PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE DURANTE REVISIÓN A OBRAS DEL PLAN 2.500
Bogotá, 9 feb (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, durante la reunión
de seguimiento de las obras del Plan 2.500 que se adelantan en
los departamentos Cundinamarca, Amazonas y San Andrés.
“En primer lugar quiero expresar a los periodistas de mi
Patria, desde este recinto de la Gobernación de Cundinamarca,
una felicitación muy especial en el Día del Periodista.
Bastante difícil es hacer periodismo en una Patria que ha
estado tan afectada por la agresión terrorista.
Uno de los propósitos fundamentales de la política
de Seguridad Democrática, es rescatar la plena seguridad
para los periodistas de la Patria, para que ellos puedan cumplir
ese deber sin presiones, sin coacciones, en total disfrute de garantías
efectivas y de la libertad.
Nos reunimos hoy para examinar en Cundinamarca, Amazonas y San
Andrés, este Plan de infraestructura tan importante para
Colombia. Si al Plan 2.500, que pavimenta alrededor de 3.200 kilómetros,
le sumamos lo que ha podido hacer el Gobierno, en medio de tanta
restricción fiscal, en pavimentos, las dobles calzadas que
están avanzando, los avances de los Transmilenios en muchas
ciudades colombianas, vemos que es un Plan de infraestructura sobre
el cual no había mucha esperanza y que se consolida quizá como
el más ambicioso y grande de la historia de Colombia.
Arbitrar los recursos no ha sido fácil. Hay que gastarlos
con todo esmero, con toda delicadeza, El Gobierno Nacional se demoró mucho
tiempo para poder concretar este Plan, por razones financieras
y por falta de proyectos. Una nación con un altísimo
déficit, con un altísimo endeudamiento y falta de
proyectos adjudicados.
Queremos hacerle un seguimiento riguroso. El seguimiento es muy
importante en la gerencia, y ha estado ausente en la gerencia pública,
El seguimiento, con gran participación de la comunidad,
el seguimiento con participación de los medios, es fundamental
en la gerencia pública para que estos esfuerzos produzcan
buenos resultados.
Hemos hecho ya dos audiencias. Una en La Ceja, Antioquia, donde
confluyeron los departamentos de Tolima, Quindío, Risaralda,
Caldas, Antioquia y Chocó. Otra en Barranquilla, donde acudieron
los departamentos del Caribe colombiano. Anteayer no pude asistir
a Nariño, porque permaneció cerrado durante toda
la mañana el aeropuerto Antonio Nariño de la ciudad
de Pasto.
Vamos a realizar hoy esta audiencia. El señor Ministro
y el Director de Invías, nos irán contando del Plan,
departamento por departamento, hacen una enunciación del
grupo de contratos, en seguida oímos muy brevemente al constructor
y después al interventor.
Muy importante hablar de tramos, valores, fechas y problemas.
Y la doctora Tatiana, que si la escogieron para gerenciar este
programa es porque es muy capaz, irá mirando problemitas
que se deban ajustar.
Una de las cosas que me sorprende, y lo digo especialmente al
oído de alcaldes y gobernadores, es que en estas audiencias
ya hay mucha preocupación por las vías que no se
van a hacer. Es normal. En un país con tantas necesidades,
cuando se emprende la solución de una gran necesidad, es
normal que levanten la mano y digan: sí, eso esta muy bien,
pero lo otro, pero lo otro, pero lo otro. Es normal que lo que
se va resolviendo pase a un segundo nivel de importancia, y se
reclame por aquello que no se ha resuelto.
El Gobierno Nacional es consciente que debe tener preparado un
nuevo plan de vías, que lo debe entregar a la próxima
administración presidencial, cualquiera ella sea.
Que es necesario que ese plan de vías esté listo
para que pueda suceder en su ejecución al Plan 2.500, y
no ocurra lo que le ocurrió a este Gobierno, que ha tenido
tantas demoras para iniciarlo. Que ese plan debe ser discutido
con concejales, comunidad, alcaldes, diputados, gobernadores, con
el Congreso de la República, con los gremios.
Y entonces allí debo hacer una advertencia: cualquiera
sea el próximo Gobierno, le van exigir que los escasos recursos
de la Nación se apliquen solamente a vías de competitividad.
Entonces hay unos enormes reclamos por vías departamentales,
que no se alcanzan a hacer en este Plan 2.500. Hay unos enormes
reclamos, porque los esfuerzos del Gobierno, de alrededor de 135
mil millones en el presupuesto nacional, no alcanzan para darle
mantenimiento a la red terciaria en su totalidad.
Quería invitarlos a tres reflexiones: los recursos de la
Nación van a tener que destinarse a las vías de competitividad.
No hay más camino, sino el país no va a mejorar en
productividad. No va a mejorar en ahorro de costo, no va a mejorar
en generación de empleo, no va a mejorar en ingresos para
los trabajadores.
Segundo, los departamentos tienen que hacer un esfuerzo mayor
en las vías departamentales, en sostenerlas y emprender
nuevos pavimentos. Para eso, me permito proponer a los distinguidos
gobernadores que hoy nos acompañan, al Gobernador de Cundinamarca,
a la señora Gobernadora de Amazonas y al señor Gobernador
de San Andrés, lo que he propuesto ya a sus colegas con
quienes nos hemos reunido en estos días.
El Gobierno Nacional está dispuesto a tramitar un crédito
internacional grande, tan grande como sea necesario, para los departamentos.
