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EL PRESIDENTE URIBE EXPLICÓ EL TLC EN RCN RADIO

Bogotá, 28 feb. (SNE).- El siguiente es el texto de la entrevista concedida por el presidente de la repúbica, Álvaro Uribe Vélez, a RCN Radio:

Juan Gossaín, director de RCN Radio: Señor Presidente, tenga usted muy buenos días.

Á lvaro Uribe Vélez, presidente de la República:
Juan, muy buenos días a usted, a sus compañeros de la mesa de trabajo y a todos los compatriotas que a esta hora escuchan RCN.

J.G.: Muchas gracias señor, usted es muy amable al aceptar esta entrevista con RCN. Nuestro propósito Presidente, cuando le solicitamos aceptar el diálogo con nuestros periodistas era el de comenzar hablando –como lo vamos a hacer- sobre el TLC (Tratado de Libre Comercio), las incidencias para el país, todas las implicaciones del Tratado de Libre Comercio que ayer se cerró con Estados Unidos.

Pero ante hechos como los que han ocurrido en las últimas horas me parece inevitable, periodísticamente hablando, que comencemos con el tema de esta escalada preelectoral de las Farc, como los hechos ocurridos en las últimas horas en el Caquetá y en el Huila.

¿Usted qué piensa del tema?

Presidente de la República:
Estos terroristas todavía tienen capacidad de hacer daño. Efectivamente nos han causado estas terribles tragedias y engañan al país permanentemente. Ahí anda el terrorista de Manuel Marulanda armando otra artimaña política, creyendo que va a engañar de nuevo al país, creyendo que se puede combinar el engaño político con el asesinato de colombianos.

Afortunadamente ayer las Fuerzas Militares y de Policía capturaron nueve integrantes de las Farc en Puerto Rico, Caquetá, que son los responsables del ataque a la buseta donde mataron nueve colombianos antes de ayer.

Yo voy ahora al Huila y vamos a revisar el operativo. Desde que nos asesinaron al doctor Jaime Lozada en el Huila, emprendimos un operativo en dos direcciones para ir tras la columna Teófilo Forero de las Farc. Ese operativo va del Huila hacía el Caquetá y viene del Caquetá hacía el Huila.

Yo ya he volado el área, el área es un área muy grande, es un área montañosa, arrugada y también selvática. Hace unos 20 días me reuní en Neiva con sectores ciudadanos que están vinculados a esa área, Balsillas y otros valles que hay allá, en el intermedio de esa cordillera oriental.

Allí había mejorado la situación, dada la presión del Ejército sobre la Teófilo Forero, le hemos llegado a las áreas campamentarias, pero todavía estos terroristas tienen estos grupos que bajan de esa cordillera –que no hemos podido reducir en su totalidad- y nos comenten tragedias como la que vivimos ayer con el asesinato de nuestros concejales.

Antonio José Caballero, periodista: Lo que se pregunta la gente Presidente y le preguntan a uno en la calle es: si se está haciendo el operativo que usted dice, ¿cómo siguen allí prácticamente en el área ciudadana, cómo pueden entrar a un hotel donde estaban reunidos los concejales, lo mismo que hicieron en los edificios de Neiva cuando se llevaron a la gente y todo este tema?

Presidente de la República: ¿Cómo es la pregunta?

A.J.C.: Si es cierto que se les está llegando a ellos, que los tienen cercados prácticamente ¿Cómo siguen en las áreas urbanas actuando?

J.G.: En un restaurante como el de ayer en Rivera que está a pocos kilómetros de Neiva.

Presidente de la República:
No, que hay fallas y que todavía esta gente tiene capacidad de hacer daño, eso no se puede negar. Esto lo vamos ganando pero no lo hemos ganado. Esto necesita mucha persistencia. Por esa cordillera bajan a Rivera y nos hacen un daño como el de ayer. Indudablemente, estos bandidos todavía tienen mucha capacidad de hacer daño, por eso hay que continuar esta tarea.

Cuando empezó el Gobierno las Fuerzas Militares y de Policía me hacían la cuenta de que debía haber 17, 18 mil integrantes de las Farc, más 12 mil milicianos de las Farc, más 4.500 integrantes del ELN, más unos 20 mil integrantes de los mal llamados grupos de autodefensas.

Las autodefensas están, diría yo, que en la víspera de desaparecer con el proceso de desmovilizaciones que se viene dando y con la acción militar que el Gobierno emprendió contra ellos, donde se han producido más de 1.500 bajas.

Con el ELN hay unas conversaciones preliminares que nosotros, confiamos, puedan conducir a la paz. Por eso el Gobierno la semana pasada tomó la decisión de darle boleta de libertad a Antonio García para que él, como reconocido representante del ELN, pueda adelantar las gestiones que nos permitan avanzar en esas conversaciones.

Yo he dicho que estar en la clandestinidad es tan grave como estar en la cárcel y que Antonio García, al tener esa boleta de libertad del Gobierno, va a poder percibir en su propio ser el significado de la libertad y va a darse cuenta de la importancia que es conseguir la libertad a través de la paz.

En cuanto a las Farc, las Fuerzas Militares y de Policía estiman que de un total que había de 17, 18 mil milicianos, pueden quedar todavía 11 mil terroristas de las Farc.

Esta tarea pues es dura, hay muchos sacrificios pero hay que continuarlo.

Mientras nos asesinaban ayer a los concejales de Rivera, Huila, se estaba capturando a 9 milicianos de las Farc que nos asesinaron el domingo a las personas que se transportaban en una buseta por la carretera de Puerto Rico, por la carretera de Doncello en el Caquetá. Y simultáneamente, en Vistahermosa hacía el cañón del río Guayabero, se adelantaba una operación que continúa adelantándose contra una gran concentración de las Farc.

Y además estamos con las fumigaciones de coca y con los procesos de erradicación manual de coca. Ustedes saben el desafío al cual estamos sometidos para erradicar la coca totalmente en el Parque Nacional de la Macarena, en los alrededores de Vistahermosa, en Tumaco.

O sea que hay tragedias como la de ayer pero nosotros tenemos que recordar permanentemente la frase del Libertador: “de estas dificultades hay que hacer una trinchera para fortalecer la acción y la lucha”.

Periodista de la mesa de trabajo de RCN.:
Algunos analistas en materia de seguridad estiman que las Farc han dado ya un paso adelante a convertirse, ante la estrategia de las Fuerzas Militares colombianas, en un grupo de milicianos que actúan de civil, porque incluso las denuncias señalan que varias personas que actuaron en los hechos del domingo pasado estaban vestidas de civil ¿Cómo analiza usted esa transformación y cómo cree usted que se puede contener una acción de milicias de las Farc?

Presidente de la República:
Esa acción de milicias de las Farc la tenían en todo el país. Recuerdo la acción de las milicias de las Farc aquí en Bogotá, las milicias Antonio Nariño. A mí prácticamente no me dejaron hacer campaña en Bogotá los últimos meses, hace cuatro años, porque habían unos grupos muy fuertes que los milicianos de este grupo terrorista.

En las grandes ciudades colombianas hemos venido recuperando terreno frente a esas milicias de las Farc, dígase Bogotá, dígase Barranquilla, hablemos del caso de Medellín, la situación de Cali donde en la ciudad hemos mejorado sustancialmente.

