Enviaban la droga en caletas de los aviones y correos humanos

DESARTICULADA RED INTERNACIONAL DE NARCOTRÁFICO

Bogotá, 8 jun. (SNE).- La Policía Antinarcóticos en coordinación con la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) y la Fiscalía General de la Nación, capturaron a 13 personas, en Colombia y los Estados Unidos, que hacían parte de una red internacional dedicada al narcotráfico.

Tras dos años de investigaciones e intercambio de información con la DEA, las autoridades nacionales identificaron claramente a todos los integrantes de esta agrupación en Colombia y en el exterior, y pudieron establecer las modalidades que usaban para ingresa cocaína y heroína a los Estados Unidos.

Según la Policía Antinarcóticos, el líder de la banda era un nigeriano, conocido con el nombre de Paul Dubye Onuoha. Las investigaciones demostraron que ese hombre realizaba viajes internacionales para reclutar personas de otras nacionalidades, con la promesa de dinero fácil y rápido especialmente menores de edad, los cuales por su condición mantenían bajo nivel de riesgo para ser detectados y de esta manera pasar los controles policiales.

La organización delincuencial poseía contactos que laboraban en empresas de carga aérea del Aeropuerto Internacional de Bogotá, quienes facilitaban el ingreso de las sustancias narcóticas al terminal aéreo y posteriormente a los aviones, en donde eran ubicadas de forma estratégica en unos compartimentos del tren de aterrizaje de los mismos, en las paredes de los baños y en algunos sectores del sistema de luces empotrados en los planos de las aeronaves.

La droga también era enviada por medio de correos humanos y más de diez formas de camuflaje entre maletas de doble fondo y cartas.

Las autoridades calculan que esta Red enviaba a los Estados Unidos 25 kilos de heroína mensualmente, hecho que les representaba ganancias por más de dos millones de dólares y también un promedio de 150 kilos de cocaína al mes que les significaban alrededor de cinco millones de dólares.

La organización delinquía especialmente en las ciudades de Bogotá, Barranquilla y Medellín. Los estupefacientes eran enviados Nueva York, Miami y España, utilizando especialmente vuelos desde las ciudades de Bogotá y Cartagena.