Ese crédito internacional, contratado con el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), con el Banco Mundial, con la Corporación
Andina de Fomento (CAF), a 20 años de plazo, con la tasa
de interés más favorable, que hoy la esta obteniendo
en país, con el aval del Gobierno Nacional, para que lo
inviertan los departamentos en la pavimentación de vías
departamentales.
Y a medida que lo vayan pagando, con ese plazo de 20 años,
lo que ustedes vayan pagando inmediatamente lo reciclamos y creamos
un fondo rotatorio, para que haya un proceso continuo, a partir
de ese endeudamiento, de pavimentación de vías departamentales.
El Gobierno Nacional no se puede quedar simplemente en la advertencia
de que el nuevo plan tiene que ser un plan de vías de competitividad.
Tiene que preocuparse a ver cómo sacamos adelante las vías
departamentales. Y como el Gobierno Nacional no tiene, ni tendrá,
la totalidad de los recursos que se requieren, por eso estamos
abriendo el camino con este proyecto de endeudamiento, que le he
pedido al Ministro, al Instituto y a Planeación Nacional
que lo empiecen a manejar.
Y mi tercera propuesta es esta: no nos alcanzan los recursos nacionales
para el mantenimiento de vías terciarias. Hace pocos días,
reunido con los alcaldes de Cundinamarca, en un Consejo Comunitario
en Fusagasugá, las críticas fueron muchas por aquello
que no se alcanza a hacer. Seguramente pasado mañana en
La Mesa, Cundinamarca, también vamos a encontrar muchas
dificultades.
¿Qué estamos proponiendo? Hagamos un gran esfuerzo
asociativo. Que el Instituto Nacional de Vías, este año,
contrate la ejecución de los recursos de vías terciarias
con asociaciones de municipios, de dos maneras: con las que existen
jurídicamente, y con las que se constituyan como uniones
temporales, para el efecto de hacer esos mantenimientos. Y que
impulsemos esa asociatividad municipal para que recursos que aporte
la nación año tras año, los departamentos
y ahorros de los propios municipios, nos mejoren las vías
terciarias.
La asociatividad tiene que ser, a mi juicio, el nuevo nombre de
la descentralización. Yo creo que para descentralizar a
Colombia, es más importante hoy la asociatividad que la
Ley de Ordenamiento Territorial, que tantas veces ha fracasado.
El Gobierno Nacional quiere hacer todos los aportes para impulsar
la asociatividad, y en el punto dos, que es el crédito internacional,
para que los departamentos acometan la pavimentación de
vías departamentales, podemos privilegiar las asociaciones
excelentes.
Qué bueno que Cundinamarca y los departamentos vecinos
se asociarán, tomarán parte de ese crédito
y dijeran: aquí esta nuestro plan de vías departamental,
y acometieran esa asociación.
Qué bueno que los municipios que no tienen asociaciones
de municipios, hagan ahora unas uniones temporales, acudan al Invías
y le digan al señor Director de Invías: los municipios
de tal provincia cundinamarquesa, unidos temporalmente y de hecho,
venimos a convenir con Invías, que nosotros mismos apliquemos
los recursos de mantenimiento de vías terciarias.
Tenemos que darle todo el impulso a la asociatividad, y eso no
necesita ley, necesita es voluntad política y que aprovechemos
cada oportunidad.
En estos días reflexionaba yo viendo los textos fallidos
de las leyes de ordenamiento territorial, tantos proyectos que
no hemos podido sacar adelante y decía: más importante
que esto para avanzar en descentralización, es el tema de
la asociatividad.
Y les voy a hablar algo con mucha franqueza, pero con mucha fraternidad:
en la discusión política colombiana, a la que me
ha tocado asistir a mí ya, durante tantos años, encuentro
lo siguiente: Muchos alcaldes dicen: no nos delegan ese contrato,
porque quieren manejar eso en el Gobierno Nacional. Y muchos técnicos
del Gobierno Nacional dicen: ese contrato no se puede delegar,
porque allá no lo saben manejar o porque se roban la plata
o porque tienen una sociedad con tal político.
Entonces hay unas dudas y unas desconfianzas mutuas, que, por
reglas de cortesía, no se expresan abiertamente, pero que
sí se manejan por ahí soterradamente, y que son las
que finalmente producen decisiones que explican desconfianza.
Yo creo que la asociatividad tiene que disipar eso. Si se hace
un contrato para entregarle los recursos de mantenimiento de vías
a una asociación de municipios o a una unión temporal
de hecho de varios municipios, cada uno es el control del otro,
y tiene que disipar todas las dudas. Creo que si eso lo podemos
hacer este año, avanzaremos muchísimo.
Dejo, pues, en la cabeza de ustedes, distinguidos gobernadores
y distinguidos alcaldes, estas ideas que el Gobierno Nacional quiere
convertir en realidad, cuanto antes.
Ministro, ¿vamos a empezar por San Andrés o por
el Amazonas?
También celebramos la presencia de la señora Directora
de IDU. El Gobierno Nacional ha tenido unos compromisos de infraestructura
muy importantes con Bogotá, uno de los cuales es el Transmilenio.
Creo que en este Gobierno se ha duplicado el kilometraje de Transmilenio
en Bogotá, y hemos aportado para eso el 70 por ciento.
Y lo otro es la partida por 49 mil millones que aporta el presupuesto
nacional, para la conexión de Bogotá con la salida
al Llano. Eso es bien importante, y será bueno mirarlo ahora”. |