Ahora, quedan todavía muchos de estos milicianos en muchas partes del país. Eso necesita un gran esfuerzo adicional en materia de inteligencia y una gran integración entre Ejército, Policía –que la hemos logrado-, entre estas dos fuerzas y el DAS, entre todos y la Fiscalía General, una correlación entre Fiscalía y jueces que permita proceder con mucha diligencia y a eso hay que sumarle un elemento fundamental, que es el apoyo de los cooperantes civiles, la política de recompensas, el estímulo a la solidaridad para que la gente la ejerza dando información sobre estos milicianos. Y que nosotros, al recibir información, convirtamos esa información en inteligencia, esa inteligencia en pruebas y podamos capturar estos terroristas.

Por fortuna, en medio de este dolor y de esta tragedia, en este momento están capturados 9 milicianos de los que hicieron el daño el domingo en Caquetá.

J.G.: Acaba de decir usted que lo que hay es una unión de Fuerzas, como la Policía, el Ejército, el Das, para combatir el terrorismo. Señor Presidente, ¿no será que de pronto hechos recientes como la abrupta salida del General Castellanos del Comando del Ejército está produciendo cierto resentimiento entre las Fuerzas Militares?

Presidente de la República:
No creo Juan, no creo porque este Gobierno ha sentado unas pautas sumamente importantes y claras desde un principio, simplemente ha sido convincente con ellas. Aquí se le ha exigido a las Fuerzas Militares pero se le ha dado un apoyo sin precedente.

Sinceramente, yo no conozco un período de la historia de Colombia, de muchas décadas, en el cual haya habido tanta voluntad política de parte del Gobierno y del pueblo para apoyar a las Fuerzas Militares, tanto compromiso de solidaridad con las Fuerzas Militares, tanto esfuerzo de ciudadanía y del Gobierno en favor de las Fuerzas Militares y de Policía.

A.J.C.: Señor presidente va a haber digamos un consejo de seguridad que usted va a presidir hoy allí en Rivera, exactamente en la zona del conflicto donde fue el ataque de las Farc. ¿Va a haber castigo para los militares esta vez, también?

Presidente de la República:
Mire, díganme ustedes ¿qué los preocupa, qué antecedentes hay de que cuando las Fuerzas Militares están procediendo bien están se les haya castigado injustamente?

A.J.C.: Y en relación con lo que está sucediendo en otros departamentos por ejemplo en Putumayo, en Caquetá, ¿cuál es el reporte que tiene usted a esta hora sobre el paro armado convocado por las Farc y la situación en general de orden público?

Presidente de la República:
Nosotros nos anticipamos al paro armado. Yo viajé personalmente al Putumayo con el Ministro de Defensa (Camilo Ospina), las Fuerzas Militares y de Policía hace una semana y entonces allí se decidieron varias acciones.

Una de ellas: cerrar, por orden del Gobierno, esas carreteras de 6 de la tarde a 5 de la mañana. Y una segunda: en horas hábiles del día, exigir que todo el transporte, todos los vehículos, tengan que avanzar en esas carreteras en caravanas. Las caravanas están organizadas, están funcionando, eso ha permitido la movilidad y ha mitigado los riesgos.

Ahora, esos departamentos son vecinos, colindantes y estos grupos de las Farc que operan son los mismos grupos que operan en esos dos departamentos.

Tengo que anotar que la buseta que fue asaltada el domingo, esa buseta se salió de la caravana.

William Fernando Cuellar, director de Noticias del Huila: Estamos en el municipio de Rivera donde la gente no sale de la consternación. La pregunta: hace seis meses los concejales renunciaron masivamente y se reunieron con el Ministerio del Interior para exigirle algunas medidas de seguridad. ¿Incumplió el Gobierno Nacional con esas medidas que se habían dado a los concejales de esa población?

Presidente de la República: La verdad es que yo no quiero entrar en ese debate. Seguramente hay muchas fallas, el Gobierno ha hecho lo humanamente posible y lo vamos a seguir haciendo.

Sobre el dolor de nuestros compatriotas asesinados, el Gobierno tiene que asumir responsabilidades, mejorar la imaginación, tomar iniciativas en materia de seguridad. Usted sabe la situación de Rivera, usted conoce los detalles geográficos. Usted sabe que en esa cordillera que se levanta a las espaldas de Rivera, estamos adelantando una operación muy intensa contra la columna Teófilo Forero de la Farc, que nunca se le había llegado a las áreas campamentarias de esa columna.

Esa columna está allá atrás, en esa carretera que va por Algeciras, en esos valles intermedios entre el Huila y el Caquetá y esa columna vivía allá como ‘pedro por su casa’, de allá bajaba tranquilamente a hacer los secuestros de Neiva, a hacer los asesinatos en diferentes sitios del Huila, seguramente ayer bajaron de allá a asesinar a nuestros concejales, pero hoy la situación es diferente porque hoy estamos en plena persecución de esa columna.

Ustedes saben en el Huila que el Gobierno destacó unos batallones bastante significativos para enfrentar las Farc en esa área campamentaria, que lo hemos hecho en dos etapas: que los primeros llegaron hace año y medio y los segundos llegaron más o menos en el mes de noviembre, en el mes de diciembre y que vamos presionando en los dos sentidos.

Ahí de Rivera hacía arriba, esa cordillera –si usted puede mirar, mire- y del Caguán en dirección al occidente para que se vayan encontrando las fuerzas institucionales que salen del Huila con las que salen del Caquetá.

Ahora es un área difícil, una cosa es hablar de esa área y otra es recorrerla, ver lo arrugada que son esas montañas, lo selváticas y lo extensas. Uno dice bueno, eso debe estar totalmente abierto y sin problemas entre el Huila y el Caquetá, la selva debe empezar más allá del Caquetá. Otra cosa es ver ese intermedio montañoso entre el Huila y el Caquetá. Pero no hay disculpa, la voluntad nuestra es total, es seguir tras de estos terroristas hasta que los acabemos y para pulir nuestra estrategia militar y de policía vamos hoy a la ciudad de Neiva.

Ahora, usted sabe que las Farc han tenido el designio de no hacer la campaña en el Huila y hemos podido lograr que se haga la campaña y que los candidatos recorran todo el Huila debidamente protegidos. Infortunadamente se da este lamentable hecho, nos hacen este daño, baja una columna guerrillera y en ese restaurante, ahí en la salida de Rivera, nos asesinan los concejales.

J.G.: Señor presidente de la República, enlazando un tema con el otro, me da la impresión –y se lo traslado a usted- de que en el mismo momento en que se estaba cerrando la negociación del Tratado de Libre Comercio, que hayan ocurrido estos hechos como los del Caquetá el sábado y el Huila ayer, afectan lo que se logró con el TLC, por ejemplo en materia de confianza de los inversionistas extranjeros en la seguridad de Colombia.

Presidente de la República:
Si Colombia estuviera con debilidades frente al terrorismo, se afectaría esa confianza. Si Colombia le fuera hacer juego al engaño del jefe terrorista Manuel Marulanda, se afectaría esa confianza. Pero mientras la Comunidad Internacional se de clara cuenta de que aquí hay un propósito firme, inclaudicable, a prueba de todos los sacrificios, para continuar en esta política de Seguridad Democrática, la confianza no tiene por qué afectarse.

Por ejemplo, en medio de estas dificultades, yo le quiero dar algunas cifras. Cuando empezó este Gobierno, en Colombia se asesinaba al año 66 personas por cada 100 mil habitantes. El año pasado 39.

