. A todos, muchas
gracias”.