Washington, 20 jun. (SNE).- La muerte violenta de sindicalistas
en Colombia se ha reducido, en los últimos años,
en un 81 por ciento, al tiempo que para su protección
se destinan anualmente cerca de 12 millones de dólares.
Así lo manifestó el embajador de Colombia en Estados
Unidos, el ex presidente Andrés Pastrana, en carta publicada
este martes en el diario The Washington Post en donde cuestionó la
información publicada en una columna de ese periódico,
del pasado 14 de junio, escrita por Harold Meyerson.
La comunicación del ex presidente Pastrana resalta que
la columna de Meyerson, si bien hace referencia a la violencia
en contra del sindicalismo colombiano, no tiene en cuenta el
apoyo que ha recibido Colombia de parte de Estados Unidos para
combatir la violencia ni los logros obtenidos en la administración
del presidente Álvaro Uribe Vélez en esa materia.
Pastrana recordó que como resultado de la ayuda de Estados
Unidos –y que fue continuada durante la administración
del presidente Uribe- “los homicidios se han reducido en
un 37 por ciento, los secuestros en un 80 por ciento y las muertes
violentas de sindicalistas cayeron un 81 por ciento, hechos ignorados
por el señor Meyerson”.
Agrega que Meyerson dijo en su columna que Colombia es un país
peligroso para los sindicalistas cuando la realidad es que “cualquier
colombiano con el valor de oponerse a los narcotraficantes y
a los terroristas es blanco de violencia”.
La carta de Pastrana también señala que “en
la actualidad los sindicalistas colombianos gozan de protección
especial financiada por los dos gobiernos (Colombia y Estados
Unidos) porque reconocemos su importancia en la democracia. Invertimos
$24,8 millones de dólares al año para proteger
a la población vulnerable blanco de grupos terroristas.
La mitad de ese dinero va para los sindicalistas”.
La columna de Meyerson dice que la violencia contra los sindicalistas
es razón para no aprobar el tratado de libre comercio
entre los dos países, a lo que el embajador Pastrana señala
que si bien es respetable la posición en contra del TLC,
es necesario “tener un debate honesto sobre el tratado
basado en los méritos sobre si éste permitirá avanzar
en la prosperidad económica de las dos naciones y no sobre
estadísticas distorsionadas. Los más importantes
beneficiarios del TLC en Colombia serán los trabajadores
a través de más y mejores empleos”.