Hemos venido en una gran disminución de homicidios, no obstante tragedias como la de ayer. Mire, a pesar de esta tragedia, a pesar de que se han presentado significativas reducciones del homicidio en el año 2003, 2004 y 2005, este año se ha presentado una nueva disminución del homicidio en 12 por ciento.

Entre el primero de enero y el 22 de febrero de este año, el último informe consolidado que tengo, se han presentado 330 homicidios menos en Colombia que los que se presentaron en las mismas fechas del año 2005. O sea que aquí hay un decrecimiento final.

A mí me decían en diciembre: ‘ya con estas disminuciones va a ser muy difícil que en el 2006 se presente una nueva disminución’ y aquí llevamos una nueva disminución en lo corrido del 2006, del 12 por ciento.

Por su puesto esto no es consuelo, que le voy a decir yo al dolor de una de las familias, cualquiera de las familias de los concejales asesinados en Rivera, ‘que tranquilos que este año se ha presentado una reducción del homicidio del 12 por ciento’. No. El dolor es igual con uno o con miles de homicidios.

El derecho a la vida no se puede tapar, lo que demuestra esta tasa es que de todas maneras Colombia mantiene una firme voluntad de derrotar el homicidio, de derrotar estos delitos y que vamos avanzando a pesar de las dificultades.

Usted sabe qué ha pasado en secuestro –y esto hay que recordárselo a la comunidad internacional-. Nosotros tuvimos años de 3.050 secuestros, el año pasado se vieron en Colombia 369 secuestros extorsivos, eso es una gran disminución pero no debería haber un solo secuestro. En lo corrido de este año se nos ha presentado otra disminución del secuestro en 73 por ciento.

El secuestro extorsivo, en el mismo periodo del año pasado íbamos 30 casos, este año van 28, hasta el 22 de febrero.

Ahora, hoy antes, en medio de tantos secuestros, de tantos homicidios, los hechos casi pasaban desapercibidos ante la opinión pública, hoy cualquier homicidio conmueve al país y esta bien que así sea, cualquier secuestro conmueve al país está bien que así sea.

Anoche, cuando me reunía con los gremios para mirar el tema del Tratado de Comercio con los Estados Unidos, conversaba con uno de ellos, el doctor Tulio Zuluaga, quien es el representante del sector de Autopartes y veíamos que está pasando en robo de vehículos en Colombia: una permanente disminución del robo de vehículos, una permanente disminución de la piratería terrestre.

Bogotá nos tenía muy preocupados con el robo de vehículos, pero ya este año empezó a ceder. En este momento llevamos en Bogotá 313 vehículos robados menos, que en el mismo periodo del año pasado.

Nosotros estábamos bien alarmados porque nos disminuía el robo de vehículos en todo el país y no nos disminuía en Bogotá. Las estrategias que hemos puesto a marchar, donde estamos colaborando muchísimo, hemos recibido la colaboración de la Alcaldía de Bogotá –y lo tengo que reconocer-, esas estrategias nos permiten tener mejores resultados. Claro que no estamos contentos. Sí, van 313 menos casos de robos de vehículos que el año pasado, pero deberíamos llevar cero.

Yo llevo por ejemplo un reporte de lo que pasa en homicidios ciudad por ciudad, todos los días. Barranquilla fue muy bajito el año pasado, este año llevamos nueve más. En el Atlántico seis menos. En Cali, el año pasado tuvimos alrededor de 700 homicidios menos y oiga lo que va acá en este año: 71 homicidios menos. Me preocupa Buenaventura donde van 14 más, allá estamos haciendo un gran esfuerzo. En el Valle del Cauca tenemos 50 menos. Medellín es un ejemplo como ha venido bajando año tras año y además de esa reducción sustancial el año pasado, este año se acumulan 22 menos. En la metropolitana de Medellín, 46 menos.

Hice en los días de Navidad un consejo de seguridad en Pereira, preocupado por esa situación en Pereira y empieza a mostrar mejoramiento. Hoy ya hay once homicidios menos en Pereira en lo acumulado del año. En Risaralda hay 42 menos. En Nariño hay seis menos, pero en la ciudad de Pasto hay seis más. Allá tenemos unas dificultades y usted sabe que asignamos una responsabilidad individual en cabeza del señor general Carlos Eduardo Ávila para coordinar todo la política de seguridad del departamento de Nariño. Y en Bogotá hoy llevamos 75 homicidios menos que el año pasado.

Hay que decirle a la comunidad internacional que nos duele lo que pasó en el Caquetá antes de ayer, lo que pasó en el Huila ayer, que todavía tenemos muchas dificultades, pero que aquí hay una red y una inclaudicable voluntad del pueblo y del Gobierno para superar este negro túnel de la violencia en Colombia.

Javier Ayala, periodista de RCN: Discúlpeme por favor que yo le cambie de tema, pero la trascendental decisión de cerrar la negociación del TLC le plantea al país la posibilidad de que las elecciones parlamentarias se orienten hacia el tema del TLC. Se empiezan a escuchar voces a favor y en contra del TLC para la elección parlamentaria, puesto que el nuevo Congreso es el que va a definir si se aprueba o no se aprueba el TLC. ¿Cuál es su opinión sobre ese panorama señor Presidente?

Presidente de la República:
Hay que hacer una gran pedagogía para explicarles a los colombianos –y cada uno de nosotros se tiene que convertir en un pedagogo-, que el TLC es una gran oportunidad para nuestra Patria.

Yo quisiera saber qué estarían pensando ustedes los periodistas, qué estarían percibiendo por allá, en el fondo de su intimidad, si hubiera fracasado el TLC. Esa sería una gran frustración para Colombia.

Una Patria con 44 millones de ciudadanos no puede vivir en medio de un discurso grande y una población pobre. Aquí hay que pasar del discurso a los hechos. Yo creo que abrir estos caminos, es abrirle a Colombia posibilidades para la inversión, posibilidades para la generación de empleo, posibilidades para la erradicación de la pobreza.

Ahora, me parece de gran importancia decirle a los colombianos por qué el TLC.

Nosotros hemos tenido un permiso de los Estados Unidos, que es una preferencia unilateral –como técnicamente se le llama- para exportar un buen número de productos a ese país, sin aranceles, pero eso vence el 31 de diciembre. No hemos visto posibilidades de que se pueda extender. No se lo han extendido a otros países con iguales o más dificultades que Colombia.

Además estas preferencias unilaterales no benefician todos los productos, hay productos que no obstante las preferencias unilaterales, no se les permite ser exportados. Y además esas preferencias unilaterales no le dan garantía a los inversionistas.

El año pasado vinieron unos textileros del Brasil a invertir a Colombia y me dijeron: ‘queremos invertir en Colombia, pero mientras no haya TLC no invertimos porque no sabemos si al poner en funcionamiento nuestras plantas en Colombia, Colombia va a tener o no va a tener acceso al mercado de Estados Unidos’.

Al firmar el TLC se acaban estas incertidumbres, se da un gran paso para la inversión, para la generación de empleo, para la erradicación de la pobreza.

¿Cuántos países del mundo quieren entrar al mercado más grande del mundo que es los Estados Unidos? Nosotros tenemos ahora esa posibilidad. Yo no quisiera, a partir del primero de enero del año entrante, ver que se desmontan aquí los galpones de flores y que el mercado de flores a Estados Unidos se inunda con flores de otros países.

No quisiera ver que productos agropecuarios como cítricos, como el mango, productos agropecuarios como la guayaba, productos como la tilapia, tantos productos del campo, la palma africana, el alcohol carburante, el biodiesel, todos esos productos textiles, confecciones lleguen a los Estados Unidos, provenientes de otros países y que no puedan llegar de Colombia.

Quiero repetirle a mis compatriotas: cuando empezó este Gobierno el ministro Juan Luis Londoño me dijo: ‘Presidente, ponga mucho cuidado que el desempleo va para el 25 por ciento, está creciendo con una velocidad que vamos a demorarnos mucho en pararlo’. No lo hemos reducido en lo que quisiéramos, pero se ha situado en el 10.4 (por ciento), logramos revertir esa tendencia. Eso se debe a que en Colombia ha mejorado el clima de inversión, al gran heroísmo de nuestras Fuerzas Militares y de Policía. Y se debe también a que ese sistema de preferencias unilaterales, ese permiso de los Estados Unidos, nos ha permitido aumentar muchas las exportaciones allí.

¡ Que tal que frenemos esta recuperación, no la podemos frenar! Pero además, es que no nos podemos quedar allí, esto no se excluye con nuestros esfuerzos en la unión suramericana. Antes de firmar, de acordar este Tratado con los Estados Unidos, el Gobierno hizo algo que no se veía en el horizonte colombiano hace cuatro años, el tratado Comunidad Andina – MERCOSUR, un paso fundamental en la unión de nuestra América del Sur.

Y una vez nuestros negociadores tomen un reposo, después de haber hecho este acuerdo con los Estados Unidos, hay que hacer el acuerdo con Centroamérica. Porque a mí me da mucho miedo que a Centroamérica lleguen productos de los Estados Unidos y de otros países sin pagar aranceles y que esas exportaciones colombianas a Centroamérica sean desplazadas porque tengan que pagar aranceles en Centroamérica.

Entonces nos espera el acuerdo con Centroamérica y el acuerdo con Europa. Con Europa tenemos unas preferencias, un permiso que ellos nos ha dado para exportar algunos productos como nos lo ha dado Estados Unidos, pero eso se vence. El año pasado logramos obtener una renovación de ese permiso, pero también de tiempo limitado.

Ahora tenemos que hacer la negociación con Europa, para poder garantizar una especie permanente al mercado europeo. Yo llamó a los colombianos a recibir esta oportunidad con optimismo, es una oportunidad para que el país piense en grande, para que el país proyecte en grande, para que el país actúe en grande, para que el país trabaje con disciplina y seriedad que nos permitan definitivamente la erradicación de la pobreza.

Periodista: Ayer La Casa Blanca, confirmó a través de su portavoz Scott McClellan que usted y el Presidente Bush, hablaron a propósito del Tratado de Libre Comercio, ¿en qué términos transcurrió esa conversación?

Presidente de la República:
Yo hablé en estos días varias veces con el Presidente Bush, con altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos, con muchos de los congresistas, con mis compañeros de Gobierno que estaban allá, pasaron muchas noches sin dormir. Unas noches porque estaban negociando, otras noches porque yo no los dejaba dormir, llamándolos permanentemente.

La verdad es que nosotros tomamos este Tratado con toda la fe, en la convicción de que esto va a ser útil para Colombia. Es que de eso se viene hablando desde el Gobierno del presidente López Pumarejo.

Ayer tuve en mis manos y lo tiene Mauricio González, el jefe jurídico de la Presidencia, el Tratado que firmó el Presidente López Pumarejo con los Estados Unidos. Y yo pensaba ayer en ese Tratado. El Presidente López Pumarejo que combinaba esa gran visión, esa gran audacia, esa visión de cultura con ese pragmatismo sobre lo cotidiano y después, las circunstancias de la historia lo frustraron, pero el lo hizo. Lo hizo por algo. Yo creo que ahora hemos dado un paso, ajustando las circunstancias de tiempo, muy en la dirección de la visión de López Pumarejo, que lo único que pensaba era en el bienestar de los colombianos.

Yo hablé muchísimo con el Presidente Bush, sobre uno y otro tema, ayer en la mañana volvimos a hablar, ya registramos la circunstancia de que a las 4:20 de la mañana habíamos podido cerrar el acuerdo y vamos para adelante, a que esta economía colombiana crezca, a que esta economía colombiana genere empleo.

En el Caribe colombiano, me preguntan mucho: ‘Presidente ¿y las grandes obras del Caribe?’. Yo les digo: el TLC les va a forzar. Ahora estamos haciendo muchas, las obras de Barranquilla en el Puerto, los Transmilenios de Barranquilla y Cartagena, la obra de los caños de Barranquilla, una vía muy importante en Santa Marta, vamos a empezar otra. Por primera vez, después de 40 años de espera, se están pavimentando las carreteras de La Mojana, hoy esos contratos están en plena ejecución. Por primera vez, después de 40 años de espera, se está haciendo el distrito de riego del río Ranchería en La Guajira.

Ya estamos respondiéndoles a los agricultores con obras. Aquí las obras no se van a dejar para después, por si de pronto. Las obras se están haciendo como el distrito de riego de Ranchería en La Guajira y el distrito de riego del Triángulo del Tolima para tener una agricultura más productiva, más competitiva. Y le decía a mis compatriotas del Caribe: el TLC nos va a forzar a hacer las obras de infraestructura, así no sigamos con ese cuento de ofrecer en campaña gran cantidad de obras y después no hacerlas en los gobiernos.

El TLC nos da la expectativa de recursos para poderlas hacer y nos impone la obligación de hacerlas, porque para nosotros poder ganar los beneficios en la práctica que estamos ganando en la teoría, de accesos a esos mercados, tenemos que ser competitivos y eso exige esas grandes obras, para referirme solamente a una región, la región del Caribe de la Patria.

J.A.: ¿En el calendario del TLC, la firma del Tratado se hará en Bogotá o en Washington con el Presidente Bush?

Presidente de la República:
No lo se, en cualquier parte queda bien o por fax o por e-mail, de cualquier manera, eso es secundario. Lo importante es que exportemos y exportemos a los Estados Unidos y eso nos ayude a generar empleos.

Hace 15 días allí en La Mesa, Cundinamarca, en un Consejo Comunitario me trajeron de regalo una canasta de mangos hermosa y mientras yo miraba esa canasta de mangos me dijeron: ‘Presidente aquí se pierden, esta ladera cundimarquesa tiene mucho mango, pero no hay a dónde mandarlo’. Y en un supermercado de Estados Unidos uno se encuentra un mango mexicano simple, el nuestro es de mejor sabor y carísimo el mango mexicano y nosotros sin poder exportar.

El sábado en Boyacá me dijeron: ‘Presidente ¿y nuestras artesanías?’ Se favorecen totalmente en el TLC, como se favorece totalmente la pequeña empresa, como se favorecen totalmente los derechos de los trabajadores.

Este Gobierno dio un respaldo muy importante para salvar a Paz del Río. Hoy los trabajadores son dueños de más del 40 por ciento de Paz del Río y cuando empezó este Gobierno tenían una mínima cantidad y la empresa va muy bien.

El sector metalmecánica, que se apoya tanto en Paz del Río, tiene todas las ventajas en este acuerdo de comercio.

Y me preguntaban los boyacenses: ‘Presidente ¿y la papa?’ Nada le pasa, esta mejorando, el año pasado tuvieron un mejor precio, no hay problemas con los Estados Unidos con la papa, porque la papa solamente se comercializa en fresco, en distancias cortas, además los Estados Unidos no protege la papa y nosotros tenemos toda la posibilidad de enviar papa criolla, precocida, que gusta mucho y compite bastante.

Además los boyacenses que están contentos con la recuperación del turismo, ven en el TLC una gran posibilidad de que siga creciendo el turismo.

Me decían con preocupación del trigo. Le dije: hombre, el trigo y la cebada los acabaron aquí a principios de los 90’s. Este Gobierno, de manera responsable, lo que ha hecho es crear mecanismos para comprar las 90 mil o menos toneladas de trigo que aún se producen en Colombia.

Con el TLC tenemos dos garantías: una garantía para los consumidores, que al desmontar el arancel del trigo que importamos, se tiene que abaratar el trigo y por lo menos que no haya tanta presión inflacionaria sobre el pan.

Segunda garantía para los productores del trigo, los poquitos que quedan en Boyacá y en Nariño en un pueblito que se llama Yacuanquer, el Gobierno les ha demostrado –en la práctica- que pueden creer en el Gobierno, porque hemos creado los mecanismos de absorción de la cosecha de trigo. Y para problemas que haya en algunos sectores agrícolas, el Gobierno está creando un programa muy importante que llamamos, óigase bien: Agricultura, ingreso seguro.

Por ejemplo los arroceros, los avicultores, me decían: ‘Presidente, hay que excluir estos sectores’. Nosotros no pudimos excluirlos, hicimos muchos esfuerzos, no pudimos excluirlos.

¿Qué vamos a hacer por estos sectores? Primero, logramos una desgravación para el arroz de 19 años, una desgravación para los pollos de 18 años.

Segundo, en el caso de la importación de cuotas de arroz y en el caso de importación de cuotas de pollo, las subastas para esas importaciones las van a manejar productores norteamericanos y colombianos de arroz y de pollo. Se van a distribuir esas utilidades entre ellos y eso les servirá a los productores colombianos de pollo para poder hacer unas inversiones en la erradicación de la New Castel y además en el pollo hay una revisión a los 9 años y la industria de los pollos sabe que el Gobierno está dispuesto a ayudarles con un incentivo de capitalización rural, dentro de ese programa: Agricultura, ingreso seguro para que ellos puedan hacer las inversiones que requieran adicionalmente para ser totalmente competitivos.

Aumentando el arroz, ellos saben que el Gobierno, dentro del programa Agricultura, ingreso seguro está dispuesto a darle un complemento de pago de precio a los productores de arroz de Colombia, puede ser por hectárea, a los de maíz puede ser por tonelada. Esto les va a mejorar mucho.

Y ahí encontramos otra ventaja para el consumidor y al mismo tiempo una ventaja para el productor. Para el consumidor, porque estos productos van a tener menos tendencias alcistas y para el productor.

Hoy el precio del productor de arroz es totalmente incierto: que llegaron unas importaciones de Ecuador, que entró contrabando de Venezuela, que llegaron importaciones de Venezuela, etcétera. Aquí el Gobierno se ha comprometido a asegurarle una porción del ingreso proveniente del presupuesto nacional, de acuerdo con las circunstancias de cada año.

Yo le reiteraba anoche a la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), al doctor Rafael Mejía, le dije: el Gobierno quiere llevar al Congreso el proyecto de ley que se llama Agricultura, ingreso seguro y ese proyecto de ley debe tener un mecanismo de manejo concertado con el sector agropecuario, para que sea el sector agropecuario –en concertación con el Gobierno- el que defina cuáles son los sectores que se deben apoyar cada año, en qué cuantía y si es en base en hectariaje o teniendo en cuenta el número de toneladas producidas. Aunque haya allá productos que sean bastante protegidos como el fríjol, etcétera.

Y entonces eso que va a pagar el Gobierno se convierte en un componente seguro de ingreso de nuestros productores.

Entonces, el Gobierno tiene toda la voluntad de resolver problemas en sectores donde haya dudas, pero si ustedes ponen –como los Jesuitas- en dos columnas, en una ponen las ventajas del Tratado y en otras ponen los riesgos, verán que las ventajas son infinitas y que los riesgos los podemos manejar.

Anoche me decía el doctor Rafael Mejía y eso me dejó tranquilo, me fui a dormir tranquilo, me decía: ‘Presidente, nosotros creemos –y el hablaba en nombre de la SAC- que este es un acuerdo manejable para el sector agropecuario y elogiaron mucho al ministro Andrés Arias (de Agricultura) por la tarea que hizo en defensa del sector agropecuario.

Ahí hay otros puntos a favor del sector agropecuario. Nunca los Estados Unidos, en tratados anteriores, había aceptado el mecanismo fitosanitario que le acepta a Colombia. Porque a mi me decían los productores de uchuva: ‘estamos exportando a Europa, pero eso con los Estados Unidos no ha habido sino problemas, nos atraviesan cualquier cantidad de barreras fitosanitarias’. Ahora quedó un mecanismo que obliga a una reunión de estas entidades colombianas y estadoudinenses cada seis meses y en los intervalos, problemas que se le presenten a un productor, serán allí tramitados para tratar de resolvérselos. Yo veía que hay muchos avances.

Si ustedes me preguntarán un producto del agro colombiano que suscite toda la esperanza, que cree toda la expectativa positiva, yo les diría: los combustibles biológicos.

El mundo va a ver el final del petróleo en no muchos años, en Colombia hay una declinación de petróleo. La gran posibilidad en esta Patria nuestra está en la producción de combustibles biológicos. Ya estamos produciendo un millón de litros diarios de alcohol carburante, vamos a empezar a producir biodiesel. Eso es de gran posibilidad para generar empleo en Colombia.

Pues bien, adicional a todos los beneficios que les hemos dado, el Gobierno ha tomado la decisión de un decreto, conceder la autorización para que haya zonas francas para producción de combustibles biológicos, a fin de que se exporte biodiesel, alcohol carburante, zonas francas con destino a exportación. Eso traerá mucho alivio tributario y eso ayudará muchísimo a generar empleo.

El Tratado tiene mil y mil cosas buenas, de lo contrario nosotros no habríamos dado este paso, que es un paso formidable para nuestra Patria. Yo veo a China, China a toda hora peleando por entrar al mercado de Estados Unidos, para que nosotros aquí por unos cálculos políticos no vayamos a buscar ese mercado, eso sería un error muy grande.

Y otra buena noticia Juan, déjenle saber al sector médico y hospitalario, que por iniciativa de ellos y del ministro Diego Palacio (de Protección Social), el Gobierno se propone firmar en los próximos días el decreto para autorizar las zonas francas hospitalarias en Colombia, a fin de que nuestra Patria sea más atractiva para ese turismo médico, porque yo veo que vienen pacientes a Barranquilla del extranjero y vienen pacientes a Bogotá y vienen pacientes a Armenia, a Medellín y Cali. Lo que hay que fortalecer son las condiciones en nuestra medicina que es excelente, para traer pacientes internacionales y darles mejores posibilidades a nuestros médicos, a nuestras enfermeras, a todo el personal de apoyo de los hospitales.

A.J.C.: Volviendo al tema electoral estamos a 11 días de las parlamentarias, usted va a hora a un consejo de seguridad en el Huila exactamente y en Rivera, a pesar de lo que dijo el gobernador de Caquetá de que es imposible hacer las elecciones en seis municipios allí en el Caquetá ¿hay garantía del Gobierno para que se puedan celebrar los comicios?

Presidente de la República:
La democracia hay que defenderla con toda la decisión, las garantías hay que darlas. Yo veo hoy los candidatos recorriendo todo el país y denunciando en todas partes. Hace cuatro años teníamos muchos lugares vedados, yo recuerdo que me tuve que encerrar en una cabina de televisión aquí en Bogotá y desde ahí hacer lo que me restaba de campaña.

Yo veo los candidatos visitando todo el país y denunciando. Hace pocos días le decía a mis compatriotas de Barranca en un consejo de seguridad comunitario.

Hay algo bien interesante, aquí el ELN los maltrató a ustedes 25 años y no se atrevían a denunciar, tenían el maltrato reciente de las Autodefensas y no se atrevían a denunciarlo. Ya la gente colombiana le ha perdido tanto el temor al terrorismo que los denuncian en toda parte. Ese fenómeno paramilitar se empezó a denunciar abiertamente en este Gobierno. Este Gobierno lo encontró, lo ha combatido, lo está desmovilizando totalmente. La gente no se atrevía a denunciarlo, hoy lo denuncian en toda parte, hoy le perdieron el respeto al terrorismo y eso está muy bien. Yo diría que es una ganancia de la política de Seguridad Democrática y eso también es un anticipo de que podremos hacer elecciones en toda la Patria.

Suspender la democracia es imposible. Esta Seguridad es Democrática porque nuestra lucha es profundizar la democracia a través de la seguridad.

Hoy la oposición tiene las mismas garantías constitucionales y legales que siempre ha tenido en Colombia, pero tiene más garantías efectivas, como tuvo más garantías efectivas en las elecciones de 2003 y en el referendo de 2003.

J.G.: A propósito de las reuniones del TLC, de lo agitado que fue, de lo extenso, complejo, difícil a propósito del viaje que usted mismo hizo a Washington durante la discusión del TLC, el domingo pasado el diario El Tiempo en su editorial principal se ocupó del tema –en un comentario que ha sido motivo de muchas conversaciones en el país, el editorial titulado: Hablando en Paisa.

Ahí dice El Tiempo, textualmente: “un corro de prensa internacional en Washington no era el mejor escenario para que Uribe soltara sus voquibles vernáculos, en un escenario extranjero, con corresponsales de variada procedencia y los ojos de muchos países encima, una frase folclórica, un proverbio tosco, pueden transmitir irremediable sensación de gobernante provinciano y republica bananera. Los lugareñismos en medio de reflectores internacionales, para decirlo en palabras montañeras, son más peligrosos que una aguja en un sancocho y más enredados que un bulto de anzuelos”.

Presidente de la República: Juan, yo no sabía que habían escrito eso. ¿Le reacciono y le expreso las primeras impresiones de lo que usted me dice?

J.G.: Perdón Presidente, no le escuché bien. Creo que usted está un poco lejos del teléfono.

Presidente de la República:
Yo no sabía que habían escrito eso, lo escucho ahora, le pregunto ¿quiere que le reaccione y le expreso la primera impresión al conocer lo que usted me dice?

J.G.: Sí, sí señor le estoy pidiendo su opinión sobre el hecho de que lo acusan a usted de estar incurriendo en hechos de un Presidente provinciano y de república bananera, con el lenguaje que usted usa.

Presidente de la República:
Hombre, república bananera no hay aquí. ¿Usted recuerda una declaración mía frente a los Estados Unidos en diciembre por unos comentarios de la Embajada norteamericana sobre la política colombiana?

J.G.: Sí, sí señor.

Presidente de la República:
Bueno, eso pone de presente que aquí hay dignidad, aquí no hay república bananera.

‘¿Gobernante provinciano?’ Sí lo soy Juan y a este país sí que le hace falta ese sentido común de la provincia colombiana y sí que necesita encontrar la provincia.

Es que Colombia tiene un pequeño sectorcito muy internacionalizado y el resto somos provincianos. Usted no sabe cómo aprende uno de la provincia cundinamarquesa, aquí en los mismos barrios de Bogotá o en los alrededores de Bogotá.

Ese sentido común de la provincia cundinamarquesa a mi me encanta, para no decirle ahora ni ponderarle lo que me encanta la espontaneidad de la provincia Caribe, lo que me gusta todo ese pensamiento y esa manera pragmática de la provincia antioqueña, lo importante que veo hoy cómo, desde la provincia de los Llanos Orientales se ve la posibilidad de conectarse con el mundo a través del río Meta y del río Orinoco.

A mí me encanta saber que el TLC lo hemos venido manejando de acuerdo con los intereses de cada provincia de la Patria. El Presidente provinciano se tiene que ocupar de que el TLC le permita a los huilenses, a la provincia del Huila, sacar adelante, sacar adelante la producción de fosfato.

El Huila tiene unas minas de fosfato muy importantes que no se han desarrollado debidamente y el TLC les va a permitir su desarrollo para mejorar la producción de abono.

A mí me encanta, por ejemplo, que el TLC permita que Colombia siga creyendo en las exportaciones de tilapia como lo pide la provincia del Huila, donde me dicen: ‘Presidente, necesitamos que el Huila sea un gran generador de empleo convirtiéndose en el mayor productor de tilapia.

A mí me encantan esas aspiraciones provincianas como me dice el Huila: ‘Presidente, necesitamos una aduana aquí en el Huila, de los Estados Unidos, para hacer las exportaciones directamente desde el Huila a los Estados Unidos’.

A mí me encanta la aspiración de la provincia del Caribe colombiana, de poder tener todas las obra de infraestructura. Porque si ha habido una provincia bastante internacionalizada es la provincia del Caribe. Si ha habido una ciudad de esa provincia con un gran sentido cosmopolita es esa ciudad de Barranquilla.

Entonces a mí me encanta percibir cómo, todas esas aspiraciones provincianas, estamos en alguna forma escuchándolas, a ver si se les atiende.

A mí me encanta cómo el espíritu de la provincia cundinamarquesa demanda que hagamos la doble calzada de Girardot o hagamos la doble calzada al río Magdalena, por allí por la autopista Medellín – Bogotá, una vez podamos superar el pleito de Commsa.

A mí me encanta cómo hay una aspiración del pueblo bogotano para que el aeropuerto Eldorado, como en efecto lo vamos a hacer porque ya está en plena licitación, pueda pasar de 6, 8 millones de pasajeros que hoy atiende al año, a 16, 18 millones.

Juan, ¡claro que soy un Presidente provinciano!

J.G.: Señor Presidente, pero fíjese que el mismo editorial ahondando en ese tema trae esta expresión textual: “Los dichos que cita el Presidente Uribe son con frecuencia tan charros como marrana con vestido de novia”.

Presidente de la República:
No Juan, Qué sería lo que los incomodó de lo que yo dije allá, pero no lo sé, dígame a ver usted.

J.G.: Por ejemplo ellos citan, en el editorial de El Tiempo, hacen una pequeña antología de uribismos, expresiones suyas, por ejemplo, un día usted lo dijo aquí en RCN, una mañana y ellos lo citan: “el Presidente también procura rehuir las peleas con el preclaro argumento de que yo no soy ningún guineo, es decir ni bravo ni buscapleitos”. Mencionan otra: “soy terco como una mula, si me chuzan, me echo”. ¿Qué dice?

Presidente de la República:
¿Quiere que hablemos de eso?

J.G.: Sí, sí señor, claro.

Presidente de la República:
Mire, en el parque Berrío de Medellín había un hombre a quien apodaban Guineo y él se enojaba cuando le repetían el apodo y se distraía del trabajo, entonces qué quiere decir esto y lo repito en muchas partes: uno no puede dejarse distraer del trabajo, hay que sacar el TLC adelante para que Colombia exporte más textiles, más confecciones, genere más empleo. Hay que sacar el TLC adelante para que todas las industrias colombianas generen empleo. Hay que sacar el TLC adelante para poder tener otras garantías de respeto a los derechos de los trabajadores.

No podemos dejarnos desviar la atención por provocaciones políticas. Entonces recuerde: Guineo estaba trabajando en el parque Berrío, concentrado en su labor y lo provocaban y él se olvidaba de su trabajo y venía a reaccionar ante las provocaciones. Nosotros no podemos incurrir en eso. Por provocaciones políticas que haya, lo que tenemos que hacer ahora es explicarle a los colombianos cómo, cuando empecemos a exportar combustibles biológicos a los Estados Unidos, Colombia empezará a tener una gran fuente de empleo en esa posibilidad.

¿Qué más les incomoda?

J.G.: Yo prefiero preguntarle a usted, a propósito de lo que ellos les incomoda como usted dice señor Presidente, se siente usted como “tan charro” en el sentido que tiene la expresión charro en Antioquia por ejemplo.

Presidente de la República:
Yo soy todo lo contrario Juan, yo soy totalmente aburrido y trascendente, como dicen los muchachos de ahora, intenso.

Pero quisiera que siguiéramos examinando, ¿cómo es lo de la mula que usted me recordaba allí?

J.G.: “Soy terco como una mula, si me chuzan me echo”.

Presidente de la República:
Eso es distinto, esto no lo han escuchado bien. Sería bueno que lo escucharan.

En esas montañas andinas donde, en muchos trayectos, hay que recorrerlos en mula, yo he visto, he analizado, he observado toda la diferencia entre una mula talentosa y un caballo loco. Usted va por el camino, por esa loma o vamos a la planicie del Caribe, allá a su tierra a San Bernardo, en el invierno, pongámonos allá. Usted va entrando por un camino campesino, ha llovido mucho, hay un ahogadito, eso está muy embarrado, muy difícil, usted llega en un caballo loco y el caballo no se detiene hasta el obstáculo. Usted empuja el caballo loco, usted lo golpea y el caballo loco se tira sobre el obstáculo y le causa al jinete cualquier cantidad de riesgos. Si usted va en una mula talentosa, por más que usted la empuje la mula se echa, entones la mula no le hace correr a usted el riesgo, es mucho mejor proceder ante el TLC como la mula talentosa y no proceder como el caballo loco.

A mí me decían: usted no puede firmar el TLC. Y yo dije: no, hombre, yo no puedo proceder como un caballo loco, yo no me puedo dejar chuzar y tirarme a decirles: sí, no firmo el TLC. Yo prefiero proceder como la mula talentosa, echarme y pensar que nos resulte bien el TLC, como hemos procurado.

¿Cuál otro de esos dichos incomoda?

J.G.: Pero Presidente, no a mí señor Presidente, ¿acaso yo le he dicho verdes tenés los ojos?

Presidente de la República:
(Risas).

Bueno, pero déjelo Juan ni lo repita ahora. Entonces, a los analistas, porque podríamos analizar todos esos dichos y si me gusta mucho hacerlo y nos dan la oportunidad ahora frente al TLC.

J.G.: Finalmente señor presidente, ese mismo editorial del diario El Tiempo que le vengo citando, el del domingo pasado, ‘Hablando en paisa’ se titula, cierra con esta pregunta, que también se la voy a leer textualmente. Abro comillas: “y a propósito, ¿qué hacía en la delegación oficial de Colombia en Washington, un ejecutivo de la campaña política del Presidente?, explicá pues hombre, no te hagas el mister”.

Presidente de la República:
Ya veo que entonces eso es lo que causa la preocupación, porque allá no me lo preguntó ningún corresponsal internacional especializado en TLC, sino alguien que quería hacer un chisme político.

Hombre, yo aprecio al doctor Alberto Velásquez Echeverri, es amigo mío, es un patriota transparente, lo escucho, es un hombre que ha procedido en todo lo que me ha dicho a mi con gran patriotismo y estuve con él allá. Entonces me preguntó un periodista en castellano, de alguna provincia, que por qué estaba ahí siendo miembro de la campaña. Y le dije: ¡hombre!, no pongan pinga por lo que no deben poner pinga.

Es muy bueno poner a los periodistas a que piensen con respuestas, porque ahí la palabrita, los puse a buscar el significado. En mi tierra es: no pongan problema donde no hay problema. ¿Cómo le parece?, uno con esos problemitas chiquitos cuando estábamos era defendiendo los medicamentos y la cultura.

A propósito de medicamentos y cultura, quiero decirle a mis compatriotas primero: en medicamentos el Tratado nos salva los medicamentos genéricos.

Segundo, el Tratado nos salva la salud pública, la protección intelectual a la propiedad intelectual –como ha quedado en el Tratado- nos permite gestionarla para fines de atender la salud pública.

En esas reuniones de Washington, me permití hacer unas preguntas y obtuve unas aclaraciones, esta es muy importante: se nos estaba diciendo que Colombia iba a aumentar a tal grado la protección a la propiedad intelectual, que iba a ser prácticamente imposible atender la salud de los colombianos. Respuesta: queda claro que como hemos venido protegiendo la propiedad intelectual, se acepta. No tenemos que ir más allá.

Eso me lo dijeron a mí expresamente los negociadores norteamericanos. Sobre eso daré mi testimonio por escrito, quedará en la memoria del Tratado y entonces se disipa esa duda.

Algunos países productores de medicamentos acostumbran mandarlos a Colombia y a nuestros países 30 ó 40 años después de haberlos descubierto. El Tratado dice que un productor de un medicamento que quiera una protección en Colombia, un registro en Colombia, debe traerlo aquí por tarde 5 años después de haberlo patentado en otro país. Ese es un gran avance, lo mejor habría sido 6 meses, 1 año, pero venimos de que se quedaban toda la vida sin traerlo, por lo menos les pusimos ese límite de 5 años.

Y en materia cultural, yo recuerdo que los canales de televisión hicieron una gran campaña contra el TLC porque los actores estaban en la idea de que el TLC iba a afectar expresiones de la cultura como las telenovelas.

¡Qué bueno poder repetir hoy, a través de RCN, ante los colombianos, lo que Colombia logró en cultura es excelente!

Por ejemplo, en televisión se respeta la cuota de pantalla. Por ejemplo, crean mecanismos para que si hay nuevas tecnologías se puedan también imponer reservas.

Y en la pequeña empresa sí que avanzamos. A mí me ha alegrado muchísimo escuchar al doctor Juan Alfredo Pinto, presidente de la Asociación Colombiana de Pequeños Industriales, decir cómo la pequeña empresa entró al Tratado pensando que iba a ser perdedora y llega al final del Tratado convertida en ganadora.

Este es un Tratado donde no podemos pensar que hay unos ganadores y otros perdedores. En este Tratado ganamos todos, en este Tratado gana Colombia, por eso hay que hacer una gran pedagogía explicándoselo punto por punto a cada compatriota.

J.G.: Señor Presidente, ya que ueste me ha pedido que punto por punto se vayan aclarando estos temas de los proverbios del lenguaje uribista del editorial ‘Hablando en paisa’ de El Tiempo del domingo, la expresión que usted usó, usted lo ha dicho, cuando le dijo a ese periodista en Washington a la persona que lo interrogó sobre la presencia del doctor Alberto Velásquez, “no pongás pinga donde no la hay”, en Antioquia significa “no buscar problemas donde no los hay, no tener intenciones torcidas”, pero en el Caribe, de donde yo vengo, especialmente en el Caribe colombiano y en el venezolano, es palabra de grueso calibre textualmente hablando, alude al órgano sexual masculino.

Presidente de la República:
Pues hombre Juan, si así fuera la tendría que retirar. ¿Usted la ha buscado en el diccionario?

J.G.: Sí, sí señor la he buscado.

Presidente de la República:
El doctor José Obdulio Gaviria en una curiosidad la buscó en el diccionario y el diccionario corresponde con el sentido: “van a poner un problema donde no lo hay”, “van a poner una carga donde no la hay”, nos van a poner una presión por lo que no nos deben poner una presión. Eso es como decir hoy que vamos a quebrar la agricultura por el TLC.

Van a poner un problema en donde no lo hay, en un país que ha visto que este Gobierno ha recuperado 509 mil hectáreas de agricultura. El programa que se está anunciando de Agricultura, ingreso seguro, porque este Gobierno ha hecho una cosa y va a hacer otra. ¿Qué ha hecho?, ha subsidiado muchos sectores agrícolas, hemos tenido años de gastarnos 45, 50 mil millones de pesos en el café, antes de que mejorará el precio, 100 mil millones en la cosecha algodonera.

Ahora en esa cosecha algodonera que se está recogiendo en el Caribe colombiano hay un gran subsidio del Gobierno Nacional, eso le da un ingreso seguro a los campesinos algodoneros.

Este Gobierno le ha financiado el almacenamiento por 15 mil millones a los arroceros. Este Gobierno, el año pasado, para salvar las flores y el banano, que son incentivos en generación de empleo, este Gobierno aportó 125 mil millones.

Este Gobierno ha hecho un gran esfuerzo para aportar 40 mil millones por año, en lo que se llama el incentivo de capitalización rural (ICR).

Este Gobierno ha pagado casi todo lo que se debía en CERT (Certificado de Reembolso Tributario), ha pagado más de 260 mil millones de deuda de CERT.

Entonces este Gobierno tiene unos antecedentes, se los resumo: pagos al sector agropecuario y recuperación de la producción agropecuaria, que ameritan que le crean a este Gobierno que vamos para adelante en lo que es la salvación y la recuperación del agro colombiano.

Además, ese proyecto de ley que se titulará: El Agro, ingreso seguro, concertado con el sector agropecuario, con las bancadas del Congreso, que tendrá un mecanismo de manejo de concertación para definir cada año qué productos, por las circunstancias de precio y mercado de ese momento deben atenderse por parte del presupuesto nacional, con qué montos, ese proyecto va a tener un respaldo en vigencias presupuestales futuras, que es como expedir cheques del Estado a futuro, como firmar pagarés del Estado, con una fecha futura, como firmar letras de cambio por parte del tesoro nacional.

Entonces todo esto dice: hay un Gobierno comprometido con la agricultura, busquémosle clarificaciones a temas que sugieren dudas, pero no pongamos un problema que no se debe poner, no pongamos el problema de crear dudas en el sentido de que se va a quebrar la agricultura, porque no se justifica poner ese problema dado que aquí hay un compromiso serio con el presente y con el futuro del agro colombiano.

Vicky Dávila: Presidente, ¿qué ha pensado usted y qué ha pensado el Gobierno con respecto al fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca que le prohíbe firmar el TLC?

Presidente de la República:
No, sinceramente el Gobierno tiene que ser totalmente prudente frente a los fallos de la justicia, yo procuro leer la Constitución colombiana y la Constitución colombiana le dice al Gobierno Nacional que él dirige las relaciones internacionales.

Ahora, si miramos el bien o el mal de Colombia y juzgamos al Gobierno en función del bien o el mal que se le depara a Colombia, miremos lo que ha progresado el país gracias al ATPDEA, que lleva tres años y termina el 31 de diciembre de este año. A mí me parece que muerto el ATPDEA, si no tenemos un sustituto para seguir exportando a los Estados Unidos como es el TLC, le depararíamos mucho mal a Colombia.

El Gobierno lo único que ha buscado es el bien de Colombia.

Nosotros podríamos estar por ahí maliciosos, por ahí escondidos, agazapados, esperando que concluyera el proceso electoral, que quedara atrás la fecha de elecciones para adelantar el TLC, pero cuando se trata del bien de Colombia no puede haber cálculo. El Gobierno el único cálculo que ha tenido es el cálculo del bien de Colombia.

Yo sé que los pequeños empresarios, los artesanos, los agricultores, los cafeteros, la gente de las flores, del banano, de las hortalizas; los colombianos que ven una gran posibilidad en los textiles, en las confecciones, en la industria del calzado, en la petroquímica, los colombianos que ven una gran posibilidad en la producción de combustibles biológicos, cada uno va a ser un multiplicador de la bondad y avanzar en procesos como el TLC.

Es que el presidente socialista de Chile, Ricardo Lagos, firmó un TLC entre Estados Unidos y Chile y cuanto le ha ayudado a Chile. A mí me decía el presidente Lula de Brasil y me lo confirmaba el ex presidente Cardoso, Brasil es un país que tiene tantos mercados en el mundo que a MERCOSUR, a Estados Unidos y a Europa, exporta el 40 por ciento de sus exportaciones. Colombia necesita muchísimos mercados.

Este paso ha sido para el bien de Colombia y algunos me dicen: los efectos del TLC en la Comunidad Andina, saludable y ese es un punto muy importante para tener en cuenta.

Cuando la economía venezolana mejora, inmediatamente se produce un efecto sobre Colombia, entonces los venezolanos compran más productos colombianos y eso genera empleo en Colombia. Y ahora que ha mejorado la economía venezolana por el petróleo, eso le ayuda al pueblo de Venezuela y al pueblo colombiano.

Cuando la economía colombiana mejore, eso le ayuda a que le compremos más a Venezuela. De hecho el año pasado yo creo que tuvimos un récord en compras a la hermana República Bolivariana de Venezuela, un récord en compras de más de mil millones de dólares a Venezuela, eso es un gran avance.

Entonces aquí hay unas incógnitas que las despejamos de buena fe, las vamos a despejar con unas zonas francas, las vamos a despejar con la ley y los recursos del programa Agro, ingreso seguro y el resto son beneficios para esta Patria nuestra.

J.G.: Usted ha sido muy amable a lo largo de esta última hora de manera continua, permanente, sin interrupciones, muy amable al aceptar este diálogo con RCN sobre tantos temas trascendentales, ¿a qué hora viaja usted a la ciudad de Neiva, ya está listo el consejo que va a haber allá de seguridad, es en Neiva o es en la población de Rivera?

Presidente de la República:
Primero voy a ir a una universidad adventista y enseguida me voy al Huila, voy a mirar qué tienen previsto allí las Fuerzas Militares y de Policía.

Juan, me faltó una cosita. La vaca en el pantano, mientras más patalee más se atolla. Nosotros no podemos seguir aquí atollados en una economía pequeña pataleando y peleando, tenemos que pensar en grande para salir de este atolladero. Asocie eso también con el TLC.

J.G.: Muchas gracias señor, muy amable y que tenga muy buen día.

Presidente de la República:
Hasta luego Juan.

 
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